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Alegrando a un anciano (Parte 3)

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Eran las 6 de la mañana, los primeros rayos del sol alumbraban a la nueva pareja, los pajaritos ya empezaban su habitual canto cerca del cuarto donde yacían ambos cuerpos que aún estaban recuperándose de la tremenda faena que habían tenido algunas horas antes, la primera en despertarse por uno de estos rayos fue la bella muchacha que vio como su asqueroso amante se había acomodado de tal forma que se había quedado dormido prendido del seno izquierdo de esta como si de un becerro se tratara, también noto como su pequeña ropa interior había sido bajado hasta las rodillas y al tratar de subírselas noto algo raro en la tela, sin ninguna duda esto era obra de don Eulalio que se había despertado un par de horas después de que se acostaran, aun consumido por los efectos de todo el alcohol que había tomado no se creía todo lo que había ocurrido en esas horas, le parecía un sueño, un rico sueño del que quería seguir sacando provecho antes de que despertara, por lo cual a duras penas movió a la linda universitaria para despertarla y seguir cogiendo un poco más ya que el golpe que se había hecho al caerse del baño ya se había pasado, pero al no encontrar respuesta de la cansadísima muchacha, procedió a tratar de cogérsela, por su cuenta, pero debido al avanzado estado de ebriedad en el que se encontraba solo pudo bajarle su ropa interior hasta las rodillas, poco a poco manoseaba las formidables nalgas de la muchacha aun sin creerse que todo eso ahora era suyo, su imponente verga ya se mostraba nuevamente en todo su esplendor con el deseo de ponerla en cuatro y penetrar una vez más esa estrecha zona que ya había disfrutado, pero entre la calentura y su estado de ebriedad no podía hacer tal cosa, por lo que situó su erecto miembro entre los muslos de Milly con el objetivo de hacerse una masturbada tal y como la universitaria le había hecho con sus pechos horas antes, hizo un gran esfuerzo para acomodarse pero al final pudo poner ese pedazo de carne entre los jóvenes muslos de la chica y procedió a simular una penetración, a todo esto Milly solo lanzaba unos inconscientes leves gemidos, sin duda a sus 22 años jamás había pasado por una experiencia tan satisfactoria y agotadora por lo cual en estos momentos se encontraba en un profundo sueño.

Por su parte el viejo seguía moviéndose como si de verdad estuviera penetrándola, sus manos arrugadas y callosas recorrían esas largas y suaves piernas de la dormida chiquilla, bajo un poco más su cabeza para encontrarse nuevamente con esos hermosos melones, esos jugosos y suaves pechos al cual muy pocos habían logrado siquiera tocarlos, y él había tenido el honor de chuparlos a su antojo, debido a la oscuridad del cuarto no podía verlos pero podía sentir con su magullado cachete la suavidad de estas, su boca buscaba desesperadamente el pezón de color café claro de la chica.

El repulsivo sujeto tenía una fijación especial por los pechos de las mujeres, siempre que veía a alguna pasar sus ojos se iban directamente a los senos de estas no importándole la edad o la ocupación ya que ni las mujeres policías o enfermeras se salvaban de sus penetrantes ojos, le fascinaba las diferentes formas y tamaños, siempre que había una labor social o vacunación gratuita era de los primeros en formar cola ya que sabía que a esos lugares siempre van tiernas enfermeras o ayudantes, muchas de las cuales iban ligeras de ropa por la excesiva calor de la zona y aprovechando su posición de tercera edad, muchas veces les hacía conversación para alargar un poco más su turno, mientras hacía eso no perdía detalle de las piernas de las enfermeritas que eran adornadas con esas típicas minifaldas blancas y tampoco perdía detalle en los pechos de estas, las cuales muchas veces andaban con la blusita blanca con uno o dos botones sueltos, ocasionalmente las miradas eran tan descaradas que hasta las chicas más ingenuas se daban cuenta de lo que pasaba, pero como se trataba de un “ancianito” humilde, muchas veces lo pasaban por alto, es así que luego de un tiempo el viejo se ganó la fama de viejo verde y casi todas las chicas de labor social y enfermeras sabían quién era él, a algunas les resultaba asqueroso y lo evitaban, mientras que a otras simplemente les daba gracia y por seguirle el juego se soltaban dos o tres botones para que el pervertido se alegre la vida con los lindos escotes que se formaban, desgraciadamente para el anciano solo se podía limitar a mirar, ya que la primera y única vez que quiso intentar algo más, se llevó tremendo problema, por parte de una de las enfermeras practicantes que se puso nerviosa apenas sintió una mano posarse sobre uno de su senos.

El viejo recordaba todo eso, le encantaba mirar todo tipo de senos, aunque sus preferidos siempre eran los voluptuosos, de esos grandes y firmes a la vista, pero que siempre dan un leve bamboleo natural al caminar, se le hacía agua la boca siempre que veía uno de esos y ahora tenía a una hermosa joven que poseía justo ese tipo de hermosos melones y estaban a su total disposición, los senos de Milly eran un manjar que no estaba dispuesto a soltarlo nunca, mientras recordaba, acomodo a la tierna muchacha de tal modo que los dos estaban cara a cara… bueno cara-senos, ya que el viejo se había bajado un poco para estar a la altura de esos melones, a pesar de que por la oscuridad del cuarto sus ojos no podían apreciar esos monumentos, el contacto de su rostro con ellos era más que suficiente, su horrible cara se hundía en esas suaves almohadas, su lengua empezó a recorrer desde la base hasta la punta de ese fino pezón de color café claro para perderse en este último y darle un trato especial, donde alternaba entre lamer y dar pequeños mordiscos con su labios resecos, el miembro del anciano estaba totalmente empalmado como si hubiera tomado un potente viagra, por lo que volvió a ponerlo entre los suaves muslos de la joven, estuvo en ese lapso por maso menos 20 minutos cuando sintió que se quería venir, don Eulalio aun quería seguir disfrutando de ese formidable cuerpo pero el cansancio y el licor en la cabeza pudo más, así que chupo con todas sus fuerzas el seno izquierdo de la chica mientras lanzaba 3 potentes chorros de semen en la ropa interior y sabanas, luego de eso se quedó profundamente dormido sin desprenderse de sus melones favoritos y tal cual así fue como lo encontró Milly, pegado a ella como un bebe, un feo y arrugado bebe.

Milly acomodo a su viejo amante y tomándolo suavemente fue desprendiendo poco a poco los labios resecos de su ya hinchado pezón el cual al sacarlo estaba todo baboso y adolorido de todas las fuertes succiones que le había dado el viejo como si tratara a toda costa de sacarle algo de leche para alimentar su deforme cuerpo.

Luego de poner cómodo y tapar a su macho, la linda universitaria se percató de que a pesar de que ayer en la noche se había bañado con finas especias y perfumes, el olor corporal del viejo se le había pegado, por lo cual se levantó, fue a su cuarto, se dio una ducha rápida y se cambió de ropa interior, eligió una semi-tanga negra que fue acompañado de un pequeño short ya que el calor en la mañana era insoportable, debido al dolor de su pezón izquierdo decidido no ponerse ningún brasier, solo se puso una cómoda musculosa con amplio escote.

A medida que se alistaba volvían a ella todos los momentos apasionados que paso con aquel hombre horrible, sentía una mezcla de calentura con arrepentimiento, aun no podía creer que se había encamado con un viejo indigente y peor aún que este le había dado la cogida de su vida, fue la primera vez que un hombre la había hecho correr y aun recordaba esa genial experiencia, pero por otro lado ser la mujer de tan repugnante sujeto ahora le daba náuseas y sentía una vez más las ganas de llorar por él arrepentimiento, deseaba que todo esto nunca hubiera pasado, pero por más triste que se pusiera, sabía que tenía que enfrentar la realidad, de momento no sabía qué hacer con su semental anciano, sabía que botarlo a su suerte no era una opción válida ya que este podría reaccionar mal, así que tendría que negociar de alguna forma para que se vaya y la deje en paz, pero no se le ocurría ninguna forma de lograr eso sin pensar en usar su cuerpo.

La chica era un mar de dudas, había pasado la noche más excitante de su vida, pero por otra parte ya no quería saber más del viejo al menos por ahora, una de sus fantasías sexuales se había cumplido y con creces, de manera que solo quería descansar y despejar su mente, fue a la cocina del tercer piso para percatarse si la empleada se había despertado y efectivamente, ahí se encontraba ella preparando el desayuno.

—buenos días doña Petronila

—buenos días señorita, que lindo día ¿verdad?

—Si, aunque el calor es insoportable.

—¿durmió bien anoche? —pregunto con un leve tono sarcástico el cual no se percató la aun somnolienta muchacha

—haa esteee sí, dormí bien gracias

—le prepare el desayuno, dentro de un momento bajare al primer piso a empezar a limpiar

—Muchas gracias —en ese momento Milly se acordó que había dejado algunas cosas alborotadas en la parte de abajo por culpa de su "querido" semental —esteee ante de comer iré a hacer unas cosillas que se me olvido.

—¿que cosillas?

—mmm cosillas —reía Milly algo nerviosa

La vieja empleada intuía de que se trataba la cosa y para no hacer más incómodo el momento dejo que la chica se vaya, Milly bajo como un rayo, ordeno el minibar de su padre y arreglo el desorden de la noche anterior, todo en menos de 5 minutos para nuevamente ir a la cocina y como si nada hubiera pasado se dispuso a comer su desayuno.

— ¿ya acabaste con lo que tenía que hacer?

—sí ya acabé, eran algunos detallitos sin importancia

—ah ok

La vieja sabia maso menos lo que había pasado ayer, tenía la completa seguridad que su pequeña ama había traído seguramente a un hermoso chico y después de beber algunas copas tuvieron intimidad. Además, intuía que la chica quería sacar a su "joven y hermosa" pareja de la casa, pero debido a la vergüenza no podía hacerlo por lo que decidido aligerar un poco la situación.

—sabe señorita, hoy iré a hacer las compras para el fin de semana

Los ojos color miel de Milly se iluminaron, sabía que era la oportunidad perfecta para que el viejo se largue, ahora solo tendría que pensar en cómo hacerlo, tal vez necesitaría algo de tiempo, por lo cual le pidió a su empleada que luego de hacer las comprar le hiciera un par de mandados ya que ella tenía que quedarse en casa para estudiar para un curso online según ella, la empleada no se creyó el cuento, pero accedió al pedido de la muchacha, una vez que doña Petrolina se fue, Milly se dirigió rápidamente al cuarto de su hermanita donde el viejo dormía plácidamente como una roca.

—dooon — susurraba en el odio peludo del viejo— doooon despierte por favor ya es de día

— ¿haaa?? Noooo molesssbyhf

El viejo aún seguía con la resaca y no se entendía lo que decía.

—doooon plissss levantese le preparare algo de comer para que se ponga mejor

—noo yoo djscndvndjs

Otra vez la chica no entendía nada de lo que decía a media lengua el viejo borracho, pero tenía que hacerlo levantar de algún modo ya que no sabía cuánto duerme una persona de la tercera edad con resaca y le preocupaba que se tomara toda la tarde.

—señor Eulalio ¿no quiere ver el lindo short que me puse?

La chica apelaba al instinto calenturiento del anciano para que vuelva en sí, pero una vez más la respuesta fue negativa, realmente el viejo se había pasado de copas, pero era entendible, pasar de beber puro alcohol barato con algo de saborizantes a tomar licores de gran calidad era el sueño incluso de la clase media.

Milly no sabía que más hacer, por un momento se le paso por la cabeza hacer algo más pervertido para intentar levantarlo, pero desistió de la idea con una leve cachetada propinada por ella misma para que entre en razón y no piense tonterías, luego de un par de intentos fallidos más, Milly finalmente se rindió, sabía que doña Petrolina se demoraría en el mercado al menos unas 2-3 horas y con los mandados que le pidió tal vez tendría un par de horas más, por lo cual decidido que su horrible y deforme pareja sexual descanse un poco más.

