Iba de camino a casa de mis padres, las 6 de la tarde ya empezaban a ocultar el sol, mi camino solo fue de 40 minutos, me había invitado a festejar la navidad con ellos y como no pasaba mucho con ellos no pude negarme, pensé que seríamos solo ellos y yo, sin embargo al llegar me encontré a algunos familiares, así que tuve que saludar a todos.
Serví la sidra para brindar y una vez que brindamos y cenamos, comenzó la fiesta, algo de música, whisky, ron, hielos, y refrescos la amenizaron, estábamos bebiendo bastante y rápido, así que no paso mucho tiempo para que algunos se resignaran y se comenzarán a ir, solo quedábamos mis padres, dos tías y yo, me resultó extraño puesto que ella ya estaban ebrias, así que le pregunté a mi viejo que si se quedarían, a lo que me contestó que ellas estaba ahí desde hace 3 días y que se marcharían el miércoles, así que me relaje y bebí.
Serían eso de las 5 am, cuando una de mis tías se levantó y se fue al que antes era mi cuarto y después de 15 min supe que no regresaría, mis padres pasadas 2 horas más se fueron a dormir, quedando solo mi tía y yo, ella aún estaba consciente de lo que hacía, pero se levantó y me dijo que si la ayudaba a llegar a su cuarto, ella se quedaba en el cuarto de visita, cabe decir que ella es muy recatada y religiosa, por tanto ella jamás se le cruzaría la idea de algo más con un familiar, sin embargo conmigo siempre fue liberal, me llegue a bañar con ella, inclusive a dormir, claro tenía 8 años.
La tome del brazo y la lleve hasta ahí:
—Sobrinito, ayúdame a desvestirme, estoy lo suficientemente –con hipo intentaba acabar la oración– ebria como para hacerlo sola jajaja
—Seguro
La empecé a desvestir, primero la ayude con su blusa, la cual salió sin problemas, luego continúe con su jean, me dispuse a salir y dando media vuelta estaba a punto de dar el primer paso, cuando me dijo "y lo demás, acostumbro a dormir como dios me trajo al mundo", así que pase un brazo por mi cuello y bajando su calzón y desabrochando sus sostén acabe con mi tarea, ahí estaba mi tía la recatada desnuda y borracha.
Ah decir verdad no tiene el mejor cuerpo, tiene unas tetas grandes eso sí, con unos pezones oscuros, tiene unas nalgas redondas, un poco flácidas, tiene una barriguita, pero que no es distracción, así que una vez que la ví bien, no pude controlarme y me empecé a empalmar, así que la recosté lentamente en la cama boca arriba, ella se dejó hacer, me retiré lentamente y la contemple nuevamente, me acerque a sus piernas y lentamente las fui acariciando, ella estaba quieta, llegue al monte de venus, tenía bastante vello, lo empecé a besar, y a lamer, ella empezó a gemir levemente, separé sus piernas y le puse más empeño a lo que hacía, ella me tomo del cabello y me pegó más a su vagina, después de unos minutos se corrió de una forma abundante.
Me levanté y baje mis pantalones y mis boxers, me acerque a su vagina y la penetre lentamente, los gemidos iban "in crescendo", me moví con vigorosidad y pellizque, mordí y apreté sus pezones, ella gemía más y más duro, en un momento me dio pánico saber que mis padres y mi otra tía dormían junto al cuarto y que se fueran a despertar, pero las caricias de mi tía me hacían perderme en ella, volvió a tener otro orgasmo increíble, después se salió de mí y se puso boca abajo y me dijo "vamos, rómpeme el culo sobrinito", y no tuvo que pedírmelo dos veces, lentamente fui metiendo mi verga en su ano, pero me costó mucho trabajo, así que fui un momento a la cocina y traje un poco de vino, tome un trago y luego un sorbo más, me acerque a su ano y le escupí un poco en su ano, y con mis dedos fui dilatándolo, y lo volví a intentar, está vez con éxito.
Una vez que su ano se acostumbró a mi verga, empecé con el mete saca, ella gemía y gritaba, eso me hizo enloquecer, y cuando estuve a punto de correrme, me salí de ella y la puse de rodillas, ella lo comprendió y abrió su boca en la espera de su regalo, pero justo cuando me iba a correr se abrió la puerta del cuarto, gire mi cabeza y vi a mi madre ahí de pie, el primer chorro de semen salió y cayó en el ojo izquierdo y en la mejilla de mi tía, y luego un segundo y tercer chorro, que cayeron en la boca y el pelo de mi tía, mi madre se acercó y mi tía se puso de pie, yo estaba como un maniquí, y de repente "plaff" sonó una tremenda cachetada.
Continuará...