Nuevos relatos publicados: 6

Religiosos a solas: (Parte II: Por el culo)

  • 5
  • 22.637
  • 9,43 (23 Val.)
  • 2

Después de besarnos un buen rato y compartir sabores nos quedamos acostados, desnudos y sudados en mi cama hasta que me dieron ganas de ir al baño. Nunca me lavaba nada cuando me la culeaba porque me gustaba sentir ese olor... Ese olor a sexo. Y se bien que ella tampoco se bañaba al llegar a su casa a menos que fuera a salir, por la misma razón.

Cuando volví al cuarto mi pelirroja estaba dormida y pensé dejarla un rato más antes de comenzar a pervertirla nuevamente. Cuando iba caminando hacia mi lado de la cama, conseguí el encaje que le había quitado rápidamente y no aguante las ganas... Me lo pegue a la nariz e inhale lo más que pude. Inhale ambos lados, la parte frontal y la que claramente había estado un buen rato entre sus nalgas... Que rico olor, hasta me dio hambre.

Pensé: "lo siento rojita, pero es hora de comer..." Me acosté a su lado y le recosté el guevo mientras le metía mano en sus nalgas suaves. Apenas vi que se iba despertando lancé un manotazo a su nalga que sonó fuerte y vi que se sobresaltó un poco. Justo después de nalguearla le manoseaba esa nalga y luego pasaba a la otra.

Empecé a pegarle manotazos en el culo cada vez más fuertes y que sonaban más duro. Mi perra había volteado la cara y me miraba pidiéndome más así que la seguía nalgueando y manoseando.

Por ser muy blanca, se le pusieron las nalgas rojas al instante, pero no me importo. Quería pegarle fuerte en ese culo para que no olvidara quien era su dueño...

Después de un manotazo que di muy debajo sentí flujo que salía de su papo y note lo mojada que estaba. Me puse de rodillas sobre ella y abrí sus nalgas de par en par. Su huequito del culo me incitaba. Me acerque y pegué mi nariz, un olor que aún recuerdo claramente. Sé que a ella le encantaba que le oliera el culo antes de comérselo.

Acto seguido le pase la lengua que ya estaba hecha agua por todo el huequito de su culo y empecé a lamer una y otra vez como si fuera su papo. Como vi que estaba muy mojada le metí dos dedos por el papo e iba estimulando su punto g mientras le lengüeteaba el hueco del culo.

Cuando me despegué de su rico culo seguí pegándole en las nalgas, más fuerte, mientras la jalaba del pelo y ella gemía como puta ."Que eres?" preguntaba yo, "Tu puta" me respondía. ”Que qué eres?!", "Tu maldita perra."

Después de un rato ya no aguante más. Me despegue y le pregunte "que quieres?" Y me respondió con el tono más puta del mundo "sabes muy bien lo que quiero" .

Puse la punta de mi guevo en la entrada de su culo fui metiendo poco a poco. Le dolía. Y me gustaba que le doliera. Le jalaba el pelo y empujaba pero no lo lograba meter.

"Es muy grande, nunca me cabra tu guevote en mi culo" mientras yo seguía empujado. Después de un rato empezó a entrar la cabeza mientras mi perra gritaba. Comencé con un vaivén y poco a poco su culo se fue abriendo para recibir todo mi guevo.

Empecé a darle cada vez más rápido mientras mi perrita gemía de dolor. La jalaba del pelo y le manoseaba las tetas. "Maldita perra. Dónde está mi guevo?" "En mi culo. Lo tienes metido en mi culo." "Te gusta que te de guevo por el culo mi puta?" "Si, sí. Me dueleee pero no me lo saques."

Mi perra pelirroja era muy estrecha, así que cogérmela por el papo era muy placentero ya que sentía su tope y me costaba mucho encajarle el guevo completo. Sin embargo, por su culo era aún más estrecha y cerradita así que el roce con mi guevo era demasiado fuerte, demasiado rico.

Después de un buen rato metiéndolo y sacándolo de su culo apretado me dijo "ya no puedo más, sácalo" y lo saque. Cayó rendida. Pero yo no estaba satisfecho.

La voltee y la agarre del pelo y le puse sus tobillos en mis hombros y de un solo empujón le metí todo el guevo por su papo que estaba totalmente mojado y empecé a darle cogérmela con rabia por no haberle enlechado el culo.

Sentía como la llenaba toda. Como le dolía pero le encantaba "ay si, dale, cógeme. Dame guevo" y seguía dándole más y más. Le di cada vez más rápido y le pregunté "que quieres?" Y me respondió "tu leche".

"Donde quieres mi leche?", "Ay, en mi papo. Lléname todo el papo de leche". "Te voy a llenar todo el papo de leche de guevo." Y seguidamente empecé a acabar adentro de su papo. Me encantaba cogerla sin condón y sentir los chorros de leche llenándola toda. "ay siii, calientica" decía mientras yo descargaba mi guevo dentro de ella.

Sin sacarle el guevo caímos acostados. Ella disfruto de la leche en su papo un buen rato antes de ir al baño y yo me quede manoseándole el culo y tomándole fotos mientras le abría las nalgas.

Que rico culear bien sucio todos los domingos, no?

Debo confesar que actualmente no estamos juntos, pero nos escribimos de vez en cuando. Compartí estas historias con ella y le encantaron y le gustó la idea de compartirlo con ustedes para que imaginaran lo rico que culeabamos. En lo particular me dijo que le gusto mas esta parte y me dijo "Por el culo es mejor, primero porque es más rico por el culo y segundo porque está más detallado y es más sucio, me encanta."

Si les gustó la historia tal vez me anime a contarles la vez que la cogí en el mueble durante una reunión familiar y termino regándose las gotas de leche en pelo para que no se vieran o la vez que la cogí en la camioneta frente a la casa de una amiga. De momento seguimos imaginando como sería un futuro encuentro, donde obvio, me la cogeré por el culo de nuevo.

(9,43)