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Vacaciones de verano con mi tía (Final)

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Todas las noches terminaba cogiendo con mi tía Claudia, faltaba solo unos días para que mi tío regresara y quería disfrutar lo más que pudiera del culazo de mi tía, lo mejor era despertar al lado de ella y darle los buenos días completamente desnudos

Una mañana me desperté con la sorpresa de que no estaba a mi lado y me levante de la cama para ir a buscarla, la encontré en la cocina limpiando la estufa, tenía puesto solamente su bata gris que apenas podía cubrir su tremendo culazo, me quede en silencio observándola y disfrutando del bamboleo de sus nalgas al limpiar la estufa y la mesa.

Con solo verla fue suficiente para que mi verga se volviera a poner dura y me acerque sorprendiéndola por la espalda.

–Buenos días tías –dije abrazándola.

–¿Días? más bien tardes, hasta que por fin despertaste dormilón –respondió besándome -¿quieres algo de desayunar?

–Solo a usted tía –respondí apretando con fuerza sus tetas y arrimando mi verga a sus nalgas

–Espérate Toño déjame terminar de limpiar –dijo gimiendo suavemente –tu tío va a regresar pronto y va a encontrar la casa sucia.

Seguí masajeando sus tetas y culo hasta que mi tía Claudia quito mis manos y me ordeno que me sentara a desayunar, como casi no tenía hambre opte por comer un simple cereal mientras mi tía estaba lavando los platos, aún seguía disfrutando del meneo de su delicioso culazo cuando una cuchara se le cayó y al inclinarse para levantarlo pude ver el ojote de su culazo

Me quede inmóvil era la primera vez que veía con claridad el ojote rosado de mi tía Claudia, me calenté de sobre manera, seguí comiendo pero no podía dejar de pensar en el ojote de mi tía Claudia, me entro una gran curiosidad por saber si alguna vez se había dejado romper su culazo por mi tío y con la confianza que ya teníamos le pregunte sin vacilar

– ¿Tía alguna vez has practicado sexo anal con mi tío?

– ¡Que! ¿Por qué quiere saber eso Toño? –Dijo volteando a verme

–Me entro curiosidad y solo quiero saberlo

–Que sobrino tan curioso –dijo riendo – ¿de verdad quieres saber?

–Si tía, tengo mucha curiosidad por saber

–Si tanto quieres saber la respuesta es sí, hace mucho tiempo antes del accidente de tu tío –respondió acercándose a la mesa y levantando el tazón– pero ya deja de hacer preguntas y vete a duchar que esta noche vamos a ir a una fiesta con unos amigos.

–¿Una fiesta?

–Sí, nos caería bien salir, hemos estado solo encerrados en esa habitación.

Mi tía tenía toda la razón, desde que llegue no había hecho nada más que estar encerrados, llevamos casi 2 semanas encerrados en esta habitación literalmente solo cogiendo y aun que yo no quería salir para seguir gozando con mi tía acepte para darle gusto, me fui a duchar y me vestí semi formal como ella me lo pidió.

Me fui a la sala a esperarla pero tardaba mucho en salir de la habitación, fui a revisar que todo estuviera bien y mi tía Claudia aún seguía con su bata gris probándose varios vestidos en el espejo de su peinador.

-¿No sé cuál usar Toño? –Dijo probándose varios vestidos por encima– ¿Tu qué opinas?

La verdad es que con cualquier cosa que usara mi tía robaba miradas, pero esa noche la vi un poco más vanidosa de lo habitual le dije que la pasada navidad la vi usando un vestido de encaje corto color rojo que me había vuelto loco y que se veía magnifica con ese vestido.

Haciendo caso a mi consejo saco el vestido rojo que tanto me gustaba y me pidió que la esperara en la sala, A la media hora apareció enfundado en el vestido rojo, el escote en V hacían sobresalir sus deliciosas tetas, el encaje resaltaba su magnífico y prominente culazo y lo corto del vestido deslumbraban sus fenomenales piernas torneadas con tacones negros.

