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¿Vecino inexperto?

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Estaba en mi casa, saliendo de bañar, siempre salgo desnuda y me cambio en mi cama. Hace unos días cambie mis cortinas gruesas por unas más delgadas, se podía ver sin ningún problema para dentro de mi casa.

Sin problema me estaba cambiando hasta que note que el vecino de unos 18 años de enfrente estaba parado en la ventana de su casa viéndome como me cambiaba. Sin pensarlo me puse pegada a la pared para que no me pudiera ver más, me tiré al suelo y salí gateando de la habitación.

Ese día no salí para nada, ningún momento, sin embargo me gustaría saber hasta dónde llegaría el vecino...

Entre a la recámara y note que su luz estaba apagada, pensé que no estaría, por lo tanto me desvestí para salir a una fiesta, en ese momento vi por un espejo la ventana de mi vecino, nuevamente estaba ahí, podía ver como hacía movimientos con las manos, supongo yo que se estaba masturbando. Para este momento me entró un escalofrío pensar en que mi vecino me deseaba tanto. Me termine de cambiar y me fui a mi habitación a masturbarme con el deseo de tener al vecino aquí y hacerle de todo!

Una semana después eran las vacaciones de invierno en las universidades, yo había dejado la Universidad para comenzar a trabajar y poderme pagar los instrumentos que me pedía la carrera... Al saber que mi vecino estaría en casa todos los días decidí hacer esto más frecuente...

Todos los días a las 3 de la tarde regresaba de trabajar y me metía directo al agua y salía desnuda a mi habitación, los primeros días note que mi vecino no salía para nada, hasta que un día lo vi y evitando el miedo que tenía me volteo y con mis pechos al aire alzó la mano y muevo los dedos para darle un Hola, pero en cuanto hago esto, mi vecino se cae del susto y empecé a reírme, ese día me cambié y me puse sólo sostén y una pataletas, me puse mi bata para andar por la casa, pasaron unas 2 horas desde que asusté a mi vecino y escuche que alguien tocó el timbre, sin pensar abrí la puerta y había unas flores y una carta, abrí la carta y decía lo siguiente:

“Buen día Vecina.

Una disculpa por haberla asustado de tal manera, no volverá a pasar”.

Rápidamente me asusté y pensé que mi diversión se iría a acabar así que me cambié y fui a la tienda por unas galletas, les puse un moño, escribí unas pequeñas palabras "si te interesaría tocar en lugar de ver, ve a la ventana y asiente", coloque el recado debajo del moño y me dirigí a la casa de mi vecino, al tocar la puerta abrió su mamá y me invitó a pasar.

Mi vecinito bajo rápido y estaba asustado, le extendí la caja con galletas.

-Antonio, gracias por haberme ayudado a mover ese mueble ayer, estaba muy pesado!

-No te preocupes, Vero, para eso están los vecinos

Tomo las galletas y le di un guiño.

Salí de la casa y me fui a ver por la ventana a ver si mi vecinito había aceptado mi oferta.

Para mí sorpresa mi vecino estaba en la ventana sentado en su cama, extendió el brazo y me puso su pulgar hacia arriba, a lo que decidí poner en marcha mi plan.

Me puse unas pantaletas lindas, Rojas con un moño negro sobre el resorte, un sostén negro que era de encaje, después me puse ropa para hacer deporte y fui a la casa de mi vecino de nuevo.

Toque la puerta y nuevamente me abrió la mamá de Antonio.

-perdone que la moleste, verá quiero mover mi mueble de televisión y está demasiado pesado, pensé que podría prestarme a Antonio para poder terminar con estos cambios en mi casa, cuando guste puede pasar a visitarme para ver cómo está quedando!

-claro, claro. ¡Antonio! Baja ayudarle a la vecina, Vero. Grito por las escaleras de su casa.

Antonio bajo súper agitado y emocionado, lo podía ver en su cara y... en otra parte también...

Salimos de su casa y sentía la tensión sexual que él tenía, al parecer él era virgen, podía notar que estaba muy excitado y nervioso...

Entramos a la casa y en cuanto la puerta se cerró el me tomo de las piernas y me cargó hasta el sofá, mientras tanto yo le daba pequeños besos en el cuello, al llegar al sofá el rápido se empezó a desvestir y yo hice lo mismo.

Quería ver si él era virgen como yo lo sospechaba.

Mis pensamientos fueron detenidos por las palabras de Antonio.

-espera, no tengo condón...

Chico precavido y educado, se detuvo y me vio con cara de decepción, no iba a tener sexo conmigo sin un condón.

