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Mi coño en la boca del vecino

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Para sorpresa mía, tocaron el timbre de la puerta y yo me asome para ver quién era. Mire por el cerrojo de la puerta y mire a mi esposo con alguien más. No pude ver su cara y abrí la puerta y me di cuenta que era mi vecino del segundo piso. Mi esposo traía una botella de licor en su manos media llena y entrando me preguntaba si conocía a Carlos. Le conteste que sí y Carlos me saludo cuando terminaba de entrar al apartamento. Los dos estaban tomados y se fueron directo a la sala y se acomodaron en ella.

Yo llevaba puesto mis pantalones cortos que siempre usaba cuando estaba en casa. Sorprendí la mirada de Carlos que me miraba en medio de mis piernas y quede como si no había visto nada. Mi esposo me pidió que le llevara hielo a la mesa de la sala y algo de entremés. Llegue y los serví y Carlos me miraba el busto y me hizo recordar de que yo no llevaba puesto brasier. A esto último no le hice caso y me quede así.

Mi esposo y Carlos tomaban y escuchaban música acompañados de una conversación que yo no entendía. Salí del apartamento por un rato y mi esposo y Carlos quedaron solos. Dos horas más tarde regrese y encontré a los dos hombres dormidos. Carlos estaba dormido en el sofá y roncaba fuertemente y mi esposo en un sillón de cuero.

Mire la boca de Carlos y su bigote grueso y no sé de donde se me cruzo por la mente ponerle mi coño en la boca de Carlos. Me asuste de pensar eso y me llame la atención hacia mí misma por la osadía. Pero, Carlos, tenía una boca que merecía que le pusiera mi coño en su boca y comencé a pelear conmigo misma en hacerlo o no. Por ultimo dije que sí y que trataría de hacerlo sin que mi esposo despertara.

Me saque una teta y se la puse en su boca siempre mirando a mi esposo cuidando a que el no despertara. Luego después me cambie el pantalón corto y me puse algo más holgado y me acerque a la cara de Carlos poniéndole mi coño por encima de los labios de la boca de Carlos. Humm sentí los pelos de su bigote y me excitaron más. Con una mano sostenía el bóxer por un lado y mi raja platicaba beso a beso con la boca de Carlos. Con mi dedo me hice una paja y me vine muy rico y con cuidado le embarre el bigote de Carlos el fuerte lubricado que mi coño había producido del rico orgasmo.

Me fui a bañar y volví a salir del apartamento y salí a la acera para recibir un poco de aire. Más tarde, vi que Carlos salía el apartamento y al verme me decía:

—/ay señora, perdone que me haya quedado dormido en su sofá.

Yo me le quede viendo al bigote y le conteste que no tuviera pena que el apartamento era su casa y que podría regresar cuando lo quisiera.

Mientras platicaba con Carlos, su esposa salía del edificio y me saludaba. Después de que le conteste pensé en silencio “si supiera la embarrada de leche que le di al bigote de su esposo”.

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