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Comandante Ikari

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ADVERTENCIA

X: Relato erótico de amor y sexo heterosexual entre personajes de la serie con la edad que tienen en la serie. En ningún momento apruebo o aliento el sexo entre menores de edad y adultos o de menores entre ellos. Estos relatos son puros ejercicios de la imaginación cuyo único fin es entretener y divertir

XX: Relato erótico de contenido adulto que puede ir en contra del sentido de la moral y los valores del lector o con lo estipulado a las leyes de Censura de su país. Leer bajo su propia responsabilidad

XXX: Relato porno y explicito de contenido bizarro que no recomiendo leer a quienes no le gustan este tipo de relatos, ni a ninguna persona que no tenga un criterio adulto bien formado

ADVERTENCIA


 

 

Comandante Ikari

Contenido: XX

 

Shinji lloraba aterrado bajo unas escaleras de metal. Era un niño pequeño. ¡Todo había sido confusión y caos en las últimas horas! Asustado y confundido se había escondido allí después de huir de las alarmas y las sirenas. De los adultos enloquecidos que gritaban y gesticulaban. Sus padres lo habían llevado a su sitio de trabajo. Shinji estaba impresionado con el gigante. Había escuchado que se llamaba la unidad 01… ¡El EVA 01!

Un guardia de seguridad lo encontró. Se lo llevo de la mano. El niño estaba como ido, inconsciente a lo que pasaba a su alrededor. Dócilmente se dejaba llevar por el guardia hasta que se dio cuenta de que lo llevaba al centro de mando, ¡al lugar de las alarmas y las sirenas! Shinji aterrado trato de escaparse de nuevo y huir. Pero el guardia no lo soltaba y trataba de tranquilizarlo.

-¡Mama!- grito el pequeño niño corriendo a abrazar a su madre, Yui Ikari. La bella mujer vestida con su bata lo abrazo y lo cargo. Shinji lloro en su hombro mientras era mecido y arrullado por su madre

-¡Ya!... ¡todo paso, ya!... ¡shhh!... tranquilízate- le decía la mujer a su hijo- ¡Muchas gracias por encontrarlo!-Le dijo al guardia- ¡no sé como pagarle!

Los días siguientes fueron confusos para el niño. En el funeral de su padre, Gendo Ikari, vestido de negro luto estaba junto a su madre. El ataúd estaba vacío cuando fue enterrado. Oficialmente Gendo Ikari había muerto en un accidente durante el experimento de activación del EVA 01.

-.-.-

-¿Comandante Ikari?

La extrañeza de Misato era comprensible. Ella no se podía imaginar que el comandante Ikari fuera una hermosa mujer de 38 años. Su semblante gentil y amable era más propio de un ama de casa que la del líder supremo de una organización militar ultra secreta. No pudo evitar mirarla de arriba abajo. Vestía con sencillez un vestido de humilde y anodina secretaria, encima su bata de científico le daba un aire de dependiente de farmacia. Su apariencia era engañosa. Como oficial de la ONU y las Fuerzas Armadas de Autodefensa de Japón Misato sabia que había convertido a NERV en su feudo personal y que lo gobernaba con puño de hierro envuelto en un guante de seda.

-Capitán Katsuragi, ¡un placer en conocerla por fin!... por favor, ¡siéntese!... ¿quiere café o Té?

-No quiero nada, ¡gracias!- Misato recuperaba por completo la compostura mientras tomaba el asiento que le ofrecían.

La oficina era en verdad impresionante… e intimidante. Era enorme y digna del emperador del universo. Yui Ikari era por el contrario todo lo opuesto a la oficina. La bella mujer apoyo sus codos sobre el escritorio y entrelazo sus dedos frente a su cara

-Dígame ¿Cómo esta todo en Alemania?

-.-.-

Shinji Ikari había sido elegido recientemente como el tercer niño. Estaba dentro del EVA 01 en su primera prueba de sincronización con la unidad, con su traje de piloto y con algo que le colgaba del cuello. La doctora Akagi y su hija estaban sorprendidas con los resultados obtenidos. Eran los normales… en un piloto, que como el primer y el segundo niño, habían estado meses tratando de sincronizarse con su unidad respectiva.

-Cuando menos no dirán que fue elegido como piloto por las influencias de su madre- Dijo Ritsuko mientras bebía una taza de café

-¡Igual lo seguirán diciendo!- Dijo Naoko Akagi

-Deben de decir lo mismo de mí… ¡Que soy jefa del departamento científico por tu influencia!

-Cuando en realidad me has superado y solo ostento un cargo honorifico y decorativo de Vicecomandante… si antes vivías bajo mi sombra, ¡ahora yo lo hago bajo la tuya en NERV!

-¡Madre!

