Nuevos relatos publicados: 7

La viuda de Alfonso

  • 14
  • 21.189
  • 9,83 (6 Val.)
  • 0

Hola soy Laura y a dos semanas de la muerte de mi esposo tuve que hacer frente a la empresa que el lideraba, herede sus millones también la responsabilidad de dirigir sus negocios.

En la primera reunión con sus socios minoritarios pude ponerme al tanto de un convenio con una empresa multinacional para cerrar un trato que nos dejaría bien posicionados económicamente.

Todo muy técnico para mi, pero lo que si tenia en claro es que tenia que convencer a estas personas para que nos dieran su apoyo y confianza.

Sin perder el tiempo arregle un encuentro con esta gente, seria en mi propia casa, donde las comodidades de la mansión, sumadas a el empeño de mi parte para que se sientan cómodos, ayudaría a llegar a cumplir con el objetivo sin ninguna duda.

Eran las 17 hs. Del día sábado, la reunión estaba por concretarse por lo tanto me vestí para impresionarlos, un vestido azul muy bonito que llegaba un poco mas arriba de mis rodillas, no era despampanante pero si dejaba apreciar mis hermosas curvas, decidí no usar corpiño para que puedan notarse mis pezones a través de el.

Unos minutos pasadas las 17 hs. Sonó el timbre estaba ansiosa por lo tanto mande al mayordomo a preparar la merienda mientras yo personalmente atendí la puerta.

Eran dos hombres de unos cuarenta y pico de años bien vestidos y apuestos, lo que me alegro bastante, con una sonrisa les di la bienvenida.

_Buenas tardes señores vienen para la reunión los estaba esperando pasen por favor.

Me dieron la mano y se presentaron como Luis y Hugo.

_Con permiso no sabía que Alfonso tenía una hija tan linda.

Me sonroje en un principio, y tuve que aclarar la situación, después de todo era demasiado joven para que alguien imaginase que ya era viuda.

Era de esperar la expresión de asombro en los rostros de estos señores, de seguro pensaron en lo afortunado que era mi marido en tener de mujer a alguien como yo, de hecho si que lo era, pero ahora era libre como el viento.

Trataba de olvidar pronto los años de tormento donde era sometida sin mi consentimiento al sexo en todas sus variantes.

Esta era mi oportunidad para demostrarme a mi misma que si estoy capacitada para realizar cosas importantes.

Y esta tarde me propuse lograrlo cueste lo que cueste.

-Si no les parece mal nos ubicaremos en el jardín de atrás., el día esta hermoso, allí estaremos cómodos.

Él te no se hizo esperar, y sin perder el tiempo Hugo saco de su maletín papeles y cláusulas que no alcancé bien a entender, ya me habían advertido los socios de la empresa que estos capitalistas era duros de roer.

Cuando las cosas estaban poniéndose difíciles, y los proyectos que les estaba mostrando no alcanzaban a convencerlos, decidí poner en marcha el plan B.

De seguro ustedes ya se imaginaran de qué manera lograría ganarme la confianza que faltaba para convencerlos.

Al acercarme a Luis para explicarle algunos puntos de la propuesta, apoye como sin darme cuenta una de mis tetas en su hombro, la reacción fue instantánea, y una de sus manos se poso en mi cintura, para bajar lentamente hacia una de mis piernas.

Hice como si nada ocurriera, y seguí con lo mio, pero Hugo si se dio cuenta y creo que desde el otro lado de la mesa se sobaba la entrepierna.

La mano de Luis subió por mis piernas y alcanzo a rozar mi conchita, un escalofrío corrió por mi espalda, y un gemido que no pude disimular escapo de mis labios.

Pare con las explicaciones técnicas del contrato, para cerrar los ojos y entregarme a las suaves caricias que me estaban dando a través de la tanga.

Sus manos exploraban en forma circular mi clítoris, que ya habían mojado mi ropa interior.

Estaba casi inmóvil dejando que la excitación creciera mas en mi, cuando sentí la presencia de Hugo tras de mi, me cogió de la cintura atrayéndome hacia él y haciendo que notase su polla dura como roca.

Comenzó a frotarse en mi culo en forma descarada mientras me susurraba al oído.

