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De nuevo acabé follándome a mi ex, que buena puta

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Mi ex se vuelve a poner cachonda. Después de tres días de haber estado juntos a ella no la había visto hasta el cuarto día, se notaba muy apenada, lo que pasó fue que toqué en su casa y me pasó a la cocina para poder hablar

¿Qué pasa Isis? Pues, veras, me siento muy mal por lo del otro día, es que… ¡Cálmate no es para tanto! Tú necesitabas amor y yo y… pues te lo di y me lo diste ¡No quiero hablar de eso! Pues nada, bueno solo quería saber cómo estabas y ya lo sé. Me fui a casa un poco triste por su chorrillo mental. Por la tarde llevé a mi papá al parque a que le diera un poco de aire y al regresar nos encontramos a Isis saliendo de su casa ¡Cómo está señor! Saludó a mi padre como ignorándome a mi. Bien muchacha ¿Ya no vives en Tijuana? Sí solo que vine a visitar a mi papá. Bueno vente a la casa y me cuentas cómo anda todo por allá, de mi nieto y bisnieto. Sí claro, al ratito lo voy a ver, cuando esté solito. Nos metimos a la casa y papá se fue a dormir un poco, aproveché para limpiar y me iba a meter a bañar para irme al bar cuando tocó Isis la puerta. Pasa ¿Qué ocurre? Solo quiero hablar… Bueno pues… ¿Un café? Aceptó con un gesto.

Como ha hecho un calorón insoportable estos días iba con un shorcito. Se sentó y de reojo miré esas piernas que siempre han sido mi envidia, bien torneadas, curvilíneas, con un culo en forma de corazón bien apretadito. Su larga cabellera completamente lacia y su cara de lindas facciones, llevaba una playerita sin mangas que resaltaba sus pechos grandes y suaves. Sus ojos sin embargo se veían tristes ¿Qué pasa Isis? Pues… estoy triste, no es fácil aceptar que aun amo a mi aun esposo ¿Crees que vuelva conmigo? No sé, realmente no lo conozco, lo he visto solo dos veces y se hace un tipo creído, soberbio y mamón. Lo es pero me quiso mucho y a nuestro hijo lo trató siempre bien. Sí pero, él estudió aquí y yo le ayudé en su carrera lo más que pude, lo sé y él te quiere mucho siempre que se conectan le dice al bebé… cosas lindas de ti. Lo sé. Y créeme lo extraño mucho. Vendrá en agosto. Sí ¡Estoy impaciente por verlos! ¿Qué vas a hacer de tu vida Isis? No sé aun. Creo que me regresaré a ver si consigo un departamento cerca de nuestro hijo. Así platicando pasaron dos horas, oscureció y llamé al bar para avisar que no iría.

De todas maneras la calle en reparación nos tiene sin clientes, George fue comprensivo y me dio la noche libre. Un rato después fui a ver a papá y ya dormía completamente aun sin cenar. Nos sentamos en la salita y le dije: Isis, para mí fue muy hermoso lo del otro día, de verdad gocé mucho el hacer el amor contigo. Y también lo fue para mí, fuiste el primero en mi vida y aunque no eres del todo lo que yo busco de un hombre por tu naturaleza femenina, debo reconocer que precisamente eso te sensibiliza mucho y sabes a una darle placer ¿Aun follas con vatos? Sí, de hecho tengo uno medio fijo, un señor, de 70 y tantos, pero está muy fuerte. Volteó sus ojos al suelo como si sintiera un poquito de celos ¡Te encanta que te la metan como si fueras una puta mujer! Sí, la verdad siempre me ha gustado eso, pero no desprecio a una mujer, son muy ricas también. Julieta, Julieta. No cambias ni por tu edad ¡Pues que le voy a hacer! Me gusta coger. Así platicando en medio del calor de las 9 de la noche y fumando casi media cajetilla entre los dos, nos quedamos mirando y supe que estaba ya en mis manos, que vino a buscar verga y eso le iba a dar ¡No faltaba más!

Me acerqué y me hinque frente a sus piernas, acosté mi cabeza en ellas y comencé a besarle los muslos por la parte de arriba, ella echó la cabeza hacia el respaldo de la silla y separó las piernotas, desabroché el pantaloncillo y lo bajé quitándoselo completamente, hice a un lado su pantaletas blanca de encaje de marca cara y metí mi dedo anular derecho a su vagina, acariciando suavemente el clítoris y dedeándola rítmicamente. Ella comenzó a acariciarse los pechos con la mano izquierda y con la derecha mi cabello. Me alcé la falda y me senté encima de ella de espaldas para que sintiera mis nalgas encima de sus piernotas mientras me besaba el cuello y acariciaba bajo mi blusita mis senos. La tomé de la mano y la llevé a mi recámara, nos quedamos en 69 mamándonos y sacándonos nuestros jugos, su experta boquita mamadora succionaba rico mi pene al tiempo que yo le chupaba la papaya ensalivándola y metiendo mis dedos hasta el fondo, de a dos separó aun más sus piernas y mojándose los dedos con su papaya me metió dos de ellos en mi culo, suavemente, así en esa posición guie mi verguita a su vagina y se la metí, enterrada entre esas piernas y nalgas, caderas y besándole los pies acabamos al mismo tiempo.

Luego me volteé y me dediqué a ver cómo salía mi semen de su vagina roja y blanca mientras le acariciaba su clítoris que se puso durito, se vino otra vez. Debo decir que a las 12 de la noche se fue a la casa de junto (la de su papá) muy contenta.

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