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Macho por fuera, zorra por dentro 7 (El universitario)

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Había pasado bastante tiempo desde mi último encuentro sexual con un hombre, aquel francés, ains!! y de nuevo mi líbido estaba a tope... Mis intentos de ligar con las chicas que me gustaban se veían frustrados una y otra vez, y yo necesitaba hechar un polvo y si era por detrás, mejor! En principio pensé en tirar de agenda, aunque estando en Madrid, mi lista era más corta y no podía contar con mi querido follamigo habitual, Juan, ya que él vivía en el pueblo del que procedemos...

Al final acabé en un chat de gente de Madrid. Empecé a hablar con un chaval de unos 23 años, un poco mayor que yo, era universitario y me empezó a pasar unas fotos de su poya con muy buena pinta, me invitó a ir a su casa en ese mismo momento, pero me era imposible a aquellas horas escaparme, aunque mi polla lo pedía a gritos, eso sí! Le propuse una paja por cam y quedar al día siguiente para hacerlo como dios manda. Después de media hora diciéndonos guarradas mientras nos sobábamos el rabo por cam, nos corrimos, en mi caso con tan mala puntería que dejé el ordenador todo pringado... fue una gran paja y al día siguiente esperaba disfrutar de ese pollón en persona.

Por la mañana me desperté ya con la polla en alto y me costó bastante aguantarme el impulso mañanero, y la tradición de hacerme una paja recién despertado...

Tras una ducha rápida me dirigí a la casa de Albert, el universitario del chat. Como de costumbre iba bien empalmado en el metro, pero muy nervioso, siempre me pongo nervioso cuando quedo para follar!!

Llamé al portero que me había indicado y subí las escaleras. Cuando llegué al piso, me abrió la puerta en gayumbos, me llevé toda la impresión de repente, el universitario no estaba nada mal: moreno, ojos azules, alto, fibroso y un pollón que impresionaba a primera vista. Me llamó la atención que me abriera así con tal descaro y además los calzoncillos que llevaba eran iguales a unos que yo me había comprado hacía poco. Me daban ganas de quitarselos allí mismo con la puerta abierta y todo y empezar a devorar su polla!!

Albert me llevó directamente a su cuarto, me pareció oir alguien más en la casa... algún compañero de piso, pero no alcancé a ver a nadie y el me dijo que no me cortara a la hora de follar, así que pasé a su cuarto, recordándole mi prohibición sobre los besos, y mientras él ponía música, yo me empecé a desnudar, dejándome solo los gayumbos, que me duraron puestos el tiempo que él tardó en venir hacia la cama y quitármelos del tirón. Se tumbó en la cama dejando su paquete a la altura de mi cara y me empezó a sobar el culo mientras yo hacía lo propio con su polla por encima del calzoncillo, que al final le bajé para sentirla por fin en mis manos, mis labios y mi boca.

La noche anterior me dormí pensando en esa polla y tenía muchas ganas de comérmela toda, así que se la comí con todas mis ganas alentado además por sus gemidos. Era una polla muy jugosa, suave, calentita y tenía los huevo gorditos, como a mi me gustan... recorrí con mi lengua desde el perineo hasta la punta de la polla y me la metí entera en la boca, hasta la campanilla, saboreándola todo lo que pude. Más tarde se colocó en un 69 y empezó a chupar mi rabo también. Yo ya estaba bien empalmado desde hacía tiempo y sentí un gran placer cuando poco a poco fue pasando de mi polla a mis huevos y después a mi culo. Creo que hasta ahora ése fue el mejor beso negro que me han hecho nunca!! solo seguido de cerca por el que me hizo el de Chueca... mi culo se abría en espasmos de placer y el comenzaba a jugar metiéndome un dedito detrás de otro, hasta que entraron 3 y entonces no se lo pensó más, me sacó su pene de la boca, chafándome un poco la comilona y lo metió de repente en mi culo, tumbándome boca abajo sobre la cama. Sentí su polla dentro de mí sin protección y me asusté, él me tranquilizó diciéndome que solo era para abrir mi culito mejor... Me empezó a embestir a pelo y tras un par de minutos paró y se colocó el condón. Por una parte echaba de menos sentir su carne calentita dentro de mi... pero lo correcto era eso...

Siguió follándome todo el rato boca abajo en la cama, en realidad, hasta ese momento aquella postura no la había practicado mucho y sentía su tranca muy adentro, con cada embestida me venía la sensación de que me iba a correr sin poderlo evitar, parecia que su polla iba a atravesarme entero y a salir por mi boca... Albert apretaba mis nalgas con las manos haciendo que sintiera más aún su polla dentro de mí y aumentó a una velocidad endiablada las embestidas. Le advertí de que si seguía así no podía evitar correrme en breve, lo cual pareció calentarle aún más, siguiendo con ese ritmo deliciosamente infernal... no pude más! Tan solo recordarlo ahora me pone a mil! ¡qué sensación! su poya toda dentro de mi culo y yo corriéndome sobre su cama sin parar de eyacular un chorro de lefa tras otro, cada vez que me embestía salia un poco más de semen de mi polla.

Al final la sacó de mi culo ya extasiado y empezó a masturbarse sobre él, llenando toda mi espalda y mi culito de leche.

Me sorprendió la maestría con la que me había follado este universitario... Se le veía muy experimentado y fue tooooda una satisfacción que repetiría ahora mismo sin dudarlo!!!

Tras limpiarme todo el semen, me vestí y me despedí de Albert, que seguía desnudo sobre la cama. Al salir me crucé con su compañero de piso por el pasillo... Me puse colorado de la verguenza porque seguro que había escuchado mis gritos y gemidos de placer... Pero a lo hecho... pecho, o mejor dicho, polla!!! mmmmmmm!!

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