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Danna y el desconocido

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Danna no daba crédito a lo que sus ojos miraban, su hombre, su macho, se encontraba en brazos de otra, una señora madura, una escena bizarra digna de una película porno el veinteañero en brazos de esa fulana que tenía la edad suficiente para ser su madre, ella se encontraba arrodillada dejando sus pechos caídos al aire, él estaba parado con los ojos cerrados mientras disfrutaba de la felación que la mayor le ofrecía. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y estas a su vez corrían sin control por sus mejillas, se quedó parada sin poder moverse, sollozos traicioneros escapaban de su garganta, la primera en darse cuenta de su presencia fue ella la señora que tan ocupada estaba succionando ese trozo de carne que alguna vez fuera de ella. La miraba fijamente, el aludido bajo la vista y siguió la mirada de su amante, se quedó atónito al contemplar a su novia de pie en el umbral, más blanca que el papel, más inmóvil que una estatua. Se separó de ella y cubrió sus partes nobles.

-no es lo que parece. -balbuceaba él, pero ella no escuchaba, ella se sentía perdida, dolida. Cuando recupero la movilidad, se giró y salió corriendo del lugar.

Por su parte él se vistió dejando a la mayor hablando sola.

-Déjala no vale la pena.

-Lo siento tengo que ir por ella. Te veré al rato si aún quieres.

Fue por ella, sabía que iría directamente a casa así que tomo un taxi para llegar antes.

Danna corría sin rumbo, hasta que casi es atropellada por un carro, se derrumbó en plena calle, y del vehículo bajo un joven de buen ver, asustado la subió junto a él y se la llevó con él. Cuando ella despertó se encontraba acostada en una cama en un lugar desconocido.

Recuerdos de lo que había sucedido llegaron a su mente y se derrumbó a llorar, por su parte el desconocido la consolaba, en algún momento ella se abalanzó hacia él y comenzó a besarlo desenfrenadamente, se quitó la blusa, el sostén y comenzaron un faje muy intenso, en medio de la pasión el saco su miembro y ella lo tomó en sus manos, lo llevo a su boca y comenzó a chupar ese trozo de carne grueso, se deleitaba con su sabor, y gemía con gusto comenzó a despojarse de su falda y de su ropa interior. La humedad escurría por su entrepierna, y aumento el ritmo de sus succiones ocasionando que el desconocido se viniera en su boca.

Al terminar se vistió y salió del lugar, tomo un taxi, y se fue a su casa. Al llegar encontró a su novio en la sala.

Lo hecho hacia unos minutos pasaba por su mente y antes de que el pudiera decir nada se abalanzo por el en un violento frenesí sexual, rasgo su camisa y comenzó morderlo y chupetearlo, por el cuello, hombros, torso.

Abrió la bragueta y saco el erecto miembro de su novio lo chupo, lo succionó y lo tiro al sofá, hizo a un lado su braga y se montó en esa verga erecta que pedía a gritos ser succionada por su vagina, la cabalgó furiosamente hasta que se chorreo dentro de ella y ella se vino mojando las piernas del sujeto.

Se paró se acomodó y lo saco de su casa.

Así fue como ella renació.

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