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Contándole a una amiga mis aventuras

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Silvia, tengo que decirte de una sabrosa experiencia; te diré que en mi vida le he quitado la virginidad a cuatro chicos.

Te contaré una:

Yo estaba en mi casa, en el centro de Comayagüela en un barrio llamado Concepción.

Eran como las 5 de la tarde y en el porche de la casa del frente, estaban jugando a empujarse un grupo de chavalos entre 18 y 19 años.

El asunto es que uno de ellos, que vive a la vuelta de mi casa; se pone a hacer la broma de pegárseles por detrás a los otros y en ese que se pega y lo empujaban al chaval se le comenzó a parar y desde dónde yo estaba lo noté porque su calzoneta comenzó a crecer por delante.

Los otros chavales, comenzaron a reírse de que este chico ya la tenía parada y jugaba con la verga al hacer movimientos pélvicos y la purrunga saltaba dentro de la calzoneta.

Pasó un buen rato con eso, yo entré a mi casa y al filo de las 10 pm; miro al chavalo que tiene en ese entonces los 18 añitos recién cumplidos, lo veo que va bajando por la acera y me saluda.

Al regresar el saludo, le comento: "más vale que tu amiguito no es enojado, con esos arrimones que le diste bien lo preñas"

Él se río y me comenta: "Yo creo que le gustó"

“mmmm le dije, a quien si le gustó ese culito parado es a ti, me fijé como te pusiste de "arrecho"

El chaval se sonrojó.

-Cuando tengas una arrechura así, tengo un par de películas que te pueden ayudar a bajarla.

-¿De veras?

-Sí, claro que si a ti te gustan estará bien.

-Pues la neta no he visto ninguna de esas pelis, ¿cuándo podría verlas? me pregunta.

-El día o la noche que quieras verlas.

-Me voy, tengo que ir a hacer un mandado de mi madre; después vengo dijo el chaval.

Pasaron un par de horas y Yo estaba durmiendo en lo que escucho que tocan a mi ventana.

tock tock muy quedito.

-¿Quién? fue mi reacción.

-Soy Yo, Felipe me dicen desde el porche de mi casa

-Ya voy, le dije

Y en bóxer como estaba fui a abrir la puerta.

En efecto era Felipe que se había salido a escondidas de su casa e incluso andaba con un bóxer de esos flojos y una camiseta un poco grande.

-Pasa le dije. ¿Quieres ver las pelis?

Sí me dijo el chaval, acto seguido lo acompañé hasta mi cuarto y puse una de las películas que comenzaba con una pareja (hombre - mujer) teniendo sexo en una cama y como a los dos minutos, entra un chico de unos 18 años que se asume es el hijo puesto que ambos lo invitan a pasar y le llaman: "hijo ven".

Dejan a la madre en el medio y en eso están en la peli, cuando lo noto que se soba la verga sobre el bóxer y le digo: "Felipe, si quieres hacerte una paja, por mí no hay problema"

-Es que me da pena con usted.

-No tengas pena, estas en mi casa; ambos somos varones y eso es normal.

Como él no reaccionaba, le digo: "ven, te voy a ayudar a quitarte eso" y acto seguido, comencé a bajar el par de bóxer y a dejar al descubierto una verga enorme, pero enorme en todos los sentidos.

Comienzo a tocarlo y él solo se recuesta,

Luego bajo y la meto en mi boca, él chico suspira y abre las piernas; aprovecho y le succiono los huevos y pega un suspiro enorme.

La verga de Felipe es tan grande que sale arriba de mi cabeza al besarle la base, el grosor es tal que mis dedos medio y pulgar quedan como a dos centímetros de distancia sin poder cerrar.

El glande es rosadito y termina en punta, tiene una piel tersa, pero se siente gruesa y comienzo un sube y baja con ese pellejito sabroso que comenzaba a estar bañado de precúm.

El Felipe se abría de patas para que me colocara en medio de ellas y pudiera tragar su sable por completo y luego darle unas buenas mamadas a sus huevos.

Mamándole los huevos estaba y mi lengua se fue a recorrer su ano.

Es un culito de lo más lampiño, ni un solo pelo en todo eso y en el pubis lo llevaba bien recortado.

Hasta tembló al pasar mi lengua por allí, sus piernas se posicionaron en mis hombros y pude sentir lo gruesas que eran sus pantorrillas.

Seguí como por 15 minutos mamando todo ese manjar de joyas, la verga, los huevos y el sabroso culito.

Subí hasta succionar sus pezones y besar su cuello.

El chico estaba totalmente entregado a mis caricias.

Y por ende me encontraba sobre él.

Mi verga estaba rozando su culito y jugaba a bombearlo por encima de su culo y apretar contra sus huevos.

Él tenía las piernas abiertas por completo y fui metiendo mi glande en su apretado culito, al principio me dijo, NO, muy serio; pero como yo solo lo punteaba se dejó.

Poco a poco fui entrando en él, estaba bien socadito; en verdad era su primera vez con alguien y luego él solito se la fue metiendo al levantar su trasero de la cama y jalarme con sus piernas.

El chavalo lo estaba gozando e intentó agarrarse su verga para pajearse y no lo deje.

Yo quería que él también experimentara lo que era penetrar y no quería que bajara su calentura.

Luego de un rato bombeándolo, le tomo una de sus piernas y sin sacarle la verga lo coloco de a perrito y el bombeo fue más fuerte.

Sin acabar, me salí de sus entrañas y ahora fui yo quien se colocó al estilo misionero y ayudándole con mi mano, lo fui guiándolo para que me penetrara.

El chaval, comienza con un ritmo frenético y hago que baje el ritmo.

Le mostré lo sabroso que es gozar de un buen mete y saca cadencioso.

El chavalo me duró como veinte minutos más, tiempo en el cual me penetro de perrito, de lado y al estar arrodillado de frente a mí me sacó de un solo la verga y comenzó a lanzar fuertes chorros de esperma que incluso me cayeron en mi cara un par y allí pude degustar su sabor.

Felipe sudaba a mares, se recostó sobre mi pecho y aprovechando su posición, con mis piernas cerré un poco las de él y mi verga quedó aprisionada justo bajo sus huevos y frotándome en él Yo también lancé los chorros que bañaron sus nalguitas respingonas con mi semen.

Fue sabroso.

En los meses siguientes tuvimos muchos más encuentros.

Ahora tiene unos 25 años y está feliz y casado.

Pero cuando quiero tocarle sus nalguitas o la riatota que carga, no pone ningún pero.

Siempre me dice que fui su primer hombre y su primera vez.

Espero te haya gustado esa pasada tan rica que viví.

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