-Hija, ¡Esta bien!... nuestra querida Comandante hablo largo y tendido ayer conmigo, a partir del lunes se te asignara un asistente que este a tu nivel… ¡yo pasare a retiro!… Yui Ikari es el tipo de persona al que le das las gracias después de que, de frente, te clava un puñal en el corazón y solo después de pedirte permiso, ¡lo increíble es que te convence para dárselo!… es de las que matan en forma rápida y sin dolor a un enfermo terminal para que no dé lastima, ni sufra una larga agonía; sin sentir escrúpulos, dudas o remordimientos… ¡Ya no soy útil!... ¡estorbo y debo irme!, creo que es la forma perfecta para resumir nuestra entrevista. Lo dijo por supuesto en forma amable, suave y sutil, ¡muy educadamente y respetuosamente!... al final fui yo la que renuncie a mi cargo en buenos términos…

-Lo de mi nueva asistente ya lo sabía… de que la Comandante pensaba despedirte, ¡no!

-¿Despedirme?... ¡no escuchaste que fui yo la que renuncio!… ¡con mucho dolor ella me dejo ir agradeciéndome todos mis servicios prestados en el pasado!-Le replico Naoko con amarga ironía

Las dos mujeres guardan silencio por un momento

-Ritsuko… ¡Solo ten cuidado!... El doctor Katsuragi murió en el Segundo Impacto, Gendo Ikari murió en extrañas circunstancias, el profesor Kozo Fuyutsuki se suicido y por último el padre del segundo niño se volvió loco en una prueba con la unidad 02… ¡mi cargo lo va a ocupar Kyoko Zeppelín y ella no va a ser un florero como yo!

-¡¿La madre del segundo niño?!... ya esto no parece una organización secreta, ¡si no el club del nepotismo!…

Shinji estaba aburrido. Desde donde estaba podía ver a las dos Akagi hablando. El muchacho solo dio un bufido pensando que las dos mujeres se habían olvidado de él y que solo estaban cotorreando y chismeando de cosas sin importancia. Dentro del EVA 01 se sentía muy bien. De su pecho colgaba como amuleto de buena suerte y recuerdo, ¡las gafas rotas de su padre!... lo único que se pudo recuperar de la cabina después de que el Piloto alcanzo los 400% de sincronización

- Flashback -

Shinji estaba en la casa preparando la cena. Su madre pronto llegaría del trabajo. Los dos vivían en un edificio de departamentos desde la muerte… ¡la desaparición!, del cabeza de familia. Él se encargaba de todo en la casa, además de ir a clases y practicar con el chelo.

La joven viuda debía de volver a casarse. Era muy hermosa y su hijo ya casi era un hombre. ¡Pronto se iría del nido! Comentaban las vecinas. Los vecinos creían que Yui debía de ser alguna oficinista. Después del segundo impacto la crisis económica era un mal perenne y cíclico en Japón. Con todo estaban mejor que otros países en donde el hambre, las epidemias y los desastres naturales empujaban a las masas alienadas a las guerras, las dictaduras y los conflictos étnicos.

-¡Tadaima!- exclamo alegremente Yui al entrar.

Sin su bata de científico lucia espectacular dentro de su formal uniforme ejecutivo. Era muy delgada y esbelta. Elegante y distinguida. Con un buen trasero y unos pechos altivos. Se descalzo en la entrada y puso su maletín a un lado.

-¡Okaerinasai!- le replico Shinji vestido con su uniforme del colegio y un delantal verde.

La cena estaba deliciosa y los dos pasaron una velada agradable hablando y charlando de sus cosas. Shinji salió un rato. Yui se quedo en casa a descansar y ver televisión con ropa cómoda e informal. Ellos eran muy recluidos y poco sociales en realidad, pero se llevaban bien con el resto de los inquilinos del edificio.

Esa noche a Shinji le tocaba ser por completo el hombre de la casa. No sabía si considerarlo un deber o un privilegio. A sus casi 38 años, su madre conservaba un cuerpo envidiable que en nada hacía suponer que había tenido hijos. Su vientre era casi plano y su cintura breve, lo que acentuaba aún más la anchura de sus caderas. Ello hacía que, vista por detrás, sus redondeadas nalgas destacaran con brillo propio por sobre todo lo demás. A ella le gustaba llevar su coño por completo depilado

Los pechos de su madre eran generosos y gráciles. Redondos y firmes. Con la apetitosa apariencia de melones maduros. Estaban coronados por unas rosadas areolas perfectamente circulares en cuyo centro se erigían unos pezones en apariencia diminutos, pero que llegaban a triplicar su volumen en los momentos cumbre, adquiriendo una dureza de garbanzos y formas de mamilas de biberón.

