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Mis inicios con el masajista

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Hola soy nuevo en estos temas, espero que no tengan prejuicios de mi por lo que hoy les compartiré, solo quiero sacar esto que he guardado por unos años esperando que me entiendan desde los administradores hasta los lectores, empezaré por presentarme y describirme un poco aunque estoy consciente de lo que eso implica, espero agradarles para poderles compartir mas de mi vida en el futuro.

Primero que nada mi nombre es Guillermo, tengo 20 años, soy del centro de México y tengo una discapacidad de nacimiento la cual me impide caminar sin ayuda, físicamente no tengo nada de que sentirme orgulloso, mido 1.56 de estatura desde pequeño eh tenido problemas de sobrepeso, mi piel es muy blanca mis, mis ojos son cafés, mi cabello es negro, en fin creo que es lo más importante así que seguiré.

Desde pequeño tuve muchas dificultades en mi vida ya que casi para todo necesito ayuda, toda mi vida crecí con la idea de algún día casarme tener una familia pero conforme iba creciendo me empecé a dar cuenta que todo era más difícil de lo que creía, las chicas apenas se me acercaban pero no pasaba de ahí, estudie hasta la preparatoria pero fue por mi discapacidad que ya no pude estudiar algo más.

Antes de cumplirlos 18 años dejé los estudios, apenas salía de mi casa siendo la computadora mi refugio, entraba a salas de chat pero cuando hablaba de mi discapacidad dejaban de escribirme, yo vivo solo con mis padres aunque solo mi mamá me atiende en lo que necesito, la verdad tuve una infancia feliz aun siendo hijo único, dos meses después de cumplir los 18 años una mañana llegó mi mamá diciéndome algo inesperado.

Me dijo que alguien le había hablado de un señor que hacia masajes que había ayudado a muchas persona y que me iba a llevar, yo reaccioné mal puesto que no quería ir pero ante su insistencia junto con la de algunos vecinos no me quedó más que aceptar, llegando el día me llevaron al lugar donde ya habían varias personas esperando ser atendidas, tuvieron que pasar casi tres horas para que llegara mi turno.

Al entrar nos esperaba un hombre de al menos 45 años, perdón sino soy preciso en eso pero soy muy malo para calcular las edades, era muy alto pienso que 1.80 de estatura, moreno, ojos cafés igual a mí, era calvo aunque era evidente que era por su gusto, tenía cara de enojado siempre, llevaba ropa blanca como doctor, al entrar me pidió sentarme en la cama pero al ser muy alta me fue difícil.

Al notarlo el se me acercó sin decir nada me tomó con fuerza para cargarme dejándome en la cama, le empezó a hacer preguntas a mi mamá acerca de mi problema, al terminar de preguntar le pidió a mi mamá que me quitara el pantalón, al escuchar eso me sentí mal ya que no me gustaba que me vieran en ropa interior y no se me ocurrió ponerme un short, el me observaba con atención mientras en mi se dejaba ver cada vez mas de mi piel.

Primero empezó por revisar mis pies dándoles masaje con fuerza con sus dedos lo cual era doloroso, tomó una botella de aceite dejando caer un poco sobre mi pie derecho para luego volver con el masaje, después de un rato hizo lo mismo con el otro, sin decir nada fue subiendo poco a poco hasta llegar a mis piernas para luego pedirme que me diera la vuelta dándole la espalda, subió mi playera para luego dejar caer más aceite sobre mi espalda.

La verdad me estaba doliendo mucho pero me aguanté hasta que terminó, al terminar le dijo a mi mamá que si me seguía llevando podía mejorar mucho pero que para que mejorara aún más me llevara a su casa porque ahí tenia algunos aparatos para casos como el mío, le dio una tarjeta con sus datos y le dijo que me tenía que llevar tres veces por semana por las tardes, después nos fuimos a casa pero los siguientes días me dolía todo el cuerpo.

Las siguientes sesiones fueron igual aunque ya había aprendido la lección poniéndome shorts cada que iba, las sesiones eran todas igual pero en su casa tenía una tina donde me metía en agua un poco caliente para mi gusto, un día mi mamá tenia cosas que hacer por la tarde así que le llamó para decirle que no me podía llevar porque no se podía quedar conmigo para esto ya tenía dos meses en las sesiones con él.

Mamá: Doctor hoy no puedo llevar a mi hijo porque tengo cosas que hacer y no me puedo quedar con él.

Doctor: no es necesario que se quede puede venir a dejarlo y yo me encargo de todo.