Mientras el horrible sujeto dormía, la muchacha decidió cambiar las sabanas que se encontraban manchadas por las tremendas corridas que lanzo el asqueroso tipo, metió en la lavadora junto con su ropa y la ropa interior de su hermana, al momento de cambiar las sabanas vio una vez más a su asqueroso amante desnudo, ese arrugado y deforme cuerpo cubierto por varias matas de pelos que le salían por todos lados, era una visión realmente deprimente, pero si algo rescataba era el miembro de este que aun en reposo se veía que tiene unas dimensiones considerables dignas de cualquier macho, la chica se pasó un rato mirando la verga del dormido viejo pensando en cómo esa verga la hizo sentir tan bien, tanto en ese horrible basurero como en su casa, por unos momentos sintió el impulso de tocarla suavemente para recordarla mejor, pero justo cuando la iba a agarrar se volvió a dar otra cachetada, esta vez un poco más fuerte para reaccionar de la locura que estaba a punto de hacer.

La bella muchacha a pesar de la ducha fría que se metió, seguía teniendo la cabeza algo caliente y para despejarse totalmente decidió ir a trotar un rato al parque como lo hacía cada mañana. Se puso una pantaloneta de licra negro y un top del mismo color, dentro de este top no se puso ningún sujetador ya que aún sentía muy sensibles sus pechos de las tremendas agasajadas que había recibido durante toda la noche, se hizo una cola de caballo y se fue a trotar un rato cerciorándose de que el viejo siga durmiendo como una roca.

Una vez en la calle las miraban lascivas a su bello cuerpo no se hicieron esperar, ojos masculinos de todas las edades miraban descaradamente el cuerpo de Milly moverse al ritmo de un trote suave, donde sus deseables pechos al no llevar sujetador se movían de una forma más libre al igual que sus poderosas y firmes nalgas que al estar metidas en esa licra dejaba muy poco a la imaginación.

La cabeza de Milly era un mar de dudas, tenía que sacar de su casa a ese horrible y asqueroso sujeto que por más que lo baño aún seguía teniendo un aspecto y olor desagradable, pero también sabía que prácticamente todo fue bajo su consentimiento, su cuerpo jamás había sentido una sensación tan placentera en sus 22 años. Al llegar a su habitual parque, la hermosa universitaria decidió hacer unos cuantos estiramientos, mientras hacia los estiramientos recordaba escena por escena todas las cosas que hizo con el afortunado viejo, desde los besos, las rudas bofetadas que le daba sus grandes y firmes nalgas, la forma como lamia y chupaba sus pechos, ese enorme trozo de carne que la hizo sentir mujer por primera vez ya que antes jamás había llegado a un orgasmo en sus pocas experiencias sexuales con sus ex noviecitos,

Todos esos recuerdos la asqueaban pero a la vez la calentaban ¿cómo era posible que un viejo senil sea capaz de aguantar tanto? ¿será que la mayoría de los viejos cogen así se rico? ¿qué hare ahora con don Eulalio? esas preguntas y muchas otras más rondaban la cabeza de Milly mientras hacia sus estiramientos a vista de todos los pervertidos de ese sector del parque que se recreaban con tan maravilloso trasero que se lucia en todo su esplendor cuando hacia estiramientos para relajar sus piernas y muslos, la chica se percató de algunos de sus espectadores, dio una mirada rápida mientras hacia el movimiento de que cambiaba de ejercicio, su vista fue fugaz y certera, diviso a unos mocosos que se dedicaban a limpiar las lunas de los vehículos mirar de reojo su trasero aunque estos querían fingir que solo estaban hablando sus evidentes erecciones en sus pantalones decían lo contrario, luego volvió a cambiar de ejercicio y dio otra mirada rápida, esta vez vio un par de ancianos en unas bancas más al fondo que estaban intentado jugar ajedrez y sí que lo intentaban ya que tener a una hermosa joven haciendo ejercicios casi al frente tuyo no te permitía concentrarte en el juego, la chica no pudo evitar relacionarlos con su viejo amante, ya que ambos tenían la misma apariencia demacrada y arrugada de una vida humilde y difícil, su mente volvió a volar e imaginarse muchas cosas, así que un poco motivada por esas desvergonzadas miradas decidió darles un pequeño obsequio para alegrarles la mañana y que tengan algo que pensar el resto del día, así que se relajó, tomo aire y con las puntas de los dedos tocaba las puntas de sus pies, dándoles así a los viejos y a los mocosos (los cuales habían sacado sus celulares que seguramente eran robados y empezaron a grabar sin importarles ya que los descubrieran o no) la mejor vista posible de su firme y bien trabajado trasero, la chica trataba de levantar bien su cola para que esos viejitos tengan en algo que pensar el resto del día, de reojo Milly miraba como los viejos no perdían detalle y se codeaban entre ellos para molestarse como fueran unos jovenzuelos otra vez, para la alegría de la muchacha noto que a ambos ya se les notaba una leve carpa por encima de sus amplios pantalones, lo que le indicaba que aun gozaban de buena salud en esa zona, cosa que le alegro mucho.

Para mala suerte de los vejetes, un grupo de señoras se acercaba al lugar y la joven tuvo que dejar de hacer tales posturas para sus afortunados espectadores, Milly decidió continuar su camino por el amplio parque algo fastidiada por que le hubiera gustado darles un poco más de espectáculo a esos míseros ancianos, pero al menos tenía la reconfortante idea de que hoy pensaran en ella cuando lleguen a sus casas.

Continuando su camino diviso al viejo barrendero, el mismo que Milly había admitido que le calentaba cuando le lanzaba miradas morbosas aun cuando estaba junto a su mujer, lo curioso es que esta vez lo veía sin la vieja antipática de su esposa, nunca había cruzado palabra con el señor, pero recordó que cuando estaba con don Eulalio, este le dijo que lo tenía que seducir y jugar con él un poco.

Ella estaba confiada de que no sería muy difícil calentar al viejo, así que se acercó, con voz dulce se presentó y a modo de romper el hielo le pregunto una dirección, el viejo con toda la amabilidad del mundo respondió de manera cortés y le dio la mejor ruta para llegar a tal dirección que se había inventado la joven, Milly estaba extrañada, el viejo no le había lanzado ninguna mirada morbosa a sus piernas o a sus formidables pechos, realmente le dio en el orgullo que no despertara ninguna reacción pervertida en el viejo ahora que estaba cerca a el -esto es muy raro, de seguro alguien o algo lo está vigilando y por eso no me mira como otros días- se justificaba dentro suyo la joven, pero Milly como toda chica orgullosa de su cuerpo no iba a rendirse tan fácil, sabía que además de barrer las calles, a veces le encargaban podar ciertos sectores del parque a lo cual la bella muchacha ya con un poco más de confianza le dijo si podía acercarse el día de mañana a podar un poco su jardín a lo cual el viejo se negó en un principio argumentando que ya no estaba para esos trabajos domiciliarios, pero ante la insistencia de Milly acepto, la joven satisfecha de haber logrado su cometido, le explico la dirección exacta de su casa, se lo anoto en un papelito, se despidió y siguió su camino, hasta en la despedida el viejo se mostró cortés y en ningún momento desvió la mirada, lo cual ya hasta irritaba un poco a Milly ya que ni su voz de chica inocente movieron un solo pelo al viejo, pero sabía que tendría su revancha y cuando ese momento llegue, le iba a dar una buena calentura visual al viejo para enseñarle quien manda.

Ya había pasado una hora y la muchacha se dirigió rápidamente a su casa, esperaba que el vejete aún no se haya despertado y haya hecho destrozos en su casa producto de la borrachera, para su alivio el viejo se encontraba aun en la cama durmiendo como un bebe, un horrible y arrugado bebe que roncaba como carro viejo, luego de varios intentos logro que el viejo se sentara en la cama, se le veía muy malhumorado y cansado producto de la resaca de haber bebido tanto licor que aunque sea de la mejor marca aun así el beber tanto afectaría hasta al más resistente.

—a la mierda como me duele la cabeza

—¿desea que le traiga algo?

El asqueroso sujeto vio a Milly con esa pantaloneta que resaltaba muy bien sus torneadas piernas, después de todo esto no había sido un sueño, así que con gran esfuerzo producto de la calentura atrajo de un jalón a la linda joven hacia la cama

—pues si ricura, se me antoja algo, acércame ese culito rico que posees que ahora si te convierto en una mujer completa

—noooo don, ¡me prometió que no haría eso! —la chica ya sentía como el horrible sujeto le agarraba sus carnosas nalgas con bastante fuerza aun por encima de su pantaloneta

—es inevitable culona tienes un rico agujero que aún me falta probar.

—ufff, pero ayer ya hizo suficientes cosas, aun me duele un poco mi cuer… noooo —Milly soltó un leve grito producto de sorpresa ya que el hábil vejete le había bajado de un solo tirón su pantaloneta, sus largas piernas y su duro trasero producto de una buena genética y full gimnasio estaban expuestas y servidas en bandeja de plata a ese repugnante pero suertudo hombre.

—serás mía una vez más y no quiero que me hagas problema ya que aún me duele la cabeza y no estoy para quejidos estúpidos, ¿está claro?

—pero… ¡aaaayy! —soltó un gran grito debido a la fuerte nalgada que recibió he hizo eco por toda la casa

— ¿ahora si entendiste mocosa calienta pingas? Quiero meterte esta cosa que tanto te encanta una vez más, así que se una buena hembra y colabora ¿de acuerdo? —el viejo ponía su voz más gruesa para imponer autoridad mientras le lanzaba otra fuerte nalgada que hizo que Milly se mordiera el labio producto del dolor y algo de placer que le daba estar otra vez sometida a esa situación.

—e… está bien, pero no me pegue tan fuerte don

—pues entonces no me salgas con tus idioteces, recuerda que desde anoche eres mi mujer y como tal siempre tienes que estar dispuesta a entregarme el culo las veces que sea necesaria para saciarme.

El viejo ahora, le había bajado hasta las rodillas la pantaloneta, sus gordos dedos comenzaban a tallar y estimular el sexo de Milly, el asqueroso sujeto quería que sus dedos estén los suficientemente lubricados como para meterlos por el orificio anal de la bella joven, por su parte la chica solo aguantaba y se dejaba llevar otra vez por la calentura mientras arañaba la espalda de su amante.

Mientras las manos del viejo estaban ocupadas tallando la vagina de Milly por encima de su semi-tanga negra, su lengua empezaba a recorrer el cuello de esta, eran unos alternados de ensalivados besos con lengüetazos como si fuera un caramelo, la hábil lengua se movía por todo el cuello de ella, algo que por su puesto le gustaba más y más a la muchacha, de rato en rato también le daba unos pequeños mordiscos como si de un vampiro de tratase.

—uffff ahhhh hágalo con más cuidad… uffff

—lo hare como me dé la puta gana, tu solo disfruta —decía esto mientras seguía llenando de babas todo el suave y apetecible cuerpo, sin decir nada ahora había bajado hasta el nacimiento de sus pechos para luego subir raudamente a tomar esos jóvenes y frescos labios, el cual al principio se mostraron algo tímidos por esa apestosa boca y esa lengua invasiva, pero poco a poco ella sabía que tenía que tomar algo de iniciativa sino haría enojar a su amante.

—que rica boca tienes, sin duda esos carnosos labios han sido diseñados para dar los más ricos besos y las mejores mamadas del mundo, muero porque me la chupes de nuevo dentro de poco.

La chica, de momento cerraba los ojos y simplemente se dejaba hacer lo cual irrito de nuevo al viejo ya que él quería que la joven se comporte de una manera más cachonda, por lo cual dejo de lado el tallado y metió dos de sus arrugados dedos dentro del sexo de Milly haciendo que esta soltara un fuerte gemido.

— ¿sabes lo que más me calienta de ti mocosa de mierda? —la chica movió su cabeza de forma negativa fingiendo no saber, aunque ella se hacía una idea de que le diría algo como que eran sus pechos o su trasero, pero la respuesta del viejo la impresiono, ya que con cada frase el viejo ponía más y más fuerza a las metidas de dedos.

— lo que más me calienta de ti es ver cómo te “transformas”, como esa carita de niña buena que posees se pone más y más cachonda con cada manoseada que te doy, me calienta ver como alguien que parece tan inocente se pueda comportar como la zorra más sucia en la cama, me calienta ver como esa chica de casa y de buena familia es capaz de ponerse a coger en un basurero con cualquier tipo que se le proponga, por más asqueroso o viejo que sea este.

