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Decidimos que me venda

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Soy Judith, y todo comenzó cuando en lo más íntimo de placer con mi pareja..., decidimos que me venda. Que quería ser su escort, el no dudo y salimos en busca de esa fantasía que nos generaba un placer único e inexplicable.

Empecé a anotarme en todas las páginas de chicas Vip Escort, las llamadas no tardaron en aparecer, cada vez iba generando más y más llamadas, por supuesto era una fantasía y por eso elegíamos al indicado, todo tenía que cerrar de una manera perfecta, con nuestros requisitos. Que locura descubrirnos ahí, el abismo puro no tuve placer más grande en mi vida que comenzar a vivirlaaaa.

Sonó el teléfono y llego uno de los más esperados, un empresario que deseaba cenar y charlar, fue genial que Ice me acompañe en todo momento, desde mi vestimenta hasta la cantidad de perfume que volcaba sobre mi piel.

Me dejo en un importante edificio de Puerto Madero, donde sabíamos que me esperaban con sushi y champagne, me acerque a la recepción, me registraron y subí dejando a mi chico en la puerta esperando mi salida. Al subir le iba indicando cada lugar donde estaba hasta llegar al piso.

Ahí me recibió un caballero sonriente, educado y tímido a la vez, no dejaba de mirarme y de darme vueltas para seguir mirando más aún. Las luces apagadas, velas encendidas y una tremenda vista al rio. Cenamos charlamos y el teléfono no dejaba de sonar, era el que estaba en la misma sintonía, se había ido a cenar sushi muy cerca del lugar, me envía fotos y de reojo miraba una y otra, me tenía encendida a mil, no podía sacarlo de mi cabeza, era imposible... tome mucho pero mucho lo que no acostumbro. Estaba brava debo reconocerlo pero no por el caballero presente sino por el que no paraba de alimentar mi sexo. Cenamos, charlamos y nos besamos un poco, pero me di cuenta que lo único que necesitaba era compañía, no sexo, para mi mucho mejor aún.

Pasaron las tres horas contratadas y me despedí, juro que al ir bajando del piso 23 lo único que quería era el encuentro con él, mareada hasta la medula llego el a mí... lo bese tan fuerte que me estremece la piel de solo pensarlo, para a un costado y me pidió que le coma la pija, lo comí de una manera única nos fuimos para mi casa donde fue tremendo el encuentro, el placer, la seducción, la locura, la lujuria por diosss y que lujuria me cogió fuerte tan fuerte que me decía que le repita que era yo para él y una y otra vez repetía su puta, no paraba de darme placer y más placer, no quería que termine nunca quería que me pegue una y otra vez, que me coja más y más.

Terminamos los dos en un nivel de excitación impensado y empapados de placer. Una cornisa muy fuerte de pisar un hombre al que no podes decir no, UNA LOCURA MARAVILLOSA QUE ME HACE VIVIR.

(8,80)