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Esclava de los compañeros de trabajo de mi hijo

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Esta historia comenzó hace unos meses, pero para que ustedes puedan ubicarse comenzare por el principio de todo, mi nombre es Karina y tengo 45 años, aun me considero joven y mi afición a todo tipo de deporte ha hecho que siga manteniendo una hermosa figura, no soy ninguna mujer 10 pero considero que no estoy mal.

Me case hace 18 años con mi esposo Juan y pronto tuvimos a mi único hijo Rober, que ahora tiene 18 años, Rober comenzó a trabajar hace unos 2 años en una empresa de electrodomésticos cercana a casa, cuento esto porque sus compañeros de trabajo tienen mucho que ver en esta historia.

Yo no soy una mujer del todo fiel, en mis 18 años de matrimonio no creo que haya engañado a mi marido en más de 3 ocasiones, pero la última de ellas fue la que me ha traído más problemas, el jefe de mi hijo resulto estar casado con una de mis grandes amigas, que hacia un par de años no veía, el caso es que a pesar de que él estaba casado y yo también, sentimos una mutua atracción que nos condujo a una relación más sexual que amorosa.

El problema vino cuando en uno de nuestros encuentros sexuales fuimos grabados por los compañeros de mi hijo en la oficina de la empresa, empleados que pretendían gastarle una broma al jefe pero que no imaginaban con lo que se iban a encontrar, una grabación muy jugosa que desde luego decidieron utilizar muy a mi pesar.

Un día que fui a buscar a mi hijo al trabajo, varios de sus compañeros me llamaron para hablar conmigo, lo que dijeron me dejo helada.

"Tenemos una cinta muy divertida en la que salís tú y el jefe en situación más que amistosa, el caso es que si no quieres que esa cinta llegue a manos de tu esposo te convertirás desde hoy en nuestra putita particular".

Yo estaba aterrada, como podía ser tan tonta, teníamos que haber quedado siempre en lugares más alejados de gente que pudiera vernos, aunque no podía imaginar como esos desgraciados nos habían grabado, estaba claro que no tenía otra alternativa, al parecer ellos no pretendían putear a su jefe, a fin de cuentas ellos podían destruir su matrimonio pero el podía ponerles a todos en la puta calle, en cambio yo no tenía ningún poder con esos jóvenes, los compañeros de trabajo de mi hijo me tenían en sus manos.

Yo era ama de casa, nunca había trabajado, nuestra acomodada situación se debía al sueldo de mi marido, ejecutivo de una importante compañía, si el descubría que yo le era infiel él se separaría de mí y me dejaría en la calle, sin ningún ingreso.

Les dije que lo haría, siempre y cuando mantuvieran al margen de todo a mi hijo, no quería hacerle pasar por la humillación de saber que sus compañeros de trabajo me usaban a su antojo.

Empecé como su esclava sexual al fin de semana siguiente, mi marido estaba trabajando fuera de la ciudad y mi hijo había ido con 2 amigos a pasar el sábado y el domingo a la playa, tenía mi casa para mi sola, bueno, para mí y para los 6 empleados que estaban en el ajo de la cinta.

Cuando llegaron se desnudaron por completo y me ordenaron que hiciera lo mismo, querían que estuviéramos desnudos todo el fin de semana, sabía que no tenía otro remedio si no quería acabar en la calle sin ningún bien y sin esposo.

Los 6 tenían más o menos la edad de mi hijo, entre los 18 y los 23, en cuanto se desnudaron no pude evitar fijarme en sus herramientas, ni grandes ni pequeñas, pero eso sí, bien duras dejando claro que me iba a costar caro el a ver follado con el esposo de mi amiga.

No puedo explicar cómo, el caso es que no tarde en mostrar cierta excitación ante la situación, esos 6 jóvenes, dispuestos a follarme por todos mis agujeros, que esos chicos sintieran cierta atracción hacia me ponía algo cachonda la verdad.

Me pidieron que les sirviera el desayuno y así lo hice, me iba a sentar con ellos cuando me dijeron:

"¿Qué haces?, tu no vas a comer tostadas, debajo de la mesa tienes 6 churros para ti sola, además van acompañados de leche calentita"

No tarde en comprobar que lo que pretendían era que me metiera bajo la mesa y empezara con mi trabajo de esclava, así que sin otro remedio me metí bajo la mesa y empecé a desayunar pollas.

