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Un muy feliz Año Nuevo

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Desde hace casi 4 años, luego de la muerte de mi abuelita, las navidades en casa cambiaron mucho, atrás quedaron los años en los que se reunía el familión en casa de mi abuela (al lado de la mía) y en la que fácilmente entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos de ella podíamos llegar a ser entre 80 y 100 personas dependiendo de quienes asistieran, que casi siempre era la mayoría.

A pesar de que no me gustan esas reuniones no sé si por mi familia o por mi demofobia, no tenía excusas, por vivir justo al lado y solo me salvé de esas reuniones las veces que recibí el año nuevo en otros países.

Así que ya van 3 navidades en las que al dar el feliz año a mi familia (entiéndase por MI FAMILIA a quienes viven en mi hogar) me encierro en mi cuarto a enviar mensajes a mis amigos más queridos y luego a ver películas en mi compu o tv hasta que me de sueño (que es casi nunca).

Anoche hice lo propio, aunque mi mamá quería que la acompañara a casa de mis tías que viven cerca pero no, de pana que no soporto andar de casa en casa dando besos y abrazos a vecinos y “familia” con quienes durante todo el año si comparto un “Hola que tal” es de vaina.

Feliz estuve viendo la gala # 12 de TU CARA ME SUENA ya que el viernes me la perdí y después de 2 horas cuando estaba terminando escucho que me llaman desde la calle, como mi cuarto tiene 2 puertas (una comunica con el garaje y otra con un pasillo dentro de la casa), pues me asomo al garaje y allí estaba un primo a quien tenía mucho tiempo sin ver, pegándome gritos para que le regalara un cigarro.

Me acerco y se lo doy a través de las rejas, nos deseamos un Feliz Año y acto seguido, entro a mi cuarto pensando en que más haré ya que no tengo ni una pizca de sueño.

Al rato mi mamá abre la puerta de mi cuarto que comunica con la casa y me pregunta que quien me estaba llamando y le informo que era el primo Andrés para pedirme un cigarro y que allí está, sentado en la acera, ella se asoma y lo ve tirado allí, busca la llave, abre y se acerca a él y comienza a regañarlo por el estado en el que anda, le dice que se vaya a su casa y al levantarse pierde el equilibrio, se estrella contra las rejas y cae al piso y rueda hacia la calle, mi mamá me llama a gritos, salgo, lo ayudamos a levantarse y lo metemos al garaje, allí esta una mecedora donde lo sentamos -grosso error-, con el vaivén de la silla comenzó a vomitar y casi que yo con él, no hay cosa que me dé más asco en el mundo que ver y/o escuchar a alguien vomitar.

Parecía un géiser humano, no paraba de echar pa’fuera todo lo que había bebido así que el olor a alcohol piche no era nada normal, entonces a mi mama se le ocurre la maravillosa idea de decir que lo va a bañar y comenzó a quitarle la ropa no sin antes pedirme ayuda, por lo que terminé lleno de sus vómitos y a punto de echarle un waffle encima debido al asco que sentía.

Pero al ver a mi primo Andrés tan desvalido, semi desnudo y pensando en que podría aprovechar la situación pues me calenté sobremanera y empecé a imaginar cosas, entonces sacudí la cabeza para alejar esos “malos pensamientos” y seguir en lo que estábamos, pero mis ojos se van directo al paquetote que se le marcaba bien apretado en ese interior blanco que llevaba puesto, se veía demasiado grande y apetecible, por lo que me comienzo a calentar un poco pero a la vez me digo a mi mismo: “capaz y es pura bola como fulanito o zutanito y resulta ser un chasco”, en eso estaba cuando siento que me chispea el agua que ya mi mama le estaba echando encima manguera en mano.

Lo medio lavamos, por lo que aproveché de meterle mano disimuladamente notando que a pesar de tener unos kilitos de más se sentía bastante durito y empezaron mis “malos pensamientos” a aparecer de nuevo, mamá fue a buscar una toalla y yo un short para ponérselo luego.

Me dio la toalla para que yo lo secara y al estar listo procedí a quitarle el interior blanco mojado y lo que guardaba bajo él no era NADA NORMAL, se me hizo agua la boca, tragué grueso varias veces, pero tenía que disimular muy bien al tener a mi mamá detrás de él pero tan cerca a la vez, le pongo el short como pude y LISTO.