Yo ya estaba muy contento porque esa tarde no iría pero al escuchar eso me molesté diciendo que yo no iría pero mi mamá no solo me obligó sino que de ahí en adelante solo me iba a dejar y se iba, al llegar nos abrió la puerta diciéndole que me dejara en una silla en el pasillo marchándose ella de inmediato, yo me quedé muy nervioso ya que era la primera vez que me quedaría solo con él, se me acercó diciéndome te voy a llevar adentro.

Me tomó en sus brazos llevándome hasta la cama donde me acostó para de inmediato quitarme los zapatos, luego el pantalón pero me dijo que mi short le estorbaba un poco para darme el masaje que me lo iba a quitar le dije que no pero me dijo que no pasaba nada y lo hizo, yo me sentía avergonzado pero el actuaba muy normal, empezó con el masaje igual que siempre después me pidió darme vuelta para continuar.

Todo iba normal pero esta vez sus manos pasaron la barrera de mi ropa interior llegando a lo que común mente se conoce como nalgas, al sentir eso di un sobresalto a lo cual el me pidió tranquilizarme que todo era parte del masaje, siguió mientras yo en mi cabeza decía todo esto lo va a saber mi mamá, siguió un rato para luego pasar a mi espalda justo en ese momento sonó el timbre haciendo que él fuera a ver quién era.

Cuando regresó venia tras el mi mamá que al verme pregunto ¿Por qué no traía el short? Pero el masajista con toda calma le respondió que le estorbaba un poco para darme el masaje, yo no dejé pasar la oportunidad y le pregunté ¿para eso o para tocarme el trasero? Sin duda el no se esperaba eso pero siguió en calma explicándonos que había puntos necesarios donde dar masaje para que todo el proceso saliera bien.

Su explicación fue tan convincente que hasta yo me la creí en verdad siguió diciendo que el solo me quería ayudar para que estuviera mejor haciéndome sentir culpable por haber dicho lo de que solo me quería tocar, me disculpé con el luego mi mamá me ayudó a vestirme y nos fuimos, a partir de la siguiente sesión yo dejé de ponerme short aunque me seguía sintiendo avergonzado de que él me mirara así pero me aguanté.

El poco a poco con el pasar del tiempo ya con cinco meses de tratamiento me empezó a hablar de el, diciéndome que se sentía muy solo que la única compañía con la que se sentía a gusto era con la mía, una tarde me hizo una invitación a pasar el sábado con el y que llegando la noche me llevaba a mi casa, yo ya le tenía mucha confianza aunque también sentía un poco de pena por saber que estaba tan solo así que acepté.

El habló con mi mamá para pedirle permiso, ella aceptó de inmediato así que solo tuve que esperar a que llegara el día, era la primera vez que iría con el sin que me diera masaje, el mismo fue por mi hasta mi casa todo el trayecto solo fue silencio lo cual me puso nervioso, al llegar me llevó cargando hasta una parte de su casa que nunca había visto, era la sala me dijo espera voy por algo de tomar alejándose de prisa del lugar.

Al regresar traía unos vasos con refresco, se sentó de mi lado izquierdo mirándome sin decir nada lo cual me ponía nervioso, me quitó el vaso de la mano que apenas había probado, me miró con una cara que nunca le había visto y me dijo no puedo mas, tomándome por la nunca para darme un beso el cual yo intenté romper pero el me lo impedía con su gran fuerza, no sé cómo pero me pude separar de el haciéndolo reaccionar.

¿Qué pasa? Me preguntó como si lo que había hecho fuera algo normal, ¿Por qué hizo eso? le pregunté pero el me respondió con otra pregunta la cual no supe responder, ¿no te gustó? Agaché la mirada y me quedé en silencio, ni yo mismo comprendía lo que estaba pasando, de nuevo me hizo la misma pregunta la cual le respondí sin mirarlo a los ojos, no no me gustó, respóndeme mirándome a los ojos pero no pude hacerlo.

¡¡Respóndeme!! Dijo con voz fuerte, muy nervioso le respondí no sé no lo se, lo cual aprovechó para volverme a besar sin darme oportunidad de evitarlo, de nuevo me zafé del beso y le dije que esto no estaba bien, ¿Por qué? Me preguntó, le dije que lo correcto era que esto sucediera entre hombre y mujer pero el me confundió mas con otra pregunta ¿no lo deseas tanto como yo? No podía creer lo que estaba pasando.

Me quedé en silencio sin argumentos mi corazón latía a mil por hora mientras el solo decía déjate llevar, mientras me besaba la mejilla dulcemente, yo solo decía no por favor esto no está bien, pero el seguía mientras acariciaba mi pierna derecha, se detuvo un instante para decirme vamos a mi habitación, me tomó en sus brazos y me llevó por unas escaleras hasta una habitación grande la cual no tuve tiempo de ver con detalle.

