Nuevos relatos publicados: 7

El grupo de whatsapp

  • 14
  • 18.742
  • 9,80 (25 Val.)
  • 3

Las citas, contactos, cibersexo… en resumen el morbo del sexo sin complicaciones es una de la de las principales actividades en internet. Badoo, Tinder e incluso el propio Facebook son plataformas que basan su éxito en la posibilidad de encontrar esa pareja ocasional, que de forma inmediata, al cabo de cierto tiempo, en persona o virtualmente satisfaga nuestros deseos más secretos y morbosos, sin que nadie, más salvo los implicados lo sepan.

He conocido a alguna pareja sexual por internet sobre todo al principio, pero el protocolo de contacto se me había hecho pesado y aburrido, el “hola, ¿cómo estás?, ¿Qué haces?...” se me atragantaba. En otras ocasiones me iba a tomar la “última copa” a otras redes de puro contacto sexual, en ellas no hay equívocos, se va a morbosear y si es posible a quedar para tener sexo. El problema de estas redes, sobre todo para los que vivimos en ciudades pequeñas, es que es muy difícil coincidir con alguien de tu ciudad. Por lo que te acabas masturbándote viendo un video casero o calentándote más todavía con alguna mujer que está a miles de km de donde tú estás.

Por este motivo he ido perdiendo interés en ambos tipos de redes y desde hace algún tiempo, prefiero navegar por relatos y blogs eróticos, donde el morbo y la excitación te atrapan de forma lenta, a pequeños tragos no de un trago como en las webs porno.

Una noche estaba leyendo a una de mis autoras favoritas, una mujer de 45 años que de sus relatos, se intuía que era una mujer pasional y sexual que como la mayoría, descubrimos que existe más gente que desea disfrutar de relaciones donde el morbo y el erotismo son el ingrediente fundamental. Sus relatos se basan en sus infidelidades, de las que su marido ni sabía ni intuía nada, en uno de sus relatos hablaba de cómo conoció a un amante por un grupo de Whatsapp. Mis grupos de Whatsapp, no os voy a engañar, son patéticos “amigos”, “más amigos”, “trabajo”, “más trabajo”… un repertorio clásico en los que permanezco más por compromiso que por que les haga caso. Me llamo la atención aquel grupo de Whatsapp quizás fuese una buena forma nueva de conocer a gente con mis mismas inquietudes.

Así que le escribí preguntándole por el grupo y que había que hacer para entrar. A los pocos días me contesto

Hola Solotulosabes

Llevo en el grupo unos meses, llegue a él a través de una lectora de esta página que me sugirió que solicitara entrar. Para solicitar tu entrada debes inscribirte en un blog (al final del mail lo tienes). No descartan a nadie, pero los ingresos se van produciendo de forma gradual en función de unas normas que podrás ver en la web. Espero verte pronto por allí ;)

Clara

El link me llevo a un blog sobre erotismo, sexualidad… a primera vista no había ningún apartado que hiciese referencia al famoso grupo, así que rebusque entre las publicaciones que se dividían entre relatos del autor del blog y reflexiones. Por los comentarios, se veía que era un blog con bastante actividad, y porque no decirlo, los relatos eran muy buenos. Relatos largos en los que el sexo hetero era el que primaba, aunque también los había de temática gay y lésbica. Las reflexiones eran más breves, y su temática era variada desde contestaciones a mails de sus lectores, descripciones de situaciones morbosas del día a día hasta comentarios de películas, webs que tuviesen que ver con el erotismo.

Por fin en una de estas reflexiones, plateaba la creación de un grupo de Whatsapp para contactar. Analizaba los pros y los contras de crearlo. No quería que se convirtiese en un mero tablón de citas, ni en un espacio de fotos amateurs o una reunión de salidos pajilleros. Sabía que era complicado sobre todo que participasen mujeres pero aun así decidió lanzarlo y redacto una serie de reglas para pertenecer al grupo.

Las reglas del grupo eran claras

- Está terminantemente prohibido enviar fotos personales al grupo. Los miembros que lo hagan serán expulsados.

