back to top
InicioAmor FilialPlacer riesgoso

Placer riesgoso
P

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 5 minutos

Diego era hijo único, y todos los días se hacía una paja por lo menos. Su experiencia sexual era nula debía tener unos 22 años, el día que todo empezó llego de la universidad y grito llamando a su mama.

D -¿Dónde estás, mamá?

Pero nadie le contesto miro hacia la cocina y no vio a nadie y fue hasta la habitación de sus padres y tampoco encontró a nadie así que se dirigió a su cuarto y prendió su computadora para ver relatos.

D – oh siii, nada como una buena chaqueta con estos relatos –con cual será este es bueno.

Escogió uno de amor filial donde el hijo se cogía a su mama y empezó a imaginarse a su mama.

D – oh sii con que mama me la chaquetearas como siempre. Ohoo siii.

Pero cuando iba alcanzar el éxtasis no oyó llegar a su madre. Su madre se llama Dulce una típica mujer cuarentona con pechos grandes las típicas tetas que han dado de mamar. Cuando salía a la calle iba siempre bastante recatada con unas blusas y una falda o un vestido hasta las rodillas, y unas caderas anchas que hacían lucir de un culo majestuoso.

Du- Diego baja a que ya preparo la comida.

D – mierda -exclamo Diego si dejar de jalársela.

Al ver que no le respondían decidió subir para ver que estaba haciendo su hijo.

Du- Diego!!

D – ya mero me vengo no puedo parar –pero se dio cuenta que tenía envuelta la verga con la tanga que le había robado a su madre. La tiro y para terminar lo hizo en un vaso de licuado que tenía desde la mañana.

Du- que demonios haces te estoy llamando.

D- lo siento mama estaba jugando en la computadora.

Du –baja de inmediato y espérame para comer.

D – ok mama allá voy.

Du – mira este desastre de cuarto por estar jugando ni siquiera se termina el desayuno -tomo el vaso de licuado y lo bebió.

Como ya quedaba poco lo tomo de un sorbo al tragarlo todo supo que lo que estaba ahí no era solo un licuado si no también los mecos de su hijo. Hecha una furia pego un grito.

Du – ¡Diegooooo!!! ¡Ven aquí de inmediato!!!

D – ahora que mama.

¡Slap! Nada más se escuchó eso un tremendo cachetadon.

D – y ahora porque diablos fue eso.

Du – que tenía esto.

D – licuado.

Du – seguro porque me lo he tomado.

D – que no yo… no yo…no sabía que te lo ibas a tomar.

Du – cuando llegue tu padre le voy a comentar sobre esto.

D – vamos mama eso no es gusto.

Du – será mejor que salgas de mi vista…

Ya en su cuarto Diego se encontraba acostado y pensando en lo ocurrido y en que le haría su padre.

D – demonios me atrapo, no puedo creer que se los tragara, ya que veremos qué pasa.

Mientras tanto en el comedor Dulce pensaba en lo mismo.

Du – como pude habérmelos tragado, ni siquiera me puedo concentrar solo de pensar en ello. Y yo le pegué por comportarse así… me trague sus mecos… no había hecho algo tan sucio desde la universidad… y el sabor era delicioso.

Ya llegada la noche Dulce se fue a dormir pero tuvo un sueño bastante raro donde se veía ella en forma de vaso y era tomado por Diego que se estaba masturbando y arrojaba sus mecos en el vaso donde ella abría la boca y se los comía eso la despertó con un gran sobresalto vio la hora eran las dos de la mañana.

Du – no puedo dormir… no me puedo sacar de la mente esa imagen.

Se tentó en su entrepierna y sintió algo húmedo.

Du- que… Estoy tan mojada solo de pensar en ello.

Así que decidió ir hablar con él, se dirigió a la habitación de su hijo sin importarle estar en bragas y sujetador, con una bata transparente. Diego estaba tumbado en la cama, solo con su short y tapado con solo una sábana entró en su habitación lo despertó, al verla se sentó y pensó en lo buena que estaba así vestida, Dulce se sentó a su lado y le puso la mano en una pierna.

Du – perdóname por haberte pegado. Mira, Diego, masturbarse es normal.