Milly estaba algo sorprendida por lo que dijo el vejete, quería articular alguna respuesta pero no se le venía nada a la mente producto de la tremenda metida y sacada de dedos que le estaba propinando don Eulalio, solo atino a volver a juntar sus carnosos labios junto con esos rajados y oscuros labios del viejo, ya que si bien todo lo que decía este la ponía más cachonda, no le gustaba la idea de que le cantaran sus verdades como si fuera un libro abierto, al menos no de momento ya que recién estaban empezando.

Estuvieron dándose besos como recién casados por un lapso de 10 minutos aproximadamente donde las lenguas de ambos se entrelazaban, intercambiando saliva y succionando la legua del otro por turnos de la forma más descarada, por otra parte la masturbada que le estaba dando el viejo no había parado en todo ese rato y la chica estaba más que lubricada, la hermosa joven se sentía genial y como premio por lo que le estaba sintiendo, comenzó tímidamente a acercar sus manos a la tremenda herramienta de viejo que se encontraba totalmente empalmada, todo esto sin dejar de seguir intercambiando saliva de la manera más cachonda y grotesca que se pueda imaginar.

—eso, perrita esooo, me encanta tu iniciativa, agarra la verga de tu macho, trátala con el respeto que se merece ya que esta verga te hará tener a nuestros “cachorros” muy pronto jeje

—pero uffff… hammm ¿usted no dijo que no quería que le diera bebes por el momento? —por fin Milly pudo articular palabra y lo primero que se le salió fue sin duda un detonante para que el viejo aumentara su calentura aún más de lo que ya estaba.

—jajaja por fin hablas putita, la verdad con lo rico que está tu cuerpo me dan ganas de llenarte de críos, pero por ahora quiero disfrutar de ese cuerpazo que te manejas, pero ten por seguro que muy pronto vas a ser tú la que dé a luz a mi descendencia para marcarte como mi hembra y que ningún pendejito venga a por ti, obviamente tú los criaras porque eso de cuidar bebes no es lo mío, lo mío es hacerlos, el resto te lo dejo a ti y a mis suegritos jejeje

Una vez dicho esto se alejó de la bella muchacha y empezó a desnudarla por completo, comenzó quitándole de una vez por todas la pantaloneta que salió volando a una esquina del cuarto, el top de entrenamiento también corrió el mismo destino, Milly se encontraba una vez más desnuda y a merced de ese horrible y fofo viejo que poseía una gruesa verga que la volvía loca.

—Guau pero que rico cuerpo el que tienes mamacita, así me gustas más pendeja, calatita, sola para mí y dispuesta a que te rompa tu conchita una vez mas

El viejo quería saltarse esta vez todos los preámbulos, sabía que no necesitaba de ellos ya que la chica se encontraba bastante lubricada y no quería perder tiempo por lo cual volteo a Milly para que se ponga boca abajo.

La vista era estupenda, una hermosa joven con un culo de infarto se encontraba boca abajo totalmente desnuda elevando lo máximo que puede sus perfectas posaderas y esperando a que el decrepito anciano la penetrara una vez más, por otro lado el viejo estaba en el paraíso, tener en su cama a tan hermosa joven, en tal posición esperando ser penetrada por su asquerosa verga que hasta ahora solo conocía de putas baratas sin duda era un sueño que nunca pensó que le pasaría, se paró un rato a contemplar tan maravilloso espectáculo y luego procedió a separar ambas nalgas con sus manos y metió su horrible cara para empezar a lamer todo el culo y sexo de la joven.

—siiiii siga ufffff siga así doncito —dijo suavemente está, pero el viejo ni la escucho, ya que estaba perdido en esos tremendos cachetes a los cuales los lamia y metía lengua como si no hubiera un mañana, lamia como un helado el delicioso sexo de la chica para luego tratar de penetrar con su lengua el hasta ahora virginal ano de la muchacha, ese lugar virginal al que nadie aparte del viejo se había atrevido siquiera a tocar.

Don Eulalio luego de darse tremendo banquete donde su lengua paso por todos los rincones posibles, ahora alternaba entre lamer y meter uno de sus gordos dedos al ano de esta, para prepararla para lo que se venía, la chica cada vez que sentía un dedo invasor se mordía su labio inferior y arañaba la cama.

—¡listo! Mi putita, ahora si estas preparada para volverte completamente mi mujer —le dijo al odio

—NOOOO don aun no estoy lista, su miembro es demasiado grande y grueso, porfiiis mejor siga lamiéndome ahí abajo, usted es muy bueno en eso y se siente rico

—¡no me jodas! ese anillo está listo para aguantar una verdadera verga de hombre, así que prepárate.

El viejo acomodo a Milly, la chica estaba muy asustada con todo su trasero vulnerable a esa tremenda vara de carne, don Eulalio sin mucho preámbulo volvió a separar esas imponentes nalgotas y puso la cabeza de su verga en la entrada del ano de la chica, la cual estaba muy asustada, ya sentía esa imponente verga tocar su puerta para convertirla en una mujer completa, trato de relajarse para lo que se vendría.

Don Eulalio hizo algunos movimientos con su negra y venosa verga por los alrededores del ano y vagina de ella, pasaba ese enorme miembro por todo el trasero de Milly como si estuviera haciendo un reconocimiento de todo el lugar, cuando la chica sintió que el miembro estaba cerca de su húmeda vagina esta quiso ensartarse solita, para que el viejo desistiera de penetrarla analmente, pero a cambio recibió una sonora nalgada.

—jaja no te pases de lista zorrita, tu conchita es algo muy estrechito y rico, pero ahora le toca el turno a tu argollita —acto seguido volvió a poner su verga en la entrada anal de estay empezó a dar muchos círculos alrededor de ella, Milly cada vez se angustiaba más, cada segundo que pasaba era una tortura o al menos eso fue lo que ella pensaba ya que sin previo aviso el viejo dio el primer empujón.

—NOOO AUCHHH NOOOO

El perverso tipo dio el primer empujón sin previo aviso para que Milly siempre recordase este momento y siempre tenga en mente quien la volvió una mujer completa, aunque para su sorpresa, a pesar del fuerte empujón solo había metido la cabeza de su verga y un poco más, por su parte a Milly se le salían las lágrimas de dolor, era un dolor que nunca había sentido antes, mucho más fuerte que cuando el viejo se la metió por su vagina.

—porfa porfiiis ayyy porfaaa sáquela, hare lo que usted quiera, hare todas las cosas sucias que se le antoje, pero saque su verga de mí culo, se lo suplico snifff

La chica se lo suplicaba, pero el viejo haciendo oídos sordos hizo un intento más haciendo que la Milly diera otro grito de dolor que tranquilamente se podría escuchar desde cualquier rincón de la casa, para el asombro del viejo esta se encontraba bastante cerrada y solo pudo meterle un poco más, pero aún le faltaba casi la mitad así que de momento la veía muy difícil seguir ya que la chica involuntariamente por el miedo apretaba lo más que podía su cavidad anal para impedir que el viejo siguiera entrando más en ella.

—auuu snifff aaauuu saquela saquelaaaa, ya la metió, ya me volvió su mujer por completo, usted fue el primero en hacérmelo por atrás, ahora saquelaaa, hare todo lo que usted pida, pero saquelaaa maldita sea saquelaaaa —era el desesperado deseo de Milly que ya no le importaba que toda la cuadra se entere que la estaban enculando, simplemente quería que esa gruesa vara de carne salga de ella.

Los pedidos eran cada vez más fuertes y el viejo no quería correr el riesgo de que algún vecino la escuche y le malogre el plan que recién estaba empezando

—¿así que quieres que la saque? ¿Y qué me ofreces a cambio de eso? Recuerda que ayer me prometiste muchas cosas así que no vale repetir jaja

—lo que quiera auchhh, le daré todo lo que usted quiera, pero sáquela ya ¡sáquela yaaa!

—uy pero que rica se te ve pidiendo compasión jaja pues dime tú, ¿qué estás dispuesta a hacer?

—yo… yooo dejare que me coja por toda la casa las veces que quiera

—mmm no sé, creo que eso ya me lo prometiste ayer

—waaaa mmmm no sé, esteee yooo… yooo me convertiré en su mujer, en su hembra, en su putaaaa para toda la vida, lo complaceré en todos sus gustos, mi cuerpo será solo suyo hasta que muera, jamás le seré infiel

—sigue ¡sigueee! Putita, me encanta todo lo que estás diciendo

—yo y mi familia lo mantendremos a usted ¡¡nunca le volverá a faltar nada!! todo eso y más le daré si saca su verga ahoraaa

—vaya vaya, ¿es idea mía? O tu chiquita me estas ofreciendo algo parecido a un… ¿matrimonio?

—siiii siiii me casare con usted si eso quiere, seré suya para siempre, nunca más veré a otro hombre, mi cuerpo será solo suyo para siempreee auchhh

—caray que tal propuesta chiquita, ojalá no estés mintiendo mi reina, porque si no juro que te la meto entera ahorita mismo —dicho esto dio un leve empujón para presionar a Milly, pero lo que fue un leve empujón para él, para ella fue toda una sacudida de dolor.

—auuuu nooo mas, no maaas le juro… le juro por mi madre, por mi padre y mis hermanas que no le miento, seré siempre suyaaa.

—jeje está bien pequeña putita acepto tu propuesta para convertirme muy pronto en el nuevo miembro y futuro jefe de esta linda familia que posees —dicho esto empezó poco a poco a sacar su monumental verga

Milly respiro aliviada, ese tremendo monstruo por fin había salido de sus entrañas, un pequeño hilo de sangre salía del ano de esta, sin duda si el viejo seguía empujando tan fuerte al virginal y apretado ano de la chica seguramente la hubiera mandado al hospital por desgarro anal, al menos eso es lo que pensaba ella.

—ve a limpiarte zorrita, se nota que tu culito aún no está del todo listo para aguantar a un verdadero macho, pero descuida a la siguiente te la comerás toda y te volverás adicta jeje.

—auu es usted un bruto, le dije que me dolía y aun así seguía empujando sniff

—¿pues qué quieres que haga? Tienes un rico poto y un tubo muy estrechito que me vuelve loco, agradece que solo te la metí un poco.

—Eso no es verdad, usted estaba un buen rato empujando y empujando auu me duele, ya no quiero nada —los ojos de Milly se encontraban rojizos ya que nunca había sentido un dolor tan fuerte.

—como ya te lo dije, es tu culpa ya que además de tener un culo tan delicioso te pusiste en plan puta desde que nos pusimos a conversar la primera vez, estabas que pedias a gritos un buen pedazo de pene y ahora que lo conseguiste… ¿te pones de víctima? Jaja a otro lado con ese cuento, pronto te va a encantar ser ensartada por el culo y me lo pedirás a toda hora ya verás, así que más tarde lo volveremos a intentar, de momento ponte en cuatro que te la meteré por tu vagina para que te vuelvas a poner cachonda y se te pase el dolor

—nooo don, deme unos minutos, ahora no puedo hacerlo, me duele todo

—esas son estupideces, ponte ahora en cuatro te lo ordena tu macho

—¡noooo don, me duele aún me duele!

El viejo estaba molesto, quería culeársela al menos por su vagina para saciarse la calentura, pero la joven se negaba, le daba ganas de darle un par de cachetadas para que reaccione, pero a último momento se controlo.

—tu sí que sabes cagar el buen momento que estábamos pasando, ni modo hasta que se te pase ve a hacerme algo de comer y luego te recompensare con una rica metida de verga por el agujero que ya se acostumbró a mi verga.

—¿perdón? No voy a hacer eso, me duele mucho mi cuerpo, usted fue muy bruto conmigo, solo quiero echarme a descansar un momento y…

—¡deja de lloriquear maldita sea!!, te recuerdo que eres MI MUJER y como MI MUJER tienes que obedecer y no cuestionar mi palabra ¿entendido?

—pero es que…

— ¡CARAJO!! ¿Sigues con tus cojudeces? Ve a prepararme algo antes de que te mande un manaso y sepas lo que es el dolor.

