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Ana Cecilia (5): De coqueta con los amigos de mi marido

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Mi vida con Daniel como pareja se estabilizó y durante unos seis meses nos conocimos mejor y nuestra relación se hizo más cómoda para ambos, yo sabía que al principio Daniel había buscado aprovechar la situación porque al vivir conmigo iba a ahorrarse pagar renta y comida, y además yo empecé a comprarle ropa de mejor calidad, de esta manera el recibía íntegro su salario y prácticamente no tenía que gastar en nada. Si bien acepto vivir conmigo por mero interés, al paso de los días y meses comenzó a mostrarse más cariñoso conmigo, y a veces tomaba algo del dinero que estaba ahorrando para regalarme alguna cosa bonita.

En fin... parecíamos una pareja de novios. Yo estaba encantada con nuestra relación, ocasionalmente Daniel salía con sus compañeros de trabajo para divertirse, y casi siempre que salían juntos iban a los cabarets y puteros del centro, a mí no me incomodaba para nada que se fueran de putas... Total, Daniel era joven y quería divertirse... Y yo salía ganando porque cuando regresaba en la noche venía ebrio y muy excitado y esas noches en especial me daba unas ESPECTACULARES CULEADAS, y por supuesto yo dejaba coger a su antojo.

Siempre me invitó a ir con él y sus amigos, pero la verdad es que no me apetecía salir con mi marido a la calle vestida de hombre... Cuando se lo dije mitad broma mitad en serio me respondió:

- Pues acompáñame vestida de mujer

-¡Cómo crees estás loco!?... Tus amigos me van a reconocer de inmediato... Y además como me vas a llevar al putero... Yo soy una señorita decente

- ¡Huy si cómo no! Pinche Cecilia con lo puta que eres a lo mejor hasta agarras clientes... Jajaja.

- Ya no seas payaso... Me daría pena que tus amigos me vieran vestida de mujer porque en seguida se darían cuenta de que me andas cogiendo.... Porque tu no les has dicho que soy tu puta... o sí?

- No... Como crees les digo que vivo contigo como amigos, te juro que no saben que eres mi vieja.

- Bueno está bien... Ya vete a divertir y cuídate.

El día que tuvimos esa conversación tuve la sospecha de que Daniel ya les había dicho a sus amigos que me andaba cogiendo y que yo me vestía de mujer, aunque en realidad no me importaba mucho porque yo ya no iba a la vinatería, cada sábado yo le daba dinero a Daniel para que trajera las bebidas y cigarros aprovechando que él trabajaba ahí.

En fin... En una ocasión me pidió permiso para traer a sus amigos a casa para ver un partido de fútbol de la selección, porque los bares estarían repletos y sus amigos vivían muy lejos... Como nuestro departamento estaba sólo a 4 calles de la vinatería era la solución perfecta para ellos, cuando Daniel me pidió permiso de traer a sus amigos no me gustó mucho la idea, primero porque mientras ellos estuvieran aquí yo tendría que estar vestida de hombre (cosa que detesto) y segundo porque aunque Daniel no les hubiera dicho que me andaba cogiendo yo estaba segura que cuando les dijo que vivía conmigo por lógica alguno de ellos sospecharía... Pero accedí porque me encantaba consentir y mimar a mi marido.

En fin... El sábado después de que Daniel se fue a trabajar me di un baño lavando perfectamente mi colita y mis nalgas porque mi macho me las había dejado completamente bañadas de leche, me puse mi acostumbrada lencería y encima una batita cortita unas sandalias y me puse a preparar la comida y las botanas para mi marido y sus amigos, hice un poco de limpieza ordenando la casa, barrí y pase el trapeador, después puse la lavadora y lavé la ropa de mi marido y la mía. Cuando ya estaba todo listo muy a mi pesar me quité la bata y me puse un pantalón de mezclilla bastante ajustado, una camiseta y una sudadera para ocultar mi brassier, calcetines sobre las medias un par de zapatos deportivos y arreglé mi pelo de manera masculina y mientras bebía una cerveza me dispuse a esperar a los chicos.