Mientras yo chupaba sus pollas, ellos hablaban de sus cosas aunque alguna vez se dirigían a mí.

"Vamos zorra, sigue comiéndote mi polla"

"Vamos esclava, sigue moviendo tu lengua por mis cojones"

Yo me mostraba sumisa- Si amos, como ordenéis

Después de desayunar me mandaron que me pusiera sobre la mesita del salón, sacaron unas cuerdas de las que usaban en el trabajo y me ataron a ella, yo estaba asustada pero sabía que no tenía elección, ya era participe de ello, no solo les había comido sus rabos, ahora estaba atada boca abajo ante ellos, con mi coño a su disposición.

"Bueno Karina cielo ha llegado la hora de follarte"

"Vamos allá Karina, abre el coñito tal vez luego usemos tu culito"

Y de un empujón el primero de ellos me la metió de un golpe, adentro con todo, sin darme ocasión de respirar, aquel joven continuo penetrando mi agujero, el agujero de la madre de su compañero.

"Vamos córrete golfa, córrete mientras te follo guarra"

Ho, ohh, yo no podía evitar jadear ante los empellones de aquel muchacho.

"Pero que puta que eres, al final ya sabía yo que gozarías de ser nuestra putita"

"¿Alguna vez te han metido una buena polla por el culo Karina?"

Yo sabía lo que se avecinaba, mi agüero trasero era virgen y tonta de mí se lo dije a aquellos muchachos con la esperanza de que se olvidaran de mi entrada posterior.

"Bueno cielo, entonces hoy dejaras de serlo"

Con un súbito impulso, aquel joven inserto su polla en mi indefenso culo, después de un rato de enérgica follada por el culo, un nuevo orgasmo me inundo al mismo tiempo que el joven se corría con abundancia en mi culo.

Las siguientes horas del sábado las pase siendo follada por el coño y por el culo por aquellos jóvenes e innumerables humillaciones.

Me desataron de la mesita y dejaron que me sentara en el sofá con mis agujeros rebosando leche, había sido follada y sodomizada, era su puta y no habían hecho nada más que empezar.

De repente pude sentir como el coche de mi hijo entraba en el jardín, al parecer sus planes habían salido mal y habían vuelto a casa mucho antes de lo esperado, me asusté mucho, les dije que mi hijo estaba a punto de entrar.

"Vale putita parece que el capullo de tu hijo nos ha jodido la fiesta pero no hemos terminado por hoy".

Me ordenaron que me apoyara desnuda en la puerta de entrada de la casa mientras ellos se vestían muy rápidamente.

"¿Quién folla mejor Karina, tu marido o nosotros?"

Vosotros amos, vosotros pero por favor vestiros rápido que mi hijo está a punto de entrar.

"¿te gusto como te follamos?"

Si mucho, amos, mucho.

Cuando ya estaban vestidos, uno de ellos entro en la cocina y salió de ella con dos plátanos, no entendía que hacía con eso hasta que me dijo que me inclinara sobre la puerta, me metió uno de los plátanos por el coño y el otro por el culo, esos cerdos querían humillarme bien.

Me dieron un cachete en el culo y me dijeron que más valía que me dejara los plátanos bien metidos en mis agujeros durante unas horas o se enfadarían y mi video podía llegar a la oficina de mi marido.

Me vestí mientras ellos salían por la puerta de atrás justo al tiempo que mi hijo entraba en casa y me contaba que uno de sus amigos se había puesto enfermo y habían decidido posponer su salida al próximo fin de semana.

Yo no podía dejar de pensar en mi hijo, en como hacían escasos minutos sus compañeros habían estado allí mismo donde estaba el, enculandome a su antojo, si doloroso era para mí pensar que mi marido descubriera el video, más lo era el que mi hijo se enterara que sus compañeros me follaban a placer.

Aquí termina mi historia por hoy, pero esto es solo el comienzo, desde ese día mi vida cambio, mi única ocupación hasta ese momento había sido quedar con mis amigas pero ahora también tenía otras obligaciones, chupar pollas y ser follada por el culo era el inicio de mi etapa como esclava sexual.

Se agradecen sus comentarios a: [email protected].

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