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La culpa la tuvo el alcohol y la necesidad de ambos (2)

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Ahora habían cambiado los roles en la cama, era Silvia quién movía y frotaba su culazo en mi durísima verga mientras yo disfrutaba de ello , creo que había despertado todo ese libido acumulado de tanto tiempo dormido en ella, y estaba reaccionando como si fuera una lámpara de tanto sobarla ahora dejaba salir al genio de la excitación completamente.

Algunos gemidos muy despacio salieron de sus labios que apenas eran escuchados por mí, la fuerza con que tiraba su trasero hacía mi verga me estaba provocando algo de dolor lo único que impide que nuestros sexos se unieran era su calzón de seda rojo y había que hacer algo al respecto.

Bajó mi mano entre sus piernas y había humedad en su calzón ahora si no quedaba duda de lo arrecha que estaba Silvia, con los dedos hice a un lado su calzón para que ahora pueda entrar la cabeza de mi pinga con lo bien que estaba lubricada no fue nada difícil y el glande llegó a la entrada de su vagina sólo fue necesario que ella diera un empujón para atrás y entró todito.

- ¡Ahh...! (fue lo único que escuché por parte de ella)

Cuando sintió mi verga invadir su rica y jugosa chucha, estaba totalmente poseída por el libido que experimentaba después de mucho tiempo era cogida por un hombre, los gemidos de la tía Silvia ya eran más seguido y fuertes pero no me preocupa porque el volumen de la música en la fiesta también era muy fuerte.

- ¡Ayyy ayyyy ayyyy!

Ya no tengo miedo de su reacción o lo que me diga si abría los ojos y descubre quién era el que se la estaba tirando, así que rápido le quitó su calzón y también hago lo mismo botando lejos el bóxer puse debajo de su abdomen una almohada para mejorar y continuar con la penetración.

Con mi mano dirijo la verga a la entrada de su caliente y mojada chucha y de un sólo empujón se lo metí, aunque parezca increíble aún estaba apretadito las paredes vaginales debía ser por el tiempo que estaba sin ser penetrada…

Apoyo mi cuerpo sobre ella besando su cuello y oreja al mismo tiempo que metía y sacaba mi pinga de su vagina, lo que al comienzo había pensado sólo en sobar y sobar mi pinga en sus nalgotas de la tía de mi madre ahora no podía creer que me la estaba tirando bien rico en mi cama a unos metros de mis padres eso lo hacía más emocionante.

Lo que estaba sucediendo no era culpa de ella ni mía, quien los mandó a meter en una misma cama a una mujer de 52 años borracha y que tiempo no cachaba con un muchacho que estaba con las hormonas bien alborotadas y paraba siempre con la pinga bien dura, ambos necesitamos hace tiempo ya desfogar por completo el libido acumulado.

-¡Graciaaas qué ricooo... así así... metemelooo todooo ahhh ahhh!

Yo como buen sobrino la complacía a Silvia y dando fuertes embestidas en sus nalgotas y el mete y saca se hizo más rápido pero cuando sentía que estaba por eyacular bajaba o detenía la penetración quería extender lo máximo ese momento.

-¡Ayyy ufff Nooo te detengaaas siguee... así así quee ricooo!

Ahora la levanto un poco más de la almohada y pongo otra, ahora la tenía en posición perrito que rico bien sujeta por mis manos de sus anchas caderas comiendo a cabalgar sobre ella nuestros sexos estaban bien lubricados y listos para al final desfogar el placer acumulado tanto tiempo

- ¡Agggg meee vengooo... aggg!

- ¡Yooo tambieeen... ayyyy... qué ricooo!

Casi simultáneamente llegamos a explotar de placer cuando llegó el orgasmo nuestros cuerpos cayeron agitados y sudados sobre la cama la respiración en los dos de a pocos se iba normalizando en ese momento solo se me ocurrió cubrirla con la sabana al igual que yo cuando sentí pasos acercase a la puerta de la habitación.

-¡Ves te dije que siguen dormidos mujer... Vamos a seguir bailando mi amor!

Eran mis padres que en la oscuridad de la habitación sólo abrieron por un momento la puerta y dieron un vistazo y se fueron a seguir celebrando su aniversario mientras yo les daba las gracias por haber traído a la tía Silvia a mi cama pero aún tenía planes con ella.

(Continuará...)

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