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Dominado por una transexual

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Durante 15 años viví en Bilbao, pero soy de Montevideo, Soy Ingeniero Informático, por cuestiones de trabajo me fui 1 año al extranjero y al volver, como había dejado mi piso de alquiler me fui a vivir con una amiga, Clara. Clara que en otros tiempos fue novia pero siempre mantuvimos una muy buena relación y ahora estaba todo bien, ella tenía su pareja estable y yo mis líos de siempre.

El piso era grande, con 3 habitaciones, salón y un altillo ya que era el último piso del edificio, un 5to eso sí, sin ascensor. Llevaba ya 3 semanas en el piso, era sábado y volvíamos con mi amiga de hacer unas compras, justo cuando cruzamos el portal entra una morocha increíble. 1.70 de altura, unas tetas firmes, grandes, claramente operadas pero hermosas. Se notaba que venia del gym, vestía unos leggins cortos ajustados como segunda piel y una camiseta musculosa de esas de correr. Tenía unas piernas largas y bronceadas, perfectas. Clara la saludó y me la presentó, se llamaba Sheila y vivía también en el 5to en el otro departamento (eran 2 por piso). Mi amiga se dió cuenta que se me caía la baba y se empezó a reír disimuladamente mientras ellas empezaron a charlar y a subir las escaleras. Ahí fue cuando me di cuenta del precioso culo que gastaba la morena, firme como una roca, y la tela de los leggins incrustada entre los glúteos. La verdad que estaba hipnotizado mirando ese culo mientras subíamos los pisos hasta el 5to, solo me interrumpió Clara preguntándome si me parecía bien que Sheila viniera a cenar con nosotros esta noche, esto me lo decía con una sonrisa pícara en su cara, mientras yo intentaba responder un "sí, no hay problema" como podía.

Legamos al 5to donde nos despedimos hasta dentro de un rato, con los besos de rigor, bastante cariñosos y muy cerca de la comisura de los labios. Me quede muy caliente, entramos al piso y mi amiga me pregunto:

Clara: que te pareció el bombón de enfrente?

Yo: buff... Menuda morena, está como un tren, que pasa por que pones esa cara de picara?

Clara (riéndose): si, ya me di cuenta que te gusta, y estoy segura que a ella también le gustas, se lo vi en la cara de cómo te miraba.

Yo: jajajaja, si ojala...

Clara: ojala?? Estás seguro que te quieres liar con "ella"

Me di cuenta que el "ella" sonó algo raro y le pregunte que por que me decía eso? a lo que me contesta:

Clara: no te diste cuenta? ella no es técnicamente "ella" es "el"

Yo: que??! Como?? Es un hombre?

Clara: es un transexual, es muy tranquila, tiene su propio negocio de diseño web, no es tan friki como tu pero creo que se podrían entender muy bien.

Todo esto me lo dijo con una media sonrisa, yo la verdad estaba perplejo. Lo que había visto no podía ser un hombre, era hermosa, bien proporcionada, la verdad que no sabía que pensar, pensaba que era una broma de Clara. Dejamos el tema ahí, nos fuimos a duchar y a cambiar.

A las 21 tocaron la puerta, era Sheila que venía vestida simple, con unos jeans y una remera muy ajustada y unos tacones de infarto. Abrí yo la puerta y otra vez me quede con cara de bobo mientras la saludaba, si antes estaba increíble ahora me había quedado sin adjetivos. Las tetas eran increíbles con unos pezones marcados que te podían sacar un ojo, el culo que marcaba el jean era un 10, redondo, perfecto, trabajado en el gym y unas piernas increíbles, no podía creer que fuera un hombre, seguía pensando que era una broma de Clara, pero me empecé a fijar en los pequeños detalles, cosa que antes no lo había hecho. Había una mandíbula más cuadrada que lo normal en una mujer, también había una incipiente nuez y sus hombros eran más anchos que lo de una mujer normal. Intente mirar disimuladamente para ver si veía un bulto entre sus piernas, pero no había nada, o estaba muy bien disimulado.

