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Mi mujer es una puta escort y yo un cornudo voyeur

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No imaginaba esta faceta de mi mujer y mucho menos que trabajaba como puta en un servicio escort en un sitio muy conocido de la web. Ella era toda una zorra en la cama, pero ahora yo sabía que no solo estaba conmigo, al parecer mi mujer María Luisa tenía una cartera de clientes bastante importante y eso explicaría de donde sacaba la plata para ayudar a su madre en su operación de caderas, que costó un ojo de la cara. La coartada de mi esposa era que había pedido un préstamo a una financiera, otra de sus falaces y burdas mentiras, pero según una fuente amiga, la puta de mi señora juntó plata chupando pijas y fue penetrada más veces que la propia Cicciolina.

Debo confesar que me enojó mucho el engaño que esta perra me hizo durante algo más de dos años. ¿Con cuánta gente me habrá metido los cuernos esta zorra? Nunca iba a saberlo. Como dije antes, María Luisa tenía muchos clientes y ella siempre me decía que se reunía con sus amigas cuando en realidad algún flaco se la empernaba y se reía de mí cuando ella les decía que era casada.

Todo esto de que mi mujer ejercía la prostitución me entere por un amigo que fue a uno de estos sitios y se contactó con ella sin que ella siquiera sospechara que José Luis era un viejo amigo mío. Para el colmo mi "amigo" sabiendo que ella era mi mujer, se la cogió y me lo contó.

Cuando María Luisa (Demi López para los clientes), llegó tarde a casa el sábado por la noche, sentí impotencia pero no le reproché nada porque tenía un plan para dejarla mal parada ante mis propios ojos. El plan consistía en buscarla en el sitio web para adultos donde ella aparecía para contactarla y hacerle hablar con mi amigo para que se encontrasen en algún lado, yo desde luego los iba a seguir.

Cuando entré al sitio porno de escorts encontré unas fotos de ella desnuda y un seudónimo: "Demi López". Vi las fotos y ella está siempre contra la pared mostrando el gran culo que tiene, nunca pude ver su cara, pero mi amigo sabía que era María porque se había acostado con ella, (debo confesar que me calentó mucho imaginar a mi amigo cogiendo con mi señora), según él, toda una profesional en la garganta profunda y el sexo anal. A María le gustaba mucho que se la metan por el orto hasta el fondo y adoraba apretar su ano cuando le dejaban la pija dentro por un rato.

Como dije antes, en las imágenes no podía verse su rostro pero si su cuerpo desnudo, habían debajo muchos comentarios positivos de sus clientes y también obscenidades como: "tu marido es un cornudo y ni se lo imagina", "me encantas porque estas casada y sos re-puta"; entre otros comentarios obscenos. Todo esto fue un baldazo de agua fría para mí, yo quería vengarme de esta zorra y para eso tenía que esconderme en lo de mi amigo y cuando éste forro la llevase a mi mujer a su casa, yo la sorprendería in fraganti.

Llegó esa noche y mi amigo me dio un juego de llaves de su bulín. Yo entré allí como si fuera mi propio hogar, mientras tanto José se encontró con mi esposa en un bar cercano y hablaron un rato, era cuestión de tiempo para sorprenderla con las manos en la masa, o mejor dicho con las manos en la verga de José.

"¡Puta, puta, puta!" Susurre cuando los escuche entrar. Yo estaba escondido en el placard del dormitorio de mi amigo y ellos reían y hablaban de todo lo que harían. Mi mujer estaba vestida como una verdadera putona: muy linda y sensual a tal punto que se me había parado la pija y le tenía muchas ganas en ese momento. Estaba esperando que ambos cruzaran esa puerta para sorprenderlos hasta que ella entró primero y se sacó toda la ropa.

Los dos se besaban como locos, como si se cogieran con la boca. En un abrir y cerrar de ojos, José Luis la puso de cuclillas a María Luisa y le metió toda la pija por la boca. Ella sonriendo se la tragaba toda y se la metía hasta el fondo de la garganta. No le molestaba para nada atragantarse con su saliva y el semen de José, eso a ella parecía encantarle. Como había dicho hasta el cansancio: "no imaginaba que mi esposa fuera tan puta".

Mi mejor amigo y mi señora no perdieron el tiempo e hicieron de todo. Él le hizo el orto porque ella se lo pidió casi rogando y luego de que José se la metiera hasta los huevos, se la sacaba y se la metía por la boca. Así estuvieron un buen rato y ella no dejaba de gemir como una puta. Toda esta situación era una mierda para mí, pero para él, que jugaba con el culo de mi esposa, no.

María Luisa estaba en cuatro cuando José se la metía por la concha. Se la cogió durante un buen rato mientras ella jadeaba y le decía que era el mejor cabrón que se la había cogido (imaginen como me sentía yo de que mi propia mujer me metiese los cuernos con mi amigo y que para el colmo él era mejor que yo cogiendo) La verdad es que me sentí desbastado pero tampoco quería dejar de ver ese espectáculo pornográfico de como la ninfómana de mi mujer era penetrada por este imbécil, que disfrutaba mucho haciéndoselo por atrás y por adelante.

Finalmente cuando ambos se venían, él le acabo en su cara de puta y yo salí del ropero para pedirle explicaciones mientras ella se relamía los labios. Al verme allí quedó estupefacta y no sabía que decir. Me propuso que sigamos cogiendo, pues María tenía ganas de seguir acabando y yo accedí a su pedido, me quité los pantalones y la puse de rodillas para que me chupase la pija. La muy puta sonreía porque sabía que ella cumpliría una de sus tantas fantasías y yo contento también porque cobraría el 50% por sus servicios sexuales.

FIN

(9,00)