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Infidelidad con mi cuñado camionero

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Bueno, empezaré dejando una breve descripción. Soy una mujer de 48 años casada hace 25 con Eduardo de 51 y tenemos 2 hijos, Miguel de 23 y Sofía de 18. Yo soy una mujer muy familiar y me gustan las reuniones donde se pueda bailar, comer y beber pero todo en su debida medida, aunque cuando me tomo algo de más suelo ser un poco pícara con mi marido y me caliento bastante. No me considero una modelo, pero tengo un buen cuerpo, no soy ni muy pasada de kilos ni muy delgada, estoy en un punto en el que me siento bien, mido 1.75, test blanca y cabello negro, unos senos de tamaño considerable que son los preferidos de Edu, unas piernas bonitas y un trasero con algo de exceso pero que a mi esposo le encanta, más cuando uso tanga. Tengo 4 hermanas una de ellas Belén de 43 años, ella está casada con José Luis de 45 y tienen un hijo llamado Carlos, José Luis trabaja manejando tractocamión llevando todo tipo de carga legal por toda Colombia por lo que pasa días y días sin ver a su familia. Se ha sabido que los camioneros son bastante mujeriegos y dejan aventuras y hasta enamoradas por los lugares donde van aunque no duran más de 3 días en dichas ciudades o pueblos y esa no era la excepción con José Luis, pues con mi hermana ya han tenido episodios de crisis matrimonial ya que en algunos viajes él no se reporta ni contesta su teléfono móvil durante días y eso a Belén la pone de mal genio.

Yo ya había experimentado en algunas ocasiones pasadas lo lanzado y descarado que era José Luis pues a veces me decía cosas que se pasaban de su lugar como cuñado y eso me incomodaba a veces porque lo hacía en momentos donde estaba toda la familia reunida incluyendo su esposa y mi marido, me decía cosas como: a veces quisiera estar soltero para poderte invitar a salir o a bailar, además cuando en dichas reuniones familiares iniciábamos bailes él siempre me sacaba a bailar y me apretaba más de lo normal, cosa que me incomodaba pero porque lo hacía delante de mi hermana, pero por otro lado muy dentro mi me generaba un poco de curiosidad saber que se sentiría darle luz verde a José Luis y de pronto ser poseída por aquel cuñado mujeriego, pero inmediatamente caía en cuenta de que estaba casada con un hombre maravilloso y teníamos dos hermosos hijos y esos pensamientos desaparecían.

Después de un año arduo donde todos trabajamos para nuestro bienestar y calidad de vida llegó diciembre, un mes que en Colombia le cambia el ánimo para bien a todos, pues es donde más encuentros familiares hacemos para algún asado, algún paseo etc. En este mes a José Luis le dieron varios días de descanso y con Belén programaron un asado pues José Luis decía que le hacía falta la familia y por su trabajo se perdió de varias fiestas, entonces quería aprovechar sus vacaciones para disfrutar de todos juntos, ese día yo me vestí pensando en hacer el amor con Edu luego de llegar del asado y me puse un hilo dental color rosa, con un brasier del mismo color, una blusa oficinera blanca que dejaba ver un poco el color del brasier, una falda oficinera también ajustada que pronunciaba mi trasero y me llegada casi hasta las rodillas, tacones y mi cabello recogido con una pinza, Edu me vio y se hizo detrás mío para cogerme las tetas y manosearme, me besó el cuello y me dio una nalgada, me dejó con ganas de follar pues ya estábamos sobre la hora para ir al asado. Al llegar mi hermana Belén y José Luis estaban en la puerta de entrada saludando a quienes llegaban, nos acercamos y los saludamos de beso y abrazo...

José Luis: Hola Nora bienvenida, estas preciosa.

Yo: muchas gracias José, hace más de un año que no hablamos, gracias por la invitación

José Luis: si quieres ahora nos tomamos un trago y te cuento de mi vida en este tiempo.

Entramos a la casa y nos dirigimos hacia el deck para saludar a mis padres y demás familiares y así se fue llenando la casa de invitados y empezó formalmente el asado con comida y licor por doquier, por su parte José Luis pasaba por todas partes charlando con todos brindando y riendo pero noté que de vez en cuando me miraba y me reparaba de pies a cabeza y eso lejos de molestarme me generaba de nuevo la curiosidad aquella, hasta que en una ocasión era yo la que lo miraba y él me sorprendió y me tocó mirar hacia otro lado, mi marido estaba distraído charlando con los demás y yo me dirigí a la cocina a buscar hielo para el whisky, lo saqué del refrigerador y me agaché un poco para buscar más vasos, de repente me percaté que José Luis entraba también a la cocina y se quedó mirándome el trasero...

José Luis: uy!! Cuñada que buena vista

Yo: jaja tú y tus ocurrencias, cuanto tiempo llevas ahí mirándome no más

José Luis: el suficiente Norita, el suficiente como para darme cuenta que cada vez estás mejor

Yo: pues gracias... y dime, como has estado, que has hecho, como va tu trabajo

José Luis: todo lo mismo cuñada, mucho trabajo, de ciudad en ciudad de pueblo en pueblo haciendo lo mismo pero me pagan bien así que no me puedo quejar.