Estaban en la habitación del muchacho, desnudos los dos. Acostados sobre el Futon. A Shinji le encantaban los pechos de su madre. Le gustaba chuparlos y mordisquearlos, ¡lamerlos! Soplo sobre ellos y amaso con amor las tetas ensalivadas de su madre. A Yui le encantaba que su hijo de alimentarse con sus pechos los usara ahora para su placer y el de ella. Era la parte más sensible de su anatomía

La boca de Shinji, después de errar por sus pechos, por su cuello, por sus hombros y sus mejillas, terminó fundiéndose con la suya en el más apasionado de los besos. Mientras sus manos correteaban sin cesar por la piel de terciopelo de aquel maravilloso cuerpo que cada vez se pegaba más al suyo. Sus muslos se frotaban contra sus muslos.

Las manos de ella surcaban desbocadas su espalda entera mientras que las de él estaban en su cintura o le apretaba sus carnosas y turgentes nalgas. La polla de Shinji se había abierto paso por sí sola en el húmedo desfiladero vaginal y se había acoplado cual sable a su vaina. Shinji subía y bajaba las caderas moviéndose adelante y hacia atrás mientras tenía la cabeza entre los senos de su madre. Le cortaba un poco ser mas bajo y delgado que su mamá, de solo llegarle el hombro apenas. Se daba cuenta que tenía mucho lugar que llenar para tomar el sitio que le correspondía a su padre

-Shinji… ¡ayer la vecina se quejo conmigo!- le decía Yui entre jadeos - ¡me dijo que estabas viendo una película pornográfica a todo volumen mientras yo estaba dormida, en la madrugada, el otro día!... que de seguro con lo cansada que estaba, ¡no escuchaba nada!... su habitación esta debajo de esta y ella escuchaba todo con claridad…

Suavemente y rítmicamente. Totalmente compenetrados en cada vaivén, frotando su clítoris con precisión y posterior penetración profunda, Shinji agarro a su madre por las rodillas puso sus pantorrillas sobre sus hombros. El muchacho parecía un perro flaco con demasiada carne para el solo con semejante mujer madura. Yui se mordió los labios y ahogo un grito.

-Mama… en la película los protagonistas éramos nosotros esa madrugada y… ¡eras tu la que tenía todo el volumen!… ¿no te acuerdas?

Yui no podía hablar. ¡O se pondría a gritar como loca! Shinji solo jadeaba y gemía quedamente mientras la follaba con ganas… ya no era un niño pequeño que necesitaba sus cuidados, un chico asustadizo al que le había quitado la virginidad por derecho de pernada, ¡si no todo un hombre!… pensó Yui… ¡Un hombre joven, viril, potente y muy fogoso!...

"¡Dios! ¡He creado un monstruo!" se dijo para si misma aguantando como podía toda esa fuerza y energía que solo embestía y empujaba con todo el ardor y el poder de la juventud… ¡era muy agradable!... pero ella no estaba para esos trotes… ¡no era una anciana!... pero ese día en la madrugada su hijo le dejo adolorida entre las piernas a la mañana siguiente… y los vecinos…

Yui se mordió el dorso de la mano y ahogo un alarido. El orgasmo le llego en forma múltiple. Shinji dio unos cuantos empujones más y luego le siguió exhalando un suspiro. Shinji le saco el preservativo lleno a reventar con cuidado y fresco como una lechuga se acostó a su lado con una sonrisa. Solo era el primer polvo y un calentamiento para él. Yui estaba por completo agotada.

-Cariño… ¡estoy muy cansada!... dejemos esto para otro día…

-Mama… ¡si te preocupa lo que digan los vecinos!... podemos tener nuestro lugar secreto… o yo podría contenerme más… ¡Te quiero!, ¡te amo!... era el deseo de papa que siempre te cuidara y velara por ti…

-¡En verdad me preocupan los vecinos!... pero también te he mimado y consentido mucho… ¡menos mal que no te has vuelto un chico malcriado insufrible!... solo te uso como sustituto de tu padre… contigo siento que no lo traiciono… ¡que sigue conmigo!... ¡Lo siento!... no merezco ser tu madre…

-¿Él esta en el EVA 01?, ¿verdad?

Yui guardo silencio. Shinji solo se acurruco a su lado y puso su cabeza sobre su regazo.

-¡Quiero ser el piloto de la unida 01, mama!... era el deseo de mi padre… ¡por eso se sacrifico!... quiero protegerte y nunca separarme de ti…

Shinji iba varias veces a los cuarteles generales, pero estaba por completo ajeno a todo. A escondidas su madre lo metía y en una parte remota hacían el amor en forma desenfrenada y sin corta pistas. En su lugar secreto Yui podía gritar todo lo que quisiera y Shinji dar rienda suelta por completo de todo el ardor acumulado. Yui lo llevaba delante del EVA 01 y Shinji se quedaba a solas con la bio-maquina aparentemente hablando solo. ¡El muchacho lo sabía todo! Esperaba que muy pronto todos estuvieran juntos. Su empeño y deseo de ser piloto aumentaba.

