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En brazos de mi ex suegro

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Cuando llegué de Mendoza, al aeroparque de Buenos aires estaba con el ánimo un tanto decaído, había tenido sexo con Leonardo a más no poder y ahora volvía a la rutina.

Estuve en el aeropuerto esperando mi valija cuando alguien al pasar me piropeó en forma un tanto soez diciendo:

“Chiquita quisiera ser el almíbar de tus duraznos”

Yo lo miré y él se encontró con su novia o señora y todo no paso de ese piropo, pero sirvió para levantarme el ánimo, en ese momento tomé mi valija, caminé con ella y al salir al hall de recepción me cruce con un señor muy apuesto diciendo:

“Preciosa camina por la sombra que el sol derrite los bombones”

Llegar y que te reciban así en pocos metros, levantan el ánimo de cualquier mujer y al traspasar la puerta de embarque y caminar unos metros escuché una voz llamándome por mi nombre, me di vuelta y vi a mi ex suegro:

Nos saludamos con un beso en la mejilla y dije:

C- Que haces acá

E- Traje a la bruja (mi ex suegra) que se va un par de días a ver a su hermana

Eduardo mi ex suegro era mi defensor delante de mi suegra, no sólo me defendió sino que fue mi apoyo dentro de esa relación; fue quien siempre me apoyo, así que mi comentario no molestó para nada, es más ambos nos reímos cuando dije:

C- Ay para que gastaste en el pasaje, la hubieses mandado en la escoba.

Se rio y dijo:

E- No quiso ir porque no le andaba el GPS… Vas para tu casa?

C- Si

E- Bueno vamos que te llevo

Yo siempre me llevé muy bien con él, y congeniábamos en la manera de pensar, es más nunca entendí como pudo casarse con ella, eran como el agua y el aceite.

Estaba bastante sexy, si bien con la compañía de mi suegro, los piropos se acallaron pero no las miradas masculinas las que me cruzaban parecían desnudarme, llevaba mi cabello negro y suelto, maquillados mis párpados y un rouge en mi labio de color rojo y aros tipo argolla de color blanco, una remera sin mangas ajustada de color blanco que resaltaban mis senos redondos, una torera muy corta de jean, y unos pantalones de jean elastizados, sin bolsillo y súper ajustados que marcaban mis nalgas dándole un redondez impresionantes a mi cola y unos zapatos abiertos negros y alto con plataforma de corcho.

A llegar a casa, invité a mi ex suegro a almorzar y dijo que no porque en una hora tenía una reunión en su trabajo, pero que si seguía en pie la invitación para la cena si aceptaba, por supuesto dije que si

Al despedirnos su beso en la mejilla me turbó, sentí que estremeció mis fibras nunca un beso suyo me sacudió así, pensé que todo era un fantasía mía y que por los días vividos con Leonardo estaba así… digamos… sensible.

En casa ese día me dedique a las tareas del hogar, a la limpieza de la casa y a preparar la cena, hacia demasiado calor ese día, así que preparé pollo frio con ensalada mixta y ensalada de manzana, compre helado para el postre.

Eduardo llego a eso de las 20 hs., mi suegro es bastante apuesto y atractivo, mide 1,82 m., 57 años, cabello entrecano con castaño, lacio y suelto, fachero, buen cuerpo, con una muy pequeña pancita y musculoso, llevaba un pantalón de lino celeste y una remera blanca que insinuaba sus pectorales, nos saludamos con un beso y note que su mirada se dirigió a mí.

Yo tenía mi cabello lacio (planchado), ojos apenas maquillados, mis labios con un rouge rojo suave, remera azul marino, con casi nada de escote y sin mangas , con breteles tomados por detrás de mi cuello algo ajustada que si bien no mostraban nada, insinuaban bastante y que tenía media espalda al descubierto, una pollera corta de fondo blanco con un estampado multicolor simulando flores y hojas, donde predominaba el color verde en varias tonalidades, mi pollera unos 10 cm por encima de mis rodillas y zapatos abiertos con plataforma de color hueso, esa pollera la estrenaba ese día.

Nos sentamos en el sofá del living y charlamos un poco y nos sentamos a la mesa a eso de las 21 hs., cenamos, charlamos entretenidamente, preguntó cuándo volvía su nieto. Como era viernes y él no trabajaba pasamos a la sala de estar, encendimos la TV pero en realidad no vimos nada nos dedicamos más a charlar, hablamos mucho de mi vida, de la suya, ya que hacía unos 3 meses que no nos veíamos.