Yo: entonces brindemos por tu trabajo y por tu invitación, todo está muy bueno.

José Luis: bueno? buena tú, estás muy bien Nora, que cuñada tengo, eres una mujer de admirar porque te cuidas muy bien y eres trabajadora y de carácter, eso hace a una mujer muy atractiva, me gustaría bailar algo contigo enseguida, además, te estado observando y te descubrí mirándome, jaja no sé por qué me estabas mirando, tan feo estoy?

Yo: jajaja no, si tú estás bien, no se te nota la carga de trabajo, se te nota fresco, te estaba mirando por eso y claro que podemos bailar más adelante.

José Luis: segura que solo me mirabas por eso? yo por ejemplo me podría quedar mirándote toda la noche y no precisamente tu rostro, tu cuerpo en general para ser discreto.

José Luis comenzaba a lanzar sus piropos y eso me agradaba no sé por qué, será su forma de hacerme saber que quería que algo pasara entre nosotros, su atrevimiento, no sé, pero me gustaba además el whisky me tenía un poco desinhibida y quise ir un poco más allá así que le seguí el juego...

Yo: ok y que tal si dejas la discreción de lado y me dices que piensas cuando me miras.

José Luis: que es una da lástima que mi mujer sea tu hermana, porque de no serlo creo que desde tiempo atrás te habría invitado a salir o a algún viaje conmigo, sin importar si estoy casado o si tú lo estás, te habría invitado a salir, a bailar, a divertirnos así sea solo por una noche.

Eso me sorprendió pero me gustó aún más porque a José Luis se le notaban sus ganas de hacerme suya aunque fuera por una noche y mi curiosidad de saber qué pasaría si dejo que eso suceda fue creciendo, ya no consideraba el estar casada y tener familia, esa curiosidad era más fuerte. Caminé hacia la salida de la cocina pero para ello tenía que pasar por el lado de José Luis y al tenerlo de frente le propuse brindar por su sinceridad, él aceptó y una de sus manos se posó en mi cintura y con descaro clavó su mirada en mi escote que dejaba ver parte de mi brasier...

José Luis: esa blusa te queda muy bien Norita, y el rosado del brasier te combina con el color de piel.

Yo: te gusta? me lo puse para Eduardo, pero ya no sé si sea solo para él.

Nos miramos y su mano terminó de rodear por completo mi cintura para halarme hacia él y nos besamos, me abracé a su cuello como si fuera su mujer mientras sus manos se apoderaban de mi trasero y me lo apretaba con una intensidad tremenda, nuestras lenguas jugaban, yo era un poco más alta que él y me encantaba la sensación de que mis tetas se abultaran contra su pecho...

José Luis: estas muy buena Nora, tu culo, tus piernas, tus tetas se ven hermosas a través de esa blusa, apuesto a que cuando te estabas vistiendo en parte pensaste en que a mí también me gustara, verdad? dime que es así mamacita.

Yo: si mi amor, quieres ser el primero en quitarme la ropa? desde que llegamos tenía curiosidad de saber que se siente follar contigo.

José Luis: ya lo sentirás mi amor, yo también me muero por echarme un polvo contigo.

Sus besos fueron bajando hasta mi escote y hábilmente sin abrir mucho mi blusa sacó uno de mis pechos y comenzó a chupármelo delicioso, se metía lo que podía en la boca y yo se lo ofrecía para que lo disfrutara, igual yo disfrutaba también...

Yo: mmmm aaajjjj dale mi amor, chupa chupa bebé, cómete mis tetas, esta blusa escotada me la puse pensando en ti José Luis.

De repente sentimos que alguien venía a la cocina y rápidamente nos recompusimos, yo simulé estar buscando algo y José simulaba estar sirviendo hielo en varios vasos, era mi hijo Miguel que a propósito no quiere a José Luis porque al parecer ha notado desde hace tiempo comportamientos extraños de mi cuñado hacia mí, entonces demuestra celos y por ello es poco cortés con José Luis, si mi hijo supiera que sus sospechas se acababan de hacer realidad...

Yo: hola hijo que necesitas.

Miguel: vine a buscarte, vi que venías para la cocina y te estabas demorando en volver, que pasa? por qué la demora?

Me quedé sin saber que decir, pero José Luis intervino y le quiso aclarar que el hielo estaba muy escondido en el refrigerador y tuvimos que sacar todo lo que había para poder conseguirlo pero Miguel se dio vuelta y dejó a José hablando solo y mientras se retiraba me dijo que saliera hacia el deck, que Eduardo me estaba buscando. Yo salí de la cocina con el corazón a mil y me terminé de recomponer la blusa, además el brasier me había quedado algo descuadrado, pero al salir José Luis me dio una nalgada...

José Luis: esto sí que me gusta más, tu hijo sospecha de nosotros, eso le pone más morbo a esto, esto no se queda así norita, vas a ser mía así tu hijo te vigile ya encontraré la manera de comerte entera, serás mía, no lo olvides. Terminé de salir de la cocina y aunque estaba algo asustada sonreí porque sabía que le facilitaría la tarea a José Luis porque yo ya quería ser su puta, quería que él me follara, no había vuelta atrás... Continuará.

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