_Chiquita preciosa tienes un cuerpo de ensueño, de solo mirarte se me pone dura, voy a disfrutar mucho metiendo mi pija en tu culo, porque de esta no te salvas mi niña.

Ante tanto afecto yo también empecé a frotarme en ellos, e instintivamente toque a través del pantalón la polla que empujaba mis nalgas, era larga y gruesa, pude imaginarla tratando de entrar por mi apretado culito, calentándome mas y mas.

No podía concentrarme en mi objetivo, mi estado hacia mas que evidente que esa tarde necesitaba de una pija dura y gruesa.

Luis entretanto me sobaba los pechos, se notaba que tenía práctica porque a veces los apretaba como si los estuviera amasando y otras solamente los rozaba.

Besaba mi cuello arrancándome suspiros, luego sus labios buscaron los míos.

_"A ver mi chiquita preciosa, a ver a qué huele esta carita de ángel?".

-Supongo que huelo a muchacha, dije fingiendo inocencia.

_"estás equivocada, yo creo que hueles a niña linda, hummmmm, qué rico hueles".

Y esa carita de ángel que tienes me deja la sensación que estoy manoseando a una colegiala adolescente.

No estaba tan equivocado, a punto de cumplir 19 años era todavía una adolescente, bien entrenada en materia de sexo, lo que me convertía en una niña muy puta.

Tomando mi mentón con una de sus manos me estampo un beso casi desesperado, su lengua y su saliva invadían mi boca, que rico besaba, nuestras lenguas se entrelazaron en una danza erótica, los tenia extremadamente excitados, esta era mi oportunidad para tomar el control de la situación, de seguro estarían dispuesto a todo a fin de poseerme.

Me aparte de ellos y les dije sonriendo.

_Señores creo que llego la hora de cerrar el trato, nada mas su firma aquí, y yo estaría dispuesta a cumplir sus mas perversas fantasías.

Desnude mis pechos para que puedan apreciar la mercadería, que estaban a punto de comer.

Firmaron y presurosos se acercaron a mí, les ofrecí dirigirnos dentro de la casa, al estudio precisamente, allí estaremos mas cómodos y a resguardo de la mirada del mayordomo que de seguro se estaría masturbando tras los arbustos.

Mientras caminábamos al interior de la casa pude sentir como sus manos tocaban mi culo, como niños que no pueden esperar estrenar un juguete, y sus rostros transformados en una mueca que reflejaban un morbo y una perversidad pocas veces vista.

Estaba segura que esta vez si sentiría el rigor del sexo brutal en manos de estas dos bestias hambrientas de carne, joven y hermosa como la mía.

Una vez dentro del estudio las cosas se pusieron a mil revoluciones, Luis que estaba junto a mí se poso sobre uno de mis muslos y recorrió un corto camino que lo llevó sin muchos obstáculos a tocar mi concha. Me besaba el cuello y yo me entregué a besarlo también, agarraba su pene aun dentro del pantalón y lo apretaba con la mano.

Y Hugo obsesionado con mi culo se acomodó a mis espaldas y mientras me agarraba ambas nalgas con una fuerza deliciosa, empecé a sentir como un trozo de carne con la punta húmeda comenzaba a dibujar un recorrido por sobre mi culo. Mi tanga voló de un tirón y se rasgó en dos.

Al mirar de reojo pude observar lo descomunal del tamaño de su verga, que se acomodó entre mis nalgas refregándose de arriba hacia abajo, como masturbándose en ellas.

_O Laurita sentí como mi pija esta ansiosa por entrar en tu culo, no lo podes negar, tu culo es un espectáculo con una armonía perfecta entre lo delgado de tu cintura y lo rotundo de sus fabulosas piernas, qué manjar para mis ojos!

Ya sin mi vestidito ni mi tanga estaba completamente desnuda, a merced de sus manos ansiosas de tocar mi cuerpo.

Luis se encargo de saborear mis pechos, medianos pero suculentos, coronados por unos pezoncitos pequeños y puntiagudos, que engullo golosamente.

Me retorcía de placer, estos hombres si que sabían lo que a una mujer les gusta sentir.

