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Mujer madura del trabajo

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Para que entiendas el contexto de lo que estoy a punto de contarte, trabajo en el área de la salud, lo sucedido a continuación sucedió con una de las enfermeras que trabajan en el mismo lugar que yo, yo tengo 27 años y ella casada, 9 años mayor que yo tiene 36, desde que la vi me llamo mucho la atención porque a pesar de la edad que tiene, atravesar por dos embarazos está muy bien conservada debido a que practica ejercicio, chaparrita de 1.50m, 47kg, unas nalgas no tan grandes pero paraditas y unos senos de tamaño mediano.

Siempre que tenemos oportunidad cuando el trabajo está bajo nos quedamos platicando generalmente en el área de ella, poco a poco nos fuimos ganando confianza al punto de contarnos historias de romances y aventuras pasadas, también recurrentemente me decía que no estaba feliz sexualmente hablando con su esposo ya que últimamente no la satisfacía como antes, y entre bromas decía que necesitaba a uno que le haga el favor.

Sin entrar en detalles y con una evidente tensión entre los dos un día nos encontrábamos encerrados platicando, se acercaba la hora de salida y no había mucho por hacer, de repente alguien toco la puerta y como era su área de trabajo ella se levantó a ver quién era, resulta que era un paciente que tenía una duda sobre unos trámites, la duda fue sencilla por lo que el paciente se fue rápido, al retirarse ella cerró la puerta y note que le colocó seguro, se acercó hacia y mi y como yo me encontraba sentado me abrazo de frente, de tal forma que su escote quedo literalmente a la altura de mi cara, yo me puse algo nervioso pero quería aprovechar la situación, le dije mientras yo también le abrazaba:

-Y este abrazo?

-Nada más, estoy feliz porque ya se terminó el estrés del trabajo, porque te molesta? -Me contestó

-Para nada, de hecho creo que me gusta abrazarte.

-No quieres nada más? -me dijo al momento que me soltó y quedo parada frente a mí, luego tomo mi mano derecha y la puso sobre sus senos.

Yo no le conteste y comencé a masajearlos con ambas manos, como ella llevaba filipina del uniforme fui bajando lentamente el cierre esperando su reacción, al notar que me lo estaba permitiendo le abrí la ropa completamente y la jale hacia mí para que se siente en mis piernas, ambos nos encontrábamos muy excitados, empecé a besar su cuello de manera intensa, recuerdo que el olor que tenía era muy agradable, nos empezamos a besar cada vez con más intensidad, nuestras lenguas se encontraron y empezaron a bailar cada una en la boca del otro, mientras mis manos apretaban sus nalgas y recorrían la piel de su espalda, yo pude notar como la respiración de ella aumentaba y daba pequeños y deliciosos gemidos cada vez que mi boca pasaba por su cuello, mi excitación era enorme, sabía que era peligroso lo que estábamos haciendo por que no encontrábamos en nuestra área de trabajo pero en ese momento no me importó, le baje los dos tirantes del brasier y saque sus senos para deleitarme con ellos, para este momento sus pezones estaban duros y mi sorpresa fue muy grata, estaba contemplando los hermosos pezones de una madura, la areola era pequeña, más pequeña que las de mi novia, el color era de café clarito, los pezones eran largos y gruesos, entendiendo que ya había pasado por la crianza de dos hijos, al verlos debo confesar que me excite aún más, empecé a mamarle ese par de pezones alternando mis chupadas y lamidas entre los dos, los gemidos de ella se hicieron más intensos

-Me encanta como me mamas las tetas. -Me dijo- no pares, dale pequeños mordiscos, ay sí, así si papi que rico.

Después de unos minutos así ella se levantó de mis piernas y se puso de rodillas frente a mí, yo entendí enseguida por lo que me desabroche los pantalones y saque mi pene que estaba completamente erecto, tomo la base de mi pene y empezó a darle pequeñas lamiditas sobre el glande, esto hacia que mi pene de brincos de lo excitado que estaba, yo solo observaba inmóvil y deseoso que se meta toda mi verga en su madura y experimentada boca, me empezó a masturbar de manera lenta mientras continuaba pasando su lengua luego poco a poco empezó a mamármela de arriba abajo cada vez más rápido, yo casi olvidaba que estábamos en peligro de ser descubiertos y la excitación era tal que estaba a punto de venirme por lo que la detuve

-No quiero acabar tan rápido, quiero cogerte aquí mismo, en este momento.

-Yo también me muero porque ser cogida no te demores más. Me respondió.

Con los pechos afuera aun con el brasier puesto le desabroche el pantalón de su uniforme y se lo baje con todo y el calzoncito negro que traía puesto, me senté de nuevo en la silla y ella se sentó sobre mí, tomo mi miembro para acomodarlo e introducirlo en su vagina lentamente, no usamos ningún tipo de preservativo y pude sentir perfectamente lo lubricada que estaba, además de la sensación de su caliente vagina me puso al cien, ella empezó a montarme poco a poco y sus movimientos se volvieron mas frenéticos e intensos, yo por temor a que alguien nos escuchara, la abrace con uno de mis brazos por la cintura y sin despegarnos me puse de pie, de tal forma que ella quedo apoyada con los brazos en el borde de la tarja del lava manos, le pedí que me abrace con sus piernas y ahora si la tenía a completa disposición mía, la tome de la cintura y la empecé a embestir, mi pene entraba y salía dejando caer al piso los jugos vaginales que ella desprendía, sus gemidos era ahogados pero intensos, recuerdo muy bien como sus mejillas se pusieron muy rojas, me quede hipnotizado por el bamboleo de sus senos que se movían al ritmo de mis embestidas, a pesar de ser un rapidín, estaba disfrutando mucho del sexo salvaje que estaba teniendo y no era difícil apreciar que ella también lo estaba disfrutando, llegue al punto de no aguantar más ella dio un gemido largo y ahogado sus piernas me apretaron con más fuerza y su orgasmo fue mi señal para yo por fin correrme dentro de ella, los chorros de semen que sacaba la inundaron y mis embestidas eran cada vez más lentas, al final nos quedamos abrazados los dos exhaustos.

Nos vestimos rápido de nuevo puesto que ya era la hora de salir del trabajo sin decirnos mucho, al día siguiente hablamos y ella me dijo que lo había disfrutado mucho, que no quería que me confunda que ella no quería nada serio pues estaba casada con dos hijos, yo le dije que tampoco buscaba nada serio que hasta gracia me causaba que me lo diga, simplemente yo sentía una atracción muy fuerte hacia ella y podíamos seguir en lo mismo y no pasaba nada, por el momento ambos hemos estado buscando algún día para quedar después del trabajo para poder coger sin ningún peligro pero hasta el momento no se ha dado, espero próximamente tenerles noticias.

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