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El prestamista y la señora Claudia (Parte 3)

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Se había roto el hielo que existía entre los dos luego de haber conversado sobre nuestras vidas mientras tomábamos una botella de vino y terminamos abrazados después de haber tenido sexo, había logrado que se entregue a mí completamente como tiempo no lo hacía desde que su esposo la había abandonado.

-Gracias Pablo por darte el tiempo de escucharme realmente necesitaba desfogarme hace tiempo de seguro no es de tu interés de saber de mis problemas y sólo vienes a cobrar la deuda que tengo contigo…

Le contesté que no era así que tampoco soy un ser insensible, que si fuese como ella piensa la hubiera cogido de frente sin interesarme como se sentía ella y sólo me hubiera importado mi placer, ahí sus ojos verdes me vieron un rato y después bajó la mirada arrepentida por lo que había dicho y sus labios buscaron mi boca y la besé apasionadamente.

Esa mujer de 42 años que a primera vista todos creían que era pedante y orgullosa sólo era un escudo que usaba como manera de protección para los demás, mis manos recorrían su cuerpo desde sus anchas caderas hasta su cuello y besaba esos pezones enormes hinchados que apuntaban para arriba como me encantan sus tetas.

Mis dedos tocaban sus labios vaginales que ya mostraban humedad sus suaves gemidos me decía que iba por buen camino con Claudia su lengua jugaba con mis orejas.

-Ohhh Pablooo ohhh perdóname por lo que te dije… ohhh sólo te pido que me tengas paciencia... quedé muy mal después que me dejaron ohhh y desconfío de todos ahora…

Mi respuesta era mi boca besando su hermoso cuerpo por todos lados y volviendo que sienta y reaccioné otra vez al disfrutar de las caricias de un hombre, y nuevamente mi boca y lengua llegaron a su chucha que devoraba sus labios y también su clítoris hasta hacerla gritar y terminé teniendo un orgasmo.

-Ahh... ahhhh... diooos... ohhh ereees todoooo... ohh un buen amante ohhh... ayyyy yaaaaa... siii…

Sus jugos de hembra caliente mojaron toda mi cara y boca su cuerpo así me recompensaba haber llegado abrir su mente al placer otra vez la coloque en mi posición preferida la del perrito su enorme trasero estaba a mi disposición esas nalgotas que muchas veces me sirvieron de inspiración para hacerme unas buenas pajas (masturbación) en las noches ahora eran mías.

-Siempre me gustó tu culazo Claudia cuando te veía pasar tus nalgas me vuelven loco grandes y bien cuidadas…

Besaba su culo y lo abría como si fuera un pan francés enorme y su chucha y ano me estaban esperando así que primero le tocaba a su vagina y metía la verga muy despacio que iba entrando con suma facilidad por lo lubricada que estaba la señora Claudia hasta llegar a tenerlo todo adentro.

-Ahhh... siii... qué ricaaa vergaaa... dame todooo ohhh lo sientooo... todito para miii... ohhh…

Mis embestidas hacia ese culazo empezaron muy despacio y de a poco fue subiendo la fuerza e intensidad chocando sus nalgotas cada vez que entraba y salía mi pinga de su chucha bien caliente y jugosa.

Cogí sus brazos y los tiré para atrás y los usaba como si fueran riendas de una yegua siendo montada, ella soplaba como si le faltaría el aire cuando más fuerte eran las embestidas en su culazo

Hasta que por más que mi deseo era durar más y seguir disfrutando de tan riquísimo culo bien grande y chucha bien caliente que ya luego de 38 minutos ya no pude aguantar y llené su cavidad vaginal de leche caliente.

-Aggg siii... miii bella señora ahí tiene toda su leche para Ud. ohhh…

(Continuará...)

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