Un día Shinji caminaba por los oscuros y solitarios pasillos al encuentro de su madre, en su lugar secreto. Al entrar a la habitación de sus encuentros clandestinos fue a la cómoda al lado de la cama, en donde había olvidado las gafas de su padre y su celular en su última visita. El muchacho las saco de su estuche y se las puso después de examinarlas. El muchacho sintió que se abrían unas puertas detrás de él. Se giro creyendo que era su madre que salía del baño. Su sorpresa fue mayúscula al ver a través de los cristales rotos que no era su madre, si no una chica de su edad, albina y de ojos rojos. Estaba desnuda y recién bañada, destilando y cubierta con tan solo gotas de agua. Una toalla estaba sobre sus hombros redondos.

La chica parecía levemente sorprendida y luego la expresión de su cara cambio al darse cuenta que el muchacho tenía puesto las gafas rotas. Con paso firme y el rostro inexpresivo se fue acercando. ¡Shinji entro en pánico!... no sabia quien era la joven, ni que hacia allí y ¡estaba consciente de que él no debería de estar allí en primer lugar! El joven se tropezó y le cayó encima. La chica sostuvo las gafas mientras caía de espaldas con el muchacho arriba.

Shinji se puso a gatas sobre ella. Los dos jóvenes se miraban a la cara. La joven parecía estar tranquila e indiferente. Shinji por el contrario trago saliva mientras trataba de poner en orden su mente.

-¿Te moverás?- La joven albina fue la que rompió el tenso silencio.

Shinji sintió que soñaba. La chica no parecía molesta o enfurecida. Su voz era muy dulce, pero sin emoción, ni sentimiento. Neutra y monocorde. Era una escueta pregunta. Shinji sintió que unas de sus manos estaban sobre uno de los pechos de la chica. Lo sentía suave, tenso y turgente. No quito su mano de donde estaba y no respondió la pregunta de la chica. Solo dijo:

-Soy Shinji Ikari, ¡Soy el hijo de la comandante Ikari!… ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?...

-Soy Rei Ayanami, ¡La primera niña!... vivo aquí…

-¡He venido muchas veces con mi madre y hasta ahora nunca te había visto!- le replico Shinji con precaución y midiendo sus palabras. Si era la primera niña era un piloto de EVA

-Uso esta habitación pocas veces… la mayor parte del tiempo estoy en el tanque en espera de ser llamada por tu madre, la Comandante Ikari, y para recibir sus órdenes… ¡ella me habla mucho de ti!... ella dice que debo obedecerte igual a como le obedezco a ella… hasta ahora solo me he limitado a hacer pruebas y experimentos de sincronización con la unidad 00…

Una parte de Shinji quería seguir interrogándola y saber más de ella. Pero ¡la otra mitad!… Shinji se sentía embriagado con su olor a sangre, agua y jabón. Era una desconocida, pero al mismo tiempo sentía que la conocía de toda la vida. Había algo familiar en su cara y en su cuerpo que él no podía precisar que era. Su madre era muy hermosa, pero casi le triplicaba en edad, era muy alta y siempre estaba ocupada. La joven era de su edad, igual de bonita que su madre… pero fría, hierática y seria… ¡totalmente inexpresiva!

La miro con más detalle. Era bonita de cara y sus ojos rojos eran profundos, llenos de misterio. Su piel era blanca, aperlada… ¡muy suave!... la mano del muchacho hacia movimientos circulares, el blando seno se estaba endureciendo y su pezón levantando. ¡Afilándose!... podía sentir la punta en todo el medio de la palma. Los senos de la joven eran unas toronjas henchidas de jugo, con el tamaño justo a la edad y estatura de la chica. Con la promesa implícita de crecer más y convertirse en unos melones como los de su madre.

El rostro de la albina se tiño de rosa y sus labios se entreabrieron mientras el iris de sus ojos rojos se humedecía. Shinji intuyo que lo que le estaba haciendo era muy agradable… ¡ella no protestaba o le decía que parara! Apoyándose en sus rodillas la otra mano del muchacho empezó a hacer lo mismo con el otro seno. La chica echo los brazos hacia atrás y levanto sus pechos. Las axilas estaban inmaculadas, sin nada de vello. Rei Ayanami era por completo lampiña.

