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Comidas familiares

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A todos les doy la bienvenida, así como espero que tengan la mejor, aquellos que leen este escrito con ese firme propósito.

Es el primer relato que escribo, después de mucho leer en esta y otras páginas, los incontables relatos de ésta y otras variadas temáticas. Sinceramente, les deseo pasen un agradable rato con el que puedan disfrutar este efímero tiempo prestado que se llama vida.

La historia es ficticia, aunque a muchos nos gustaría vivir una vida como la que a continuación relataré. Más allá de ser predominantemente de amor filial, abarca muchas más categorías, que cada quien elija la comida de su preferencia, pues si es de su agrado continuaré indefinidamente mientras exista un lector a quien agraden mis letras. Por el momento pienso escribir dos relatos en varias entregas, cada uno compilará algunas historias cortas sobre los mismos personajes y en diferentes tiempos.

Tras la pequeña introducción:

Prólogo.

Me llamo Esteban, con 18 años cumplidos y proveedor económico de la casa. Vivo junto a mi Madre Remedios, una mujer de 35 años, ni gorda ni flaca, apenas con un pequeño abultamiento; unos enormes pechos con areolas rosadas, casi tirando a rojizas; unas nalgas firmes, pero suaves, inabarcables con las manos; su panocha es simplemente hermosa, sus abultados labios mayores dejan sobresalir uno elásticos y largos labios menores, sin embargo, casi no pueden verse si no se abre uno paso entre su selvática jungla de vello púbico, es una de mis partes preferidas de su cuerpo, no le dejo que se lo afeite, al igual que el vello de sus axilas. Sé que a muchos hombres y mujeres no les gusta una mujer de tal estética peluda, pero a mí y a las muchas otras personas que sí, mi mami es un bálsamo lujurioso en este desierto depilatorio, aunque para ser franco, no la dejo que se deje crecer el vello de las piernas, eso sí no.

Por otra parte, también viven con nosotros mis hermanas mellizas, Sandra y Roxana, ellas son las mayores por un año, pero para ser fieles a la realidad, a ellas lo suyo es vivir de gratis, y no es que sean flojas, pero son muy caseras. Preguntarán la razón de ello. Aun cuando son muy hermosas, su autoestima se ve vulnerada en la vía pública, y es que cuando ellas nacieron, estaban pegadas por el tórax, cada una tiene sus órganos independientes de la otra, pero en el tiempo en que nacieron, mis padres no trabajaban de manera formal por lo que no podían acceder a la seguridad social y unos meses antes de nacer yo, mi padre sufrió un accidente de trabajo del que no pudo recuperarse. Ellas al igual que mi madre tienen atributos de escándalo y a pesar de su estado corporal, tienen unos pechos incluso más grandes que los de nuestra progenitora, sus aureolas son de un rosa muy intenso. Lo malo de ellas a mi juicio, es que a diferencia de mi mami, ellas detestan el más mínimo vello corporal. Algún día, espero hacerlas cambiar de parecer.

Desayuno del mediodía.

Hoy me levanto ya algo tarde, veo el reloj de la habitación y me doy cuenta de que es mediodía del sábado, la noche anterior fue muy álgida. Me dirijo al baño a orinar completamente desnudo. Tras darme una ducha rápida, bajo a la cocina y veo a mi familia reunida y sentada a la mesa.

-¿cómo están mi hermosas mujeres?

Las tres desnudas completamente y recién aseadas, sentadas a la mesa y con casi todo servido.

-Hambrientas, te estábamos esperando.

-Perdona mami, estaba tomando un baño. ¿Listas, de quien es el turno?

-Pues de Roxy, como te la pasas toda la semana ocupado en la tienda, ni llevas la cuenta de los turnos. Mírala, pobrecita, la tienes olvidada desde hace cuatro días.

-Más bien, dirás que son un par de aprovechadas, si ya saben, por qué no me dicen, como saben que no dice nada le quitan el turno.

-Ya hijo, no nos regañes y atiéndela.

Roxana asió mi pija y se la llevó a los labios, pasándolos por ellos como si de un lápiz labial se tratare, besó mi glande lentamente, viéndome a los ojos con los suyos vidriosos y mirada suplicante. Sacó la lengua apenas un poco para poder saborearme el meato con la punta de sus papilas, y extraer mi líquido preseminal llevárselo al interior de su gruta lingual apenas abierta. Esa técnica era increíble, sólo ella puede hacer ese tipo de cosas. Saboreó y volvió al ataque, con toda la extensión de su miembro bucal, lamió desde el frenillo hasta la base de mi pene y regresó pero no se detuvo hasta llegar a la base de mis bolas. Se relamió sus labios e intempestivamente se metió mis 17 cm en su boca, succionando como si fuera un popote (pajilla), al menos tardó unos cinco minutos en lo mismo, para después sacársela y lamerla en toda su extensión y caras de mi cipote, una vez saciada, inició un frenético mete y saca al principio y cambiando la velocidad, de rápido a despacio, a veces extremando las velocidades exageradamente.