Llegaron a las 2 de la tarde cargados con las bebidas y hielos de inmediato pusieron las bolsas de hielo y las cervezas en la tina de baño, entonces Daniel me presentó a 3 chicos que yo no conocía los otros cuatro eran compañeros de trabajo de Daniel y ya los conocía así que los salude muy natural... Se acomodaron en el sofá y el comedor y de inmediato comenzamos a beber, a fumar y a platicar desde el principio me trataron muy bien... Yo diría que los cuatro compañeros de trabajo de Daniel eran me trataron exageradamente bien, eran muy atentos conmigo cuando yo iba a la cocina para traer más botanas o al baño para traer más cervezas siempre alguno de los cuatro se ofrecía a ayudarme.

Pasaron casi 5 horas de plática, bromas, bebidas y buen humor hasta que a las 6 de la tarde comenzó el partido, ya estábamos algo ebrios y las bromas comenzaron a subir de tono... Albures, frases con doble sentido y cuatro pares de ojos atentos a cualquier movimiento que yo hacía,... mmm... "casualmente" los cuatro compañeros de Daniel ya medio borrachos mostraban un interés en mi muy marcado, los 3 chavos que no conocía me trataban normal parecíamos el típico grupo de hombres divirtiéndose, pero los 4 compañeros de trabajo no apartaban los ojos de mi parecía que el partido no les interesaba.

En una ocasión en la que fui a buscar más cervezas al baño de inmediato dos de ellos se ofrecieron a ayudarme, entré al baño con uno de ellos mientras el otro se quedó parado junto a la puerta, tuve que empinarme frente a la tina para sacar las cervezas del hielo y entonces el tipo (se llama Ricardo) me agarro de las caderas y frotó su paquete en mis nalgas sinceramente yo no me esperaba algo así... Me levante rápido y cuando giré fingió estar muy borracho y me dijo:

- Perdón, perdón es que el piso está muy mojado y me resbalé...

Como yo estaba realmente sorprendida me quedé muda, sólo me hizo a un lado suavemente y comenzó a sacar las cervezas, entonces el otro chico (Joel) se paró junto al retrete y mirándome a los ojos sacó su verga y se puso a orinar... El arrimón de Ricardo me había dejado muda... Pero cuando vi la verga de Joel me quedé sin aliento... No era una vergota era una "vergototota"... En serio era una verga enorme aun en estado de reposo media como 15 cm. (eso mide mi verga cuando está bien parada) no podía apartar mi mirada de esa maravilla ¡era increíble!

Cuando Joel terminó de orinar sacudió su anaconda y sin apartar su mirada de mí la guardó y ayudó a Ricardo a sacar las cervezas y salieron del baño, yo me quedé ahí muy sacada de onda... Entonces comprendí todo: seguramente Daniel les había dicho que me andaba cogiendo por eso actuaban así, salí del baño y me hice pendeja... Seguimos bebiendo aún después que terminó el partido, ya estábamos francamente borrachos, dos de los chicos nuevos se despidieron y se fueron como a las 8, unos 15 minutos más tarde se retiró Manuel junto con el otro chico... Quedamos Daniel, tres de sus compañeros: Ricardo, Joel y Pablo. Seguimos bebiendo aunque ya estábamos muy borrachos... Entre broma y broma esos cabrones me lanzaban frases con doble sentido, hasta que Joel dijo:

- George pon algo de música para bailar.

Mientras yo buscaba algo de música bailable escuché que Pablo decía:

- No mames guey... Para que quieres música para bailar guey?... Si no hay viejas pendejo con quien vamos a bailar.

Casi al unísono Joel y Ricardo respondieron:

- Ahí está el George guey puede bailar con nosotros.

- Volteé a ver a mi marido y el muy cabrón sólo sonrió y se encogió de hombros, Pablo les reclamó al par de cabrones.

- No mamen ojetes todavía que George nos invita a su casa y nos trata a toda madre, ustedes están ahí de culeros, si es joto y se lo anda cogiendo el Daniel es pedo suyo, ustedes no tienen ningún derecho a burlarse de ellos

Yo seguía bebiendo vodka mientras oía todo eso y como ya estaba borracha y era evidente que ya sabían que Daniel me cogía decidí cortar por lo sano.

- Gracias Pablo eres muy amable... Pero no hay necesidad de echar a perder la reunión, la estamos pasando bien entonces si Daniel no tiene inconveniente puedo bailar con ustedes que dices Daniel?

- Por mí no hay problema si quieres puedes bailar con todos mientras no se pasen de listos.