Milly se quedó muda un rato, realmente no quería hacer enojar al viejo ya que no sabía que podría hacerle

— ¿YAAA? —grito nuevamente el viejo

Milly sin decir nada se levantó, se limpió con mucho esfuerzo y se puso solo su ropa interior, antes de irse le pregunto en voz baja que es lo que le apetecía comer a lo que el viejo dándole un sorbo a la botella de wisky que quedo de la noche anterior contesto: ¡sorpréndeme!! Y volvió a lo suyo aun molesto, la sexy joven aun adolorida de su cola salió sin hacer ruido del cuarto mientras escuchaba como el viejo encendía la televisión para hacer tiempo mientras le traían la comida.

La hermosa joven se esmeró en hacer algo rico, para suerte suya ella era buena cocinando, al cabo que iba preparando el desayuno se preguntaba por qué hacía todo esto por el viejo, si este la ha tratado tan mal, además que se estaba apropiando de muchas cosas de su casa como si fueran de él, como los licores caros de su padre ya que si bien no llegaban a ser una familia adinerada, se encontraban en la clase media-alta y se podían dar algunos lujos los cuales ahora los estaba disfrutando el maldito anciano, realmente no se veía casada con él, aunque tampoco se imaginaba seguir con su antiguo estilo de vida y no volver a probar otra vez ese trozo de carne que la volvía loca, ya que si hasta ahora se mostraba dócil a pesar de lo que había pasado era por la verga del viejo, esa verga la había hecho sentir sensaciones que nunca lo había logrado ni masturbándose ella misma, al cabo de unos minutos regreso al cuarto.

—¿se… señor Eulalio puedo pasar?

El viejo dejo de ver la televisión para apreciar otra vez a su ya casi mujer, la cual le traía el desayuno a la cama en ropa interior, el asqueroso sujeto se sentía como un multimillonario.

—pues ya era hora, me estaba cagando de hambre, venga vamos a ver que has hecho y ven a la camita conmigo como una buena hembra

Milly hizo caso al ya más calmado sujeto, al viejo se le caían las babas al ver el delicioso platillo que había preparado la joven, desde ayer que no comía nada, solo había estado tomando y tomando pero al ver el plato que hizo la universitaria, sin duda vio que tenía buenas manos y le había puesto mucho entusiasmo, el tipo disfruto cada bocado mientras se volvía a servir otro trago y seguía mirando la televisión.

A todo esto, la linda muchacha se encontraba echada en ropa interior al lado del horrible sujeto mirando de rato en rato como devoraba la comida que ella había hecho solo para él, el viejo se percató de lo callada que se encontraba la chica.

— ¿qué pasa ricura? Llevas un buen rato callada

—mmm no es nada descuide

— ¿es por lo de hace una rato verdad?

—no, en serio no pasa nada

— venga, olvídalo preciosa, la verdad me deje llevar un poco por la situación, la verdad tenía muchas ganas de hacerte mi mujer completa y como no pusiste de tu parte me sentí algo frustrado —se justificada el hombre con un cinismo impresionante buscándose hacerse la víctima—vamos no te pongas así ¿ya?

—es que… es que realmente me dolió mucho don Eulalio, su verga es demasiado grande para metérmela por atrás de esa forma

—lo se ricura, sé que eras virgencita de ese hoyito, pero verte esas tremendas nalgas y que te pongas en esa posición me volvió loco, lo único que quería era bombearte como cocina de kerosene.

Esto último hizo soltar una leve sonrisa a la hermosa joven por la ocurrencia de la comparación

—jeje al menos te logre sacar una pequeña risa

Milly se acomodó un poco más cerca al viejo, empezaba jugar con sus cabellos y poco a poco apegaba sus apetecibles senos cerca de la espalda baja del viejo, ya no se sentía tan incómoda.

El vejestorio se acercó al odio de ella y le dijo —realmente tienes un culo muy rico nena —a lo cual Milly solo volteo la cara algo tímida, el horrible sujeto siguió diciéndole cosas sucias al odio de la semidesnuda muchacha y dé un momento a otro aprovecho la guardia baja de la chica y llevo la mano de la chica hasta su erecta verga, la muchacha por un momento quiso soltarla de la impresión, pero le pareció una mala idea darle la contra al anciano en ese momento, por lo que empezó a darle una masturbada suave.

—uff ricura sigue así, tus manos sin dudas han sido bendecidas no solo para la cocina sino también para dar unas ricas pajas uff

Don Eulalio se encontraba nuevamente extasiado, hasta hace un par de días dormía en la calle y ahora se encontraba en una enorme cama desayunando algo delicioso hecho por una bella joven, acompañado de un fino licor y para terminar tenia a esta hermosa joven semidesnuda la cual le estaba dando una deliciosa masturbada.

—jeje eso ricura dale así, dale con más fuerza, sé que te encanta hacer esto también

Milly iba aumentando el ritmo de su mano y a la vez se acomodaba lentamente, mientras tanto el viejo tenía la cara mirando al techo de la satisfacción que sentía de que una joven tan bonita le esté dando tan rica masturbada, lo que no sabía es que recibiría una grata sorpresa por parte de la muchacha ya que de pronto la masturbada paro y en su lugar sintió algo mojado que pasaba por su verga, don Eulalio bajo la cabeza y vio como Milly le estaba lamiendo el tronco de su gran verga sin que él le dijera nada.

—uffff pero que atrevida me salió esta muchacha jeje

—pensé que le gustaría —dijo en voz baja la linda joven

—me encanta mamacita me encanta, te dije que te ibas a enamorar de mi verga, aunque no pensé que sería tan pronto jeje

La chica seguía recorriendo con su lengua toda la verga del viejo con gran ímpetu, el viejo no quería perder el tiempo y alargo su mano para agarrar uno de los suaves pechos de Milly lo cual fue rechazada por ella

—Aún no ha acabado de comer —dijo tímidamente

—jeje así que ya estas juguetona, pues para un buen desayuno es indispensable tomar algo de leche, así que antes de que me sigas mamando la verga quiero chuparte uno de tus grandes y jugosos melones

—¿jiji solo uno? —pregunto coquetamente

—jaja tienes razón mejor dame las dos así tengo el doble de tu lechita —el viejo volvió a alargar su mano para apretársela por encima de su brasier, pero rápidamente fueron otra vez retiradas por las manitos de Milly

—nununu aún no es hora de la lechita, primero termine todo su desayuno y luego le daré tetita ¿le parece?

—ufff que rico cuando te pones así de coqueta tetoncita, está bien acepto, acabare todo lo que me has preparado y luego iré por esos dos postrecitos ricos que tienes.

Milly se alegró de que el viejo aceptara su propuesta, así que agarro su frazada y se tapó toda para mamar tranquilamente esa gran verga sin que el viejo se tiente a tocarla hasta que acabe toda la comida.

El afortunado anciano sentía como la chica le devoraba la verga con gran pasión por lo cual se le hacía difícil terminar de comer ya que el placer era tan grande que por ratos se quedaba solo con la boca abierta disfrutando de la gran mamada que le hacia una hermosa joven de tan solo 22 años.

— ¡acabe!! Es lo más delicioso que he comido en años, claro después de ti jeje, ¡ahora si quiero mi postre!

—este bien don, se lo ha ganado, acá tiene su rico postre, chúpelas todo lo que quiera, pero trátelas con cariño porfiss —dicho esto, levanto la frazada y rápidamente se puso a su altura, el viejo rápidamente tomo ambos pechos y los empezó a amasar con algo de fuerza

—ayy don le dije que con cuidado

—no se puede tetona, tus ubres me piden a gritos que el agarre fuerte, como si te quisiera ordeñar

—jiji usted sí que esta loquito con el tema ese de la lechita

—no sabes cómo me obsesionan las jóvenes tetonas como tú, todos los días veía a pendejas con tan ricas ubres que pedían a gritos ser chupadas y estrujadas y ahora que tengo la oportunidad de tener a mi alcance unas tan perfectas como las tuyas no perderé nada de tiempo, sería un sueño verte producir ese delicioso liquido solo para mi.

—pueees usted sabe que eso es algo difícil, a menos que… bueno usted ya sabe a menos que hagamos un bebe.

—pues en un futuro no muy lejano no estaría mal, creo que estoy en buenas condiciones para traer junto contigo a nuestro primer de muchos hijos que te hare muy pronto.

—¿muchos? ¿Cómo cuantos quiere tener?

—con ese cuerpazo que te manejas por mi hacerte unos mil, pero me conformo con un equipo de fulbito.

—¿tantos? Tendría que hacérmelo muchas veces para llegar a ese numero

—pues esa es la idea cosita rica.

—Me dejara destrozada jiji, además usted sabe que al tener un hijito o hijita tendríamos que dedicarnos a su cuidado y ya no habría mucho tiempo para pasarla… usted ya sabe, pasarla rico.

—de eso no hay problema ricura, veo que eres de buena familia, yo creo que mis futuros suegritos o tus empleados estarán encantados de cuidar a nuestro primer “calato”, mientras nosotros nos ponemos a fabricar el segundo jeje.

—jiji usted es un loco, lo único que quiere es hacérmelo a cada rato.

—con ese cuerpo que tiene nunca te dejaría salir de casa, estaríamos todos los días fabricando bebes, ¿no te parece eso algo bueno? —decía mientras le amasaba uno de los suaves pechos a la muchacha.

—pues no suena mal jiji, pero sabe… mis papis son mucho más jóvenes que usted, es más, creo que mi abuelo es más joven que usted, sería algo raro que pasase algo como lo que usted dice.

—pero que hablas mamasota, si hace poco me dijiste que serías mi hembra.

—pues sí, me gustaría tenerlo todo el día conmigo, encerrarnos en mi cuarto y hacer “cositas” todo el día… pero sería algo complicado explicar a mi familia que lo hago con usted.

— ¿o sea que me estabas mintiendo? —el viejo se hizo el traicionado para ver como reaccionaba la sexy, pero ingenua muchacha

—nooo, es queee, como le digo, sería muy raro y no sé cómo reaccionarían mis papis o mis hermanas.

—pues simplemente preséntame como tal, como tu macho, tu culeador, el que te hace llegar a lo más rico.

—jijij uuuy sí, así lo voy a presentar a mi familia... Si dijera algo así, seguramente me botarían de la casa.

—pero es la verdad ¿o no? ¿Te lo hice muy rico anoche verdad?

Milly se quedó muda ante la pregunta.

—habla tetoncita, te lo hice tan rico que no te importo estar en un basurero, tu solo querías que yo te siga bombeando en ese lugar.

—puesss creo que tiene razón en eso —dijo Milly en voz bajita, mientras volvía a sentir el magreo fuerte en uno de sus pechos.

— ¿que? No te escuche

—ufff que sí, que usted es muy bueno haciéndomelo

—jeje que más mi tierna culona

—Pues que me gustaría seguir haciendo eso con usted por mucho tiempo —el magreo ya era más intenso y lo hacía por debajo de su peque bra, tocando su seno izquierdo a total plenitud.

—que rica teta por dios, por mi quedarme prendido de ella todo el día.

—ufff uff ¿y qué esperas bebe?, tóquelas, béselas, lámalas y chúpelas a su gusto, son todas suyas.

El viejo no desaprovecho el momento, hecho a Milly a la cama y se puso encima de ella para empezar a besarle todos los alrededores de los senos de la joven con absoluto énfasis, poco a poco, beso a beso estaba llegando a los pezones que por ahora estaban escondidos por el diminuto bra negro de la joven, el cual fue arrancado de un tiro por el anciano que no quería entrar en tonterías, quería chuparles los pechos a su mujer como dios manda.

—uffff siii así doncito, chupe, chupe más fuerte

—que buenas tetas por la puta madre que te pario, como es que alguien con tan buen cuerpo se entregue tan fácil a alguien como yo —el viejo ya sabía lo pervertida que le ponían los viejos, pero le gustaba escuchar que ella lo diga para prenderse aún más

—uff no se doncito, no sé.

—Dime o te muerdo una teta —dicho esto le dio un pequeño mordisco a uno de sus sensibles pezones

—AYYY no sea tan brusco

—entonces habla

—uffff pues me encanta sentirme deseada por viejos feos y asquerosos como usted y más aún si estos se encuentran en el total abandono y miseria

—jeje que caritativa eres preciosa, ósea si ves a otros vagabundos seguramente empezaras con tus puterias ¿verdad?

