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Marilina y la modista (Parte 2)

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Esa mañana Marilina salió apurada de su casa porque ya llegaba tarde a la Facultad. Tenía clases y una prueba importante así que se despidió con un rápido beso a su madre diciéndole ‘Chau Ma, nos vemos en la tarde’, llegó hasta la calle y de repente vio, al frente del edificio, al portero Don Lito, ese viejo pervertido, conversando animadamente con Doña Margot, su modista.

Pasó por al lado de ellos y saludo ‘Hola Doña Margot’ dispuesta a seguir su camino, sintió que la mujer le decía ‘Hola nena, justo te iba a decir que tenés que probarte el vestido que te estoy haciendo, vení mas tarde así vemos cómo te está quedando’ a lo que Marilina contesto, ‘Cuando venga de clases paso por su casa’ ‘Bueno te voy a estar esperando’ dijo Doña Margot. Marilina sigue su camino, sintiendo la mirada de los dos en su cola y piernas mientras se alejaba. En el viaje en colectivo hasta la Faca Marilina iba pensando en Doña Margot y estaba arrepentida de haberse dejado llevar por las caricias de la mujer y dejado que le chupara la concha. Si bien había disfrutado, ahora al verla junto al odiado portero tenía miedo que le contara al viejo verde y este era capaz de extorsionarla de nuevo, como ya había hecho, para poder cogérsela. Todavía se acordaba cuando el portero, mediante engaños, la había obligado a ir a su vivienda en el subsuelo del edificio y la había cogido, ese viejo que nunca podría cogerse una chica joven y linda como ella. Y ahora estaba enredada entre ese viejo aprovechador y la vieja modista que también se calentaba con ella. Se preguntaba porque gente grande como esos dos se calentaban tanto con ella, tenía como un imán para los viejos, se dijo, y le causo gracia.

La tarde transcurrió, Marilina almorzó algo liviano en el comedor de la Faca y para la tarde había olvidado la promesa de pasar por la casa de la modista... Llego a su edificio, el portero estaba sentado en su mostrador, ella no lo saludo y fue a llamar el ascensor. Mientras esperaba, vio que el viejo se acercaba a ella y le decía, mientras miraba que nadie estuviese cerca, “Me dijo Doña Margot que te está haciendo un "vestidito" con la lengua y que te gusta mucho, a mi también me gustaría hacerte un "vestidito" y chuparte bien la conchita" Marilina no podía creer lo que le estaba diciendo el portero y mientras abría la puerta del ascensor le dijo "Viejo sucio deje de molestarme o lo voy a denunciar a la Policía" y entro al ascensor, mientras cerraba la puerta escucho al viejo decir " A tu mamita no le va a gustar saber que su nenita se deja chupar toda por Doña Margot" . La chica llego malhumorada a su casa, le parecía que el portero era un tipo despreciable y también le parecía que Doña Margot había estado horrible en contarle esas intimidades entre ellas. En ese momento recordó que había quedado en probarse el vestido y volvió a salir, no había nadie en su casa, sus padres volverían mas tarde.