Puse un disco de danzones y de inmediato Ricardo me jaló del brazo y me tomó de la cintura comenzamos a bailar mientras los demás se reían y aplaudían, cuando terminó la pieza Joel me tomó de la cintura y bailamos, me sentía muy bien bailando con ellos dejándome conducir como una chica, luego llegó el turno de mi novio y con la confianza de ser mi pareja me tomó de las nalgas y mientras bailábamos restregaba su paquete contra mi pelvis, los demás comenzaron a chiflar y a aplaudir cómo locos. Yo me dejaba manosear por mi marido divirtiéndome con sus bromas... Pero cuando tocó el turno de Joel primero me tomó de la cintura y me atrajo hacía él y después puso descaradamente sus manos en mis nalgas y pude sentir a través de la ropa su tremenda vergota, acercó su boca a mi oreja y me dice:

- Es cierto que Daniel te mete la verga cuando te vistes de mujer?

Mirando a Daniel y viendo que él estaba feliz disfrutando de la fiesta contesté:

- Pues... Si

- pinche Daniel suertudo, me imagino que vestido de mujer te has de ver bien bueno

- Pues yo que te puedo decir, tendrías que verme para saber cómo me veo

Cuando terminó la pieza Joel le dijo a Daniel:

- Qué onda Dan... Porque no le das chance al George de que se vista de vieja para que el ambiente se ponga mejor?

Daniel respondió: por mí no hay pedo guey... Si ELLA quiere, pero no se vayan a pasar de listos.

- Por mí no hay problema, si tú me das permiso me visto y bailo con todos.

Con el permiso de Daniel me retiré a la recámara donde me quité el pantalón casi me caigo por la peda que traía, quedé sólo con mi lencería y me maquillé decidí peinarme con dos coletas con moños rojos, me puse un brassier strapless con relleno y encima una blusa que dejaba mis hombros descubiertos y una falda cortita de mezclilla finalmente me puse unas zapatillas descubiertas con tacón de 10 cm. Me perfumé generosamente y finalmente salí.

Cuando me vieron comenzaron a silbar y a decirme que me veía muy buena y las mamadas que siempre dicen los borrachos a las mujeres, brindando por mi nueva apariencia seguimos bebiendo y Daniel les dijo:

-¡A ver cabrones! el George ya no existe, en su lugar llegó este bizcochito que se llama ANA CECILIA... Con mucho gusto les presento a mi novia.

Mientras bebíamos podía ver que ellos me miraban de pies a cabeza, yo me sentía cómoda sabiendo que todos estábamos borrachos y cuando los hombres están pedos ven buenas a todas las mujeres. Joel como siempre era el más aventado y de inmediato me jaló de la cintura y me dijo:

- ¡Vamos a bailar Mamacita!

Mientras bailábamos volvió a tomarme de las nalgas restregando su vergota en mi vientre y aprovechó que bailábamos muy pegados me mordía el lóbulo de la oreja y susurraba:

- En serio Cecilia... Te ves bien buena me cae que si no fueras la vieja del Dan, yo si te metía la verga aunque seas un joto, tengo la verga bien parada nomas de imaginarme las culeadas que te ha de dar el Dan. Prométeme que si algún día lo mandas a la chingada me vas a dar chance a mí... Me cae que estás bien sabrosa.

Yo solo me dejaba manosear mientras bailábamos y discretamente buscaba con la mirada a Daniel que estaba muy quitado de la pena platicando y riendo con los demás chicos viendo como Joel me manoseaba a placer, bailé con cada uno de ellos incluido mi marido y con todos fue lo mismo, cada uno

a su manera me pidió las nalgas... Joel era el más aventado y como pude ver en el baño y sentir mientras bailábamos el mejor dotado allá abajo, se me hacían agua las nalgas nada más de pensar en esa vergotota, Pablo era el más alto de los cuatro y también era el más educado y amable aunque también me pidió las nalgas lo hizo muy caballerosamente no me dijo que me quería coger... Dijo que me quería "hacer el amor" me gustaba mucho que me tratara como una dama... Ricardo era el más pendejo muy guapo (más guapo que mi marido)... Pero bruto como un diamante, torpemente también me pidió las nalgas... Me hizo reír como loca con todas las pendejadas que dijo, era tan divertido oírlo que bailé tres piezas seguidas con él y al final le di un prolongado beso en la boca mientras jalaba sus manos y las ponía en mis nalgas ante las burlas y bromas de los demás.

