En mi relato anterior les había contado que Valeria tenía cita con un hombre de color, pues bien, aquí les cuento lo que sucedió.
Resulta ser que este hombre está de intercambio en mi país, es de Mauritania, Valeria me había contado que vive en un departamento a escasas cuadras de donde vivo con un compañero también africano, a según ella son muy educados y atentos, le había preguntado a Vale si ya tuvieron sexo a lo que ella me dijo que sí, pero que la tiene muy larga y no pudo disfrutar mucho del dolor punzante que sentía, recuerdo que reí mucho por su respuesta, "déjame nomás a mí para enseñarte", le dije riendo, personalmente nunca estuve con una persona de color, ni me agrada la idea, le dije solo para molestarla.
Hace unas semanas el muchacho fue llegando junto a Valeria y por primera vez pude intercambiar palabras con él, (debo aclarar que Toni, el primo de Vale, volvió a su pueblo), iba acompañado de su compañero de vivienda, este era un muchacho de casi 2 metros, con el físico totalmente marcado aunque horrible de rostro, desde que nos saludamos no paró de mirarme, se notaba a leguas que se me lanzaría, Valeria me pidió salir con ellos, ella con su amigo y yo para ser de acompañante para el otro muchacho, acepté para hacerle el favor a Vale nomás luego, no me agradaba la idea.
Esa noche pasó normal, terminamos de cenar y volvimos a casa de Valeria, ella muy de amores con el muchacho, creo que está enamorándose.
Bueno, el muchacho de nombre Toby, se notaba que era más de querer ir directo al grano que el otro, tiene cara de degenerado, aparte de feo ya me cayó mal por eso, salimos de vuelta el fin de semana siguiente, esta vez Toby ya no perdía tiempo, en su español me dijo "salgamos solos nosotros", sólo sonreí y no contesté nada, no me gustan los hombres de color, pero debo confesar que por lo menos quería ver el pene que tiene para sacarme la duda de la fama de estos muchachos.
Volvimos a salir, todo normal, Toby me miraba como perro en celo, trataba de no seguirle la corriente, regresamos a casa de Vale y me pidió que les dejemos solos, como estos muchachos viven cerca de mi casa, entonces le pedí a Toby que me deje de paso, estaba ya cansada y un poco mareada por el vino, cuando me iba a bajar del coche, le pregunté a Toby si quería bajarse un rato, "sin dudar" me contestó.
Entramos a mi departamento, le dije que se ponga cómodo en el sofá y fuí a la cocina a buscar un poco de vino, estábamos tomando ya una botella y saben qué?, hasta ya no me parecía tan feo jajajaja, no sabía cómo coquetearle, no quería ir directo a nada, entonces me cambié de ropa, me puse un pantaloncito corto y una blusa sin brasier, seguimos tomando y cada tanto hacia como que me picaban las nalgas y alzaba un poco el pantaloncito para rascarme, lo estaba volviendo loco, pero muy respetuoso él, no decía nada aunque tampoco disimulaba que le gustaba lo que veía.
Terminamos la segunda botella de vino y me preguntó si continuaríamos, le contesté "tengo problemas con las piernas cuando tomo mucho", "se te hinchan?" preguntó, sonriendo le contesté "no, se me abren", reímos un buen rato.
Aproveche y le pregunté ”es cierto la fama que tienen ustedes de tenerla grande?”, "algunos tienen grande, no todos" me contestó, "y el tuyo?" pregunté, solo sonrió, "en serio te estoy preguntando" le dije de vuelta, "es un poco grande" contestó, "como para partir al medio a una mujer?" pregunté, "te voy a mostrar para que saques conclusión" me dijo, "dale" le dije, "me mostrás tu pene y te muestro mis tetas para estar iguales" le contesté, me dijo sonriendo "mi pene no sale solo a mirar, va querer jugar", "tampoco mis tetas" le dije sonriendo.
Se levantó y se desabrochó el pantalón y dejó al descubierto su enorme pedazo de chocolate, estaba ya erecto, "sí que la tenés grande" le dije, me saque los pechos afuera y se los mostré, "se ven ricas" me dijo, "son ricas" le dije, se acercó y empezó a apretármelas, no pude evitar gemir, "puedo medirte el pene?" le pregunté, "sin problema" contestó, entonces fui a mi habitación por la cinta métrica, me agaché y le di unas lamidas desde sus testículos, es enorme, nunca tuve mala suerte con las pijas, siempre me tocaron de normal para arriba, hasta los que me parecían grandes se quedaban chicos delante de este africano, no estaba segura de si tener o no sexo con él, pero quería saber lo que se sentía, lo recosté en el sofá y le hacía pajas con mis tetas mientras le pasaba lengua a la punta de su generoso miembro, procedí a medirlo, de largo 27,5 centímetros y de ancho unos impresionantes 25 centímetros, la cabeza enorme con un color medio lila, estaba asombrada, de largo ya había tenido de ese calce, pero de ancho nunca.
Me pidió que se la chupe, como pude lo hice, me tocaba los pechos mientras buscaba mi vagina con sus manos, me bajó el pantaloncito y metió sus dedos, es tan grande su mano que ya parecía que me estaba cogiendo, en eso me abre las piernas y me chupa la concha, el culo, toda, me dejé llevar, estaba súper mojada, más de lo normal, chorreaba, se preparaba para recibir ese pedazo de carne color chocolate, "desde que te vi quise estar contigo" me decía.