Cuando paso por la conserjería, vio aliviada que el portero no estaba. En pocos minutos recorrió las dos cuadras que la separaban del domicilio de la modista. Toco timbre y la atendió Doña Margot diciéndole "Pasa nena te estaba esperando", la chica entro a la sala y se dejó guiar por la mujer hasta el cuarto de trabajo. Sobre una silla esta su vestido. Marilina lo tomo y dijo "esta precioso" viendo el corto vestido negro de tirantes y lo desplego para probárselo. "Déjame que te saque la ropa" dijo la mujer y se apresuró a sacarle la remera a Marilina. Como siempre la chica no usaba corpiño y los parados pechos de la joven quedaron a la vista de la mujer, que sin demora tomo con cada mano cada uno de los senos diciendo "Como extrañaba estas tetas, nenita" empezando a acariciarlas, Marilina quiso tomarle las manos a la mujer diciendo "No Doña Margot, no quiero...""Como no vas a querer preciosa, esas tetas son para comérselas" y siguió sobándole los pechos. La manera que tenia de acariciarla desmoronaba a Marilina, la experimentada mujer sabia como tratar a una nena como esa, de una manera suave, pasaba sus manos por los costados y llegaba hasta sus pezones excitándolos con la yema de sus dedos De a poco la chica se fue entregando a las deliciosas caricias que le hacia la mujer Siguió amasándole los carnosos pechos, se inclinó hasta el cuello de la chica y comenzó a besarla, lo que produjo estremecimientos en Marilina, la lengua de la mujer iba del cuello hasta la nuca pasando cerca del lóbulo de la oreja, siempre sus manos apretando los suaves senos de la chica. Marilina nuevamente estaba excitada, sentía duros sus pezones y una humedad muy notoria en su tanguita. La mujer dejo de acariciar a la chica y se dispuso a sacarle la minifalda de jean que tenía. Le desprendió el botón y bajo el cierre al costado para retirarle con suavidad la prenda dejándola en la silla y se puso a acariciar las piernas de la chica. "Que linda tanguita mi amor" decía la mujer, ya muy excitada con esa joven belleza de carnes suaves y duras, sus manos subían y bajaban por los muslos y Marilina ya estaba súper excitada y rendida a las caricias de la modista. Doña Margot acerco hasta la cama a la joven y la hizo sentar sobre el borde. Tomo un tobillo de Marilina y le quito el calzado deportivo, se llevó el pie de Marilina hasta la boca y chupo con suavidad los dedos y la planta del pie. La chica empezó a derretirse ante este tratamiento, la mujer le quito el otro calzado e hizo lo mismo con el otro pie. La tomo por los muslos y la acostó boca arriba, le abrió las piernas y se puso entre ellas. Subiendo sus lamidos por entre la parte interna de sus piernas, hasta que llego hasta la entrepierna de Marilina y paso su boca por encima de la tanga, con su lengua presionando sobre la conchita lo que hizo delirar a la joven. La mujer tomo por los dos costados de la tanga y la retiro hacia abaja sacándosela totalmente. Y de inmediato se puso a comerle la concha a esa pendejita deliciosa. El olor del sexo fresco de Marilina hacia que Doña Margot totalmente excitada se esmerara en los lamidos que le proporcionaba a los labios vaginales hundía su lengua buscando el clítoris, lo inundaba de saliva y volvía a lamer por todos lados esa exquisita conchita, mientras alargando sus brazos volvía a posesionarse de los carnosos pechos de la chica, apretándolos mientras chupaba sin cesar entre las piernas y todo se volvía jugoso, la lengua de la mujer y la entrepierna de Marilina. En determinado momento la chica sintió como una descarga eléctrica y contorsionándose en la cama experimento un gran orgasmo, gimiendo audiblemente mientras la mujer no cesaba de chuparla. Doña Margot empezó a meterle un dedo en la concha mientras la lamia, y luego dos dedos haciendo gemir de nuevo a la chica, su lengua se concentró en el clítoris y lo chupo largamente. Saco sus dedos de la conchita y busco el cerrado orificio del culo intentando abrirlo, luego de un intento lo logro metiéndole un dedo lubricado con los jugos vaginales y la saliva , entrando y haciendo suspirar de nuevo a Marilina, que no paraba de gozar de la chupada que le estaba dando esa mujer. Doña Margot ya tampoco se aguantaba puso a Marilina moviéndola de la cintura en posición boca abajo y empezó a frotarse furiosamente contra las nalgas y piernas de la joven, desesperada por acabar sobre el cuerpo de la chica hasta que lo logro, suspirando de alivio al tener un orgasmo.

Pasado un rato, un poco repuestas las dos, Marilina se levantó y le dijo a Doña Margot "Todavía no me probé el vestido Doña Margot" a lo que la mujer le dijo mientras "No te preocupes nena, cuando es la fiesta?" "Dentro de una semana" "Bueno, tenemos tiempo, vení mañana a esta hora y te lo probas" a lo que replico Marilina "Bueno, mañana vengo de nuevo, me gusta el vestido que me está haciendo Doña Margot" dijo Marilina con picardía. "Me gusta mucho “Y a mí también me encanta nena, te voy a hacer muchos vestidos".

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