Continuamos la fiesta hasta la una de la mañana, los chicos se fueron bien pedos y en cuanto cerré la puerta Daniel se me echó encima quitándome la blusa y la falda con mucha brusquedad mientras me decía:

-¡Ven acá mamacita... No sabes cómo me puse de caliente ver cómo te metían mano esos cabrones! ¡Deja todo así mañana limpio la casa! ¡tengo la verga bien parada! ¡Me urge meterte la verga! ¡Empínate frente a la mesa y abre las piernas mamacita!

Obedecí y cuando estaba frente a la mesa Daniel con el brazo hizo a un lado vasos, platos, etc. y me empujó por la espalda hasta que mi pecho quedó apoyado sobre la mesa y jaló mis pantaletas rompiéndolas, nunca lo había visto así... Apuntó su verga a la entrada de mi culo y de un solo golpe me la ensartó hasta los huevos haciéndome pujar de inmediato lancé mis nalgas hacia atrás para recibir sus estocadas más profundamente me cogía casi con furia y dijo:

- A ver mamacita mueve esas ricas nalguitas como tú sabes, ya me urgía culearte me dolían los huevos de ganas de culearte mamita... ¡De quien es este culito!?

- ¡Tuyo papacito!!!

- ¡De quien son éstas nalguitas!

- ¡Tuyas mi amor, son tuyas... Tú eres el dueño de mi culo!!! ¡Ay papi que rico me coges!!!

- ¡Que ricas nalguitas mamita! ¡Tu eres mi puta! ¡Eres mía tu culo es mío!

Mi cuerpo se cimbraba completamente bajo las poderosas embestidas de mi macho mi culo era un festival de sensaciones muy ricas, mi verga completamente parada chorreaba líquido seminal como un grifo... Estaba gozando como una auténtica puta la tremenda culeada, me gustaba mucho sentirme sometida por mí marido comenzó a besar mi espalda y mi cuello con verdadera pasión hasta que me dijo:

- ¡Me vengo mamacita! !aprieta el culo mami... Ahí te van mis Mocos! ¡Ay Ceci que culito tan rico tienes! ¡me vengo toma mi leche! !putita linda que sabrosa estás!

Comencé a masturbarme rápido y cuando sentí que me llenaba el culo de leche sobe más rápido mi verga y me vine muy rico mojando mi mano con mi semen, como de costumbre lamí mi mano tragándome mi leche... Cuando nos desenchufamos inmediatamente la leche de Daniel comenzó a salir de mi abierta cola, escurriendo por mis piernas me giré enfrentándolo y me lo comía a besos diciendo:

- ¡Por dios mi amor que rico me cogiste!!!... Parecías un toro hace mucho tiempo que no me cogías tan rico. Me encanta que me culees así con fuerza, papito lindo me gusta mucho que me cojas como a una puta, siento muy rico cuando me abres el culo así.

Nos fuimos a la recámara para dormir, me puse un Babydoll y me quite las zapatillas y los moños de las coletas y mientras me cepillaba en el espejo pude ver que Daniel tenía una sonrisa de satisfacción. Y entonces dijo:

- No sabes cómo disfruté viendo a esos cabrones manoseándote y lanzándose como perros sobre ti, no creas que no me di cuenta de cómo te metían mano mientras bailabas con ellos... A ver si así dejan de molestarme.

- por qué dices eso mi amor?... Pensé que te llevabas bien con ellos.

- pues si nos llevamos bien pero... Desde que supieron que me vine a vivir contigo se la pasan cotorreándome y haciendo bromas a mis costillas, se la pasan llamándome "mayate"... Todo el día se la pasan chingando con que tú me mantienes, diciendo que te culeo y que tú eres mi puta... Que eres muy joto y que te encanta la verga... Y un chingo de mamadas.

- A ver Daniel te enojas con ellos porque te dicen la verdad?... Mira: SI me metes la verga, SI soy tu puta, y ¡SI ME ENCANTA LA VERGA!... Entonces cual es el problema?... Son tus amigos y sólo están bromeando contigo... No te enojes.