Me echó en la cama mientras yo le seguía diciendo que se detuviera por favor pero no con decisión, así que continuó haciendo lo que quería, tomó mis zapatos sin desatarlos me los quitó con un poco de dificultad, yo seguía insistiéndole en que se detuviera mientras miraba lo que él hacía, en un instante me quitó el pantalón con mi ropa interior lo cual me dio mucha vergüenza cubriéndome mi pene con mi mano derecha.

Se quitó la playera dejando ver un abdomen si bien no marcado era fuerte, lo que me hizo sentirme muy extraño, un calor salía de mi cara sin saber porque pero lo que me dejó con la boca abierta fue cuando dejo caer su pantalón, su pene era enorme para mí ya que el mío no se comparaba ni un poquito con el suyo, su punta estaba expuesta por completo, yo nunca me había puesto a pensar como era el sexo gay así que no tenía ni idea de lo que iba a pasar.

Por último se subió a la cama para quitarme la playera que aun llevaba, comenzó a besarme el cuello bajando a mi pecho besándolo mientras decía ricas tetitas siempre las eh deseado, con sus labios succionaba como esperando que algo saliera por varios minutos, hasta que por fin se detuvo para literal sentarse en mi pecho poniendo su pene a la altura de mi boca, chúpalo bebé dijo mientras yo no alcanzaba a entender lo que dijo.

Saca la lengua dijo sin perder tiempo, yo seguía sin entender pero poco a poco accedí sacándola un poco a lo que el sin perder tiempo aprovechó para acercar su pene a mi lengua rozándolo con ella, sin darme cuenta poco a poco el lo metía en mi boca dándome cuenta ya que empecé a sentir ganas de vomitar pero el siguió hasta meterlo lo más que pudo, dejándolo ahí unos instantes mientras mis ojos se llenaban de lagrimas.

Me costaba mucho trabajo tener la boca abierta sin vomitar sintiendo que me ahogaba pero el seguía sin parar, cuando por fin se detuvo se bajó de mi para luego pedirme que me volteara dándole la espalda como en los masajes, así lo hice con su ayuda separando mis piernas de inmediato hizo lo que nunca creí, con su lengua empezó a recorrer entre mis nalguitas como les decía el provocándome extrañas sensaciones.

No sé como describirlo pero un cosquilleo interno se extendió a mi pene haciéndome sentir como alguna vez que me masturbé sin saber lo que hacía, fue así que me vine sin poder evitarlo, cuando el se dio cuenta se detuvo para sacar una botella de aceite como las que usaba para los masajes dejando caer una gran cantidad entre mis nalgas, las recorrió con su dedo hasta que se concentró en mi ano tratando de meter su dedo, fue ahí cuando empecé a sospechar lo q estaba por suceder, cuando por fin entró su dedo yo di un pequeño grito de dolor pero a el no le importó y empezó a meterlo más, después lo sacaba así hasta que lo sacó por completo, se posó sobre mi con su mano izquierda de mi mismo lado, de pronto empecé a sentir como algo caliente entraba entre mis nalgas, deteniéndose un momento para luego con fuerza intentar entrar en mi ser.

Poco a poco fue entrando haciéndome sentir el dolor más grande que eh sentido en mi vida, era como si una barra de acero caliente me estuviera partiendo en dos, mordía las cobijas para no gritar mientras sentía que me echaban un balde de agua helada y veía todo oscuro, de pronto sentí la ultima embestida haciéndome perder por completo el conocimiento por unos instantes, cuando empecé a reaccionar sentía sus embestidas.

Lo hacía tan fuerte que me movía cada vez que lo hacía, siguió así hasta que salían gemidos de su boca acelerando sus embestidas para luego poco a poco detenerse hasta quedarse quieto sacando su pene de mi interior, se dejó caer a mi lado mientras yo lo miré mire su pene todo lleno de sangre y suciedad le pregunté si se había lastimado, pero el me dijo que la sangre era mía que así pasaba la primera vez que abrían un culito tan lindo como el mío.

Me dijo que me iba a meter a la tina para que se me pasara después me llevó a mi, casa cuando mi mamá se dio cuenta que sangraba me preguntó que me pasó pero le dije que no sabía, y desde ahí todos los fines de semana hacíamos el amor como nunca creí hacerlo tal vez algunos piensen que se aprovechó de mi pero les aseguro que no, ojalá publiquen mi relato gracias de antemano.

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