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El Culo De Mi Tiita

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Su coño hervía, y su mente remoloneaba con deseos y hambres eróticas, se volvió de espaldas, presentando su enorme culazo a su sobrino. Pedrito miraba con la boca abierta el culo de su tía.  Sus cachetes estaban tersos, compactos, bien formados, con una maravillosa y caliente raja que los separaba.

- Pedrito -ella cuchicheó con voz profunda-  pon tus manos sobre mi culete, por favor.

El joven la bajó totalmente las bragas blancas de encaje para manosearla a continuación su culazo, mientras que ella le agarraba su tieso carajo hasta frotarlo por su desnudo pandero. Con un gruñido de gusto, ella se puso el capullo entre sus nalgas, sintiendo el calor que desprendía. Poco a poco el cipote chocó contra su sonrosado ano, haciéndola dar un respingo. Mientras apretaba las cachas del culo contra aquel carajo precioso, iba meneando a la vez el pandero en una danza circular muy erótica.

- Pedrito -ella sollozó suavemente, arqueando hacia atrás su cuerpo y  sintiendo la presión de su polla contra su ajustado, ardiente agujero del culo -¡Oh, Dios!  ¡Pedrito', Pedrito!

Ella comenzó a tratar de meterse aquella gorda cabezota en su agujero de  cagar.

- Ayúdeme  Pedrito -ella gritó fuera de sí.- ¡Oh, por favor, ayúdeme, empuja nene, está perfecto aquí, empuja cariño- Pedrito comenzó a apretar la cabeza de su cipote contra el agujero del culo de su tía.  Sus pelotas palpitaban y le dolían de lo duras que estaban, su tía lloraba, pero él supo por los sonidos guturales que emitía que sus gritos eran de placer.  El calor ajustado de su agujero del culo ardió sobre su capullo, haciéndole rechinar los dientes.

 Juani retuvo su cipote duro, intentando relajar el esfínter anal, para que aquel enorme cacharro se la metiera dentro. Nunca había dejado que la porculizaran, por miedo al dolor, pero ahora... sólo pedía a su sobrino que empujara. Poco a poco sintió como su ojete se estiraba para prensar como un anillo el capullo de su sobrino. El carajo de Pedrito era joven, y menor que el de su esposo, y ella sintió una nueva e intensa sensación anal, una sensación primorosa y maravillosa. 

Cuando medio carajo ya estaba en su recto, comenzó a dejarse follar por el trasero como una verdadera profesional, apretaba y relajaba su ojete mientras sollozaba de gusto al sentir en su coño espasmos de placer. Ella entonces fuera de sí le pidió que se la metiera de golpe y Pedrito inmediatamente la obedeció pegándola un pollazo en el trasero que casi la saca de la cama.

-Oh, Dios,  es bueno!-  Juani gimoteó, meneando su culo - Más rápido.  .  .  ¡más rápido! ¡Más rápido, más duro y más profundo!  Ohhh, Dios, Pedrito!  Oh, cariño, cariño!

Fue una follada fantástica y sincronizada. La rozadura de aquel pistón caliente en su recto, la hizo correrse varias veces en explosiones de placer, su coño goteaba jugos resbaladizos, manchando el interior de sus muslos, su clítoris había aumentado tanto de tamaño que lo sentía salir del capuchón como una pequeña y empalmada polla.

- Es tan bueno. Ohhh, bebé, machácalo en mí!, fóllame fuerte, dame por el culo. Aquí lo quiero todo, en mi trasero. Ahhh, dame por el culo, dame por el culo.

- Si, sii, tía... me corro, me corro en tu ojete. Ahhh, ahhh.

- ¡Lo quiero todo!-  Juani gritó- !Lo necesito, lo necesito... dámelo, en mi ojete, lléname el estómago con tu leche... Ahhh, ya viene, que bueno, que caliente... me entra todo... ahhhh...!

Las convulsiones de su coño al correrse de nuevo, enviaron una sensación exprimidora a su agujero del culo, y el rabo ardoroso de Pedrito fue mamado al interior del culo de su tía, hasta sentir sus pelotas rebotar contra el encharcado chocho de su tía.

 Ella retuvo un rato el carajo de su sobrino, hasta que este se desempalmó, saliendo el rabo del ojete con un sonoro "plof".

Precioso Pedrito,  -ella cuchicheó suavemente. - Eres precioso- dijo mientras ahuecaba las pelotas ya descargadas de su sobrino y le propinaba un cariñoso beso en su recogido capullo.

Se levantó pesadamente y se fue al cuarto de baño a lavarse. Después de cepillar su pelo, ella volvió a la alcoba... con cara de pedir mas y mas guerra.

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