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Sin sacrificio no hay placer en la victoria

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—Que buen chico para nosotros —Yamato susurró al oído de Daisuke y éste se estremeció, al mismo tiempo sintió a Takeru moverse frente a él a través del colchón.

Había una venda que le cubría los ojos, una cuerda sedosa que sujetaba las manos detrás de la espalda y alguien detrás de él, entre las piernas.

Sintió que su mejilla se calentaba ante la sensación de estar tan expuesto a los dos hermanos. Su pecho estaba sobre el colchón, su mejilla presionada contra la suave tela, mientras que su trasero estaba en el aire y en plena exhibición, solo unas pequeñas bragas azules de bebé cubrían esa última parte de él.

—¿No es un buen chico, Takeru? —Yamato preguntó a su hermano menor y Daisuke pudo escuchar algo que no pudo ubicar.

—Por supuesto que lo es —Los dedos de los dos hermanos a la vez estaban en la mejilla de Daisuke y un momento después acariciaban suavemente su piel. Él tragó saliva, jadeando ligeramente.

Sintió a Takeru inclinarse sobre él, presionando su entrepierna directamente contra su culo. Eso realmente no ayudó a la situación.

—No... —respondió, tembloroso.

—¿No qué? —Takeru le dio un golpe en el culo y Daisuke gritó, casi mordiendo el dedo de Yamato.

—No, mis señores! —Dijo más fuerte, tratando de quedarse quieto y resistir la tentación de presionar contra el duro de Takeru y decirle que se vaya a la mierda con eso.

Takeru se recostó de nuevo y ese cálido cuerpo contra el suyo ya no estaba allí.

Estuvo en silencio por un momento y luego volvió a hablar mirando a su hermano mayor y a su vez acariciando el dulce cabello de su amante

—Creo que se merece un regalo. Hizo un buen esfuerzo hoy en alejarse de la persona que más quiere —habló como si Daisuke ni siquiera estuviera en la habitación.

—Gran idea, hermanito —De repente, las bragas de Daisuke se estaban bajando y había algo justo en los labios de que solo podía reconocer como la polla de Yamato

Por supuesto que abrió la boca y comenzó a chupar. Lo que no esperaba, era sentir algo en su entrada ya resbaladiza.

Fue entonces cuando supo que estaba jodido.

—¿Sabes?, lo vi y pensé que te encantaría —Dijo cuando algo empujó dentro de Daisuke y gimió en voz baja alrededor de La polla de Yamato, lo que hizo que este último empujara más dentro de su boca.

—Y lo amas, ¿verdad? —Volvió a decir, Lo que fuera lo que le estaba poniendo allí, era suave y arqueado y se sentía genial. No podía imaginar que se pusiera aún mejor cuando comenzó a vibrar y Daisuke casi se atragantó con la polla de Yamato y este solo lo agarró del pelo.

Lo mejor para el SIEMPRE

Dejó que sus piernas se deslizaran un poco más abajo, gimiendo continuamente cuando Yamato comenzó a empujar con cuidado.

—Toma lo que mi querido hermano respetado por ti te da —Susurró Takeru con su voz más firme ahora. Comenzó a mover el vibrador y pronto Daisuke comenzó a lloriquear, las lágrimas corrían por sus mejillas y su polla goteaba.

—¿Qué, ya has terminado? la lefa ya gotea alrededor, ¿es todo lo que tienes para nosotros? —Yamato preguntó aunque él también estaba jadeando.

El agarre en su cabello se tensó y Daisuke dejó escapar otro gemido, enviando vibraciones directamente a la polla que todavía estaba llenando su boca.

—Ni siquiera tu boca puede encajar bien contigo, pero aun así eres una buena puta para nosotros.

—No te atrevas a correrte todavía, no te lo mereces, hiciste sentir incomodidad a mi hermanito —Takeru advirtió cuando Daisuke se volvió más y más silencioso, en su mente los maldijo por hacer exactamente lo que sabían que lo empaparía y sobre todo sin dejarlo tener su orgasmo.

Los empujes de Yamato giraron un poco más rápido, sus gruñidos eran más fuertes lo que hizo Daisuke gimiera a su alrededor, a lo que al fin explotó y llenó su boca perversa y obscena.

Yamato se retiró después de unos breves momentos y el otro podía sentirlo todavía goteando el semen en sus labios. Tragó y lamió todo lo que pudo conseguir.