En un momento de la charla note que mi pollera apenas tapaba mis piernas y a Eduardo mirándolas, me sentí un tanto incómoda, tomé mi falda e intente bajarla, pero duraba poco en esa posición, la tela de mi pollera rápidamente volvía a exhibir mis piernas. No sabía porque me sentía así, si fuimos juntos de vacaciones varias veces así que me vio con menos ropa, ya que mis bikinis eran bastante pequeñas.

En un momento de la charla se tocó el tema de mi matrimonio con su hijo, me preguntó si estaba saliendo con alguien, le dije que no, pero me sonrojé porque me sentí incómoda con la pregunta y entonces surgió este diálogo

E- Porque te pones colorada

C- No se… porque… me tomó de sorpresa

E- Bueno pero no me respondiste

C- No… no estoy saliendo con nadie

Yo respondía sus preguntas tartamudeando un poco con evidencias de nerviosismo

E- No te pongas así al fin y al cabo fue mi hijo fue el que te dejó, hoy en día sigo sin entenderlo como pudo cambiarte por otra, sos muy hermosa, dulce e inteligente y una mujer casi perfecta…

Mi incomodidad llegó al límite me levanté dispuesta a no seguir con esa charla y dije:

C- Voy a preparar café

Llegué a la cocina un tanto sobresaltada y nerviosa, encendí la cocina para preparar café, Eduardo llegó detrás de mí, cerró la llave del gas diciendo:

E- El café mejor lo tomamos después.

Y casi al mismo tiempo tomó con ambas manos mi cintura y dijo:

E- Siempre soñé vivir esta situación, siempre te desee, estoy enamorado de vos desde el primer día que nos vimos y que fue creciendo en el tiempo… sé que no puedo hacer esto pero ya no aguanto más, mi hijo tuvo la posibilidad de tener un hembrón como vos, y yo oculté mis deseos, pero ahora sos libre, y no puedo seguir callando lo que siento por vos, te amo como nunca ame a nadie

No pude reaccionar, jamás había pensado eso, él tomó mi cintura con ambas manos, apoyó su cuerpo contra el mío y siento su miembro vigoroso contra mi cola, y su boca besó mi cuello y mi espalda en la zona descubierta, yo me sentí estremecer, su dulzura al besarme sacudió mis fibras más íntimas, luego giró mi cuerpo yo permanecía inmóvil y callada, estaba sorprendida por la situación y él aprovechó ese momento para depositar sus labios en los míos

Cuando pude reaccionar, intenté impedir su beso, quitármelo de encima, pero sus brazos me sujetaban con fuerza, durante segundos intente impedir sus besos, pero poco a poco mi resistencia se aplacó y él notó que yo ya no ofrecía resistencia, su beso era dulce, tierno, apasionado y me entregué, tomé con mis manos su cintura y empecé a compartir ese beso lo rodeé con mis brazos por el cuello, mientras mis pechos erguidos y duros se pegaban contra el suyo, abrimos la boca y nuestras lenguas se unieron en la profundidad y la pasión de ese beso que duró varios minutos.

Cuando nuestras bocas se separaron dijo:

E- Estar así con vos es lo mejor que me pasó en la vida, estoy enamorado de vos desde el primer momento que te vi, tuve miedo a tu rechazo, pero ahora me siento el hombre más feliz de la tierra, quiero hacerte el amor, quiero saciar en tu cuerpo tantos años de deseo.

Me sedujo esa frase y dije

C- Ahora me tenés… es una locura pero quiero ser tuya

Abrazados y besándonos fuimos a mi habitación, nos abalanzamos sobre la cama y con él encima mío arreciaron los besos y las caricias, y fuimos desnudándonos, él tomó mi senos, los lamió y beso haciéndome vibrar, sentía mis pezones hinchados a punto de estallar de pasión y mi mano acariciando su pene erecto de grandes dimensiones, en ese momento solo tenía puesta una tanguita blanca, Eduardo la bajo mientras besaba y lamia mi vientre, mi cuerpo extasiado se revolcaba en la cama, y luego con su boca besó y lamió mi concha, sus dedos abrieron mis labios vaginales un profundo beso se apoderó de mi vagina, luego ingresó en ella su lengua y comenzó a lamerla y continuó durante dos minutos hasta arrancarle a mi cuerpo un orgasmo interminable, mientras su lengua, me seguía poseyendo, al saborear mis efluvios vaginales

Cuando mi cuerpo se aquieto, tomó su pene con la mano y lo deslizo por mi vagina sin penetrarme, tomó mis piernas y las levanto hacia sus hombros, estaba a merced de Eduardo y deseando ser penetrada por él Vi como su glande se acercaba lentamente a mi conchita y al sentirla en la entrada de mi vagina, un profundo gemido nació de mi boca, mientras decía

C- ahhh!!! Es hermosa, haceme tuya muero por sentirla dentro de mí

E- Estar dentro tuyo es lo que más deseo en el mundo, te imagine de muchas maneras pero no pude imaginarte tan hermosa

Empujo lentamente toda su pene dentro mío y yo me sentía plena… por Dios que grande y gruesa la tenía mi ex suegro!!! Poco a poco fue entrando en mi vagina, hasta dármela toda y empezó a bombear lentamente para luego hacerlo más rápido...