—ahhh siii doncito eso me calienta mucho

—pero ahora estás conmigo preciosa, y solo yo decidiré si te metes con alguien más que no sea yo ¿entendido?

—sí, claro que siii, solo lo obedeceré a usted.

Milly ya estaba muy excitada nuevamente, su mente empezaba a imaginarse muchas cosas pervertidas, así que un momento alejo al horrible viejo de sus pezones

— ¿qué pasa preciosa?

—don espéreme un tantito, traeré algo que seguramente le va a gustar

— ¿ahoraaa?

—vendré enseguida

Bueno está bien pero no te demores y ojala sea algo que valga la pena —dijo el viejo medio frustrado de haberle cortado a mitad de sus chupadas, la chica salió rápido del cuarto solo con su pequeña ropa interior de la parte de abajo y se fue directo a la cocina, ya no le importaba nada solo quería seguir haciendo cosas pervertidas con su viejo “doncito”, llego a la cocina y tomo una pequeña caja de leche fresca del día y también unas paletas

—ya regresé señor pervertido

—uyy mi pequeña vaca lechera y ¿cuál era esa sorpresa que me querías dar?

—puesss como usted sabe de momento no puedo producir leche, pero como sé que le gustaría tanto que lo haga, por lo pronto haremos la idea de hacer algo parecido, pero para eso quiero que se siente en mi regazo como si fuera un bebe de verdad al cual tengo que amamantar.

—jaja me sales con cada puteria… sin duda eres la mujer perfecta,

—jiji venga bebe, su tetita le está esperando, están que rebozan de leche y necesita de alguien que las vacié —decía esto mientras se sobaba uno de sus pechos como si de verdad estarían llenas de leche y necesitaran ser vaciadas.

El viejo se acomodó en el regazo desnudo de la joven, sintió una vez más la suavidad de sus piernas abrió bien grande la boca para recibir el duro y claro pezón de la muchacha que muy amorosamente lo acomodo para él y empezó a succionar mientras que la joven desde la parte de arriba de su seno empezaba a echar la leche de la caja para que llegue a sus pezones y así dar el efecto de estar realmente amamantándolo con su leche

—uffff bebe ¿qué le parece? ¿Rico?

—sin duda fue una gran idea tetona, muy pronto te hare producir leche de verdad, pero por ahora tu idea me gusta mucho y lo haremos siempre —volvió a ponerse a chupar el pezón esperando que Milly nuevamente eche la leche

—ufff sí. Siga chupando, algún día seré capaz de producir mi propia leche para hacerlo muy feliz ya lo vera

Lastimosamente la escena no duro mucho ya que pronto se acabaría la leche

—doncito ya se acabó le leche, si gusta voy a la cocina por otro

—eso sería estupendo, pero no soporto dejarte un minuto lejos, estas tan buena que quiero tenerte a toda hora

Milly algo sonrojada por el intento de halago del viejo, le propuso que él también la acompañara, así podría tocarla durante todo el trayecto, el viejo acepto y mientras caminaban el horrible sujeto no paraba de abrazarla, masajearles los pechos y las nalgas mientras le decía todas las cosas sucias que quería hacerle, si no fuera porque aún tenía su ropa interior de abajo puesta, el viejo la hubiera penetrado de nuevo.

Para su mala suerte esa caja de leche era la única que tenía en el refrigerador, ella sabía que si no había otra caja de leche en la refrigeradora, ya no habría en ningún lugar, pero una vez más su mente pervertida le incentivo a fingir buscar por toda la cocina, inclinándose para buscar en los cajones de abajo, acto que no desperdicio el inmundo viejo para manosearla con más agresividad y no era para menos, ya que tener a tremenda mujer semidesnuda inclinarse mostrando su bien dotado trasero era para volver loco a cualquiera, así que haciendo a un lado la ropa interior de la joven procedió a tallar todo el sexo de ella con solo dos de sus hábiles dedos.

—uyyy don ¿qué hace?

—si te pones en esa posición yo no respondo culona, mira como tienes mi verga, dejemos de lado la leche y prepara esas nalgas que ya no aguanto para penetrarte otra vez.

—nooo ¡don por atrás otra vez no!

—jeje descuida nenita, ya vi cómo te pones de chillona si te la meto por atrás, así que de momento te la meteré por el agujero que si te gusta.

Milly se puso más tranquila, aun recordaba el dolor y ardor que sintió cuando ese enorme miembro entraba por su trasero, sabía que tarde o temprano tendría que dárselo, pero por ahora no se sentía preparada, así que para no enojar a su semental, se apoyó en la mesa donde suele desayunar con toda su familia y se puso lista para que el viejo vuelva colocar a un lado su ropa interior y se la coja, no había necesidad incluso de hacer juegos previos ya que su vagina está bastante lubricada por todo lo que habían hecho hace poco.

—ya no aguanto más mierda, sé una buena hembra y para esas nalgas lo más alto que puedas.

El viejo sin más preámbulos hizo a un lado la ropa interior de la joven y empezó a pasar su enorme verga por aquel apetecible agujero que sería suyo una vez más, lo primero fue pasar su enorme miembro por todo el trasero de la muchacha para que esta se ponga más y más cachonda y sea ella la que le pida ser penetrada.

—mmmm do… doncito porfis hágamelo ya, ya no aguanto —dijo en voz baja pero bastante excitada

— ¿qué dices?

—ahhhh que ya me lo haga, necesito su miembro dentro mí otra vez.

—si realmente lo quieres grítalo tetona, grita que te quieres aparear conmigo como la buena zorrita que eres, aprovecha que no hay nadie en la casa jeje

Milly hacia su trasero hacia atrás para tratar ella misma de ensartarse, pero el viejo la anticipaba y movía su verga más arriba o más debajo esquivando de momento la jugosa entrada que le ofrecía la muchacha.

—no sea así dooon démela ¡ya!

—más fuerte puta más fuerte

—dooon, mmm doncito, bebito porfis no me haga esperar más, vuelva a meter su enorme miembro dentro mío ¡hágame suya otra vez!

—jeje ¿tanto así lo deseas?

—¡si! Ufff siiii

—pues grítalo zorrita ¡GRÍTALO! —dijo esto último mientras tallaba con bastante vigor los alrededores de la jugosa y apretada entrada de la muchacha

—ufff cójame don ¡¡CÓJAMEEE!!

El horrible sujeto sin vacilar le embutió la mitad de su verga de un solo empujón haciéndole gritar a joven en una especie de dolor y placer

—aaayyy… ahhhh ¡duele un poco! Pero no la saque, siga así, haga con mi vagina lo que usted quiera, yo también pondré de mi parte y le prometo que lo compensare por no poderle darle hoy mi trasero aún.

—Uffff tendrás que hacer muchos méritos culona, ya que tenía muchas ganas de hacértelo por ahí

—yooo… yooo lo siento, daré lo mejor de mi de ahora en adelante.

Milly ni en sus más pervertidos sueños se imaginó estar teniendo sexo con un horrible sujeto en la mesa donde toda su familia se pone a desayunar y compartir momentos especiales, el morbo era algo exquisito para ella y cada metida era una combinación de dolor y placer que quería seguir sintiendo, más aún cuando era bombeada con tanta fuerza

—ahhh siiii ¡SI! ¡SI! ¡SI! Siga sigaaa

—uff ahhhh que rico se siente estar dentro tuyo muchacha, jamás me cansare de esto

—si siiiii hágalo más fuerte ¡más fuerteee!

—toma perra insaciable toma tomaaa

—así, siga sigaaa, soy su perra, ufff si usted me lo hace siempre así, yoo… yooo le prometo ser una buena mujer para usted, siempre tratare de hacerlo feliz, le prometo hacerle caso en todas las cosas pervertidas que quieraaa uuuyyy

—ufff ya estas otra vez prometiéndome ufff cosas y luego te harás la loca ufff

—nooo don, es queee yo tenía algo de pena de decirlooo, pero realmente quiero estar con usted, quiero esa enorme cosa suya dentro mío siempreee y hare todo lo posible para meterlo en casa como el macho que es usted

— ¿hablas enserio ricura?

—siii claro que si por que amooo su verga

Las embistes siguieron acelerando y Milly estaba que se derretía del placer, sus pechos bamboleaban majestuosamente con cada movimiento coital e invitaban a que una vez más sean poseídas por las manos arrugadas y callosas del viejo

—¡tóqueme las tetas doncito!

—jeje no tienes que decírmelo preciosa justo eso iba a hacer y pensar que tan solo ayer te daba “pena” que te las mire jajaja

—lo se uffff lo sé, pero eso ya es parte del pasado ahhhh ahora agárrelas, sóbelas y apriétemelas como si me fuera a ordeñar.

Oír eso de los dulces labios de la chica casi hizo que el viejo se viniera, por lo cual para ganar unos segundos se despegó de ella y se sentó en una de las sillas de la cocina, e hizo la invitación a Milly para que ella misma se siente encima de él y se meta esa gran verga dentro suyo, cosa que la chica capto enseguida y no dudo en hacerlo, para ello se deshizo de su ropa interior y la boto a un lado y rápidamente se ensarto quedando cara a cara con el viejo, la sensación era indescriptible para la hermosa joven que tomo las manos del viejo y las puso en sus senos para que las siga sobando a su gusto, mientras ella movía con gran frenesí sus caderas, de rato en rato el desenfreno era tanto que literalmente parecía que la chica estuviera cabalgando

—sin duda eres toda una yegua ricura, te mueves tan rico qué harías que cualquier mocoso estúpido de tu universidad se corriera al instante ufff, pero para suerte tuya yo no soy uno de esos precoces, yo si te hare llegar hasta el final

—ahhh ahhh lo sé, solo usted puede hacerme sentir así y como recompensa mi cuerpo será solo suyo uffff —apenas acabo de decir eso su fina y pequeña boca busco desesperadamente los labios rajados del vejete para fundirse en un apasionado beso donde las lenguas se encontraban en todo momento

Estuvieron en ese plan por un promedio de 8-9 minutos cuando fueron interrumpidos por el fuerte sonido del teléfono, al principio decidieron ignorarlo y seguir cogiendo, pero era tanta la insistencia y era tan fuerte el sonido que ambos decidieron parar un momento e ir a la sala a contestar la llamada.

—¿diga? ¿alo? —contesto Milly con una clara molestia, mientras que sentado al lado de ella se encontraba el arrugado y obeso sujeto que poco a poco le iba sobando las piernas, esas largas y suaves piernas las cuales se notaba que gozaban de buena genética.

—alooo mija te habla Petronila

—haaa doña Peta —Milly modero un poco su voz— dígame ¿que se le ofrece?

—hijita, se me ha presentado un inconveniente, ¿crees que puedas darme libre lo que queda de este fin de semana para solucionar un asunto?

—¿ocurrió algo malo? —apenas termino de preguntar, sintió como el viejo la estaba acomodando para ponerla en cuatro sobre su sofá, la chica movía la cabeza negativamente pero el despreciable sujeto no le hacía caso, con fuertes caricias y ensalivados besos por toda su espalda hizo que Milly por fin cediera y se pusiera en esa posición lista para volver a ser penetrada, mientras la chica escuchaba la historia inventada de la vieja sobre trámites judiciales con su ex conviviente y demás palabrería, el vejete se preparaba para volver a estar dentro de ella.

—ahí te voy zorrita —le dijo en su oreja a la bella muchacha que, pese a que movía su cabeza para que no lo haga, al final no pudo evitar que ese trozo grueso de carne la llene nuevamente haciendo que esta se muerda los labios para no producir ningún sonido extraño que pueda escuchar su empleada al otro lado del teléfono.

La chica solo se dejaba hacer, de un lado trataba de concentrarse en lo que le decía su empleada y de otro quería cortarle de una vez para poder gritar y gemir a su antojo

—es… está bien doña, la entiendo… y ¿cómo hará para mandar los víveres que ya tiene comprado hasta ahora?