Le dije a mi mamá que si Andrés no se medio mató con el tanganazo que se dio contra las rejas y luego contra el suelo, o si no lo mataban camino a su casa si no se hubiera aparecido por aquí, pues ella iba a ser la culpable de que muriera de pulmonía después de semejante baño y dejarlo allí en el garaje, a lo que ella me responde: “sube a la niña a mi cuarto y acostamos a Andrés en tu cama”.

Yo la miro con cara de “SIEH CARAJO” y me dice: “tu cuarto es el único que está aquí abajo” y pensando que después de haberlo bañado sería inhumano dejarlo semidesnudo allí en el garaje pues acepto y subo con mi hija en brazos para dejarla en el cuarto de mi mamá.

Al bajar mi mamá y yo lo llevamos hacia mi cuarto, por la puerta del garaje y lo dejamos caer en la cama, lo acomodamos y ella se despide diciéndome que trate de descansar, que no vaya a amanecer pegao en la computadora... lo arropo con una cobija y, de repente, escucho un diablito hablarme al oído diciéndome: “carne‘e primo SE COME” jajaja… le quito la cobija y me quedo mirando ese tremendo macho que está a mi merced y en mi cama: casi 1.90mt, calculo que cerca de los 100kg, #BlancoTuteque como yo, brazos y piernas bastante velludas, un paquetote bajo MI SHORT, pecho e’ paloma peludo pero con los vellos bien recortaditos, un piercing en la tetilla izquierda, varios tatuajes y los labios carnositos como los míos, todo aquello en conjunto me puso a millón.

Decido arroparlo con el edredón con el que me cubro del frío y así aprovechar de que ambos durmiéramos bien juntitos, aunque hasta allí llegó mi valentía… quienes me conocen pueden dar fe de lo tímido que soy y que no suelo dan nunca el primer paso, pero viendo que este caso es distinto por estar mi primo casi inconsciente por la borrachera pues me animo y le monto mi pierna derecha encima de la izquierda de él por lo que quedamos medio EMPIERNAOS.

La ansiedad y el susto me estaban matando así que me digo a mi mismo: “mejor quédate quieto y a dormir se ha dicho”, quito mi pierna y decido que mejor me duermo y ya... no sé cuánto tiempo pasó pero mi mente daba vueltas y vueltas y en una de esas Andrés se voltea sobre su lado izquierdo y pasa una pierna y un brazo sobre mi quedando atrapado bajo él, siento como que el corazón se me acelera y se encienden de nuevo mis “malos pensamientos” así que arrimo un poco el brazo derecho y queda la parte externa de mi mano pegada a su paquete que no estaba dormido como lo estaba él.

Aún con los nervios de punta y pensando que mejor me quedaba quieto no se fuera a armar un escándalo y terminara coñaceado por mi primo decido girarme sobre mi lado izquierdo y zafarme de él, además que con el peso de la pierna me estaba estrujando la mía y ya estaba algo incómodo, así que quedo de espaldas y en la misma posición que él e inmediatamente se arrima a mi quedando completamente pegado su cuerpo al mío, yo no lo podía creer y comienzo a pensar si será un reflejo de él por estar acostumbrado a dormir arrejuntaíto o sería algo voluntario y a propósito de su parte, pero su respiración en mi cuello además de erizar cada vellito de mi cuerpo me hacía saber que sí, Andrés estaba profundamente dormido.

Aunque él dormía placenteramente, lo que tenía en medio de sus piernas no mucho y apretado a mi como estaba sentía uno que otro palpitar de su webo arrecostado a mi muslo así que como pude me giré de nuevo para ponerme boca arriba y su paquete queda encima de mi muslo así que recurro a la famosa “mano muerta” y allí lo tenía entre mi muslo y mi mano y a cada tanto movía muy lentamente mis dedos sobre su tronco.

Él se voltea de repente quedando boca arriba y con ese movimiento queda separado de mí, pero logro ver que la carpa que tenía era como para armar el circo de los valentinos jajajaja y pues tenía la boca echa agua y mis más perversos deseos a flor de piel.