La cena transcurrió muy amena, Sheila era muy culta y fuimos saltando de tema en tema muy divertidos y con bastante vino tinto. Clara me tiraba miradas raras de vez en cuando, ella estaba muy divertida con la situación. Entre la conversación, los gestos, los detallas, cada vez más me iba dando cuenta que Clara tenía razón y que Sheila venía con sorpresa. Llegamos a las copas y la conversación se fue calentando sobre gustos sexuales. Clara siempre fue muy promiscua y de mente abierta por lo que fue contando sus experiencias (las cuales yo ya las conocía o era protagonista) aunque ahora estaba en pareja y sabía que no iba a pasar nada más que solo charlar, también Clara comentó alguno de mis gustos que ya conocía, como eran los del shibari y bondage y Sheila se comenzó a hacerme preguntas de cómo iba el tema, que ella siempre tuvo curiosidad. La verdad que yo no estaba cómodo con la conversación, si hubiera estado seguro que era mujer, seguramente me hubiera animado a contarlo con lujo de detalles, pero no me sentía cómodo hablando de esto con "ella". Comentamos algunas banalidades más y la noche se fue apagando hasta que nos despedimos los 3. Me fui a mi habitación, muy caliente, no sabía bien por qué... Pero estaba caliente, empecé a navegar, empecé a mirar videos de travestis, y termine masturbándome viendo videos de travestis atados.

La verdad que estaba confundido, me había calentado la idea, pero no entraba en mi cabeza llevar nada a cabo con Sheila. Clara, tal vez intuyendo mi confusión dejo el tema de lado y volvió un poco la calma en el día a día. Paso un mes cuando Clara me dijo que se iba a ir a vivir con su pareja, que él tenía un piso cerca con ascensor y más grande y me pregunto si me quería quedar en su piso. La verdad que el piso me gustaba, además me lo dejaba de alquiler a un precio ridículo así que acepte.

En esos días que Clara se mudó y yo me puse a adecuar el piso más a mi gusto, nos cruzamos un montón de veces con Sheila, siempre con muy buena onda entre los 2 pero nada más. Yo seguía con el tema en la cabeza, me daba mucho morbo toda la situación pero no tenía claro cómo encarar conmigo mismo el tema. Siempre fui heterosexual y nunca me había planteado tener algo con una persona del mismo sexo, pero ahora... después de verla y estar con "ella" ya no tenía muy en claro lo que quería. Empecé a maquinar un plan que tenía en la cabeza hace rato. El altillo de arriba estaba armado como un salón, son su sofá y la tele. Era muy espacioso y tenía las vigas del techo a 2 aguas a la vista, posibilitando colgar cosas de dichas vigas. Así que decidí armar un plan y después de ir ver como seguía la noche.

Era sábado por la tarde y cuando escuche la puerta de su piso yo también hice como que iba a salir, bajamos juntos los 5 pisos hablando y cuando estábamos por salir le pregunte si hacia algo a la noche, me contesto que no y le pregunte si quería que pidiéramos unas pizzas, algo informal, me contesto que sí y quedamos para la noche. A las 22 llego Sheila, claramente no había entendido el concepto de “algo informal” o iba a por todas(es decir por mi) por que apareció vestida con un top muy corto que apenas cubría sus pezones y dejaba entrever gran parte de sus tetas, tanto por arriba como por los costados, un abdomen plano y un pantaloncito muy corto de cuero negro, casi tan grande como un culote y unas botas de caña alta hasta las rodillas con un tacón de 10cm. Un escándalo, sentía como mi polla empezaba a reaccionar con solo verla. Le dije que estaba realmente preciosa y el piropo hizo efecto porque enseguida se puso colorada. Fuimos al altillo y cenamos tranquilos y tomamos mejor. Después del postre le dije que iba a bajar a ordenar un poco todo que me esperar un ratito.

Había preparado una pequeña trampa, tal vez me saldría bien. En una de las zonas apartadas del altillo, deje un perchero de esos con ruedas que estaba parcialmente cubierto, colgado había un chaleco de fuerza que había comprado hace algún tiempo y todavía sin estrenar, se veía parcialmente una de sus mangas. Esperaba que lo viera y que después me preguntara que era... Volví al cabo de unos 10 minutos con otras copas llenas, nos sentamos en el sofá bastante cerca, se notaba la tensión ya y ahí fue cuando me preguntó:

Sheila: que es lo que hay en aquel perchero, esa manga blanca que sobresale?