—Como una buena puta —zumbó Takeru acariciando su cadera

De repente, el zumbido en su agujero estaba mucho más presente. Mucho más vivo, no sabía si Takeru había subido la vibración o simplemente porque no tenía nada con lo que distraerse, pero él era un ataque de nervios en esos momentos pero finalmente, se puso a lloriquear, algo que excitaba de manera salvaje a los dos hermanos, aquel chico, lider que no tenía miedo a nada estaba ahora mismo pidiendo compasión entre lágrimas

—Por favor... Por favor... tú, Takeru... por favor déjame correrme,

—¿Realmente crees que lo necesitas? —Susurró en su oido antes de morderle una de sus orejas

—Es lo que quiero, me sentiré por favor! —Suplicó y los empujes del vibrador se hicieron más fuertes. gimió más, enterrando su cara en el colchón.

—No lo hagas —ordenó Yamato, haciendo que Daisuke volviera la cara hacia el costado de nuevo, por lo que sus jadeos, gemidos y gritos eran claramente audibles.

—¿Crees que puedes olvidar el enfado de mi querido hermanito si te follo después de esto? una por mí y otra por él —Takeru preguntó y Daisuke asintió rápidamente.

—¡Todo lo que quieras, todo! —Jadeó y arqueó la espalda.

-Córrete si puedes —dijo después de un momento de silencio, trazó un dedo burlón sobre la parte inferior de la polla a punto de hacer explosión

Llegó a todas las sábanas con unos pocos empujes y unos gemidos muy fuertes, ahora todo el mundo en esa habitación cualquiera en el mundo sabían que estaba siendo follado.

Ambos hermanos dejaron que el chico pelirrojo manejara su orgasmo con el juguete que todavía lo llenaba, antes de que la sensibilidad excesiva lo golpeara y él gimiera, volviéndose a poner duro, ser un eyaculador precoz es una bendición eterna.

El vibrador se apagó, fue eliminado del ano y antes de que él pudiera darse cuenta de lo que estaba sucediendo, Takeru estaba cumpliendo su promesa y metiendo su polla en él de forma agresiva, ante eso Daisuke dejó escapar un fuerte gemido y trató de adaptarse a la sensación, pero Takeru ya se estaba moviendo y todo lo que podía pensar era joder, joder, joder! y sí, sí, sí!

Estaba bastante seguro de que Takeru sentía lo mismo detrás de él, a juzgar por sus gemidos y las manos firmes en sus caderas.

—Te encanta esto, ¿no? ¿Te están follando duro? con la situación saliendose fuera de control —Daisuke logró asentir a las palabras de Yamato.

-Apuesto que ni siquiera te importaría si Ken te viera así. Todo extendido, listo para que te follen hasta los sesos —Takeru sudoroso siseó en su oído y allí estaba Daisuke otra vez, quejándose por él, no para que se detenga, sino para que nunca más se detenga.

Murmuró "por favor" O "Takeru" y "Yamato" en voz baja, entre gemidos. Realmente su mente se habia roto, ser follado por su amante y ser visto por los dos hermanos era algo que también deseaba experimentar.

Finalmente Takeru mostró misericordia y se agachó para acariciarlo. Fue entonces cuando Daisuke se derramó sobre su mano, ante esa sensaciçón tan putamente genial, Takeru se corrió momento después de él.

Ambos estaban jadeando cuando él se retiró. El nudo detrás de la espalda de Daisuke se desató rápidamente y Yamato lo sentó en una almohada.

—Lo hiciste genial, estoy contento... —Murmuró besando su mejilla mientras Takeru le quitaba la venda.

—Fuiste tan bueno para nosotros, me vuelves loco, nos encantas, a los dos Murmuró desde detrás de él y luego abrazandolo de forma firme y suave, Daisuke sintió su sudor detrás de él

Murmuraron silenciosos elogios mientras se acostaban con él en la cama. Era un poco pequeña para tres personas, pero encajaban. Takeru fue el primero en dejar de hablar y simplemente se volvió a acariciar la piel mojada de Daisuke mientras le acariciaba el cuello.

Este amó cada segundo que pasó con ellos, Amaba cada segundo de estar con su amante y con la persona que mas respetaba de esta manera, de ser elogiado, de ser retenido como si valiera la pena más que nada, nada mas morboso que compartir cama y tener sexo con dos hermanos sexualmente activos para él.

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