—de eso no te preocupes hijita, mandare a Rómulo el esposo de la casera para que lleve todas las cosas a tu casa

—ok… entiendo doña… no se preocupe, yo les diré a mis papis que estuvo trabajando con normalidad en la casa

—Gracias por entender hijita, el lunes a primera hora vuelvo

—okis, a… adiós

La chica por fin pudo cortar la llamada, aliviada de que ahora si podía gemir a su antojo

—uffff, ¡es usted un cerdo!! ¿Qué hubiera pasado si ella nos descubría?

—jeje lo siento culona, pero esa concha tuya estaba que me llamaba y no me pude resistir, además no te opusiste tanto que digamos jejeje

—ahhh ahhh no fue así, es solo que como estaba con el teléfono en mano…

—yaya jaja no me vengas con excusas baratas, querías que te metiera la verga mientras hablabas con tu empleada, sino no hubieras parado tanto esas nalgas

—nooo es que… —la habían atrapado.

—bueno bueno ¿y que quería esa vieja?

—uffff me dijo que mmm no vendría hasta el lunes debido a un problema familiar

—perfecto!!! Eso quiere decir que estaremos más tiempo culeando como animales

—peeero doooon dentro de un rato vendrá el esposo de la casera a dejarme todas las cosas que había comprado doña Petronila.

— ¡la puta madre! Justo cuando las cosas se estaban poniendo buenas me cagas —el viejo empezó a moverse lento, pero al momento de meterla lo hacía con fuerza a modo de castigo por que vendría alguien a molestar dentro de un rato.

—aaay doncitooo uffff no se preocupe por eso, solo vendrá a dejar las cosas y luego se ira

—espero que así sea mamasota, porque estos días te hare mi mujer y te llenare de mi leche por todos tus agujeritos

—venga doncito, le recompensare por ese mal momento —acto seguido la chica tumbo al viejo en el sofá el cual era bastante amplio, y se ensarto ella sola para empezar prácticamente a saltar sobre la verga, haciendo que sus melones se muevan al ritmo de las cabalgadas de la chica

—eso perrita ¡eso! Cabalga, cabalga sobre este caballo viejo, pero potente.

—mhhhh ahhhh siiii ohhh siiii

La chica luego de casi 5 minutos cabalgando a gran ritmo sentía que se venía y se lo comunicó al vejete, este vio una oportunidad perfecta para hacer algo que se quedó a medias más temprano.

—mmhhh me vengo doooon deme fuerteee, llénemeee, uffff hágame un hijo, penétreme con toda su fuerzaaa ayyy

—rápido mamacita, ponte en cuatro

—pero doooon estoy a punto de correr…

— ¡ahora!

La chica ya sentía que se estaba viniendo así que como pudo se puso en la posición que le exigía su macho, el viejo vio maravillado como salía ese líquido cristalino de la vagina de la joven y para no olvidar el momento procedió a meter toda su cara en el sexo de Milly para atrapar lo último de la corrida de esta, hasta pasar su lengua por todo el sexo y ano de la muchacha, dándole especial énfasis a este cuando Milly termino de venirse

—ohhh siiii mhhhh sigaaaa sigaaa uffff

La chica quedo rendida, la corrida había sido tan larga y placentera como la última vez que la hizo correr ese despreciable sujeto, se sentía satisfecha y algo agotada, pero sabía que tenía que hacer un pequeño esfuerzo para lograr que su semental también se corra, grande fue su sorpresa cuando sintió la cabeza de esa gran verga querer meterse una vez más en su aun adolorido conducto anal

—nooo dooon lo prometiooo

—tranquila culona, estoy a punto de venirme yo también y solo quiero llenarte de leche todo tu culito que es la parte que me faltaba para hacerte mi mujer completa

—me dolerá doooon no lo haga nooo!!!

— shhhh cálmate, ahora que te has venido tus agujeritos están bastante dilatados, solo meteré la cabecita y me correré dentro tuyo, no hare más de momento lo prometo

La chica asustada pero aun con la sensación de la rica corrida que había experimentado solo atino a agarrase fuerte del sofá y apretar los dientes ya que empezaba a sentir como esa cabeza se hacía un espacio dentro de su dilatado conducto anal

—mhhhhh ¡au! ¡au! ¡au! Hágalo rápido dooon —no termino de hablar cuando ya sintió potentes chorros se leche llenándole sus entrañas, sin duda el viejo estaba a punto de reventar y con solo meterle su cabeza el viejo empezó a correrse dentro de la joven, cumpliendo así su objetivo de echarle su semen dentro de todos sus agujeros (boca, vagina, ano), luego de dar un leve bramido como buen semental, se hecho al lado de Milly la cual se encontraba agotada boca abajo luego de tremenda sesión de sexo por varios lugares de su casa, se quedaron echados en el sofá sin decir nada por un rato para tomar algo de fuerza, luego de unos minutos, las enormes nalgas de la chica recibieron un par de sonaras nalgadas.

— ¿qué te pareció culoncita? —le decía mientras volvía a darle otra sonora nalgada

—se sintió muy rico, tuve miedo al último, pero se sintió rico como se vino dentro de mí y la corrida apaciguo un poco el dolor

—tenía que hacerlo, era el último agujerito que me faltaba llenarlo de leche, ahora si eres toda mía

—jiji no era necesario hacer eso tontito, ya que fui suya desde la primera vez que me lo hizo

—me tenía que asegurar de todas maneras… ¿cómo estas nalgona? ¿Lista para el segundo round?

—uffff usted es insaciable don, deme unos minutos para para tomar un respiro

—Contigo hermosa eso es imposible, mira nomas este tremendo rabo que te cargas —le decía esto mientras apretujaba con ambas manos las imponentes nalgas de la chica.

—ufffff don espereee recuerde que ya no debe de tardar el esposo de la casera trayendo los víveres.

—aggg me olvide de ese detalle, y ¿cómo a qué hora vendrá?

—me imagino que ya no tarda en llegar ya que cuando doña peta me llamo me dijo que él ya estaba en camino

—pues ni modo, cuando llegue el tipo vas y lo recibes así calatita jeje

—jiji nooo como cree don, será para que al señor Rómulo le dé un infarto

—por lo que veo ya se conocen

—mmm algo así, lo vi un par de veces cuando acompañaba a mi madre al mercado

—¿mercado? ¿Pero si ustedes son de plata porque no se van a esos lugares gigantescos a comprar la comida?

—mi madre es de la idea que en el mercado es mucho más sano que los supermercados y malls… y bueno las veces que acompañé a mi madre lo veía sentado en la parte de atrás viendo como su esposa hace todo el trabajo mientras él se relaja.

— ¿y qué edad tiene?

—es algo mayor, aunque no tanto como usted, debe tener unos 60-65 años, pero es algo más bajo y tiene una enfermedad algo rarita en las piernas que lo hace caminar medio raro.

—vaya pobre tipo, no creo que este peor que yo, pero igual debe ser feo eso de las piernas… y dime muñeca ¿ese tipo de desgraciados por la vida te excitan?

—nooo como cree, el señor Rómulo si bien no lo conozco mucho lo veo como una buena persona, sería incapaz de proponerle nada a él.

—pues el tipo tiene todo lo que te gusta, es pobre, es desgraciado por la vida y seguramente por su enfermedad la debe de pasar muy muy mal, no me digas que no se te ha pasado por la cabeza “consolarlo” un poco.

—pues viéndolo de esa manera… nooo no nada que ver, realmente es una buena persona, aunque he escuchado que tiene malas juntas, de todas formas, lo veo como un buen esposo, no creo que sea capaz de serle infiel a la casera.

—jaja cualquier hombre por más fiel que sea o parezca si te ve cómo te estoy viendo ahora no dudaría ni un minuto en subirse encima de ti y hacerte su hembra hasta el cansancio

—¿usted cree don?

— pues claro, con ese rabo que te manejas sumado a esos melones y ese bello rostro de chica inocente, hasta el más cuerdo perdería los papeles y te lo haría.

—jijiji shhh ya basta no sea tan exagerado

—ufff mamacita ya me estoy empezando a calentar de nuevo, te volvería a hacerte mía ahorita mismo, pero tendré paciencia, que te parece si te alistas para recibirlo.

—mmm creo que es lo mejor —decía la hermosa muchacha algo ruborizada por los horribles halagos que había recibido de tan repugnante sujeto que aun bañado, seguía siendo igual de repugnante tanto por dentro como por fuera.

—pero yo decidiré la ropa

—¿que? ¿Por qué?

— ¿no dijiste que me obedecerías en todo lo que te dijera?

—sí… pero

—no se diga más culoncita, vamos a tu habitación

———

Por su parte el viejo cojo estaba a unos minutos de llegar a la dirección que le había dejado la señora Petronila.

—carajo es increíble lo lejos que esta esa casa, y estas putas bolsas que pesan como mierda, ese carro del demonio me dejo muy arriba, esto apesta… pero bueno todo sea para ver un par de segundos a ese monumento de mujer que tiene de hija la señora de la casa… uff hoy hace mucho calor ojala este ligerita de ropa para verle bien esas curvas que se carga, jeje qué bueno que la vieja de la empleada le haya pasado un percance y me haya pedido el favor.

Lo que no sabía el señor Rómulo ni Milly es que la vieja Petronila era una vieja astuta, ella escucho claramente los gemidos de Milly en la noche, sabía que la chica había traído a un hombre a la casa pero se decidió a quedarse callada y fingió no haber escuchado nada para sacar provecho a la situación, por el momento la convencería con algunas mentiras para que le dé días libres con paga incluida cuando sus padres no estén, y cuando eso deje de funcionar la amenazaría con contarle a sus padres que metió a un extraño a la casa… tenía todas las de ganar, agradecía que la tan santita Milly no era lo que parecía y podría tener muchos descansos ya que sus padres varias veces se iban de viaje por negocios o algo por el estilo, aunque lo que la vieja desconocía es que el semental que hizo gemir como una puta cualquiera a la candorosa joven era un viejo repugnante que incluso hasta a la más fea empleada del hogar le daría asco.

————

Devuelta en la habitación de Milly el viejo no perdió detalle en todas las prendas sexys que tenía la chica, diviso en uno de los cajones el traje antiguo de colegio que usaba la bella muchacha.

—Ey nenita, cuando ese tipo se vaya quiero que te pongas tu uniforme de colegio

—ufff don eso fue hace mucho, la verdad no creo que me entre, sobre todo la camisa ya que, si bien en ese tiempo tenían un tamaño considerable, no se compara a como las tengo ahora —decía esto mientras se palpaba sus suaves y apetitosos senos.

Al viejo le entro un impulso tremendo de tumbarse encima de ella y empezar a mamar de nuevo esas grandes montañas de carne, pero trato de calmar su instinto animal y ya algo más tranquilo solo atino a seguir viendo la ropa de la chica.

—así te quede apretada quiero verte con esa camisa.

—uy, ¿tanto le gustan los uniformes?

—me encantan, cada día desde mi lugar en el puente, miraba a esas putitas salir del colegio con sus faldas cortitas y camisas pegadas al cuerpo, algunas caminando junto a sus afeminados pretendientes, sin dudas muchas pedían a gritos una buena verga, ya que viendo la cara de imbéciles de sus noviecitos deduzco que la gran mayoría deben estar insatisfechas o incluso los muy maricas de sus novios no se atreven a tocarlas, pero igual ninguna de esas pendejas se compararía a tu cuerpo, me hierve la sangre de solo imaginarte con ese uniforme, ver esas torneadas piernas perderse en esa putifalda y que tus melones se muevan libremente dentro de esa fina camisa

—guau entonces sí que le gustan esa clase de prendas, pues ojalá que sí me quede todo todavía para así darle su gusto, de momento ¿ya se decidió que quiere que me ponga?

—creo que sí, esta putifalda en forma de jean hará lucir tus piernotas y esa blusita escotada te harán ver una buena parte de tus melones

—es... está bien don, entonces me pondré mi ropa interior y…

—lo recibirás sin ropa interior putita

—¿que? Pero si hago eso se me marcaran mis pezones

—si no te excitas dudo que se noten mi reina jeje

—mmm no lo sé don

—te recuero que cuando te estaba culeando me dijiste que me obedecerías en todo lo que yo te dijera

—está bien, está bien don

—Bien culona cámbiate, el jodido verdulero no debe tardar en venir, me iré a servir algo de whisky del barcito de mi suegro jeje.