Las pálidas tetas estaban ricas. Masajearlas y estrujarlas como si estuviera amasando pan era una delicia para el muchacho. Rei dio un suspiro y cerró los ojos al sentir como sus piquitos giraban entre el pulgar e índice de sus manos. Ella era muy sensible en sus pechos… ¡como su madre!... el muchacho les dio un leve tirón y Rei echo hacia atrás la cabeza, se retorció y arqueo la espalda.

Shinji sintió que estaba en el cielo cuando por fin pudo sentir los pezones duros y firmes entre sus labios. Empieza succionar uno mientras que con la otra mano esta apretando el segundo. Shinji empezó a lamer primero el pezón para terminar casi tragándose la teta entera. No queriendo despertar la envidia de su gemela, la misma operación la hizo con la otra.

Rei empieza a sentir que en su interior un calor cobra vida. Prácticamente el joven le ha hecho un sostén con su saliva. La piel de Rei es saladita, con sabor y olor a sangre. La joven abre las piernas y siente su uniforme contra su cuerpo desnudo. Ella gime despacio mientras el muchacho se pone entre sus muslos y la besa en la boca metiéndole la lengua. Un poco más allá de su cabeza, en el piso, las gafas rotas yacen olvidadas

La mano de Shinji empieza a hacerse camino hacia su vagina lampiña. Rápidamente el japonés detiene sus movimientos y observa a la niña esperando una mirada de aprobación… ¡alguna señal de que continúe o se detenga!... que nunca llega. Shinji se para sobre sus rodillas y libera a la bestia que desde hace rato forcejeaba por salir de sus pantalones. Shinji soba su miembro y se pajea. Rei se le queda mirando. Mira el miembro del muchacho y luego su sexo entre las piernas

-¿Qué es eso?- Pregunta la chica

-¿Estas bromeando?- Pregunto a su vez incrédulo el muchacho

-¡No!, ¿Qué es eso?

-Es mi polla… mi sexo, ¡yo soy hombre y tengo una polla!... tu eres una chica y tienes un coño entre las piernas, ¿nadie te enseño eso?

-¡No!... solo salgo del tanque para ir a las pruebas y los experimentos con el EVA 00, solo hablo de verdad con la comandante Ikari… ¿te puedes quitar la ropa?... siempre veo a los demás con ropa y yo tengo que estar vestida frente a ellos…

Shinji se desnuda por completo y ella se sonroja. El muchacho no sabe que pensar o creer de ella. La cama la tienen allí mismo al lado. El muchacho le ayuda a levantarse y la lleva a la cama. Ella se acuesta visiblemente excitada, confundida con todo lo que esta sintiendo en esos momentos por primera vez. Para Shinji es un duelo entre la razón y su instinto, entre hacer lo correcto y sus bajos apetitos.

Ella esta atravesada en la cama con la cabeza afuera y con Shinji comiéndole y saboreándole su coño virgen. Ella gime y jadea quedamente mientras Shinji circunvala sus labios vaginales con la punta de su lengua. Shinji solo quiere que ella este bien lubricada. En la cómoda hay unos condones, Shinji toma uno. Rei mira embelesada como el muchacho se lo pone. ¡Le quiere preguntar!... pero se muerde los labios.

Shinji desflora a Rei sobre la cama. Tiene mayor experiencia que ella, pero es su primera vez con una chica de su edad, con otra persona que no es su madre. Ella esta bien rica para él, ¡deliciosa! Él para ella esta mucho más allá de estar rico y delicioso. ¡Su primer orgasmo esta mucho más allá de estar rico y delicioso! Están sudorosos sobre la cama mirando el techo.

-Ikari-Kun, ¿lo volvemos a hacer?- pregunto la chica con el candor de una niña pequeña

-¡Bueno!- le respondió el muchacho

Rei sonríe. Se levanta y jala del brazo al muchacho. Lo lleva al baño y se duchan juntos. Se quitan la sangre de la desfloración de Rei. Shinji esta de nuevo empalmado y la abraza y la besa en la boca.

-¡No!... ¡No con este cuerpo otra vez Ikari-Kun!, ¡ven!- Le dice Rei

Shinji se deja llevar por completo desconcertado. Un poco más allá de la habitación, en una puerta blindada que Rei abre introduciendo un código, esta el tanque de los clones. Shinji no puede creer lo que ve. Cientos de Rei parecen reír flotando en ambarino LCL. Pensativa Rei mira a sus copias y luego sonríe.

-¡Esta!... ¿Te gusta esta Ikari-Kun?- señala la albina a una copia idéntica a ella y a las demás copias que flotan en el tanque

Shinji sonríe con embarazo y se encoge de hombros. Su padre es un robot gigante, su propia madre lo desvirgo y es su amante… ¡¿Qué más le da?!...

-Si… "esa" me gusta- le responde a Rei.