Dulce se dio cuenta de cómo le miraba las tetas, y vio un bulto dentro del short de su hijo, se estaba excitando, le miró y le vio fijo en sus tetas.

Du – ¿Se puede saber que miras?

D – Nada, mamá.

Du – ¡Nada! No haces nada más que mirarme las tetas.

D – Perdona mamá, es que son muy bonitas.

Du – ¿Pero me las has visto acaso?

D – No, pero me las imagino.

Du –piensas en mí al masturbarte.

D – Perdona, mamá.

Du – Lo que no está bien, continuó su madre, es que lo hagas pensando en mí, ¡Soy tu madre!

Diego se avergonzó, ella después de esa platica se despidió de él y se regresó a su recamara Diego no pudo conciliar el sueño así que fue hasta el cuarto de su mama la vio acostada destapada y no pudo no fijarse en ese culo que se le ofrecía.

D –mama estas despierta.

Al ver que no respondía se acostó a su lado y…

D- esto es demasiado para mí, tal vez si solo tal vez la rozara un poco, no creo que se enoje no se la estoy metiendo.

Y empezó a bajarle la tanga y a rozarle ya con la verga fuera y no paró ahí le tomo las tetas ya fuera de sí, se las magreaba ella adormilada comenzó a sentir que le tocaban las tetas y le daban tallones en su culo.

Du – pero que ese no es mi esposo él llega hasta el lunes, pero que…

D – uufff

Du – bastardo que estás haciendo -¡slap! Otro cachetadon.

Diego chillando le dijo:

D – no… ¡No pude evitarlo mama!

Él había escuchado a su madre hablar por teléfono y gritándole a su papa porque no iba a llegar ese fin de semana y eso él lo iba aprovechar.

Du – en serio.

D – en serio, si mama.

Du- no le diré a tu padre solo vete a tu cuarto.

D – pero que voy hacer con esto –mostrándole una gran erección.

Du – ehhh… te ayudare pero solo esta vez, pero me tienes que prometer que no le dirás a nadie de esto ¿de acuerdo?

D – hecho.

Du – pero solo… -ella se agacho a la altura y tomo la verga de su hijo y se le queda viendo.

D – ¡oh si mama chúpamela!

Du -¿qué? Solo te iba a decir como pued….

Diego la tomo por la nuca de una se la metió en la boca.

Du – aggghh.

D – ah así mama.

Du- déjame agagh.

D – ya casiii mama, me voy a venir mamaa.

Du – nofff… Sueltamm… agggh nmofff… –ella logro soltarse antes de que terminará– no seas tan rudo yo no quería hacer esto.

D – pero que voy hacer no he terminado podría por lo menos usar tus tetas para terminar.

Du – ok pero…

Ella se bajó los tirantes de su bata de su camisón para dormir, pensó que solo las miraría para jalársela y terminar pero él se abalanzo sobre ella cayendo al suelo los dos y él puso su verga en medio de las tetas de su mama.

D – gracias mama.

Du – tranquilo solo…

D –he soñado esto toda mi vida.

Du – en serio eso está mal soy tu madre es malo que pienses en mi de esa manera.

D – menea la tetas mama solo un poco que ya estoy por acabar, por favor mama.

Du – pero… pero…

D – apúrate mama ya no tardes.

Du – recuerda… que solo por esta vez… bien.

D – eres la mejor madre de todas sigue asii… sigue…

Du – bien… disfrútalo mientras dure.

D – siii.

Du – dime cuando te…

D – aha mamaa…

Du – demonios no en la cara NO.

Se corrió, el esperma se dirigió hacia la cara y sus tetas, en eso se escuchó un auto llegar y abrirse la cochera se sobresaltaron los dos.

Du – sal de aquí es tu padre rápido, que estas esperando lárgate.

D – no… quiero que me prometas que esto lo vamos hacer de nuevo o no me voy.

Du – ahorita no es el momento de discutir esto.

D – entonces no me voy.

Du – está bien lo volveremos hacer ahora lárgate.

Agarró su ropa y salió de la habitación entro a la suya se tumbó en la cama sonriendo, lo había conseguido. Dulce salió de la habitación y se fue al cuarto de baño, se miró en el espejo tenía las tetas llenas del semen de su hijo.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.