—pero don aun no acabo el que estaba tomando ayer

—me dieron ganar de probar otra cosa o ¿tienes alguna queja?

—mmm no don ninguna ya veré luego como las repongo

—esa es mi hembra, ahora ponte bonita y apetecible para empezar con el segundo raund luego que se vaya ese sujeto.

Milly sabía que no tenía tiempo para un baño fugaz así que solo atino a ponerse un poco de colonia, acompañar esa minifalda que no la usaba en años con un par de balerinas de color azul y ponerse esa blusa amplia que daba buena vista de sus melones sobre todo si se agachaba, se sentía rara ya que si bien alguna vez había usado las dos prendas, nunca lo había hecho sin ropa interior, se estaba arreglando un poco el cabello cuando sonó el timbre

Rómulo era un tipo maltratado por la vida ya que siempre ha trabajado en la chacra, no tenía estudios, dejo la secundaria para dedicarse de lleno a la chacra el cual se le hizo difícil debido a su deformación en las piernas pero se las arregló para conseguirse una mujer de su igual estatus socioeconómico con la cual tuvieron varios hijos varones, el tipo llego exhausto a la casa de la joven ya que las bolsas pesaban bastante y solo ver a ese ángel le curaría este dolor

Milly por su parte se dio los últimos retoques, se puso algo de brillo labial para sorprender a su viejo amante una vez se vaya el verdulero, luego de mirarse al espejo una última vez fue hacia la puerta, pero justo cuando la joven iba a abrir, el despreciable la abrazo por atrás

—¿qué es lo que hace?

—Tocando un poco a mi hembra nada más jeje —dijo esto mientras las callosas manos tocaban las piernas de la joven

—nooo don, el señor Rómulo nos va a escuchar

—jeje que lo haga, ¿pensaste que sería así noma de fácil recibirlo? Quiero ver como lo recibes cuando te pongas algo más cachonda

—señor Eulaliooo no haga esto, sabe que si me sigue tocando mis pezones se podrán ver claramen…

La chica no acabo de hablar cuando sintió un tirón que rompió dos botones de su camisa, dándole un buen espectáculo al viejo afortunado.

—ufff tus tetas son un paraíso muñeca, se me ha antojado que me amamantes un poco ahora nena —una vez dicho esto puso su cabeza entre estos dos melones y movió su cabeza de lado a lado haciendo el típico “brrrrr”.

—ahh ahhh doooon le prometo que podrá tenerlas y jugar con ellas tan pronto se vaya el señor ufff

—nop, se me antojo chuparte una teta ahora jeje

La chica no sabía qué hacer, por un lado quería sacarse la blusa en ese momento y amamantar a su bebe arrugado y feo, pero por otro tenía que recibir al señor Rómulo que volvió a tocar el timbre, la chica al ver a su amante tan cachondo no le quedó otra que abrir su blusa y mostrarle una vez más sus perfectos senos adornados por un ya rígido pezón de color café claro producto de la manoseada que le propinaba el vejete, este último al ver tan bello espectáculo abrió grande su apestosa boca y de un solo bocado se devoro por completo el pezón de la cachonda muchacha la cual solo cerraba los puños de la excitación.

El viejo chupaba con todas sus fuerzas para que los pezones de Milly se mantengan duros por un buen rato, mientras que con sus manos subió la minifalda y empezó a amasar esas poderosas nalgas firmes y grandes debido a la genética y trabajo físico, todo eso pasaba mientras que al otro lado de la puerta estaba el viejo Rómulo pensando en por qué la chica no salía si había escuchado unos pasos hace unos momentos

Milly quería que el viejo la siguiera haciendo suya, pero los constantes sonidos de timbre no la dejaban concentrarse por completo, por lo que del otro lado de la puerta procedió a responder:

—bu… bueno?

El viejo se le hizo un nudo en la garganta, su diosa por fin había contestado

—hola hijita, soy Rómulo el esposo de la casera de tu mami, vengo a dejarle unas bolsas que me encargo doña Petronila.

—ok gracias señor, déjelas ahí, dentro de unos momentos las meteré para adentro, es que justo estoy limpiando

El verdulero al oír esto se desilusiono por completo, así que después de un intercambio más de palabras dejo a su diosa y partió completamente decepcionado ya que él esperaba más de este encuentro.

—don doncito dentro de un momento la continuamos, déjeme entrar las bolsas y luego podremos seguirla en mi cuarto.

El viejo seguía usando su lengua y sus dientes para dar unos leves mordiscos al pezón de la muchacha. Milly de momento solo se dejaba hacer mientras sus manos pasaban por toda la espalda del vejete, que poco a poco bajaba su cabeza para empezar a poner su arrugada cara entre las grandes posaderas de Milly que solo se limitó a dar un leve suspiro.

Por su parte, el viejo Rómulo aun decepcionado se preguntaba por qué la chica no había querido salir, las ganas de ver a su diosa eran muy grandes, así que dio media vuelta en dirección a la casa de Milly, sabía que solo con una mirada al hermoso cuerpo de la universitaria sería feliz por el resto del día.

Con algo de dificultad logro escabullirse por la parte de atrás de la casa que, a pesar de no ser muy grande, poseía jardines en la parte trasera como delantera como pudo paso entre las malezas para posicionarse al lado de una ventana por donde oía ruido, lo que vio lo dejo sin palabras.

Don Rómulo no podía dar fe de lo que veía, la hermosa joven, su diosa, la que no mataba ni una mosca, se encontraba apoyada a la puerta principal con la minifalda levantada disfrutando de unos lengüetazos en su entrada anal por parte de un tipo viejo, arrugado y totalmente desnudo, una sensación de excitación y asombro se apodero del viejo, ya que no podía creer que tan bella joven que tranquilamente se podría acostar con los mejores modelos del país, este en ese momento con el culo al aire dejándose lamer por un viejo que era aún más desagradable que él, desde su punto de vista.

—Ya… ya se fue el señor Rómulo, hay que meter las bolsas y si gusta luego podemos subir para ver si aún me queda mi uniforme de colegia… ahhhh

El desagradable sujeto hundió una vez más su rostro entre esos dos grandes cachetes y daba lengüetazos por todas partes, se encontraba bastante inquieto, quería quedarse en ese lugar y seguir disfrutando del culo de su ya cachonda joven, así que rápidamente metió las bolsas y con gran esfuerzo tumbo a Milly a la alfombra, se acomodó de tal manera que quedarían en un 69 perfecto, la joven estaba en el piso mientras que el repugnante sujeto se encontraba encima de ella así pudo comer con mucha más comodidad ese delicioso postre el cual ya estaba bastante lubricado.

Milly por su parte estaba sorprendida ya que si bien sabia la pose, era la primera vez que lo practicaba, siempre escuchaba a sus amigas hablar de esa famosa pose y como ellas tenían que hacer esfuerzo para no atragantarse con los miembros de sus novios, mientras recordaba todo eso el imponente miembro del anciano ya se encontraba golpeando uno de sus cachetes como tocando la puerta para que la sexy joven abriera la boca y se comiera tremenda pieza negra de carne, a lo cual ella lo acepto ya que estaba sintiendo muy rico en su parte de abajo así que lo mínimo que podía hacer era devolverle el favor, así que empezó con pequeños besitos, llenándole con algo de brillo labial la punta de la verga, le resulto algo gracioso ver cómo tan negra y venosa verga tenia brillo rosado en la punta y es que cuando se estaba alistando para recibir a don Rómulo, se puso brillo labial sabor fresa para sorprender a su repugnante amante una vez se vaya el esposo de la casera de su madre, lamentablemente las cosas no resultaron como ella pensaba ya que en vez de besarle en esos rajados labios, estaba besando y llenando de brillo la punta de la verga, al final no se hizo problema y continuo en lo suyo, ya habría oportunidad para sorprender al viejo con su brillo labial de sabor fresa más adelante, mientras tanto el viejo seguía en su tarea de lamer todo el sexo de la joven, de rato en rato le daba pequeñas y placenteras mordidas en sus partes más sensibles, a lo cual la joven sentía tanto placer que abrió su boca y el miembro del viejo se abrió paso en esa juvenil boca haciendo que le dé arcadas por lo repentino que fue, pero luego se recompuso y motivada por lo bien que la hacía sentir el viejo allí abajo empezó a mamarle la verga como si fuera una experta.

Por su parte el viejo Rómulo no perdía detalle de todo lo que veía, hace rato que se había sacado su miembro para empezar a manosearse, mientras que con la otra mano intentaba grabar la escena con su celular para verla en su casa una y otra vez, la escena era digna de los pornos mas bizarros tal y como le gustaban, aunque la sensación de ver algo así en vivo era indescriptible

—Don... slurpp srpppp porque no vamos srpppp a mi camita ahí estaremos más comod…

—Cállate y sigue chupando —le decía el viejo de mala manera, mientras trataba de poner su miembro en la boca de la chica a la fuerza.

—ufff ¿es que no quiere verme con mi uniforme de colegio?, podríamos jugar al profesor y la alumna si usted quiere… srppp srppppp

El viejo con solo escuchar a su tierna mujercita dar ese tipo de ideas lo motivo a mover más sus caderas a tal grado que Milly no podía soportarlo, prácticamente estaban usando su linda boca como si fuera un recipiente cualquiera, su cabeza golpeaba el suelo ya que las embestidas eran muy fuertes y se volvía algo incontrolable para su tierna boca

—ufff dooon cálmese no lo puedo hacer si se mueve así

—es tu culpa, tus puterias me hacen poner así, eres una mocosa muy traviesa

—jijiji ¿entonces si quiere “jugar” al profesor y la alumna?...

—por supuesto que quiero, pero no soportaría ir hasta tu cuarto a que te cambies, te quiero calatita para mí en este momento

Dicho esto empezó a jalar la ropa de la joven, esta paro un rato con su jueguito de chica inocente para pedirle que no lo haga, pero ya era demasiada tarde, su linda blusita fue arrancada de sus botones quedando totalmente inutilizable, así que resignada se la saco junto a su falda para estar otra vez a la total disposición del pervertido vejete, este se había dado un festín con la vagina de la muchacha, pero sentía que no había recibido el mismo trato a su verga, por lo cual volvió a echar a Milly en el suelo y puso su gran miembro a la altura del bello rostro de ella, la joven se preparó entonces para darle la mejor mamada de su vida al suertudo vejete, abrió lo más que pudo su boquita y procedió a mamárselo con todas sus fuerzas, al cabo de unos minutos Milly sintió con su boquita era llenada con el espeso semen del viejo que no le había avisado que se iba a venir, así que tuvo que tragárselo todo una vez más para satisfacción del viejo que con una mirada triunfal veía como la chica se tragaba toda su semilla

—¡por dios! Avíseme cuando se venga para estar preparada

—cállate un rato, uffff sí que me dejaste seco

El vejete se hecho en el piso a un lado de la desnuda joven, ella al ver a su macho a su lado solo opto por abrazarlo y acurrucarse en ese flácido pecho

—carajo si tuviera unos cuantos años menos no te daría tregua mamasota

—jiji no se preocupe, jamás había pasado por una experiencia tan bonita

—eso es porque los maricones de los jóvenes ya no saben cómo se debe coger a las hembras como tu… ¿o me lo vas a negar?

—pueees creo que tiene razón… venga Don, parémonos y vayamos afuera a descansar un poco y tomar algo de sol

—me parece bien culona, vamos para terminar el round completo

Milly no le entendió bien a que se refería con round completo, pero le siguió la corriente, La parejita se dirigió afuera, mientras que al otro lado de la casa se encontraba Don Rómulo, el asqueroso viejo se había corrido como 3 veces luego de ver ese increíble 69 que había protagonizado su musa con el otro repugnante viejo, su espeso semen mancho la pared pero eso poco le importaba, las escenas estaban aún frescas en su retorcida mente, miro su celular y vio con gran alegría que había grabado gran parte de la escena y que posiblemente eso le ayudaría en un futuro, feliz y con las bolas vacías de tanta paja se retiró con mucho cuidado de la casa de la joven, alegrándose de poder haber sido testigo de presenciar la otra cara de la adorable Milly, de momento le tocaba esperar y pensar como haría para mostrarle ese video a su linda musa y ver que tanto provecho podría sacar

__________

Regresando otra vez con la bizarra pareja, estos habían juntado dos reposeras justo al lado de la piscina, descansaban unos momentos bien abrazaditos antes de seguir con los rounds.

