Nuevos relatos publicados: 6

Mi primera experiencia con una mujer madura

  • 9
  • 29.156
  • 9,75 (44 Val.)
  • 0

Voy a contar la primera experiencia que tuve con una dama madura, empezare diciendo que escribo de México, soy del estado de Puebla específicamente de la capital, tengo actualmente 26 años y lo que a continuación contare sucedió en el 2010 cuando contaba con 21 años.

Soy moreno claro, mido 1.80 m, peso 79 kg, complexión normal me gusta hacer un poco de ejercicio, ojos café y ceja poblada, a fin de equivocarme no soy una galanura como muchos dicen en sus relatos, pero trato de ser respetuoso y atento con las damas.

Comenzare con mi historia, en ese tiempo asistía a una universidad muy conocida en el estado así que salí a tomar el microbús que me llevara, al abordar el transporte iba lleno y me toco ir parado junto a una señora que llamo mi atención, a primera vista pude ver que vestía una blusa pegada y un pantalón capri de mezclilla también muy ajustado al cuerpo, al ver a mi alrededor note que no era el único viéndola, así que me coloque detrás de ella y la observe mejor, tenía el cabello corto color rubio, de cara delgada y rasgos afilados, con lentes para sol que cubrían sus ojos, busto mediano cintura marcada, un par de nalgas y piernas que le quitaban el aliento a cualquiera que estuviera cerca, esta linda visión termino unas calles después pues ella tuvo que bajar del microbús. (Me entere después que bajo del transporte en ese lugar a ver lo de la escuela de su hija).

Después de que ella bajara seguí mi camino hacia la universidad, al llegar me entere que habría suspensión de labores ya que los profesores y miembros de la dirección de la facultad tendrían un junta, así que al no tener nada que hacer decidí regresarme, aborde el transporte en camino a mi casa y no pude evitar pensar en la señora que había visto hace un par de horas en el microbús, y tome una tonta decisión de que si la veía de nuevo le hablaría, esto provocando una risa en mí ya que soy bastante tímido y nunca me había atrevido a hablarle a una mujer sin alguna razón comprensible, al seguir en camino pase por donde descendió la dama en cuestión y cuál fue mi sorpresa que ella caminaba por ese lugar, de donde saque valor no lo sé pero pedí la bajada en el microbús, la seguí un poco mientras tomaba valor, al llegar a una esquina ella se detuvo, sentía que mi cuerpo temblaba mi corazón me latía y la boca se me sacaba, pero pude dirigirme a ella diciendo:

Yo: Hola buen día, espero no ser molesto pero debo decir que es muy guapa y no sé si pudiera invitarla a salir a algún lado.

Ella solo comenzó a sonreír, lo que llevo a que pensara que no tenía posibilidad, pero para mi sorpresa dijo:

Angy: Claro que si no hay problema

Yo: Disculpe me pudiera decir su nombre?

Angy: Me llamo Angélica

Yo: Que nombre más adecuado para un Ángel.

Ella al escuchar esto soltó una gran risa y me dio las gracias.

Yo: No es nada es la verdad, disculpe me podría dar su número de celular para poder comunicarme y ponernos de acuerdo.

Angy: Claro no hay ningún problema

Cuando comenzaba a dictármelo saque mi celular y le dije:

Yo: Voy a anotar su número y le marco así también usted ya tiene mi celular.

Pensé en hacerlo así me aseguraba que fuera un numero de celular real, ella me pidió mi nombre para anotarlo en su celular y se di.

Me despedí, pidiendo disculpas por las molestias causadas y diciéndole que en unos días más me comunicaba con ella. Me aleje de ella bastante contento y a la vez sorprendido por lo que había hecho, regresando a mi casa no podía ocultar mi alegría.

Días después me comunique con ella, nos saludamos amenamente, intercambiando nuestros correos para charlar por Messenger, platicamos varios días por este medio electrónico y quedando de acuerdo en un par de ocasiones en vernos al salir ella de su trabajo, en el cual era promotora en una tienda de autoservicios cerca de la avenida Juárez conocida en el centro de Puebla, todo esto en un lapso de varios meses, por lo que pensé nunca pasaría algo más entre nosotros. En este lapso de platica me entere que ella en ese entonces tenía 37 años, era casada pero su esposo le era infiel por lo que tenía varios meses sin tener relaciones con él, me conto de sus hijos.

Uno de los días que platicábamos por internet me conto que le gustaba mucho ir al gimnasio y practicar ejercicio, en ese momento le conté que a mí me gustaba salir a correr, que lo practicaba en Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, la invite para vernos el fin de semana siguiente para salir a correr, lo que ella acepto. Nos quedamos de ver en el fuerte de Guadalupe a las 8 de la mañana y después de esto nos despedimos por ese día.