Esta vez soy yo quien se gira sobre un lado y pasa una pierna y un brazo por encima suyo, recurro nuevamente a la “mano muerta” y como si nada la dejo tropezar sobre su paquete que siento más tieso que antes, me atrevo y meto mi mano por debajo del short y se lo agarro con extremo cuidado, con miedo de que vaya a despertar, pero como he visto muchos videos donde se aprovechan de chicos borrachos pienso que esta vez podría recrear alguno de ellos así que decido que es mejor hacer lo posible por quitarle el short, total si mientras lo estuvimos bañando solo reaccionó un poco cuando le caía agua en la cara pues no creía que hubiera manera de que se diera cuenta de lo que iba yo a hacer.

Le quito el short y me vuelvo a acostar de lado y repito lo hecho anteriormente, pero cuando dejo morir mi mano sobre su webo Andrés susurra: “primo deja el protocolo y haz lo que quieres hacer de una vez”, junto a sus palabras siento que me dan 3 infartos fulminantes al mismo tiempo y creo que del susto y la vergüenza me puse helado y no quedó ni una gota de sangre en mi cuerpo, doy un brinco de la cama y le pido disculpas, le digo que no sé qué me pasó, que quizás los tragos y tal y me dice: “si tu no bebes nada de alcohol, tranquilízate y sigue haciendo lo que hacías, mira como me tienes”.

Mi cara debió haber sido un poema pero sus palabras me hicieron saber que el diablito que me habló a mi oído también le habló a él así que ya con su consentimiento no iba a echarme para atrás, por lo que me vuelvo a meter bajo el edredón, me quito el bóxer, me pego junto a su cuerpo y comienzo a darle una paja lentamente, jugando principalmente con la cabeza de su largo pero delgado machete.

Mientras jugaba con mis dedos con el frenillo del webo de mi primo Andrés, éste me dice susurrando: “así que era verdad que te gustan los hombres, primo” a lo que le respondí: “tú crees?” y lanzamos una carcajada que se vio cortada cuando se abalanzó sobre mi arrecostando su webo contra el mío y mientras lo restregaba sobre mí, me muerde el labio inferior, lo que hizo que me volviera como loco y empecé a manosearlo, acariciarlo y besarlo hasta el cansancio.

Es verdad que no tomo ni una gota de alcohol, es algo que jamás me ha gustado, pero desde hace un buen tiempo para acá, una de las cosas que me encienden sobre manera es el aliento de alguien que ha bebido mucho, no sé por qué pero me agrada tanto que me llega a excitar más.

Seguimos con nuestro manoseo y no aguantaba ya las ganas de mamarle el webo a mi primo por lo que comencé por morder suavemente el lóbulo de su oreja  para luego bajar a su cuello y de allí llegar a su pecho para lamer, apretar y mordisquear cada uno de sus tetillas, cosa que hizo que Andrés se volviera loco de placer y empezó a empujar mi cabeza hacia abajo, para que mi boca llegara a su webo que parecía que iba a reventar de lo prensao que estaba.

Yo no aguantaba las ganas de tragarme esa vara de carne tiesa pero quería hacerlo a mi manera y no a la de él, por lo que poco me importaron sus ganas y decidí empezar por las bolas, si las tenía grandes, inmensas, pero afortunadamente no me llevé un chasco como otras veces, a Dios di gracias y continué en lo mío, metía cada testículo en mi boca, mordía y halaba suavemente el escroto con mis dientes, luego subí a un lado y lamía la línea oblicua que se forma entre el muslo y el pubis, esto hizo que Andrés se estremeciera más y más y me pidiera que se lo mamara YA!.

Le mentiría si les dijese que yo quería prolongar más esa situación pues quienes me conocen saben que lo que más disfruto es mamar una buen webo y disfrutar sintiendo como me invaden la boca hasta llegar a mis amígdalas, que ya temblaban de deseo por ser frotadas, por lo que agarro el webo de Andrés con mis manos y como si fuera una chupeta Bon Bon Bum comencé a lamer la cabecita justo en el pliegue donde se encuentra el frenillo, moviendo rápidamente la punta de mi lengua en ese pequeño espacio y me sorprendió algo que me dijo Andrés: “que me estás haciendo que siento que se me calientan los pies por debajo” y entonces descubro que aparte de los labios, las pecas, los piercings y tatuajes también tenemos en común esa cosa tan rara que hasta ahora no había coincidido con nadie… que al estimular entre la cabeza y el frenillo del webo se me encendieran los pies… algo loco pero me encantó saber que le pasaba igual que a mí por lo que por momentos dejé de torturarlo y de un “trancazo” su “tranca” se perdió dentro de mi boca… comente a hacerle sexo oral como si el primer día del año fuera el último día de mi existencia y me tocara morir y justo así me gustaría morir: mamando un buen webo.

