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Acariciándome, por mamá y el chico que la cogía en su cama

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Mi domingo pasado comenzó así:

Fui a almorzar en familia a casa de mamá, donde se está quedando transitoriamente mi hermana embarazada, con su marido Matías, (a esta altura ya lo conocerán sino ver relato "Haciendo el proyecto de facultad, con la boca llena de semen")

Todo lindo el almuerzo muy divertido, mamá haciendo historias y cuentos de las locuras de sus compás en sus últimos días en trabajo antes de jubilarse y mi hermana que casualmente estaba de buen humor contaba todo de su vivencia este último tiempo que ha estado en Chile. Matías fue quien había preparado toda la pasta casera, sorrentinos y una salsa riquísima.

Terminamos y luego del postre yo que había salido la noche anterior y estaba un poco cansada, le pedí a mamá para pasar a recostarme a su cama un rato.

Todo bien, llegó me tiro en la cama y enciendo la televisión y en ese momento quede perpleja. La imagen estaba detenida, con mi madre desnuda siendo penetrada, por un pibe, no lo podía creer esa no es la forma en la que una está acostumbrada a ver a su madre y menos con sus casi 60 años. Por un momento no supe que hacer, pero me entró la curiosidad, entonces puse mudo y di play.

Efectivamente era mi madre, ella es un delgada como yo, con marcas que de una persona de su edad, bien conservada, con el pelo cortito y un par de pechugas que no hay sujetador que se le resista, tiene dos tetas grandes que dan envidia, claro que un poco caídas, pero se ve que a este pibe no le importo mucho, ya colgaba sus manos sobre los pechos de mi madre, mientras ella se deshacía cabalgándole con fuerza y llenándose la concha de carne.

Nooo!!! Cuando descubrí quien se la estaba cogiendo, no podía creer era el hijo del almacenero que le hace de delibery, y si bien reprobó un par de años aún sigue en el secundario, 18 o 19 años no más, pero por dios que pija que tenía, no sé si al principio por era la toma de la cámara o qué, pero parecía más pija que cuerpo, flaquito y con su tronco negrote lucia bien rico y duro.

En una mano tenía el control y la otra casi sin quererlo ni pensando mucho, acariciaba mi pepita por encima de mi calza, me estaba calentando ver a ese pibe dándole a mi madre, fue entonces que la hizo poner en 4 patas y con su miembro empezó a jugar a golpear la nalgas de mama, un tanto gelatinosas pero no se le veía mal en esa posición. Fue entonces que abrió sus nalgas y escupió en si culo, el chico paso a besárselo por los gestos corporales de mamá la lengua de aquel pibe la estaba llenando de placer.

Mi mano derecha ya buscaba meterse por mi calza y se abría paso por mi bombacha, para encontrar mi botoncito de placer, ya era yo la que me contorneaba y empezaba a mojar, con uno dos dedos llenándome de caricias.

El pibe tomo la cámara en su mano, y comenzó a filmar directo tu miembro, poniéndolo en la puerta del culo de mamá, por dios esa toma confirmaba la flor de pija que tiene, bien pero bien parada, un tanto abananada hacia el costado (estaba para comérsela toda hasta atorarse). El escupió su pene para lubricarlo y podía verse como ponía su glande en la puerta del orto de mamá y poquito a poquito dentro. Comenzó a entrar y salir primero lento y luego ese culo comía y comía verga, mientras yo me auto complacía con firmeza y tratando de silenciarme, era exquisito aquello, la cámara se movía y desenfocaba pero yo lo único que sentía era como empapaba mi bombacha y más quería.

Sin sacar la verga del culo de mama acomodo la cámara en su lugar y el cuadro era perfecto, se veía como en cada embestida las nalgas de aquel chico se apretaban para meterla bien adentro y daba bomba con intensidad y sin piedad, mi madre a esa altura no ponía resistencia alguna y solo parecía exclamar placer.

Yo no sabía más que hacer es placer me invadía, era (y fue) una locura estaba calentándome viendo cómo se estaban cogiendo a mamá en esta propia cama donde me contorneaba de placer, realmente el calor me subió y el pibe saca la verga de mamá para llenar su espalda de semen.

Y ahí apague deje que mi respiración bajara yo exhausta de ver tremenda escena que hasta sintiendo queriendo ser yo la sometida por aquel pibe.

Justo me estaba acomodando y golpea la puerta Matías, para decirme si yo quería que me llevara a mi apartamento que él iba a la cancha. Acepte, y ya baje pensando en convencerlo de que los goles me los hiciera todos a mí.

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