Ya estaba a punto de venirme, pero el placer era inmenso para poder hablar, me tensé y Roxy lo sintió, cogió el tupperware y me ordeñó manualmente en la mesa. Las mellizas se levantaron, las tetas enormes, pero firmes se bambolearon levemente y Rox sin soltarme de la polla me la acercó a su rajita babosita y caliente.

-Creí que no terminarían nunca.

-Calma mami, a mi hermanito se le tiene que tratar así para que entregue una carga abundante y fresca.

-Tienes razón cariño, ahora lo necesitamos más que nunca. ¿Verdad Sandra?

-Bueno, sólo ella se puede dar esos lujos, es la única que no carga nada.

-Te equivocas hermana, desde hace un mes que estamos parejas, apenas me di cuenta.

-¿Pero cómo?

-Una mañana estabas semi dormida, casi te tuve que llevar cargando al baño, ibas con los ojos a medio abrir y por eso no te diste cuenta que agarré una de las pruebas de embarazo.

-Felicidades mi niña hermosa.

-Sí hermana, ya tenías que alcanzarnos.

-Mamá se levantó y las abrazó.

Se volvieron a sentar, menos mamá, quien me ayudó lingualmente con mi amigo y una vez repuesto se sentó sobre mí, alojando a mi tubo en su cueva maternal.

Iniciamos el desayuno, el vientre de cinco meses de mamá ya empezaba a sentirse, pero estaba preciosa mientras untaba una parte de su concha (pan dulce mexicano) en el tupper con mi semen s modo de mermelada y luego lo remoja en el vaso de leche, para llevárselo a la boca y degustarlo. Mientras se deleitaba con su sabor, sus músculos vaginales parecían querer exprimir a mi miembro por lo mucho que su chocha se contraía.

Siempre han sido así todas las comidas del día, a excepción de que sólo el fin de semana lo hacemos totalmente desnudos y le agrega lo especial a esos días, pero en general, sólo verlas comer es motivo de una acabada espontanea. Sandri y Roxy comen churros de azúcar untados en lefa filial, mientras que se desatoran el pan con leche fortificada con proteína espermática extraída días anteriores. Cada tanto Sandri aprovecha los juguitos de Roxyy con el mismo churro cubierto de lefa, cubriéndolo de saladitas babitas femeninas, lamiendo y chupando el pan antes de terminar de morderlo.

Mami se termina su concha dulce e inicia con algo de granola y yoghurt con lactobacilos y espermas amorosos de su hijo, mastica y traga, mojando su garganta y más su concha llena de carne bañada en sus jugos maternos.

En tanto que intento no venirme, mientras saboreo mi pastel de tres jugos filiales, envinado en rompope y los fluidos de mis hermanitas y mami (receta de familia). Su vagina caliente y resbalosa me envuelve, en tanto sus labios menores mojan mis testículos por lo largos que son.

Termino mis huevos con tocino, en tanto que mi madre y hermanas finalizan de limpiar lingualmente los platos y utensilios de todo rastro espermático. Mamá se levanta con mi ayuda de su asiento especial, escurriendo un río de semillas de hijo. Lástima, la vacante ha sido tomada.

Fue un desayuno tranquilo, los únicos que iniciaron el día trabajando, fueron los músculos vaginales de mami, pero están acostumbrados y lo mejor es que se les paga a manguerasos.

Lavamos los platos y vamos a digerir a la sala, vemos la tv, mientras que mis panzonas Sandri y mami se recrean con las notas de los famosos, yo me ocupo de tomar mi bebida de la tarde, una cremita venida de las paredes vaginales de Roxy, casi parece semen, pero es puramente femenino, termino enjuagándome con un añejo y ambarino licor de vejiga.

Esperen a ver que hay para comer, de seguro será una comida familiar muy entusiasta.

Creo que no desarrollé bien la trama, pero lo publicaré esperando que amables lectores opinen como mejorarlo de acuerdo a sus gustos personales, pero respetando el curso de la historia. Posteriormente republicaré el relato mejorado. Por favor, si les gustó algo, valórenlo, gracias.

Si alguna mujer gustó del relato o parte del relato, sobre todo si es madre y tiene incesto con su(s) hijo(s) o le gustaría tenerlo pero no se atreve, me gustaría saber si se atreverían a realizar algo de lo que relato o si lo han hecho, cómo fue, no importa si es breve.

(8,21)