-claro que yo tengo uno, dame un segundo.

Subí rápido las escaleras, llegue a mi cuarto y tome el condón, baje y él ya estaba desnudo y con su pene muy erecto.

Era gordo y de buen tamaño...

-aquí tienes cariño, ¿O prefieres que yo te lo ponga?

-tu hazlo..., dijo Antonio muy excitado...

Tome el condón y lo coloque en la punta de su pene, con mi boca lo fue bajando hasta que llegó al final de su polla y comencé a hacerle un oral, fino y suave, comencé lamiendo su punta y poco a poco bajando para recorrer toda su larga verga con mi lengua hasta que por fin la metí en mi boca, subía y bajaba lento, mientras miraba su cara de excitación total, eso claramente me prendía mucho más a mí...

-suficiente, me toca a mí. Exclamó Antonio.

Me ayudó a pararme como todo un caballero y me acomodo en el sillón con las piernas abiertas, dándole toda una vista para admirar...

Bajo y comenzó tocando mis piernas y subiendo poco a poco para llegar a mi vagina, podía sentir el estremecimiento en todo mi cuerpo, el subió y me dio un beso en la boca, largo con lengua para finalizar ese beso me dio un mordisco en el labio inferior y bajo a mi cuello donde procedió a succionarlo para dejar un muy bien reconocido chupetón, siguió recorriendo mi cuerpo y yo solo seguía gozando de este joven que para ser virgen es muy ágil, se detuvo en mis pechos y los mordisqueó suavemente y los jalaba hacia él, donde cada vez que los soltaba yo dejaba ir un pequeño gemido de dolor pero placentero, recorrió mi vientre con su lengua y por fin llegó a la soba de mi vagina, yo par a eso ya estaba más que excitada...

Comenzó a hacer un sexo oral indescriptible, sentía como su lengua recorría en círculos mi clítoris y como en momentos me chupaba el mismo con una fuerza y excitación total.

-Realmente eres una belleza y delicia...

Con esas palabras se detuvo y preparo su pene para introducirlo. Con mis manos le abrí camino por mis labios vaginales, para que él se pudiera indicar bien...

Tomo bien la señal y lo metió, lento una vez todo adentro comentó:

-se siente, tan rico, es como algo caliente y fresco a la vez...

Empezó a moverse, era un movimiento lento, como si disfrutará de cada textura de mi cuerpo, si estuviera analizando cómo se sentía lo que tocaba.

Así duró unos 30 segundos cuando de repente algo le pasó y se transformó

Empezó a bombear al ritmo de un reloj, los gemidos no se dejaron de escuchar, por la casa, me tomo de la cintura y me movía hacia el junto con su movimiento de cadera. Era como si lo hubiese practicado tanto tiempo.

-ponte en cuatro, quiero ver tu trasero.

Yo lo obedecía y me puse en cuatro, pegue mi cara al sillón, totalmente expuesta, el empezó nuevamente a darme duró, se escuchaba como golpeaba sus huevos en mí. Era como una armonía, sus golpes y mis gemidos, era espléndido.

Paso el tiempo y sentía como el ya bajaba el ritmo

-¿Ya te vas a venir?

-sí... Me dijo muy agitado.

Me despegue me puse de rodillas frente a él.

-vamos, quítate el condón, los quiero en mi cara...

-No, te los daré en el pecho, acuéstate.

Me puse boca arriba en el sillón y él se puso sobre mí y empezó a hacerse una rusa, sentía sus movimientos, y me excitaba tanto como lo hacía; ponía sus dedos sobre mis pezones y los jalaba hacia el mientras él se movía sobre mí. Un par de segundos él se vino en todo mi pecho...

-¿Tú también te corriste?

-No, pero -...fui interrumpida cuando sentí que metió su mano dentro de mí...

-he leído que su punto G está rugoso y arriba.

Mientras él me decía eso yo ya estaba sintiendo un placer enorme, una energía corría nuevamente por mi cuerpo y gemía sin parar...

Segundos más tarde él lo encontró y yo me estremecí, en buena señal de su exitosa búsqueda

-ahí está, ¿Eh?

Y comenzó con un movimiento rápido y eficaz sobre esa zona.

-vamos, quiero verte correr...

-¡ahh!, y salieron mis jugos por todo el sofá...

-mmm, que rico te mueves cuando haces eso...

Me beso y se tumbó en el otro sofá...

Así terminó la experiencia con mi vecino... espero les haya gustado, me gustaría mucho que me dieran sus opiniones. Saludos y buen día.

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