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Nuestra amiga argentina no se resiste a Pau

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Esto para muchos puede ser una boludez, es cortito, me paso hoy y son, como digo siempre las cosas que solo puedo contar por acá, por eso lo hago.

Hoy el día estaba re lindo, me llama Pau (para quienes no saben es mi compañera de la facultad que es lesbiana, pero lesbiana en serio), para hacer algo y quedamos en ir a boludear al Rosedal para andar un rato en rollers, cosa que hacía mucho que yo no hacía, y no me pareció mala idea, porque no tenía un carajo que hacer.

Nos encontramos en el lugar que habíamos quedado, nos ponemos los rollers, empezamos a andar, pero la guacha, me empieza a agarrar de la mano, y así andábamos, agarradas de las manos. No sé cómo nos veía la gente, pero yo me imaginaba que nos veían como dos lesbianitas.

Después de andar un rato, y porque ya estábamos cansadas, buscamos un lugar con poca gente, y nos tiramos en el pasto, la turra, se me empieza a acercar, me empieza a poner sus manos en mis piernas (que obvio yo estaba con un shortcito de jean) ¡y me empecé a calentar!, así delante de la poca gente que había, y si… me mete un beso y me dejo rara, porque jamás pensé hacer eso delante de gente, ¡pero me gusto!, ya éramos dos lesbianas, y eso me calentó mucho, y nos comimos la boca, ¡nada más que eso!, pero lo suficiente para que me dejara bien caliente.

De andar en roller ya estábamos cansadas, Pau me dice de ir a su casa, le digo que si, llegamos, me apoya sobre una pared y me parte de nuevo la boca, mientras con su otra mano, me la mete sobre el pantaloncito sobre la conchita, y yo me dejaba, ¡me gustaba lo que me hacía sentir!

Sigue, me desabrocha el pantalón y me pone directamente la mano en la conchita y yo como puedo me bajo el pantaloncito, me doy vuelta, me empieza a besar la cola, yo con mis piernas ya totalmente abiertas para poderla sentir mejor.

Me empieza a chupar mi conchita y como me pasa siempre mis piernas temblando de placer me roba mi primer orgasmo, el que yo ya estaba esperando enloquecidamente, la quería sentir, ¡quería que me hiciera acabar!

Ella también se había sacado casi toda la ropa, estábamos casi las dos desnuditas, me agarra de la mano, me lleva al baño y me lleva ¡a la ducha!

Por favor, yo no puedo explicar el placer que me da cuando nos enjabonamos juntas, como digo siempre si la piel de una mujer me gusta por lo suave que es enjabonada, ¡no les puedo explicar lo que es!

Ella se agacha y así, enjabonadas, mojadas, me empieza a meter un dedo, dos, me los ponía y me los sacaba, yo ya tenía uno de mis pies sobre el costado de la bañera, para tener mis piernas más abiertas y mi conchita regalada a ella (¿me explico?), después me la empieza a chupar hasta que me hace acabar ¡de nuevo!

Nos seguimos besando, yo le empiezo a tocar su conchita, ella se sienta en la bañera, yo me tiro en el piso, y le hago lo mismo, hasta que me agarra la cabeza para que le coma la concha hasta que la hago acabar, pero acabó ¡como una perra!

Nos seguimos acariciando besando, pero ya no acabamos, más, nos secamos, nos vestimos, juntitas, me quede un rato más y me fui, porque ya quería ir a casa para hacer un descanso entre haber estado con ella y salir con mi novio, que es lo que voy hacer a la noche.

Es lo que llamo día completo conchita que ya tuve y una buena cogida que seguro es lo que me espera.

Después de la tarde que pasé ayer, a la noche salí con mi novio, nada, fuimos a tomar algo y nos quedamos en un telo a pasar la noche, llegue como a las 9 de la mañana, me acosté un rato y me levante, y la verdad lo pase muy bien, me encanta como me coge, como es grandote, me coge en el aire, yo colgada solo de su cuello y eso me calienta ¡mucho!

Pero eso no quita, lo bien que también lo pase a la tarde con Pau, aunque son dos cosas distintas, ¡me gustan las dos!, pero hasta hoy a la tarde… si hasta hoy a la tarde, lo mío con las mujeres era solo sexo, pero hoy es como que ¡algo cambió!

A eso de las 14 hs, Pau me manda un whatsapp, que les copio lo más importante:

Pau: linda, me encanto estar ayer con vos.

Yo: yo también lo pase bien, hacía mucho que no andaba en roller.

Pau: nena, no te hagas la boluda, digo cuando nos duchamos ¡juntas!, ya sé que lo habíamos hecho, pero ayer te sentí distinta, ¿vos??

Yo: no sé qué decirte, obvio, no hace falta que te diga que ¡me hiciste acabar!, y me hiciste calentar mucho, pero siempre te aclare que no soy lesbiana, lo mío con mujeres es solo sexo y pasarla bien.

Pau: ya se nena, no te quiero presionar, pero te cuento algo…

Yo: ¿qué?

Pau: soñé con vos.

(Me quede helada, porque si bien, ya me había acostado con algunas amigas mías, nunca me paso hacerlo tan seguido como lo estoy haciendo con Pau, y hace tiempo que vengo pensando que ¡por algo debe ser! pero no encuentro la respuesta).