Andrés entrelaza los dedos de sus manos a los míos y comienza a marcar él su propio ritmo moviendo su cadera, de manera que ahora, LITERALMENTE, me cogía por la boca, cosa que para nada me disgustaba… sentir como su webo chocaba al final de mi garganta, se frotaba con mis amígdalas y me hacía llorar era lo que más me agradaba en ese momento y se lo hice saber tragándomelo todo hasta que mi nariz quedo hundida en su pelvis y mi lengua rozaba sus bolitas. Andrés pegó un grito por el placer que sentía que me asustó y de una me separé de él y le dije que hiciera silencio que si mi mamá se despertaba y bajaba nos la íbamos a ver negras, esperamos un rato, me puse el bóxer, salí del cuarto rumbo a la cocina, tomé agua, necesitaba reponerme un poco después de no sé cuánto tiempo de estar mamando, subí para apagar la luz que la habían dejado encendida y cerré la puerta de la terraza que estaba abierta, volví a bajar y aproveché de llevarle agua a Andrés quien supuse que al igual que yo seguro estaba extasiado pero agotado.

En ese tiempo que perdí el tiempo, valga la redundancia, Andrés se quedó dormido, por lo que se me ocurrió comenzar una nueva tanda de sexo oral y me metí su webo, también dormido ya, en mi boca y disfruté de hacerlo crecer debido a mi mamada, Andrés se despierta y me dice: “verga primo como te encanta mamar y como me está encantando a mí que me lo mames”, cosa que hizo que me quisiera destacar y le hiciera algunas cositas que sé que a quienes han disfrutado de mi boca les ha hecho enloquecer lo que hizo que mi primo al igual que muchos, enloqueciera también. Tanto que me decía que lo iba a hacer acabar y que aún no quería, me agarró del pelo y me despegó de su verga que quedó unida a mi boca por hilos de saliva que arrancó del fondo de mi garganta.

El halón de pelo no me gustó para nada pero para no romper la “magia” del momento no dije nada y subí con mi boca recorriendo todo su torso hasta llegar a la tetilla derecha y morderla suavemente hasta hacerlo gemir y luego pasar a la izquierda y juguetear con mi lengua entre las puntas de su piercing y el diminuto pezón, cosa que lo hacía gemir como loco (con lo que me doy cuenta que tenemos otra zona erógena en común).

Luego subo a su cuello, de allí muerdo muy suavemente su barbilla para después fundirnos en un beso mientras comienzo a mover mi cadera haciendo que nuestros webos se rozaran, mi primo me toca el culo (o lo que debería haber en ese sitio y que todos llaman nalgas jajajaja) y me las aprieta fuerte contra él, me voltea bruscamente quedando encima de mí para hacer ahora lo que yo hacía minutos antes, frotar todo su cuerpo contra el mío.

Me lamía el cuello, me mordía el lóbulo de cada oreja y en una de esas me dice que no sabe porqué pero que quiere probar a hacer TODO lo que yo le hice, a lo que yo le respondo: “¿Probar?, ¿tú no habías hecho nada de esto con otro hombre?” y me dice que no, que a veces sale con su mejor amigo a beber y a “coger culitos” y desde una vez que hicieron un trío con una amiga de los dos y hubo roces inevitables quedó con las ganas de experimentar “algo más” pero que jamás se atrevería a decirle nada a su amigo, yo estaba con la quijada en el suelo escuchándolo y no puedo negar que el morbo me ganó pero antes de proceder a más le pregunté si esto lo había planeado, me respondió que no, que de hecho jamás lo había pensado pero que cuando mi mamá y yo lo estábamos bañando se dio cuenta como yo lo miraba y fue allí que decidió “hacerse el loco” y que hasta ahora no se arrepentía de haberlo hecho.

Me hinché de orgullo porque eso quería decir que quiso matar la curiosidad que tenía y que al haberme destacado con mis mamadas, ahora él quería “probar un poco más”, así que lo dejé hacer, ahora era él quien me besaba, era él quien me pajeaba, era él quien jugando con las gotitas que brotaban de mi webo y sus dedos hacía que se me calentaran los pies por debajo hasta el punto de pedirle que no siguiera porque me haría explotar o gritar y no quería hacer ninguna de esas dos cosas.