- Está terminantemente prohibido enviar fotos porno propias o ajenas. Los miembros que lo hagan serán expulsados.

- La admisión de nuevos miembros será, por orden de llegada. Manteniendo un equilibrio entre hombres, mujeres, parejas y orientación sexual.

- Cuando en una ciudad o región existan un mínimo de diez personas podrán crear un grupo local, al frente del cual habrá siempre un hombre y una mujer. Los grupos locales pondrán usar los logotipos y demás imagen gráfica de la comunidad. El orden de grupos será nacional, estado o comunidad, local.

- El chat es para comentar, hablar y conocerse, no un tablón de anuncios de contactos. Por lo que están terminantemente prohibidos los mensajes del tipo “Se busca xxxx para quedar”, “Busco xxxx para sexo hoy”... Los miembros que lo hagan serán expulsados.

- Las citas entre los usuarios se realizarán entre ellos de forma privada, no de forma pública en el chat del grupo.

- Los nuevos miembros deberán presentarse publicando su nombre (no tiene que ser el real), edad, localidad, y tendencia sexual.

- Los miembros que lleven más de 3 meses inactivos, se les expulsará previo aviso del administrador/a del grupo con 15 días de antelación.

- Sí algún miembro rechaza hablar en privado con otro, este deberá aceptar su decisión en caso de persistir o acosar será expulsado del grupo.

La publicación acababa con un mail de contacto al que tenías que enviar tu solicitud junto con tu teléfono para añadirte. Dejaba muy claro que no se le enviase más de un mail, el que lo hiciese perdería toda posibilidad de entrar. También insistía mucho en que no quería que se convirtiese en un chat de amigos swingers o liberales sino solo gente “anónima” con intención de hablar de sexo, si después entre ellos quedaban mejor. El objetivo no era crear un grupo de amigos folladores sino un punto de encuentro, donde pudiésemos compartir y relatar nuestras fantasías frente a una audiencia más cercana que en un blog o una web de contactos.

La admisión de nuevos miembros estaba muy regulada, se produciría en el caso de los hombres en función del número de mujeres buscando siempre un equilibrio. La publicación era de hacía más de un año y no había ninguna referencia más al grupo en todo el blog, también busque en la red pero no encontré nada.

La poca información, este único post y el escueto mail de mi autora de relatos, hizo que mi curiosidad fuese en aumento, eso, unido a la calentura de una hora leyendo relatos mientras buscaba. Hizo que mandase un mail con mi solicitud.

A los pocos minutos me llego un mail de respuesta, breve y escueto.

Hola Solotulosabes

Hemos recibido tu solicitud de ingreso para acceder a nuestro grupo de Whastapp, te hemos añadido a la lista de espera. Antes de añadirte, te llegará un aviso previó y tendrás un día de plazo para rechazar la admisión.

Gracias.

Para no haceros eterna la espera, os diré que pasaron aproximadamente 4 meses, hasta que un día me llego el mail en el que me avisaban que mi entrada en el grupo, salvo que renunciase ahora, se produciría en unos días. En el mail incluía de nuevo las normas de comportamiento y algunos consejos como desactivar las notificaciones para evitar situaciones comprometidas.

Al día siguiente, como supondréis, no dejaba de ver mi smartphone, pero nada, ni tampoco al siguiente. Fue al tercer día cuando una notificación me aviso de que había sido añadido al grupo. En ese momento me encontraba tomando un vino con una amiga, tuve que esperar a llegar a casa para presentarme y entrar por primera vez en el grupo, cuatro meses después de saber de su existencia.

Ya en casa entre, vi alguno de los mensajes que se produjeron desde mi ingreso. Poca cosa pero con mucho morbo, una conversación entre algunos usuarios donde una mujer detallaba que como se estaba exhibiéndose en una cafetería

- Estoy en una cafetería, en frente tengo un matrimonio de unos 40 años ella hablando por el móvil y el leyendo el periódico. ¿Lo animo un poco? ¿Qué os parece?

- Tu siempre igual Sara, jajaja

- Javier, es que me quedas muy lejos. Estoy segura que a ti, mi cruce de piernas te pondría tan cachondo que tendrías que ir al baño a los pocos segundos.