Yo: cuál? a ese ahí, un chaleco de fuerza - le comente - lo trajeron para una sesión de fotos (a veces haga algunos favores con fotografías) pero no lo llegaron a utilizar y lo dejaron ahí

Sheila: y lo usaste alguna vez?

Yo: No, está a estrenar, lo querés probar? - hasta acá llegaba mi plan, solté eso y aguante la respiración

Sheila: ponérmelo? completo? - me decía mientras se mordía un labio y se ponía colorada

Yo: si, dale, así lo probamos, yo nunca lo vi puesto - mentí y me levante sin darle opciones.

Saqué el chaleco del perchero y se lo ofrecí abierto para que meta los brazos, de forma dubitativa metió los 2 brazos juntos, pero ya estaba perdida, de forma rápida y segura lo abroche por detrás, le agarré las mangas y procedí a pasarlas por las hebillas detrás de su espalda. Tuve especial énfasis por que le quedara ajustado y no pudiera moverse. Terminé de tensar todas las correas y le pregunte como estaba:

Yo: y que tal? estás cómoda

Sheila: uff, si... no me puedo mover nada

Yo: espera porque faltan 2 correas más.

Las había dejado para el final, las dos correas que pasan por las ingles para que el chaleco no se pueda sacar por encima de la cabeza, agarré la primera y la fui subiendo suave por el muslo derecho, la pase por la hebilla, ajuste la correa firme contra el glúteo y la trabé, repetí la operación con la de la izquierda solo que esta vez al ir a buscar la correa por entre sus piernas roce apenas su entrepierna con el dorso de la mano, ahí descubrí al 100% que no era mujer, mi mano rozo algo duro puesto hacia atrás entre sus piernas, volví a tensar la correa y la trabé. Ahora sí, era mía o mío, porque ya estaba seguro de lo que era, pero a mi polla no le importaba la tenía tan dura que me dolía.

La hice caminar hasta debajo de las vigas y con una pequeña cinta uní dos anillas del chaleco con la cinta y las vigas, me excuse diciendo que hacia eso por si se destabilizaba intentando zafarse ya que no podría poner las manos para cubrirse, de esa forma estaría más "segura".

Sheila estaba claramente excitada, la cara roja y respiraba pesadamente. Le pregunté si estaba bien, me miró con ojos de deseo y me dijo que sí. Fui para donde estaba el chaleco (justo a su espalda) y saque una caja con mi juguetes, ella no sabía lo que hacía, le dije que además de no poder moverse le iba a privar algún otro sentido, justo cuando me preguntaba "que?" le puse un antifaz en los ojos y la sumí en la oscuridad. En ese momento se empezó a poner nerviosa, me decía que esperara un minuto que había algo que me tenía que decir, que ella era... en el momento que abrió la boca, le puse un ball gag roja y se la ajuste a la nuca, ella se empezó a mover desesperadamente hasta que mi mano se puso en sus tetas, bajo hacia su estómago, siguió su camino hacia al sur y acaricie su polla erecta por sobre el pantalón, mientras que con la otra agarraba fuerte su pelo y le decía al oído "tranquila putita, ya se tu secreto, hoy nos vamos a divertir", acto seguido, vi que Sheila se relajaba a lo que agregue en voz baja "querés seguir?" con un gesto afirmativo de su cabeza empezó la diversión.

Ahora si Shelia estaba realmente excitada, babeaba abundantemente debido al ball gag y ventilaba muy fuerte. Desabroche la cintas que pasaban por su entrepierna para poder bajarle su pantaloncito y su braga-tanga, liberando un pene rosado, de tamaño mediano pequeño totalmente depilado, una vez que le saque todo, volví a ajustar las cintas al chaleco y le puse un spread-bar en las piernas, tenía una separación de aproximadamente 90cm, por lo cual no podía cerrar las piernas, su polla quedaba erecta e indefensa, así también como su rosado ano.