La chica le explica lo que tiene que hacer. Ella al parecer se desmaya y cae inerte sobre el piso. La copia en el tanque se empieza a mover. Shinji la saca y entre los dos vuelven a meter a la primera Rei en el tanque. La copia, la segunda Rei, le jala del brazo al muchacho y a paso veloz vuelven a la habitación

-¡Quiero estar arriba y sin eso que te pones en la polla!- Le dice Rei mientras camina. Sus mejillas están rosas y sonríe por completo hambrienta de lujuria. ¡La idea de volver a perder la virginidad, de ser de nuevo desflorada, la pone a mil!

Yui agudizó su oído, pensó haber escuchado algo que venía de dentro del cuarto. Con sigilo se acercó, pegando la oreja a la puerta. Le había mandado un mensaje a Shinji a su celular diciéndole que llegaría tarde y que le iba a presentar a alguien. Definitivamente había un ligero e imperceptible ruido así que muy intrigada abrió un poco la puerta y se asomó a la habitación que estaba a oscuras.

Shinji estaba tumbado en la cama, sentada sobre sus caderas estaba Rei Ayanami, los dos unidos por sus sexos. Yui se tapó la boca con una mano para no soltar un quejido mientras sus mejillas se ponían muy coloradas. Rei saltaba ligeramente sobre Shinji apoyando sus manos en el pecho de este, sus senos lucían bastante grandes en el espacio que dejaban sus brazos. Sus pequeños maullidos de gatita y chillidos de ratoncita era lo que la mujer estaba oyendo.

La percepción del tiempo se le escapó a la involuntaria espía que fue cautivada por los suaves y dulces movimientos de ambos jóvenes mientras hacían el amor. Los ojos de Rei relucían como rubís en llamas en aquella habitación oscura. El corazón de Yui latió desbocadamente, ¿qué les iba a decir? La piloto del EVA 00 echó sus brazos hacia atrás apoyándose en el colchón, inclinando su cuerpo y estirándolo, comenzó a cabalgar a Shinji con más fuerza. Los pálidos senos de la chica botaron libres en esa nueva postura.

Los minutos pasaron y los saltos de Ayanami eran cada vez más salvajes, la cama rechinaba y sus jadeos eran cada vez más altos mientras su cuerpo relucía de sudor. Tras un rato Shinji se unió a los gemidos y alzó las caderas dejándolas así un rato temblando, Rei dio un largo suspiro y se dejó caer sobre el cuerpo del muchacho. Rei quedó con su cara apoyada en el pecho de su amante sintiendo su corazón latir por el esfuerzo. Yui cerró la puerta con cuidado.

-Rei… ¡este cuerpo me gusta!... no lo cambies- le dijo el muchacho

-¡Yo quería otra vez!- refunfuño Rei

Shinji la beso en la boca y eso la contento.

-Yo solo tengo este cuerpo y esta vida- le dijo Shinji- a mi madre y a mi padre…

-¡Y a mí ahora! ¿Verdad?... no quiero volver al tanque… es como estar dormida, ¡muerta!... no me gusta… la comandante Ikari me dijo que iba a vivir con ella de ahora en adelante en su casa, ¡contigo!

Yui solo dio un suspiro de alivio. Ya se habían conocido por fin… ¡y congeniado más que bien!... Rei al parecer no era escandalosa, ni gritona en la intimidad… ¡como ella!... podía vivir con ellos y hacerla pasar por una pariente lejana como tenía planeado desde el principio, mas un pequeño extra... ¡Con esos maullidos de gatita y chillidos de ratoncita de seguro que no iba a molestar a los vecinos, ni a despertarlos a media noche o en la madrugada!… además de sosegar al brioso y fogoso corcel que tenía en casa… Shinji ya era casi un adolescente y tarde o temprano empezaría a ser rebelde… una novia era lo que necesitaba para seguir manteniéndolo bajo control… ¡su control!

Yui espero con fastidio, con algo de celos y envidia, a que el corcel se cansara y se apaciguara con su nueva jinete. ¡Los dos parecían infatigables! Shinji culeaba a Rei con ganas, dándole duro con todas sus fuerzas al culo de Rei que parecía encantada mientras más rudo y salvaje fuera follada por su pareja. Con su madre era suave y cuidadoso en lo posible, con su nueva amante no tenía que ser delicado, ni contenerse. Las pálidas nalgas golpeteaban las caderas del muchacho mientras Rei estaba en cuatro patas sobre el suelo con el joven Ikari parado de rodillas detrás de ella agarrándola por la cintura.

Shinji y Rei ya no podían más. Cayeron exhaustos en el suelo. Shinji eyaculo en su recto y el flujo vaginal corría como si Rei se estuviera orinando. La última corrida fue en verdad intensa.