Fue bajando poco a poco y al morder mis tetillas me hizo estremecer, es uno de mis puntos débiles, lo confieso, jugueteó un rato con ellos pero hubo un momento en que me agarraba el pecho como si estuviese manoseando unas tetas de mujer, cosa que me incomodó y le pedí que siguiera más abajo más bien… quien me conoce sabe que tengo demasiadas cosquillas y que no me puedo controlar mucho cuando las siento así que me retorcí como nunca mientras iba bajando hasta llegar a mi machete, lo que me dio risa y hasta ternura es que el carajo no sabía qué hacer con él, solo lo agarraba con una mano, luego con la otra, lo zarandeaba lento, luego rápido, lo apretaba… hasta que le dije que si seguía estrujándolo iba a hacer que me le saliera una hernia ya nos echamos a reír.

Luego de recomponernos un poco del ataque de risa me miraba el webo como si fuera un bicho raro, le dije que no tenía que hacer algo que no quisiera y me respondió que no era eso, sino que no sabía ni que ni cómo hacerlo, a lo que le respondí que tratara de repetir lo que le gustó que yo le hice momentos antes y que lo dejara fluir, pero que si no le gustaba no siguiera, que no sintiera ninguna obligación.

Dicho esto, comenzó a lamer la cabeza de mi webo como si fuera una chupeta y poco a poco fue metiendo más y más dentro de su boca, por sus maneras pude darme cuenta que era cierto que jamás había agarrado ni mucho menos mamado un machete y fui diciendo que cosas podía repetir y que cosas no hiciera más, como por ejemplo: chúpalo, succiónalo pero sin tanta fuerza, cuidado con los dientes, no muerdas, hazlo hasta donde te sientas cómodo, mójalo un poco con tu saliva y ya al rato lo hacía tranquilamente y a mayor velocidad, en momentos sentía como me rastrillaba con sus dientes y también uno que otro rato me molestaba con sus brackets pero con todo y todo para ser su primera vez no estuvo tan mal.

Al rato me dijo que aunque le gustaba ya le dolía el cuello y la mandíbula y es que el pobre, supongo que por los nervios de hacer algo bien, estaba tenso y tieso jajaja así que le dije que subiera y nos frotáramos como antes, así lo hizo y volvimos a recorrer nuestras bocas con una lujuria desmedida -esta tarde he visto huellas de ello en mis labios, lastimados por sus brackets-.

Así estuvimos acompasados en una melodía inexistente, pero que la sentíamos brotar por cada poro y en un momento su respiración acelerada me hizo intuir que pronto llegaría el final de esa locura que ni se cuánto tiempo duró, pero que fue la mejor bienvenida al año nuevo.

Al despertar, casi al mediodía me levanté exaltado pues me di cuenta que ambos, aunque estábamos bajo el edredón, estábamos completamente desnudos y agradecí a que ni mi madre ni las niñas habían entrado a despertarnos (supongo).

Lo desperté y le dije que se pusiera el short, me puse uno y fui a lavarme la cara y los dientes, al regresar me pidió una pastilla para el dolor de cabeza y me dijo que hiciéramos un pacto de caballeros, que nunca nadie tenía porque saber nada de lo que pasó. Obviamente le di mi palabra y quedamos en que sería bueno compartir más como familia y que ya sabía dónde encontrar cigarros cuando estuviera aburrido en su casa ya que su mujer no lo deja fumar en casa porque le da alergia a ella y a sus 3 hijos,

Le dije que por aquí siempre a la orden cada que quisiera “fumarse un cigarro”, le guiñé un ojo y ambos soltamos una carcajada, yo me reía más al verlo rojo como un tomate.

Me dio un abrazo muy fuerte y se fue al baño, llamó a su casa y vinieron por él, dejándome ver lo flojo que es, pues vive apenas a 3 cuadras de mi casa.

Se despidió de todos y quedó con mi mamá en venir más seguido a visitarla.

Y fue así que a los 40 tuve mi primera vez con un primo, recibí un año nuevo de la mejor manera posible y me inspiré a compartirlo con ustedes transformándolo en un relato.

Espero les guste.

El Profe de Piso3

(9,50)