Le pedí que me acompañe a la cama, al llegar me agarró de atrás y comenzó a apretarme los pechos, me tiró a la cama y me abrió las nalgas para chuparme el culo, me metía los dedos "veo que ya no sos virgen de ano" me dijo, "me encanta el anal" le contesté, "tenemos que probar si el tuyo entra" le dije, sonrió. Le pedí que se acueste, le puse el condón y me subí sobre el mástil, sentía como forzaba la entrada de mi vagina, estuve como 5 minutos buscando un buen ángulo para meterlo todo, cuando por fin lubriqué bien, la metí lentamente, totalmente abierta estaba, las paredes de mi vagina se estiraban para poder dar paso a semejante chocolate, sentí cierta molestia, pero al meterlo todo como que mi vagina se abrió toda y empecé a moverme como loca, ya no sentí ninguna molestia, solo sentía que me llenaba toda, rico estaba.
Mientras él me apretaba los pechos en un contraste de colores, "estás acostumbrada a tamaños" me decía mientras me tomaba de la cintura para meterla más profundo, "si, tengo como 80 hombres de experiencia" le dije gimiendo y saltando sobre su pija, "que rico se siente bien adentro, te gusta cómo me coges?" le decía en su cara gimiendo de placer, "me encanta, sos una puta rica", paré un rato y le dije "no me llames puta aunque lo sea", "perdón" dijo y seguí con mis movimientos que se tornaron más rápidos hasta que estallé en un delicioso orgasmo, me temblaban las manos, terminé como nunca lo había hecho, mis contracciones eran fuertes, con chorros de orina y me tiré unos gases, nunca terminé tan rico que hasta me temblaban los labios y me babeaba de placer mientras él seguía con sus bombeos incansables.
Quería salirme de él, pero es grandote y me tomaba fuerte de la cintura mientras seguía con sus arremetidas, me dio una sensación de risa seguida con ganas de llorar, no sé qué me pasó, me levantó haciendo que lo rodee con las piernas y me puso contra la pared y me seguía clavando pija, ya estaba totalmente loca de placer, me tenía como muñeca de trapo, sin sacarla me puso en la cama y abriendo mis piernas me penetraba hasta el fondo, pegando mis pechos y mordiendo mis pezones, nunca nadie me había hecho el sexo tan bien.
Nuevamente me levantó de la cama y acrobáticamente me giro de cabeza dejando mi entrepierna en su rostro y empezó a chuparme la concha y yo de cabeza chupándole la pija, no me daba respiro a nada, me agarra de los brazos, me bajó las piernas hasta su pene y me la hundió de cuatro mientras me estiraba del cabello y me daba nalgadas fuertes, ya estaba por llegar a mi segundo orgasmo sin sacarlo, reventé en un gran gemido potente y terminé riquísimo, estábamos ya casi una hora así, parecía que él nunca acabaría.
Me puso boca abajo en la cama, me abrió las nalgas y me chupaba el culo, me metía sus dedos para dilatar, me empiné lo más que pude y empezó a metérmela despacio, estaba súper mojada, no pensé que entraría fácil, pude sentir como iba abriendo mi ano dando paso a su pija hasta dar tope con sus testículos, y nuevamente el bombeo constante, me levantaba las piernas para penetrarme aún más, "te duele" me preguntaba, "no, seguí, no termines nunca" le dije, me cogió el culo como nadie por alrededor de media hora hasta que sentí que sus movimientos se aceleraban e iba eyaculando a mares, cada centímetro y venas de esa pija lo sentí, no pude evitar y terminé por tercera vez, me volteé, le saqué el condón y lo vacié en mis pechos, lo estiré y lo puse sobre mientras lo abrazaba y así quedamos largo rato, "tienes aguante chiquita" me decía mientras su pija acariciaba mi vagina, "vos tenés aguante, nunca nadie me había hecho gozar y terminar de esa manera antes" le dije.
Me besaba el cuello, me mordía los pezones, pude notar que su pene volvía a ponerse dura, mientras me lamía el cuello posicionaba de vuelta su miembro en mi entrada vaginal y me la volvía a meter despacio, hasta que se vino de vuelta, esta vez en mi rostro, estaba súper asombrada con su aguante y de lo bien que coge, él estaba asombrado del aguante que tengo también, "sos de las mejores mujeres que me comí" me dijo, "me dejaste hacer lo que quería y no te dolió nada", "eso de morderme los pezones y los golpes en las nalgas nunca me gustaron, pero esta vez me gustó sentir algo de dolor" le dije.
En eso llama a mi puerta Valeria y el amigo, nosotros estábamos desnudos, él aun tocándome la vagina de vuelta y yo con semen por toda la cara, apurada tomé una toalla y me limpié, no pensé que irían por casa, así que me imagino que Valeria no entró sin tocar porque sospechaba algo, les abro y ambos estábamos exhaustos por la sesión de 2 horas de sexo, encima si no venían es probable que continuaríamos porque él ya me estaba metiendo dedo otra vez.
Actuamos normal, obviamente Valeria no es ninguna boba, ”que hermoso está tu rostro, toda rosadita" me dijo Vale, ella sabe que cuando tengo orgasmos mi rostro se queda toda rosadita, como que estoy más linda, le hice un guiño y sin perder tiempo, se volvieron a marchar llevándose con ellos a mi semental, al cual estoy muy agradecida, me cogió de lo más lindo, haciéndome terminar más que rico, riquísimo, es casi un hecho que mis vecinos escucharon mis gemidos que no fueron como en algunas ocasiones, fingidas, Toby sí que me puso a saltar y me puede tener cuando quiera y como quiera, que me estire del cabello y me dé nalgadas, en tanto no me deje marcas está todo bien, rico negro, rica pija, hasta el día de hoy estoy impresionada por el tamaño, el aguante suyo y el aguante de mi cuerpo.
Nunca digas de esta agua no he de beber dice un dicho, nunca habría estado con una persona así, pero lo hice y me coge como nadie.