- Pues sí... Tienes razón pero no deja de darme gusto que se hayan excitado tanto cuando te vieron vestido de mujer... hijos de la chingada creo que si yo no hubiera estado presente se habrían lanzado como perros y te hubieran culeado entre todos, ahora me tienen envidia porque saben que te meto la verga y ya saben que te ves bien bueno vestido de nena, sobre todo el pinche Joel que siempre anda diciendo que él !jamás! se cogería a un joto... cuando bailabas con los otros dos me decía... En serio Dan el George se ve bien bueno vestido de vieja... Le has de dar unas culeadas de miedo... Pinche suertudo... Jajaja... Hubieras visto la cara que puso cuando me preguntó que si cogías rico y le contesté:

-¡Huy guey ni te imaginas! CECILIA es una auténtica puta en la cama, coge bien sabroso y no te imaginas las verguizas que le pongo y siempre quiere más, en serio Joel mi vieja es bien putona.

- ¡En serio le dijiste eso!?... No mames Daniel que van a pensar tus amigos de mí.

- Qué piensen lo que quieran... Me vale madres... Lo importante es que ahora el pinche Joel me tiene envidia... Siempre anda presumiendo que se coge a las mejores viejas, pero ahora que te vio vestida de plano me dijo que si no fueras mi novia si se animaba a culearte. Yo sólo me reí y le dije:

- no que no cabrón... no que nunca te cogerías a un puto?

- Pues si güey... pero nunca me imaginé que Jorge... o Cecilia se viera tan bueno... O buena, ya no sé ni que pedo. Pero la verdad es que eres un pinche suertudo.

- Bueno ya mi amor, después de todo la reunión estuvo muy divertida la verdad es que me lo he pasado muy bien bailando con ustedes y sobre todo que me hayan visto vestido de mujer. Ya vamos a dormir porque la verdad es que estoy muy cansada buenas noches mi amor.

Daniel se durmió casi enseguida sin embargo a pesar de que yo estaba realmente cansada no podía apartar de mi mente la imagen de la tremenda vergotota de Joel, cierto que la vi en estado de reposo y se veía enorme... Yo alucinaba pensando en cómo se vería completamente dura, tiesa completamente parada. ¡Seguro parecería la verga de un burro!

Me preguntaba si mi colita aguantaría una vergotota de ese calibre... Se me hacían agua las nalgas sólo de pensar en que Joel me pidiera el culo... Se lo negaría?... No, no creo me conozco perfectamente y reconozco que soy una auténtica puta

Parecía increíble... Daniel me acababa de dar una de las mejores culeadas de mi vida y me había venido a chorros, sin embargo pensar en que el pinche Joel me destrozara el fundillo con semejante vergotota me estaba poniendo muy cachonda otra vez... Y Daniel ya estaba bien dormido y no se iba a despertar con lo borracho que estaba... para que se me bajara lo cachonda tuve que recurrir a un viejo amigo: mi consolador muy despacio y sin hacer ruido me levante de la cama y saqué el consolador del cajón del tocador sigilosamente me fui al baño... Afortunadamente una de las paredes del baño tenía instalado un espejo de cuerpo entero, saque la vaselina del botiquín y me unté la cola por dentro, aún tenía restos de la leche de Daniel, eso me puso aún más cachonda, puse el consolador en el piso frente al espejo y cuando estuvo bien fijo me puse en cuclillas sobre el dildo y abierta de patas me fui sentando lentamente hasta que mi culo rozo la punta del consolador... Sentí un delicioso escalofrío y poco a poco me fui empalando en la verga negra de látex.

El consolador tenía como unos treinta centímetros de largo y yo los quería todos dentro de mi culo pero como estaba apoyado en el piso tuve que ponerme de rodillas para que mis nalgas llegaran hasta la base, mientras mi culo se tragaba cada uno de los treinta centímetros de látex fantaseaba con que la vergotota de Joel me estaba perforando el culo, mi imagen en el espejo era de lo más erótico, verme con mi lencería manchada con restos de la Leche de Daniel, abierta completamente de patas y dándome de sentones en un consolador negro hizo que mi verga se pusiera dura como piedra comencé a masturbarme al ritmo de mis sentones siempre imaginado que yo estaba sentada sobre Joel cabalgando su magnífica pinga hasta desfallecer de placer en sus brazos

Cuando por fin me vine como loca, quedé un rato sentada sobre el consolador hasta que cesaron los espasmos de mi orgasmo y lentamente me puse de pie, lavé el consolador y con pasos vacilantes me fui a acostar... Está vez me dormí casi de inmediato.

(9,30)