Nuevos relatos publicados: 7

Mi hermanastro y yo (Cuarta parte)

  • 5
  • 38.534
  • 9,88 (32 Val.)
  • 0

Con el poco tiempo que nuestros padres pasaban en la casa no podíamos cumplir nuestra fantasía puesto a que nuestra fantasía era tener sexo mientras nuestros padres estaban, es que el temor de ser descubiertos por nuestro padres daba un plus a la situación, el peligro era tan excitante que provocaba que lo hiciéramos con más intensidad.

Cuando nuestros padres regresaron a casa nosotros los recibimos con muchos abrazos y muy felices, en parte era porque en realidad lo estábamos y por otra es que por fin podíamos cumplir nuestra fantasía, fuimos a cenar todos juntos y en el restaurante Sebas y yo nos sentamos juntos, aprovechaba cada situación para tocarme las piernas hasta llegar a mi vagina, así era el cómo poco a poco cumplíamos nuestro objetivo y así mismo en el carro.

Una vez llegados a casa, Sebas había comentado algo sobre un proyecto que tenía y que necesitaba de mi ayuda así que por ende tendría que ir a su habitación (nuestra habitación) para que le ayudara con eso lo cual a mis padres les pareció un buena idea (ellos siempre han confiado en nosotros y que no haríamos nada fuera de lo normal jeje), cuando nuestro padres se quedaron en la sala viendo la tele es cuando fuimos subiendo las escalera mientras nos besábamos y nos tocábamos.

-De verdad estamos locos de remate Sebas... me siento un poco mal el hecho de que estemos haciendo esto estando ellos, pero es tan excitante el peligro... de verdad estamos locos.

-Pues es lo que queremos, ¿no? Y si es algo que queremos, ¿por qué no hacerlo? Así que solo disfruta el placer que te voy a ofrecer con esta situación.

-Tú sí que sabes cómo ponerme a punto, ¿verdad?

-Soy tu querido hermanito, obvio que sé cómo hacerlo para que te sientas bien -dicho esto entramos a la habitación entre besos y abrazos, me lanzó a la cama y comenzó a desnudarme como si estuviera desenvolviendo un regalo que ha esperado por mucho tiempo y empezamos a besarnos con más intensidad, rozando nuestra piel, masturbándonos.

Bajó hasta mi vagina y comenzó a darme un muy placentero sexo oral como nunca me lo ha hecho incluyendo sus muy hábiles dedos, ya estaba muy ansioso para metérmelo, se puso encima mío en posición de 69 y yo comencé a lamerle los testículos, luego en todo el falo hasta la punta para que finalmente metérmelo en la boca hasta llegar a mi garganta, hasta ahora me es difícil de hacerlo ya que realmente su pene es muy grande, cuando ya estábamos suficientemente preparados Sebas directamente me penetró de un sólo empujón haciéndome gritar, grito que cayó con un profundo beso francés y empezó a penetrarme de manera salvaje, la excitación que nos provocaba esta fantasía era tanto que tenía que tapar mis gritos de placer metiéndome la camisa de Sebas en la boca, en cada posición en la que lo hacíamos era de igualmente intensas que ya creíamos que la cama no iba a aguantar. Tenía orgasmos tras otros, era increíble, más encima que en cualquier momento nuestros padres se nos pudieran aparecer era algo tan... peligrosa y deliciosamente excitante.

Me puso sobre su escritorio, bajó a pasarle la lengua a mi vagina y siguió penetrándome más y más mientras me mordía ligeramente el cuello, las clavículas y mis pezones, yo hacía lo mismo, pero sí dejándole unas que otras marcas de mordidas a lo que se quejaba al día siguiente, pero que en ese momento no le importaba más que solo saciarnos la sed de lujuria, metía y sacaba su pene como un experto y yo le arañaba la espalda o le jalaba el cabello de lo rico que se sentía. Después me puse en cuatro y nuevamente me penetró de un solo golpe, ya sentía que me iba a partir en dos, y parecía como que cada vez iba aumentando el grosor de su pene, señal de que ya casi iba a acabar.

-Uuuuy harmentido, qué grande lo tienes... quiero que me termines en la cara, ¿siiii?

-¿Eso es lo que quieres? Pues lo tendrás.

-Siiiii hermanito, quiero recibir todo ese semen tuyo en mi cara para después llevármelo a la boca y tragármelo completito, no quiero desperdiciar nada.

-Pues ya estate preparada que ya estoy a punto... oooh siiiiii... date la vuelta y recibe tu deliciosa lechita... -me di la vuelta y quedé justo de frente de su pene que ya estaba tan rojo he hinchado por la faena y recibí su semen con la lengua afuera, eran chorros que caían sobre mi cara cubriéndome completamente y unos que otros en la lengua, una vez que terminó de eyacular metí su pene en la boca para absorber todo el semen que se pudo haber quedado dentro haciendo que Sebas retorciera sus ojos (sabía que lo disfrutaba un montón) y finalmente con mis dedos llevé todo lo que había caído en mi cara a la boca saboreando más su virilidad.

-Eres completamente mía, ¿me oíste?

-Sí hermanito toda tuya, junto a esta boquita y esta vagina que te vuelve loco.

-Y de nadie más -nos besamos profundamente... abrimos las ventanas para que se fuera el olor a sexo intenso, nos fuimos a duchar y a vestirnos rápidamente, Sebas prendió su laptop y sacó unos apuntes por si nuestro padres decidían chequear cómo íbamos, y dicho y hecho... mamá se acercó a preguntarnos si queríamos algún refrigerio, cosa que negamos y cuando se fue nos reímos un poco.

Después de esto, repetimos unas cuantas veces más ya que nuestros padres aún estaban en la ciudad hasta que se fueron y volvimos a nuestra rutina de siempre; visitándome en la oficina y en la casa darnos muchos cariñitos y mucho placer.

(Espero que les haya gustado este otro relato más de una de mis experiencias, cualquier comentario es bienvenido ya que así mejoro más mis relatos, agradezco de antemano por sus apoyos).

Mi correo: [email protected].

(9,88)