C- Siiii… así por Dios haceme tuya, lléname toda quiero todo tu semen dentro mío

E- Si amor, todo va a ser tuyo, estar así con vos es glorioso… abrite un poco más

Ese momento era infernal, en esa posición me sentía poseída por completo, sus manos se apoderaban de mis tetas, los masajeaba, jugaba con mis pezones, su pene era dueño de mi vagina, ahora mis piernas rodeaban su cintura así podía sentir más su pene dentro mío. Le pedí cambiar de posición.

Atendió mi pedido, me puse en cuatro sobre la cama, él se paró al lado de la cama y volvió a introducir su pene en mi vagina, y enseguida comenzó a bombear dentro mío, me tomó por la cadera y me bombeó más frenéticamente, me sentía en otro mundo, estaba gozando como pocas veces, jamás hubiese imaginado esto, pero mi ex suegro me estaba haciendo su mujer, sentirme poseída por él me daba más placer, mis jugos vaginales lubricaban ese placentero momento

C- Si Edu así… seguime cogiendo… haceme tuya

E- Si Claudia no voy a parar nunca, cogerte es lo mejor que me pasó en la vida

Sentí que ya no podía contener un nuevo orgasmo, y dije;

C- Para… para… voy a tener otro orgasmo pero no quiero que sea ahora

El cumplió mi deseo, me la sacó, me acosté sobre la cama frente a él, abrí mis piernas y dije:

C- Seguí no dejes de cogerme

Crucé mis piernas tomando con ellas su cuerpo, nos besamos durante varios minutos, y dije:

C- ahora quiero yo ser tu jinete

Se acostó en la cama yo abrí mis piernas y me subí sobre él; metí muy despacio su pene dentro mío, al tenerlo así mi boca gimió profundamente, y comencé a cabalgar con deseo y pasión, mis pechos se bamboleaban mientras montaba a ese hombre que jugaba con mis pezones y me pedía

E-"Dale Claudia, seguí así, me estas volviendo loco cogerte es lo máximo

Estar así sobre él fue muy placentero porque era yo la que manejaba los tiempos y al ver su cara de gozo hizo que me calentase más aún, su gemidos, su pasión, me enloquecieron, y comencé a acelerar mi ritmo, subía y bajaba cada vez más excitada, cada tanto me detenía disminuía mi ritmo, recorría con mi vagina su erecto miembro y me detenía para sentirlo muy dentro mío, para luego aumentar mi ritmo, él me tomaba por la cintura, entonces dijo:

E- Voy a acabar en cualquier momento, ya no me puedo contener

C- Aguanta un poquito así lo hacemos juntos

En ese momento su dedo comenzó a acariciar los bordes de mi ano, sentí un enorme placer tanto que me hizo acabar, cuando comencé a sacudirme su pene estalló, y su cálido, semen comenzó a recorrer mis entrañas, me recosté sobre él besé su boca y dijo:

E- Gracias Claudia sos increíble, una diosa, nadie me hizo el amor como vos

C- Yo también lo disfrute

A la mañana, me levanté, fui a la cocina, me serví un café y medité un rato estaba mal por lo que había pasado, en eso andaban mis pensamientos cuando Eduardo apareció me quiso besar y yo giré mi cabeza para darle mi mejilla, me besó y dijo:

E-Te pasa algo

C- Si… lo de anoche fue un terrible error, pero sucedió, nos dejamos llevar por la calentura, lo disfruté pero terminó

E- Porque decís eso

Porque sos el abuelo de mi hijo, porque si se enterase de esto no nos perdonaría nunca y yo no toleraría eso, ni vos ni yo podemos hacerle eso, fue lindo pero nunca debimos permitirlo, así que esto quede como algo que sucedió pero que nunca debe repetirse… creo que lo mejor que podemos hacer es esto y que vos y yo dejemos de vernos por un tiempo… perdóname.

Y eso fue el final de una alocada noche…

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