- Primero dinos como vas vestida

- Claro Juan, minifalda negra tan corta y estrecha que con cualquier movimiento al sentarme o agacharme se me sube todavía un poco más. También llevo camiseta blanca tan ceñida que mis pezones se marcan nítidamente pero solo es para las distancias cortas.

- ¿Ropa interior?

- (caritas rojas) No llevo, tengo el coño recién depilado y en un descuido cualquiera tendrá una visión perfecta de sexo depilado.

- Nunca me he encontrado con una chica como tú!!! ¿Por qué?

- Eso es que no te fijas, hay muchas como yo, que disfrutamos poniendo a mil a los tíos. Jajajaja

- Me fijare más

- Ya os contare, voy a seguir con mí victima que por cierto ya no le quitaba ojo a la zona de mi entrepierna, esperando algún cambio de postura que le muestre algo más que los muslos.

Ahí se acabó la conversación, no sé qué pasaría ya que Sara no envió ningún mensaje más. La verdad, me gustaba lo que había visto, aunque solo fuesen un par de mensajes el factor “decir lo que estás haciendo” le daba un toque morboso muy especial que no se conseguía con un relato o unas fotografías.

Aquel grupo me empezaba a gustar, así que publique mi ficha de presentación

Solotulosabes

Hombre hetero

51 años

V…

Al cabo de unos segundos, varios mensajes dándome la bienvenida al grupo inundaron la pantalla. Me hicieron algunas preguntas típicas ¿cómo había conocido el grupo?, ¿Cuánto había esperado para entrar?... me dijeron que hacía tiempo que no entraba nuevos hombres, que en este momento eran 124 participantes, y que únicamente Madrid y Barcelona tenían grupos propios.

Ana, la administradora, era la que más se dirigía a mi intentando explicarme quien era quien y presentándome como si de una fiesta se tratase y yo era el invitado que nadie conocía. Ana era de una ciudad cercana a la mía, casada y adultera por vocación desde que había probado la infidelidad un par de años atrás. Con 47 años decidió que no era lógico haber tocado una única polla en su vida, desde entonces disfrutaba del sexo cuando le apetecía, aunque nadie de su entorno conocía esa faceta de su vida.

Ana fue la primera mujer del grupo con la que mantuve una conversación privada, la cercanía geográfica de ambos seguramente nos motivó a empezarla. La conversación fue caliente desde el principio, me conto que disfrutaba mucho con mis relatos que con la trilogía de Alba se había masturbado en el salón mientras veía la tele con su marido.

- Te acabo de imaginar en esa situación y se me ha puesto dura al instante.

- ¿Te gusta el morbo?

- Mucho, me excitan las situaciones cargadas de morbo, esas situaciones donde ambos saben que van acabar follando pero aún no saben cuándo ni cómo.

- ¿Te da morbo saber que ahora me estoy tocando sabiendo que mi marido sentado en el sillón viendo la tele?

- Joder, mucho. ¿No te puede ver?

- No, yo estoy detrás tumbada en el sofá con una manta y el sentado en su sillón. De vez en cuando me dice que ya está bien de tanto Facebook.

- Me estás poniendo muy cachondo, te imagino tumbada acariciándote, notando como tus dedos se deslizan por la humedad de tu rajita.

- Estoy muy mojada, tengo que mover mi dedo lentamente para no hacer ruido. Cuando me masturbo a solas me encanta escuchar el sonido que producen mis dedos con mi coño empapado. Pero esta manera furtiva y silenciosa de obtener el placer tiene un plus de lujuria. ¿Tú cómo estás?

- Me estoy tocando, está muy caliente, noto sus venas en mi mano cuando la deslizo de arriba abajo.

- ¿Tienes las venas muy marcadas?

- Si, mucho.

- Me fascinan las pollas con las venas muy marcadas, me gusta recorrerlas con la lengua. Cuando noto su textura en mi boca me excito muchísimo.

- Entonces, la mi te gustaría. Es gorda y con muchas venas.

- Hazte una foto y mándamela. Quiero verla mientras me toco.