Habían pasado varios meses desde la última vez que la vi, así que el día indicado llegue con anticipación al sitio acordado, con nervios la vi llegar, ya llevaba el cabello largo de color negro, el cual es su color natural, con las mismas gafas para sol con la que la conocí, vestía licra negra que dejaba ver sus hermosas piernas y nalgas, una blusa color rosa con una chamarra del mismo color, nos saludamos y nos pusimos a platicar mientras caminábamos por el fuerte, en ese momento tenía una erección tremenda y con valor me acerque a ella y le di un beso, ella respondió de buena forma y comenzamos un faje bastante tranquilo, pero que permitía disfrutar de nuestros cuerpos, cuando alcance a tomar de sus nalgas, me acerque a su oído y le comente si podíamos ir a algún otro lugar, ella se alejó un poco de mí y viéndome a los ojos acepto, tomamos el auto y nos dirigimos al motel más cercano, llamado París.

Durante el camino no pude ocultar mi emoción por el simple hecho de pensar estar con una mujer como ella, llegamos al motel pague e instantes después de entrar al cuarto de nuevo estábamos besándonos, en esta ocasión ya con un poco más de calentura. Poco a poco nos despojamos de nuestra ropa, era la primera vez que la tenía solo en ropa interior ante mí, así que decidí acostarla para poder recorrer su cuerpo con mis manos y mi boca, empecé besando sus pies subiendo por sus piernas, tomándome un momento en sus muslos, besando su entrepierna por encima de su tanga color morado, me seguí a su vientre lo bese hasta llegar a sus pecho los descubrí de su bar, bese cada pecho por toda su área hasta llegar a su pezón metiéndomelo en la boca y jugando con él, haciendo con mi legua pequeños círculos hacia su alrededor, alternaba un pecho y otro, tiempo después la gire en la cama para poder besar su espalda, bajando hasta sus nalga, para poder besarlas y apretarlas, baje su tanga y metí mi lengua entre sus nalgas recorriéndola completamente, la gire nuevamente y me perdí en su vagina, besando desde su ingle hasta sus labios, apretándolos un poco con mi boca y succionándolos, metía mi lengua en su vagina lo más que podía para después deslizarla hasta si clítoris, jugué con su clítoris, envolviéndolo y succionándolo, con mi lengua trataba de hacer círculos, subir y bajar, derecha a izquierda, después metí un dedo en su vagina y comencé a masturbarla al mismo tiempo que seguía jugando con su clítoris, hasta que ella se puso rígida y suspiro un poco, pude notar como le subía el color por su pecho hasta su cara, entrando en un estado de relajación, con voz calma ella pidió que me acercara, así lo hice mientras seguía recostada boca arriba con las piernas abierta, acerco mi pene a su boca, he inicio una gran mamada, jugo con mi pene, primero lo beso todo, después con su lengua acariciaba mi glande para después metérselo todo a la boca, con una de sus manos me masturbaba, y con la otra acariciaba mis testículos, solo se puede decir, “bendita experiencia”, después de un rato nos acostamos para hacer un rico 69, en esta ocasión me chupaba y succionaba mis testículos, mientras yo jugaba con su clítoris y la masturbaba nuevamente.

Después de un tiempo me pidió que la penetrara, así que me puse mi condón, ella recostada con las piernas abiertas la penetra, poniendo sus lindas piernas en mis hombros, en ocasiones, besaba sus pies y lamia sus dedos, estuvimos en esa posición por un tiempo, después nos acostamos y la penetre de lado, mientras acariciaba sus senos, le pide se pusiera de perrito y la penetre de esa forma, era un espectáculo, ver ese par de nalgas tan ricas que me volvían loco, le acariciaba ese par de nalgas, la empecé a nalguear despacio y con más confianza incremente la fuerza, la tome un poco de su cabello y la jale hacia a mí, me encantaba la escena de ver sus nalgas chocar contra mi vientre, con lo cual no pude aguantar más y me vine como nunca antes. Caímos los dos cansados en la cama, por lo que ella pidió nos metiéramos a la ducha para limpiarnos un poco.

Claro está decir que en la ducha seguíamos con el cachondeo, por lo cual tuve una erección más, al salir tomamos lugar en un sillón, para posiciones sexual que ofrece el motel, hicimos varias posiciones ahí algunas bastante incomodas si puedo decir, hasta que me pidió que me acostara en la cama, ella se subió en mí y comenzó con su movimiento de caderas, que delicia de movimiento tuve que respirar tranquilamente varias veces, pues con ese movimiento de cadera provocaba que me quisiera venir muy rápido, yo la tomaba de sus grandes nalgas y la empujaba hacia mí para una mejor penetración, cuando ella suspiro fuertemente y me enterró sus uñas en mi pecho, gimió fuerte mente, yo no aguante más y me vine nuevamente.

Entramos de nueva a la ducha nos enjuagamos, y cuando nos dimos cuenta, ya había pasada bastante tiempo y tenía que volver a su casa para ver a sus hijos, nos despedimos pero con el gusto de que repetiríamos nuevamente y así sucedió, estuvimos viéndonos por cerca de 3 años, cuando nos despedimos, pero un año después ella me busco y volvimos a coger igual de rico.

Bueno esta es la historia de mi encuentro con una dama madura, la primera mujer mayor que me dio el privilegio de compartir la intimidad con ella.

(9,75)