—Señor Eula…

—shhh no te dirijas a mi tan formalmente culona, dime “amor” “mi macho” “mi semental” o como mejor te parezca.

—mmm le puedo decir ¿“bebito”?

—Si me vas a llamar así mínimo me vas a tener que amamantar seguido jeje —decía esto mientras alargo una mano para manosearle uno de los grandes pechos de la joven.

—Descuide, estas pequeñas —señalándose sus pechos— siempre estarán disponibles para usted jiji

—uuuy eso espero tetona

—bebe y ¿a qué se refería con round completo que dijo hace ratito?

—pues a que más, a que te la tengo que volver a meter por tu culito

La asustada joven recordó que solo hace unas horas le habían prometido que no la tocarían por ese lado en un buen tiempo, lo que no sabía es que al degenerado sujeto poco le importaban esas promesas.

Las manos del vejete ya estaban sobando las suaves nalgas de la muchacha

—perooo bebe, bebito usted me dijo que no me lo haría por ahí por ahora, porfiiiis hagamos otras cositas pervertidas y dejemos eso para otro día ¿siiii?

Milly le daba un suave masaje al ya erecto miembro mientras le llenaba de besitos al flácido pecho del vejete para tratar de convencerlo.

Don Eulalio se hizo el sordo, ensalivo uno de sus dedos y se lo quiso meter en el ano de la joven haciendo que esta se exalte.

—nooo don hablo en serio, porfiiis hagamos otra cosa.

—shhh deja que te meta un dedo en el rico culito que tienes, vas a ver que te va a gustar.

—perooo

—shhh solo déjate llevar, te prometo que no te hare nada más, solo te quiero meter uno o dos deditos por ahora.

—¿en serio? ¿Lo promete?

—claro mi tetoncita, ahora para bien el culo para que te lo meta bien

—bu... bueno está bien, pero solo eso noma he

Milly levanto un poco más sus nalgas para facilitarle el camino, por su parte el anciano al tener luz verde no perdió el tiempo y ya intentaba profanar poco a poco con su dedo medio.

—uuuuffff mmmm —Milly resignada solo aguantaba y se preparaba para recibir ese dedo invasor en su aun sensible conducto anal que todavía no se recuperaba del todo del tremendo miembro que soporto hace solo unas horas.

—eso, afloja más, que rico culito, siente como entra mi dedo, disfrútalo culoncita

—uffff ahhh despacito bebe

—uy que rico culito, como me muero de ganas por enterrarte toditita mi verga

—nooo me hará daño otra vez

—por eso te lo estoy preparando, cualquier otra persona al ver tu tremendo trasero se volvería loca y te violaría en este mismo instante, yo al menos te lo estoy preparando así que deberías agradecer por tener tal consideración jeje

El ritmo aumentaba y Milly se retorcía levemente para tratar de apaciguar ese dedo invasor que le hacía sentir bien, pero a la vez le recordaba la monstruosa verga que le había hecho daño, por otro lado, el viejo ya se preparaba para meterle un dedo más cuando para alegría de la joven empezó a sonar el celular de Milly.

—aaaahhh don eu... bebito, está sonando mi tele… ufff el teléfono, déjeme un ratito ir a contestar porfis

—noo, tu rico culito está pidiendo a gritos que le meta un dedito mas

—nooo porfis, déjeme tantito contestar y le prometo que vendré con alguna sorpresita

El viejo sin dejar de meterle el dedo, se puso a pensar, sin duda las sorpresitas que le daba la chica eran muy ricas, así que acepto de mala manera y le dijo que solo tenía un par de minutos, si se pasaba le daría un castigo, la muchacha acepto y fue raudamente a contestar su celular que se encontraba en la cocina.

—¿diga?

—¿alo Milita?

—ha hola hermanita ¿cómo estás?

—pues bien, te escucho algo agitada, ¿haciendo ejercicio?

—sí, no te preocupes es que estaba practicando algo de zumba del CD que compro nuestra madre y vine rápido a contestar el teléfono

—mmm bueno, ¿los daddys están?

—no, están en su trabajo todo el fin de semana y el lunes-martes regresaran

—uy que bien! Te cuento Milita que tuve uno que otro problema en el trabajo y renuncié

—Aja, seguro te botaron de nuevo

—¡ey! Shhh respeta a tu hermana mayor… mmm bueno algo así paso jeje, ya no me quiero estresar así que decidí darme un año sabático, estoy acá con Claudia mi amiga del alma ahorita disfrutando de nuestra libertad laboral —por la forma como hablaba se le notaba que ya habían estado tomando un poco.

—pero esa nunca ha trabajado

—por eso jejeje, bueno la cosa es que estamos brindando acá un ratito las dos nomas y quería cerciorarme de que los daddys no estén en la casa para caerte mañana en la tarde y sacarme un par de traguitos del barcito de nuestro daddy y de paso charlar un ratito contigo.

—¿mañana? ¿¡Qué!? ¡Noooo!

—¿uh? ¿Y por qué no?

—este quiero decir… que no puedes hacer eso, papi se dará cuenta y me meterás en problemas a mi.

—pffff solo será un par de botellitas, papi tiene un montón de botellas en su barcito y siendo sinceras me sale más barato ir a la ciudad a recogerlas mañana que gastar en el mismo trago, ya que los que tiene papi son licores de calidad.

Milly estaba pensativa, su viejo amante estaría con ella como mínimo todo el domingo más y no veía forma de echarlo.

—hooola ¿estás?

—ha si si perdón

—estas algo rara hermanita, ¿es que acaso no quieres que vaya?

—nooo, no es eso

—Solo sacare un par, papi ni lo notara

—si lo sé, pero —Milly recordó que el viejo la estaba esperando— oky está bien te espero en la tardecita, ahorita estoy un poquita apurada, te espero mañana entonces ¿sí? Adiós muakk

Al final su hermana mayor se salió con la suya, iría a casa de sus padres sacaría unos cuantos tragos de marca y se daría un gran fiestón con su amiga Claudia, aun así, le causaba algo de extrañeza que su hermana le cortara tan rápido, generalmente ellas son muy habladoras y se podrían pasar horas en el teléfono.

“mmm algo raro, le pasa a esa chiquilla, me parece que se está portando mal jijij” pensaba su hermana.

—¡oye Clau! Deja ese trago barato, iremos por los tragos de marca que te dije, así que alístate de una vez para agarrar el tren de la tarde y llegar a mi casa en la nochecita.

—¿uh? Oye, pero te acabo de escuchar que le decías a tu hermanita que le caerías mañana en la tarde

—shhh tu calla, mi hermanita se comportó muy sospechosa hoy, mi instinto femenino me dice es muy probable que esa niña se está comportando mal y vamos a agarrarla con las manos en la masa

—jaja ¿estas segura de eso?, mira que viajar ahorita es algo pesado

—tu tranquila, mi instinto femenino nunca se equivoca, además que, si la sorprendemos, no tendrá más remedio que dejarnos sacar más de dos tragos de marca

—usted es diabólica

—jiji lo se lo se

———

Mientras tanto en la piscina, Milly aún no sabía qué hacer para mañana, aunque se preocuparía de eso más tarde, de momento tenía que pensar en algo para sorprender a su macho

El viejo estaba que se aburría en su reposera, pero al ver por fin a su ángel acercarse se le paro la verga de un golpe y no era para menos, la chica se había puesto un bikini bastante pequeño que no cubría casi nada sus partes nobles, la sexy universitaria caminaba hacia donde estaba echado el viejo, contoneando sus caderas para verse lo más sexy posible, en una mano llevaba un vaso de un trago muy bueno que aprendió a preparar gracias a su hermana, se trataba de un té helado de Long Island el cual contenía vodka, tequila, ron y gin adornada con una rodaja de lima para que sea vea mucho mejor la presentación, era el trago preferido de su hermana mayor y su madre, su sabor es exquisito como fuerte justo como le gustaría a su “bebe”, como sabía que un simple trago no sería suficiente para su hombre, con la otra mano, traía la botella de ron Johnny Walker que había dejado a medio tomar la noche anterior.

El asqueroso viejo no se la creía, una hermosa joven en bikini le traía un trago mientras el descansaba en una reposera al lado de una piscina “y lo único que tuve que hacer fue hacerla sentir una verdadera hembra” pensaba el vejete mientras veía ese escultural cuerpo echarse al lado suyo, mientras le acercaba el trago prácticamente a su boca.

—¿qué le parece mi bebe? ¿Está rico?

—te demoraste más de lo que te dije mmm, pero esta mierda que has preparado sí que esta deliciosa, pero no tanto como tu ricura.

—jiji ay don… digo bebe

—pensé que harías alguna guarrería como lo de la leche, o usarías las paletas que llevaste al cuarto, pero esto también está bien, me gusta ese pequeño bikini que te has puesto, aunque me gustas mucho más sin ropa

—¿sabe? este bikini lo usaba cuando aún estaba en la secu, en ese entonces mi cuerpo no era como el que tengo ahora, pero igual sentía que todos los profes me miraban cuando lo usaba en la hora de educación física

—no jodas, ¿te dejaban usar esa cosa en la escuela?

—bueno, la mayoría de mis amigas llevaba enterizo, pero mi hermana mayor insistía en que llevara este traje, así que yo y una amiga la que le conté que tuvo una aventura con el conserje, siempre íbamos con bikini, el profe de natación nunca nos dijo nada.

—jaja pues eso es obvio, tendría que ser tremendo maricón para decirles algo ¿así que también esto es parte de la sorpresita verdad?

—pues sí, usted me dijo que quería verme con mi uniforme del colegio, pero como estábamos en la piscina tal vez se me iba a estropear, así que le traje algo que también usaba en ese entonces, debo decirle que me aprieta bastante en el pechito, pero bien vale la pena si es que le gusta… el uniforme lo podemos dejar para más tardecito en mi cuarto jiji.

—me parece bien culona y si te molesta el pechito, te lo puedes sacar cuando quieras, no me hago problemas jeje.

—uy si, ya sé que usted no se hace problemas, si estuviera desnuda mejor para usted, pero ya que estamos con tremendo sol, quisiera relajarme y de ser posible broncearme un poco, es algo que me gusta hacer por estas fechas y siempre que me bronceo me gusta que se quede marcada la parte del bikini, sobre todo la parte de abajo y para eso necesito su ayuda.

—¿cómo así?

—pues ¿me puede echar bronceador por todo mi cuerpo porfis?

—jeje dalo por hecho ricura, pásame la botella y mis manos pasaran por todos los rincones para que tengas el mejor bronceado jeje

—tenga, confío en usted entonces

El asqueroso sujeto se sintió motivado ante otro jueguito de su musa, sabía que pronto se la estaría clavando en la piscina, pero le gusto el juego previo que estaba creando la joven, así que sus manos callosas recorrieron todo el suave cuerpo de la joven, dando un especial énfasis a esas espectaculares nalgas que se manejaba la chica.

—uuuy creo que ya le ha dado suficiente atención ahí abajo

—para nada, tus nalgotas son tan grandes que aún me falta echarle un poco de bronceador más.

La chica se dejaba hacer hasta que sintió otra vez que uno de esos callosos dedos se abría paso por su bikini y estaba poco a poco llegando a su lugar prohibido para estimularlo.

—bebeee no haga eso todavía, mire que el bronceador no ha llegado aún a la parte de arriba.

—shhh ¿pensaste que me había olvidado?, en buena hora que trajiste este bronceador, será un buen lubricante para ese hoyito que pide que le meta un par de deditos y retomar lo que estábamos haciendo antes de que nos interrumpieran.

Milly estaba asustada otra vez, su idea de hacerle olvidar su lugar prohibido fracaso rotundamente y peor aún ahora tenía un lubricante que envalentonaba al viejo para poder dedearla y tal vez hasta meterle la verga de nuevo.

————

Por otro lado, la hermana mayor y su rubia amiga Claudia se preparaban para tomar el tren de la tarde, su idea era sorprender a la hermanita, lo que no sabían es que ellas también se llevarían una gran sorpresa…

Continuará…

(9,15)