Perdí la cuenta de los minutos que llevaban acariciándome y apoyándome.

Solo se oían los chasquidos de sus lenguas sobre mi cuerpo y mis gemidos de nueva puta que por primera vez sentía dos bocas al mismo tiempo.

Sin mediar palabras me dirigí hasta la bragueta de Luis, baje el cierre del pantalón y como impulsado por una catapulta salto su instrumento golpeándome la cara, era casi tan inmensa como la de Hugo.

Hambrienta de esa carne engullí golosamente, primero el glande húmedo y gordo, para después tragármelo en su totalidad, ya me estaba habituando a tragar pollas hasta mi garganta, Hugo no quería quedarse atrás y empujaba su mástil al costado de mis labios, que de seguro mi boquita no alcanzaría albergar las dos al mismo tiempo.

Me estaba luciendo en lo que hacia, chupaba, lamía, tragaba, y con mi otra mano masturbaba al otro, uno por vez, me deleitaba con ellos, seguramente los dos estarían gozando como nunca, con la terrible mamada que les estaba propinando.

_Anda Laurita mmmm… lo haces tan bien, nunca pensé que una niña como tu, chupara tan rico ahhh mmmmm.

Les miraba a los ojos mientras chupaba, eso los excitaba de sobremanera, sentí verdadera adoración hacia aquellas trancas.

Me gustaba tanto sentir sus erectos penes dentro de mi boca, y con mis manos acariciaba sus testículos, me gusto tanto la forma que tenían que me saqué el pene de la boca durante unos segundos para poder meterme los testículos en la boca, sentir su forma ovalada entre mis dientes, juguetear un poco con ellos masajeándolos con mi lengua, llenándome la boca con sus huevos.

_Ahhh pendeja jamás nadie me hizo estremecer como lo estas haciendo vos ahora, mmmmm tu hermosa boquita si que sabe jugar con vergas ahhhh ahh.

Me incorpore y de un solo empujón recosté a Luis sobre el amplio sofá, camine en forma sensual hacia él, y abrí mis piernas para acomodar mis rodillas, a ambos costados de su cintura, de modo tal que su pene quedo a la altura de mi conchita, mis ganas de sentir tremenda verga dentro mío eran irresistibles.

_Señor Luis voy a demostrarle que soy una amazona muy buena, merecedora de su polla.

Agarre con mis manos su tronco e introduje la punta del glande dentro mío, era tanta la lubricación de mi concha que el mismo se deslizo por completo, hasta quedar solamente sus huevos fuera.

Comencé a moverme de arriba hacia abajo, tragando, devorando su polla, el no se quedo atrás y con bastante ritmo me la metía por completo para después sacarla casi en su totalidad, sentía sus huevos golpear en mis nalgas.

Estaba disfrutando a pleno, Luis sabía coger muy bien, con movimientos circulares su pija estaba haciendo estremecer mi conchita, que hervía de placer.

A un costado Hugo se masturbaba sin perder detalle de la situación.

Lo mire como invitándolo a unirse a nosotros.

_Venga señor Hugo, no se me ponga celoso que para usted también hay.

Sin parar un instante de moverme agarre la tranca de Hugo y me lo metí lentamente en la boca, pasando mi lengua por el glande y por su diámetro, y comencé a mover lenta y rítmicamente su prepucio hacia adelante y hacia atrás, sintiéndolo crecer todavía mas en mi boca, Hugo comenzó a gemir y eso me excitó más todavía, noté cómo él cerraba los puños, cogiéndome entre sus dedos mechones de pelo, y supe que le estaba gustando, así que lo hice más rápido... pero paré pronto, porque deseaba descubrir los entresijos de aquel pene, recorrer hasta su último rinconcito con mis labios.

Agarro mi cabeza desde la nuca y comenzó a meterme su pija en la boca en forma violenta, literalmente me estaba cogiendo por la boca, si que estaba excitado.

Luis no mermaba su ritmo y con sus manos abrían mis cachetes, luego introdujo uno de sus dedos en mi apetecible culo.

Se sentía muy bien su dedo explorando mi apretado orificio, se sentiría mucho mejor con una verga dentro.