Era la primera vez que yo estaba en una situación similar, veía esa polla que creía que estaba mal en ese cuerpo, y cada vez que lo miraba, más me excitaba las infinitas ideas que se me estaban ocurriendo. Procedí a quedarme desnudo yo también, no podía más con mi polla encerrada en mis jeans, me apretaba, no recordaba tener la polla tan dura en años. Lentamente y muy suavemente empecé a recorrer con la yema de mis dedos todo su cuerpo, en especial las piernas y sus glúteos pero sin tocar su polla, ella se retorcía buscando el contacto que yo le negaba. Me situé detrás de ella y empecé a bajar un dedo por su culo, roce ligeramente su ano, seguí por su perineo, con las uñas arañe sus huevos y finalmente agarre firmemente su polla. Ella babeaba y respiraba cada vez más fuerte y movía sus caderas adelante y atrás. Levemente empecé a masturbar su polla a un ritmo frustrantemente lento y ella se retorcía cada vez más, no me di cuenta cuando al quinto o sexto bombeo se tensó como un cable de acero a punto de estallar y empezó a disparar chorros de semen para todos lados. La muy guarra había acabado en 30 segundos. Me sentí poderoso, poder hacer acabar a alguien con esta facilidad, con ese nivel de calentura me calentó más de lo que estaba, no me había dado cuenta, pero yo no me había tocado y ya estaba saliendo líquido pre seminal de mi polla. Sheila, sino hubiera sido por el cinta que la mantenía con el techo se hubiera caído, cuando se le aflojaron las piernas con el orgasmo, quedó colgando del chaleco totalmente extenuada.

La descolgué de la viga, y la deje contra el apoya brazos del sofá. Con el spread-bar en las piernas y su cara apoyada en la base del sofá, su culo, que aun palpitaba por el orgasmo, quedo expuesto. Busque el lubricante, le puse un buen chorro por su agujero y en mi polla y la penetre de un solo movimiento hasta el fondo, una sensación hermosa, es culo estaba apretado, pero entro con facilidad acompañado de un gemido largo por parte de Sheila. Empecé a bombear, primero suave y aumentando la velocidad cada vez más rápido, sabía que no iba a durar mucho, era todo placer pero no era el único disfrutando, la polla de Sheila se volvió a parar le pase una mano hacia adelante y le masturbaba su polla al mismo ritmo de mis envestidas, estaba por llegar al clímax cuando la polla de Sheila se volvía a convulsionar y otro orgasmo la alcanzo, termine de masturbarla y acelere el ritmo de mis envestidas mientras el ano de Sheila palpitaba y finalmente una electricidad recorrió toda mi columna y acabe como hacía mucho tiempo que no lo hacía en aquella cueva estrecha.

Estábamos los dos agotados, como pude le saque todo a Sheila, el spread-bar, el ball-gag, el chaleco y nos fuimos a acostar. Cuando nos acostamos, ella bajo hasta mi polla y me dijo, esto hay que dejarlo bien limpio y me empezó a chupar la polla hasta que la puse firme otra vez. Me la mamaba como nunca me lo había hecho antes, era como si estuviera dentro de mi cabeza, donde tenía que chupar, cuando, con qué velocidad. Con una mano me masturbaba y con la otra me empezó a chupar mi culo, era una sensación alucinante, chupaba desde mi ano, hasta la punta de mi polla sin dejar nada sin chupar en el medio, en un momento volvió a mi polla, se la empezó a tragar suave pero sin pausa mientras un dedo suyo empezaba a jugar con mi ano, lentamente lo fue metiendo al mismo ritmo que su garganta se tragaba mi miembro hasta que su nariz tocaba mi pubis y su dedo medio se había enterrado completamente mientras me hacía un movimiento circular masajeando mi próstata, empezó a subir y a bajar, cada vez más rápido y a mover el dedo cada vez con más presión, hasta que volví a estallar en un orgasmo abrumador, se tragó todo, me la dejo limpia me dio un beso y me dijo: "mañana me toca mi jugar con el chaleco, buenas noches" y me dormí.

(8,90)