– Eres todo una belleza tía –dije boquiabierto –te ves magnifica con ese vestido.

–Muchas gracias Toño –contesto acercándose a mi dándome un beso largo –ya vámonos que se nos hace tarde.

Me dio las llaves del carro y me dijo que esta vez yo condijera, con semejante mujeron a mi lado no me podía concentrar en el volante, coloque mi mano derecha sobre su rodilla y mientras mi tía daba sus últimos retoques a su maquillaje comencé a sobar sus fabulosas piernas tornadas.

–Pon atención en el camino o vamos a chocar –dijo riendo –después de la fiesta me haces lo que quieras pero ahora concéntrate en el camino.

Siendo una de las cosas más difíciles que he hecho me contuve, llegamos a la casa donde sería la fiesta y como un caballero le abrí la puerta y sujetada a mi brazo entramos, como siempre mi tía Claudia robo la mirada de todos, en ese momento me sentía tan orgulloso que semejante calibre de hembra entrara sujetada de mi brazo y ni de hablar de las cosas tan ricas que habíamos hecho.

–Claudia que sorpresa –menciono una mujer acercándose –pero donde estabas mujer, llevo semanas sin saber de ti.

–Perdón Karen, pero me han tenido muy ocupada estas semanas –dijo riendo.

Me presento con su amiga y demás invitados de la fiesta, se juntaron todas las amigas de mi tía y para darle espacio me fui a beber algo a la barra, con mi trago en mano y observándola a la distancia con mi mirada fija en su culazo la imagen de su ojete estaba en mi cabeza.

Me dije a mi mismo que antes de que regresara mi tío tenía que romperle el culazo, la noche pasa sin ninguna novedad a excepto de las decenas de invitados que querían coquetear con mi tía Claudia, pasando las 2 de la madrugada decidimos retirarnos además de que mi tía estaba algo borracha por lo que había bebido, conduje de regreso a casa y mientras mi tía abría la cerradura de la puerta la imagen de su ojete seguía en mi cabeza.

–¿ Que tanto estás pensando Toño? Aunque creo saber qué piensas –dijo sonriendo al abrir la puerta.

–¿ Sabe lo que estoy pensando tía?

–Claro Toño, me has estado mirando así desde que te dije que tu tío me rompió la colita.

En ese momento me abalance sobre ella besando sus labios y cuello, el olor de su perfume era embriagador, le comencé a besar todo su cuello al mismo tiempo que apretaba sus nalgas, mi tía cerró la puerta y empezó a responder a mis besos, tal vez por los efectos del alcohol mi tía Claudia estaba más caliente de lo normal.

–Quiere romperle el culo tía –dije susurrándole al oído.

–No podemos Antonio –respondió gimiendo.

– ¿Por qué no podemos hacerlo? –pregunte subiendo su vestido dejando libre sus nalgas.

–Se lo prometí a tu tío –dijo desabrochando mi pantalón –Que solo el sería el único en tomar mi colita.

–Jamás se va a enterar tía, va hacer nuestro secreto-dije bajando el cierre de su vestido mientras me la comía a besos.

–Está bien Antonio, pero solo por esta y única vez.

La voltee de espaldas y termine de bajar el cierre y de quitarle el vestido rojo quedando solo en tacones y en una tanga de encaje roja, mi verga estaba a punto de reventar por lo que rápidamente nos fuimos a su recamara, la coloque en 4 sobre la cama y con su enorme culazo en pompa estaba a punto de penetrarla pero ella me dijo que parara.

–Espérate Toño, así no se hace –dijo mi tía deteniéndome –me vas a lastimar, lo primero que debes hacerme es lubricarme.

Me dijo que buscara un aceite corporal que guardaba en el baño, me fui de inmediato a buscar el bendito aceite, no quería que mi tía se fuera arrepentir y me dejara con las ganas de probar su culazo, tome el aceite y Salí disparado de regreso a la habitación con mi tía.