La idea paso como una ráfaga por mi pervertida mente, una pija estaba dándome un placer indescriptible, que se sentiría tener otra pija en mi interior, de seguro doble placer.

De solo pensarlo, sentí como un terrible orgasmo invadía mi cuerpo, mis jugos empaparon la tranca de Luis que no paraba con sus embestidas.

Sin lugar a dudas ya estaba decidida, tenía que probar dos pijas dentro de mí.

El estudio era solo gemidos, de los tres, este estudio que de seguro se firmaron varios contratos cuando aun vivía mi marido, estaba yo debatiéndome con dos pollas, y estaba saliendo airosa, me estaba convirtiendo en la mejor puta del estado.

Pare de chupar la pija de Hugo y lo mire directamente a los ojos.

No dije una sola palabra, pero mi mirada, pedía a gritos que el metiera su pija en mi culo.

Se ubico tras de mi deleitándose con mis movimientos de puta en celo, literalmente era yo la que me cogía aquella pija.

_Laurita estas tan caliente, y al ver tu hermoso culito mi pija da brincos de alegría, al fin voy a probarte.

Estaba fuera de si, la poca cordura que me quedaba se había esfumado, entonces le implore.

_Vamos cabrón!!!!!, métemela de una vez que mi cola esta ansiosa, vamos sin recelos, meta su verga en mi predispuesto culo.

Y entonces él me penetró suavemente. Su capullo empezó a abrir el agujero poco a poco, siguiendo unos movimientos basados en enculadas muy suaves. Cuando él progresaba yo me retiraba, de manera que pronto comprendió que era yo quien mandaba y quien organizaba la penetración. En unos pocos movimientos, había introducido su capullo dentro de mi culo y superada la resistencia inicial, de manera que con un poco más, me encontré con toda su polla dentro sin haber sentido dolor ninguno.

Era la primera vez en que me invadían dos hombres a la vez, y con el meneo rítmico, me vino un segundo orgasmo. Mi culo estaba al rojo vivo, creía que me iba a estallar, cada vez aceleraban más el ritmo, Las dos pollas a la vez se movían como dos pistones, y yo me sentía en el paraíso.

_Vamos pequeña mueve tu culo, que te lo estoy reventando, siente como mi tranca llega al fondo, vamos sigue así que te encanta.

Mis gemidos parecían gritos, Hugo metía sin piedad su pija, se paraba en punta de pies para meterse mas en mi, sus huevos golpeaban mis nalgas, y la tranca de Luis que nunca paro el ritmo.

_Eso es, malditos, cójanme, no paren muévanse dentro mio, quiero sentirlos moviéndose dentro mio!!!!

La tranca que tenia enterrada en el culo, de pronto paro de moverse lo que me hacia presumir que Hugo estaba pronto a correrse, esa pija tiesa y dura quedo inmóvil dentro mio, sentí como latía como con vida propia, y en cada latido descargaba un chorro de tibio esperma en mi interior, si que era abundante, de esa forma quedo besando mi espalda, balbuceando frases que no entendía.

Luis no pudo resistir mucho tampoco, acelero el ritmo de mete y saca, y en forma abrupta se aparto de mi, y coloco su pene empapado de mis jugos vaginales cerca de mi cara.

_Laurita quiero que te metas mi pija en tu boca, quiero descargarme allí, por favor que no aguanto mas!!!!

La trague golosamente, y casi al instante borbotones de esperma llenaron mi boca, que de pequeña que es, dejaba escapar leche por los costados.

Quedaron los dos recostados al lado mío, sumamente fatigados, después de tamaña experiencia, cuando pudieron reponerse se cambiaron en forma presurosa.

Comentaron que se les hacia tarde para otra reunión de negocios, y que se iban totalmente satisfechos, por lo concretado esa tarde.

Los acompañe hasta la puerta, y los bese en los labios, agradecida por todo lo recibido. Después de todo resulto bastante bien para ser una principiante en los temas de acuerdos empresariales.

Esa es la historia de Laurita una chica que afronto sola los embates de la vida, resolviendo con valentía cuando las cosas se ponían difíciles, como lo demostró aquella tarde.

(9,83)