-¡Le tienes que hacer esto también a la primera!- fue lo que atino a decir Rei entre jadeos- ¡le tienes que usar su otro agujero también!…

-¡Otro día!- le contesto Shinji respirando entrecortadamente.

-¡Bueno!... ¡pero que no se te olvide!- Rei se relamió pensando que su culito volvería a ser estrenado de nuevo… y de nuevo… y de nuevo… nunca había pensado en todas las ventajas y posibilidades que habían para ella al tener tantas copias de si misma.

- Fin del Flashback –

Shinji se ponía de nuevo su uniforme del colegio en los vestidores. En su celular vio que tenía un mensaje. Lo leyó:

"Oficialmente eres el tercer elegido a partir de hoy. Te esperamos en donde ya sabes para celebrar. Mama"

Su madre llevaba un elegante baby doll bustier de metálico color azul oscuro y ribeteado en negro, sus largas y esbeltas piernas estaban enfundadas en transparentes medias negras sujetas por un liguero, también negro. Usaba finos zapatos de tacones. Sus manos estaban cubiertas por largos guantes azules de raso que combinaban con su baby doll. Usaba una bata transparente y una braga azul con encaje negro que se pegaba a su pelvis como una segunda piel, mostrando en relieve, más que ocultando.

Yui era delgada, pero todo el conjunto la hacia parecer llena de carne, voluptuosa. Su escote parecía a punto de estallar de un estornudo o si se ponía a toser. Los melones de Yui lucían tentadores, turgentes temblaban como gelatina. Su culo y sus largas piernas quitaban el hipo. Lucía como una diva de cabaret o una súper heroína de comic. A Shinji le pareció que era una parodia hentai del traje de piloto para EVA de una chica.

Rei lucía un sujetador pequeño que apenas le cubría el pezón, en color blanco y azul claro, con encajes. Luego una tanguita transparente que dejaba ver los labios mayores sonrosados, en conjunto con el sujetador y de igual de reducidas dimensiones. Sus manos estaban enfundadas en guantes labrados con encajes. Las medias eran de un blanco perla, se sujetaba con unas ligas azules.

Rematando el conjunto, traía puestos unos tacones blancos muy finos, que la hacía parecer mucho más alta. También se había pintado los ojos, los labios y la cara con muy buen gusto y arte. Su blanca piel, su pelo azul, sus ojos rojos y sus pezones rosas eran en realidad quienes destacaban y el resto de sus ropas parecían formar parte de su cuerpo como si ella fuera un insecto antropomórfico, una blanca mariposa humana sin antenas, ni alas.

El cuarto secreto lucía como un harem oriental. Las paredes estaban cubiertas por cortinas y el piso por alfombras, cojines y un gran colchón. Se podía oler el dulce incienso y la titilante luz provenía de velas dentro de lámparas de cristal y plata.

-¿Te gusta?... Rei lo preparo todo para ti- Le dijo Yui como bienvenida al ver que el muchacho se había quedado sin habla.

Rei se ruborizo. Ella se veía como una tímida lolita virginal. Inspiraba mas ternura que morbo, ¡lucía encantadora!

-Rei, ¡muchas gracias!... te quedo todo muy bien…- fue lo que atino a decir Shinji

-¡De nada Ikari-kun!

Su madre por el contrario era puro morbo y lujuria. Con la ayuda de Rei empezó a desnudar a su hijo.

-Hueles a LCL, ¡Eres un verdadero piloto de EVA!-Exclamo su madre

Shinji se extraño de que Rei se comportara en forma extraña. Era más tímida y retraída. Se comportaba como si sintiera vergüenza o estuviera cohibida, pero a la vez excitada con solo tocarlo y a medida que al quitarle la ropa dejaba expuesta su desnudez. Su madre no le dio tiempo de pensar nada. Le puso las gafas rotas de su padre y le dio un afilado abrecartas sin decir palabra, luego tomo de la mano a Rei y se la llevo al lecho improvisado. Allí se quito sus zapatos y le quito los de Rei como si esta fuera una niña pequeña

Shinji se quedo de piedra al ver a través de los cristales rotos de las gafas como su madre y Rei se besaban y acariciaban. El show lésbico era para él y bastaba para empalmarlo por completo. El muchacho hasta esos momentos siempre les había hecho el amor por separado, a su madre en esa habitación de vez en cuando y a Rei en su casa todas las veces que quisieron y les apetecía. Shinji se les fue acercando apretando el abrecartas. Las manos cubiertas de raso de su madre y las de seda de Rei se deslizaban sobre su piel desnuda como invitación a unirse.

