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Mi primer trabajo gay

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Esto pasó cuando tenía 18. Aún estaba en el cole ya que es hasta los 19 que se sale.

Yo nunca he sido gay, a mí siempre me han gustado las mujeres, pero admito que hay veces en que soñaba con cogerme a un hombre, para probar, y con quien yo soñaba que me cogiera era «Matías» (mi mejor amigo). Era morenito, no muy alto ni muy bajo, tenía una boca que se veía deliciosa; a veces sin querer veía como cuando su pene estaba erecto se marcaba en su pantalón y tenía un buen culo.

Un día el profesor nos puso en parejas para que hiciéramos un trabajo largo, como no terminamos en clase quedamos en que iba a venir a mi casa a terminarlo.

Cuando llegó nos pusimos a jugar play un rato, como a la media hora nos dio hambre y pedimos una pizza, cuando llegó la pizza pusimos una película. Empezamos a ver la película y a comer la pizza, todo iba normal. Como a la mitad de la película ya nos habíamos terminado la pizza. En eso hubo una escena gay, cuando empezó hicimos como si nada, pero yo lo veía con el rabillo del ojo y noté que el también. Durante esa escena no dijimos nada, pero cuando terminó él me dijo:

-oye... ¿Nunca has querido probar algo como eso? -dijo con algo de pena.

Yo me puso todo rojo.

-Si -terminé diciendo con una voz apenas audible. -No soy gay pero me gustaría saber que se siente.

Él se acercó a mí y me empezó a besar tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar. Cuando pude reaccionar lo empecé a besar con más ganas.

Bajé mis manos hasta donde se cruzaba su pantalón con su camisa y se la empecé a quitar mientras él hacía lo mismo. Al terminar de quitarnos las camisas nos acercamos pero no nos volvimos a besar.

-¿Estás seguro de esto? -le dije.

-Shhhh -dijo mientras me volvía a besar.

Continuamos besándonos mientras nos quitábamos los pantalones. Al quitárselos por completo empecé a bajar por su cuerpo desnudo mientas pesaba su piel. Primero besé su cuello, luego baje hasta sus pezones, sus abdominales, hasta que llegué a su vello púbico. He de admitir que siempre he tenido un fetiche con el bello púbico. Comencé a bajar su bóxer con una mano mientras que con la otra acariciaba su bello, lo besaba y lo lamía. Seguí bajando hasta que llegue a su pene, al igual que el mío estaba al máximo. Me sorprendí al ver su pene, estaba lleno de venas y no era muy gordo pero si largo, creo que medía unos, 17, 18 cm. Seguí besando su pelo hasta que desapareció y comencé a besar su tronco. Al llegar a su cabeza saqué mi lengua y empecé a lamer toda su cabeza, metí solo su cabeza en mi boca, estaba deliciosa, se sentía como después de no haber comido por días comieras tu comida favorita. Seguí metiendo su pene cada vez más adentro de mi boca, mientras movía su pene con una de mis manos con la otra seguía acariciando su pelo, tan largo y suave. El agarraba mi cabeza con sus dos manos y seguía el movimiento que yo hacía. Sequé su pene de mi boca y le dije:

-Quiero que me la metas ¡ya! Pero no te vengas adentro quiero comerme toda tu leche.

Me levanté y lo besé mientras me movía para quedar a la par de la cama. Cuando paré de movernos me senté sobre la cama de acosté y abrí mis piernas para darle todo mi culo. Él me agarró por la cintura y me atrajo hacia él. Me empezó a meter su pene por mi culo, yo solté un pequeño gemido de dolor y él paró.

-¡No! -le grité. Mientras que con mi cuerpo me empujé un poco hacia él para meter más su pene.

Él empezó a penetrarme cada vez con más ganas. Ya no me dolía, ahora estaba sintiendo un placer enorme. Comencé a masturbarme mientas él me penetraba.

-álzame como si fuera tu Putita.

Él era fuerte y yo no pesaba mucho, por lo que no le resultó muy difícil alzarme. Me agarré con mis piernas de su culo y con mis manos de sus hombros.

-Ahora eres mi putita -me dijo.

-Ahora soy tu Putita -le conteste entre gemidos.

Ahora era yo el que hacía casi todos los movimientos. Acerqué más mi cuerpo al suyo y lo empecé a besar. Su cuerpo desprendía un calor que hacía olvidar que el frío existía. Mi pene completamente erecto chocaba justamente con su cuerpo en su bello por lo que me excité aún más, no pude aguantar más y me vine. Sentía como mi semen caía en su cuerpo y en el mío. Cuando nuestros cuerpos se separaban sentía como seguían unidos por mi semen, como si fuera el queso de la pizza. Noté que sus manos se empezaban a cansar por lo que me acostó en mi cama. Cuando se preparaba para volver a penetrarme le dije:

-Espera -me puse por completo en la cama y le dije que también se subiera.

Me puse en la famosa posición de “perrito” y él me siguió penetrando.

-Me excita aún más verte en esta posición. Así tu culo es todo mío.

Agarró mi culo con las dos manos tan fuerte que me dolió un poco. Empezó a bajar por mi espalda con sus manos y luego con su cuerpo. Se acercó a mi oído y me susurró.

-Estoy a punto de venirme. Suplicarme que te de mi leche.

-Dame tu... leche, dame... tu leche -le decía mientras gemía como toda una putita.

Él sacó pene de mi culo. Se estaba bajando de la cama y lo imité. Me puse de rodillas frente a él y se lo empecé a chupar otra vez. Al chuparlo por primera vez sentí como tenía un poco de semen ya afuera. No tuve que chupárselo mucho antes de que se viniera. Fue delicioso, sentía como mi boca se llenaba de su semen. Después de disfrutar un rato el sabor de su semen en mi boca me lo tragué. Le seguí chupando la cabeza del pene ya que aún la tenía llena de su delicioso néctar. Al terminar de chupar todo su semen me levante y le di un beso rápido, cuando lo iba a seguir besando él me separó y me dijo:

-Yo también quiero probar tu semen, vi lo mucho que disfrutaba con el mío, no es justo que solo tú lo disfrutes.

Con mis dedos cogí un poco de mi semen que había caído en su cuerpo y lo puse sobre mis labios.

-Eso me gusta -dijo mientras me empezó a besar.

Al terminar el semen de mi boca siguió con el que estaba en mi cuerpo.

Al terminar como aún seguíamos llenos de semen nos metimos al baño juntos. Cuando nos terminamos de quitar el semen de nuestros cuerpos nos quedamos besándonos bajo la ducha. Al salir nos pusimos la ropa y seguimos con el trabajo como si nada hubiera pasado. Cuando se iba a ir me dio un largo beso en la boca y me dijo.

-La próxima yo seré tu putita

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