Mi polla se puso más dura todavía cuando leí su mensaje. Siempre he tenido un puntillo de exhibicionista

- Me gusta, tienes razón se ve que las venas están muy marcadas. Me encanta. Espera un momento.

Pasaron unos minutos en que Ana aparecía como desconectada. Por n momento pensé que no volvería a aparecer como suele pasar muchas veces en este tipo de conversaciones virtuales. Pero no, fue así

- ¿Sigues ahí?

- Sí, aquí estoy. Pensé te habías ido

- No que va. Escucha y tócate, mientras te cuento lo que acabo de hacer. Al ver tu polla, me puse a mil. ¿Sabes? tienes una polla para comérsela ummm. Cuando la vi, mis dedos aceleraron su ritmo pero ya no me llegaba, el morbo era demasiado fuerte y se había apoderado de mí. Me sentía viciosa y quería más, necesitaba algún tipo de estímulo mayor. Siempre he sido una mujer imaginativa y con recursos, en el colegio mis profesores siempre decían que tenía mucha imaginación, no les faltaba razón. No fue la foto de tu polla lo que me puso a mil, fue verla a poco menos de dos medros de mi marido y mientras me tocaba. Necesitaba aumentar la apuesta, no quería tener un simple orgasmo onanista de alguna forma quería sentir allí en mi casa, en mi sofá lo que siento cuando quedo furtivamente con alguien en un hotel.

Coloque el móvil con tu polla en la pantalla dentro de mis braguitas, notar el frio cristal sobre mi coño caliente casi hace que me corra. Lo situé entre mis muslos de tal forma que cuando los apretaba, notaba como el cristal de la pantalla rozaba mi clítoris produciéndome pequeñas descargas de placer. Pase así unos minutos, disfrutando de aquellos roces, pesando el que la foto de tu polla me estaba frotando el coño, mientras veía a mi marido viendo un estúpido debate político en la televisión. Acaricie mis pechos y pellizque uno de mis pezones, lo que hizo que un pequeño escalofrío recorriese mi cuerpo y moviese mis muslos haciendo que el móvil perdiese su posición. Lo volví a coger, estaba empapado de mis fluidos y se me escurría de la mano, pero conseguí volver a situarlo incluso mejor que antes. El movimiento de mi culo compaginado con la presión de mis muslos hacia que los labios de mi vagina se deslizasen contra la pantalla al final del recorrido mi clítoris también se deslizaba brevemente por ella. El morbo de la situación, hacía que esos leves roces fuesen en una de las mejores sesiones de placer “solitario” que tuve en mi vida. El vicio ya me llevo al límite quería oír su voz mientras disfrutaba de “tu polla” en mi coño.

Así, que le hice un comentario sobre el debate, se dio la vuelta y se me quedo mirando. El roce del móvil me produjo pequeña descarga de placer, acrecentada por su mirada mientras contestaba a mi comentario sobre el debate televisivo. Mientras hablaba, yo presionaba con cuidado mis muslos y en mi mente la imagen de tu polla rozándome el coño, esa situación me hacía sentir el morbo de la infidelidad. Después de un minuto ya no aguantaba más, le di la razón como yo solo se dársela para que siguiese discutiendo con la televisión. Saque “tu polla” de mis bragas, la pantalla estaba tan empapada que se me escurrió entre los dedos, haciendo un estruendoso ruido al caer al suelo. Mi marido se dio la vuelta y pregunto si se había roto, por suerte había quedado boca abajo. Lo recogí, mientras le decía que estaba perfecta, pase mi dedo pulgar por la pantalla como si te estuviese recorriendo la polla con él.

Me fui al cuarto de baño donde masturba, sin limitaciones de ningún tipo, oía mis dedos chapotear en mi coño, me acariciaba el clítoris, de vez en cuando miraba tu polla en la pantalla del móvil. Me sentí cerda total, sobre todo cuando termine con un orgasmo que silencie lo máximo que puede por miedo a que me oyese. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una masturbación. ¿Sigues ahí?

- Sí, me corrido leyéndote

Aquí acaba la primera parte de las muchas que empezaron desde que me metí en aquel grupo de whatsapp.

(9,80)