Shinji beso en la boca a su madre saboreando la saliva de Rei todavía caliente sobre sus labios. Yui estaba cachonda y toda mojada con su hijo solo vestido con las gafas rotas de su esposo desaparecido. Con la punta de su dedo el muchacho le bajo el escote y sus tetas redondas y rematadas en punta botaron por fin libres. Shinji empezó a magrearlas y saborearlas con una mano mientras la otra sostenía el abre cartas. Tenían una consistencia liquida, de que estaban llenas de agua. La tela y la piel que cubrían el cuerpo de su madre excitaban al muchacho con su suave textura

Con el abrecartas Shinji fue cortando los laterales de las bragas de su madre como quien abre un regalo. Su coño depilado y su rosada pelvis estaban a la vista. Shinji sin más se puso entre las piernas de su madre y le metió su monstruosa erección. La tanguita de Rei se oscureció al humedecerse. La albina no perdía detalle y pacientemente esperaba su turno. Yui aguanto callada las primeras embestidas de su hijo, luego empezó a sollozar quedito, a jadear y a gemir para finalmente ponerse a gritar y a pegar alaridos como si la estuvieran matando.

Rei se había corrido con ellos con solo verlos. Temblaba de la excitación como si tuviera fiebre y parecía que se iba a poner a llorar. Shinji y Yui jadeaban. Húmedo y brillante el miembro del muchacho se iba encogiendo mientras el semen y el fluido vaginal fluían del coño de Yui.

-Rei, ¡pequeña!... ¡mira como te ensuciaste!-Le decía Yui a la albina- ¡ven! Límpiame y deja que te limpie

Shinji fue testigo de como Rei y su madre hacían un 69. El cabello se le erizo. Yui lamía sobre la tela de la tanguita o haciéndola a un lado. Rei enterraba la cabeza entre las piernas de su madre. Las dos luego se besaban en la boca y se abrazaban girando sobre el colchón. Yui se acostó de espaldas sobre el colchón y Rei estaba igual sobre ella. Por debajo de sus axilas las manos de Yui le apretaban y le magreaban sus tetas mientras sus largas piernas obligaban a Rei a estar abierta y disponible para su hijo

Shinji se le puso encima a Rei y la beso en la boca. Sintió un hormigueo en los labios. La boca de Rei jamás había sido besada por un hombre, ni su cuerpo tocado o acariciado por un hombre. Solo entonces se dio cuenta del fuerte y penetrante olor de Rei a sangre disimulado por el aroma embriagador y almizcleño de su perfume, el humo de incienso que flotaba en la habitación. Su coñito era casi infantil, ¡no sabía ni lo que era una paja! Rei se ruborizo, sonrió con timidez y cándida coquetería

-¡Soy la tercera!- Explico la albina

Shinji volvió a besarla con ímpetu y pasión salvaje. Rei se debatía entre sus brazos mientras la madre del muchacho la sujetaba fuertemente debajo de ella mordiéndole el lóbulo de la oreja y lamiéndole el cuello. La mujer madura metió dos dedos en el triangulo invertido de tela y Rei los sintió sobre sus tiernos e hinchados labios vaginales. El hilo dental se le metió más entre las nalgas, las ligas laterales de su tanga se le metieron en la carne. Shinji con el abre cartas le hizo un orificio vertical con mucho cuidado en su tanguita con la ayuda de su madre.

Rei empezó a chillar, maullar y gorjear mientras Shinji saboreaba su puro e inmaculado coñito virgen. Su cuerpo estaba por completo nuevo y enviaba a su cerebro todo lo que sentía como si fuera la primera vez que experimentaba esas sensaciones. Aunque su cuerpo era el de una casta y pura doncella, su mente era la de una guarra ninfómana.

Shinji la penetro por fin. A Rei le dolió mucho cuando por tercera vez su himen se rasgo, pero no sangro. La primera había sangrado mucho, pero no le había dolido nada. A la segunda poco de las dos cosas. El dolor intenso se fue convirtiendo en placer intenso poco a poco. Shinji mecía a su madre que estaba debajo de Rei. El coñito de Rei era un bizcocho, un conejito lampiño sin dientes. De la boquita de fresa de Rei el muchacho paso a las fauces de su madre, a su coño maduro, a su salvaje y fiera gata.

A Rei le tocaba ser mecida mientras el bajo vientre del muchacho le acariciaba sus hinchados labios vaginales y la mujer debajo de ella se convulsionaba jadeando en su oído y apretándole las tetas. Shinji pasaba de un coño a otro. De un coño a un coñito sin decidirse por ninguno y dándole placer a sus dos mujeres.

La orgia fue intensa y agotadora. Shinji y Rei dormían exhaustos, cada uno con la cabeza apoyada en el vientre de Yui. La mujer le mesaba los cabellos a ambos. Dijo enternecida, con todo su amor de madre a flor de piel:

-¡Mis pequeños!

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