– ¿Este es el aceite que tía? –pregunte enseñándosel.

–Si es ese, lo uso para mis piernas pero creo que no servirá –respondió destapándolo y volviéndose a colocar en 4 sobre la cama.

Me puse detrás de ella y con mis manos comencé a sobar sus nalgas abriéndolas para ver mejor su ojete rosado, me dio el bote de aceite y me dijo que untara un poco en su culo y en mi dedo, seguí sus intrusiones y me volvió a decir que introdujera suavemente un dedo.

Metí mi dedo como mi tía me lo pidió y lentamente comencé a moverlo, cuando mi dedo entraba y salía sin dificultar me dijo que introdujera 2 y así lo hice, estaba muy excitado y desesperado por cogerme su culazo pero tenía que tranquilizarme para poderlo conseguir.

Su ojete estaba bastante apretado y mientras lo estaba lubricando mi tía estaba tendida en la almohada gimiendo, seguí moviendo mis dedos lentamente tratando de lubricarla y dilatarla lo más que se pudiera, al poco tiempo mi tía Claudia que con eso era suficiente que me untara aceite en mi verga y que ya estaba lista.

Me coloque nuevamente detrás de ella y con mi verga aceitada separa sus nalgas mientras metía la punta en la entrada de su ojete y lentamente se la metí toda, se sintió tan rico que casi eyaculaba, lo único que pude haber mejorado ese momento era que el culazo de mi tía fuera virgen.

–Tu tío nunca se debe enterar de esto Toño.

Me quede quieto para no correrme y puse mis manos sobre su cadera para sujetarla con fuerza, ya más tranquilo comencé a mover lentamente mis caderas, despacio evitando que mi verga se fuera a salir de tan gloriosa prisión, el tremendo culazo de mi tía Claudia que tanto deseaba al fin lo está rompiendo y era todo mío.

Poco a Poco su culazo se fue acostumbrando a mi verga y empecé a cogerme a mi tía Claudia con más fuerza, los gemidos y gritos de mi tía fueron aumentando, Podía ver sus enormes nalgas saltando a cada embestida que le daba, la tomaba con mucha fuerza de la cintura tratando de meter hasta lo más profundo mi verga.

Era excitante ver como mi verga se perdía por completo en el culazo de mi tía Claudia, de repente su culazo empezó a contraerse dando pequeños apretones a mi verga, seguí cogiéndomela pero se sentía tan rico que no puede aguantar más y termine corriéndome dentro de su culo, dispare toda mi carga dentro de ella mientras me seguía exprimiendo con las contracciones de ojete.

Caí a su lado totalmente satisfecho y feliz por lo que había pasado, rompí el grandiosos culazo de mi tía Claudia, nos dimos un último beso y acurrucándonos nos quedamos dormidos no sin antes darla las gracias por haber hecho realidad todos mis sueños con ella y que estas eran las mejores vacaciones de mi vida.

Seguimos haciéndolo hasta que mi tía Claudia me dejo muy claro que llegando mi tío de su viaje todo se acabaría y fiel a su palabra al regresar mi tío Armando todo termino, por más que la buscaba me rechazaba, sin poder disfrutar nuevamente de ese enorme culazo decidir regresar con mis padres.

El resto de mis vacaciones fueron de lo más aburridas, el único contacto que tenía con mi tía Claudia era por teléfono y no la volvería ver hasta navidad, espere con ansias los últimos meses y al llegar por fin a casa de mis abuelos donde todos nos reuníamos en estas fechas, llego con la sorpresa que estaba embarazada de 7 meses.

Me quede en shock en ese instante sin saber qué hacer, mientras toda la familia se acercaba a acariciar su barriga de embarazada mi tía Claudia me miró fijamente por unos segundos regalándome una sonrisa, de entra la multitud se me acerco mi tío Armando a darme un fuerte abrazo.

–Muchas gracias sobrino –dijo levantándome del suelo –deseábamos tener un hijo.

Solo podía pensar en ¿si todo había sido planeado?

FIN

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