Pau: nena, venite a casa y hablamos…

Yo: no se Pau, ya te aclaré, no quiero que te confundas en nada.

Pau: no nena, no seas forra, solo quiero ¡hablar con vos!, ¿o no podemos hablar y tomar el té como dos amigas?

(La verdad es que no le quería decir que no, no se… tenía ganas de ir y ver si era cierto que no iba a pasar nada.)

Yo: Ok, en un rato estoy ahí.

Como siempre cuento detalles que algunos les puede interesar y a otros no, pero como siempre digo, para nosotras la ropa es lo más importante que hay, pero esta vez no le di mucha bola, fui como estaba vestida, con una pollerita de jean, zapatillas, una remerita y un saquito.

Llego a su casa, y como el que hace vigilancia ya me conoce (es más piensa que soy una lesbiana como ella, pero ya no me importa, es más me excita eso).

Subí, en el fondo creyendo en lo que me había dicho Pau, que solo era para hablar como amigas sobre lo que paso ayer, como me había dicho Pau, pero ni bien entro en su depto. Me apoya contra una pared y me parte la boca, cosa que no me pude resistir a esos labios suaves a sus manos que mientras me besaba ya me estaban acariciando mis piernas debajo de la pollerita que tenía puesta.

Me gustaba lo que me hacía, no se… pero me gustaba y me dejaba, nos seguimos besando, mientras nos sacábamos la ropa, quedamos en tetas, ella, aprovecho para comérmelas, así, yo apoyada sobre la pared y sintiéndola, porque ya era más que sexo, me gustaba que fuera ella, la que me hacía ¡eso!

Con su otra mano ya me estaba tocando la conchita y bajándome la bombacha, yo me desabrocho la pollerita y quede en bolas, desnudita para que ella me bese ¡toda!

En todo eso pensaba “Pau me había dicho que íbamos hablar y tomar el té nada más” y yo ya estaba desnuda en su cama sintiendo sus besos, sus caricias, que me calentaban ¡cada vez más!, hasta que me empieza a besar la pancita, y baja hasta llegar a mi conchita, y yo como siempre, casi como un movimiento sin pensarlo, abro bien las piernas y dejo que me la chupe y otra vez como siempre me mete los dedos hasta que me hace acabar, pero esta vez desde que empezamos a besarnos hasta que me hizo acabar paso bastante tiempo, así que por mi calentura acabé ¡como una perra!

Pero ahora viene la parte que más me confundió, y no solo por la calentura que yo tenía, si no por las ganas de sentirla, es como que me ¡sentía suya! Nos quedamos acostadas en la cama acariciándonos mientras me dice algo así: ”ya sé que no sos lesbiana, pero me pasan cosas fuertes con vos, no quiero cogerte quiero amarte” yo estaba re sensible, le dije que no soy lesbiana pero me gustaba estar con ella, que nunca me había pasado algo así (cosa que es cierto, yo me acosté con amigas, pero nunca tan seguido como con ella).

Se levanta (yo ya conté que como ella es más bien activa y tiene un cinturonga) entonces se pone el cinturonga, me pide que lo chupe como si fuera una pija, le hago caso, lo chupo, después me pide que me ponga en cuatro, le hago caso, me empieza a coger por la concha, me lo mete todo adentro, mientras me acariciaba la cola, me metía los dedos en la cola, me acariciaba las tetas, hasta que no tarde mucho en acabar de nuevo.

Sin darme tiempo a nada, y aprovechando que ya tenía mi cola dilatada, me lo empieza a poner en la cola, y de algo me acuerdo, me decía de nuevo: “puta ¡me tenés enamorada! ¿Querés que te coja bien por el culo?” y yo le dije: “siii, amor (jamás le había dicho así) cógeme bien por la cola”, y me empieza a bombear por la cola, hasta que ya mi cuerpo no respondió más, deje de estar en cuatro, no tenía fuerza, me acosté y ella arriba mío me lo siguió metiendo hasta que me hizo acabar ¡de nuevo!

Se saca el cinturonga, nos quedamos acostadas, nos empezamos a tocar de nuevo y yo le empiezo a acariciar su conchita, estaba muy mojada, se la empiezo a chupar, mejor dicho a comer, a morderla suavecita, a meterle también los dedos hasta que la hago ¡acabar!

Nos volvimos a quedar en la cama, y ahí otra vez me quemó la cabeza, me dice que ya sabe que no soy lesbiana, pero que estaba loca conmigo, que me quería tener para ella y me propuso irnos un fin de semana afuera (los viejos de ella tienen un departamento en la costa) para estar dos días ¡las dos juntitas!

Le dije que me lo dejara pensar, me quede un rato más, me vestí y me acompaño hasta abajo, y otra vez me quise morir, cuando llegamos a la calle yo le voy a dar un beso en la mejilla, ella da vuelta la cara y me da un pico que se terminó transformando un ¡beso de boca!, y no era de noche, había gente que pasaba y ¡nos vio!

Mi novio está ahora en el country de unos amigos, le dije que cuando vuelva, me pase a buscar, quiero sentir una pija que ¡me coja bien!, y saber lo que ya se, y es que una pija me gusta más, pero hoy lo necesito más que otros días.

(9,11)