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Ahora, la señora Chana ya es mía por completo

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Ella también lo había disfrutado porque era una mujer muy caliente así que la levantó y bajó el cierre del vestido que rápidamente cayó a sus pies, dejando que vea ese cuerpazo que tantas veces había soñado tocar, mis labios besaban su cuello, su respiración era rápida y agitada y logré que perdiera la señora Chana lo poco que había de resistencia en ella.

-Ohhh... Jesús detente ohhh puede venir mi esposo nooo ohhh...

Le dije que no había nada de qué preocuparse y seguí besando su cuello y hombros sabía muy bien el horario de su trabajo, su ropa interior blanca resaltaba en su piel bronceada esas anchas caderas con nalgotas y tetas bien puestas.

Mi boca se apoderó de esos pezones marrones grandes e hinchados como si fuera un bebé de pecho mientras tenía ya en la mano el sostén que le había quitado. Tenía que aprovechar el momento que tal vez no se vuelva a repetir así que disfrutaba de sus ricas tetas sus gemidos eran fuertes y eso me motivaba para continuar magreando y besando sus senos.

Luego la llevó y echo sobre el sofá mi boca se encargaba de sus piernas y fui subiendo hasta llegar donde su trusa blanca ya estaba mojada de sus jugos de lo caliente que estaba, rápido se lo quité también su sexo estaba depilado y permitía ver sus labios vaginales marrones semiabierto y también al clítoris ese botón rojo brillante.

Mi lengua recorría todo el alrededor de la vagina y luego subiendo y bajando hasta hacerla gritar de placer cuando toqué su botón rojo, ahí sus caderas se movían frenéticamente sus gritos eran fuertes.

-Ahhh... ahhh... siii... papitoo ohhh ohhh

Y me detuve cuando ella grito y explotó y llegó a tener un orgasmo soltó sus jugos que me mojó la cara luego continuó lamiendo como si fuera un perro hambriento de sexo mi deseo era que ella me rogara que le meta la verga.

Ahí tenía a la señora Chana con las piernas bien abiertas recibiendo sexo oral y otra vez llegó al clímax y su cuerpo se movía como si recibiera una descarga eléctrica.

-Ayyy... aggg... meteme ya la vergaaa... agg ya no aguantooo... Jesús... quiero tenerte dentro de mi ohhh...

No tuvo necesidad que lo volviera a repetir lo más rápido posible estaba desnudo y puse mi verga en la entrada de su chucha caliente y mojada y se lo metí hasta el fondo chocando nuestros cuerpos

-Sii que ricoooo dámelo todo quiero sentirte bien adentro ahh... ahh

La tenía con las piernas en mis hombros a doña Chana recibiendo mis embestidas en su cavidad vaginal estaba bien caliente y recibía con gusto lo que reclamaba, ahora era yo quién estaba tirándomela en el sofá donde antes vi que lo hacía él negro Uje.

-Aggg... siii que bueno Chana gracias eres ohhh mi mejor regalo de cumpleaños.

Luego ella me dijo que me acomode en el sofá y después sola se sentó sobre mí sus nalgotas se abrieron para recibir mi verga… Ohhh era maravilloso su enorme trasero se movía como si fuera una licuadora batiéndome los huevos y luego subía y bajaba el culo.

-Ahhh qué ricoo ahhh... una verga joven y dura para mi ohhh... ohhh

Esa posición le encantaba a ella porque tenía el control de la penetración y llegaba a tener otro orgasmo más y su cuerpo se estremeció todo ella misma se tocaba los senos.

-Ayyy... Siii ohhh...

Ahora era el momento que también cumpla una fantasía mía y la coloque en posición de perrito su culazo estaba a mi total disposición como muchas veces lo había imaginado, volteó y con una mirada muy caliente la señora Chana abrió con ambas manos sus glúteos mostrando esa chucha caliente.

Mi verga fue entrando a ese rico agujero de a pocos hasta que toque sus nalgotas y comenzó el mete y saca, era toda una yegua soportando como cabalgaba sobre ella sus tetas se movían al ritmo de la penetración.

-Siii si si... así me gustaa ohhh... ricoo resultaste muy bueno cachando Jesús ohh

Resultó tremenda perra la señora Chana y eso me encantaba porque me permitió hacer con ella realidad todas mis fantasías, cuando ya no podía más explote y solté dentro de ella todo el esperma que su chucha reclama como suyo.

-Aggg... siii ohhh dioos...

Caímos sobre el sofá y nos besamos con mucha pasión ya no importaba la diferencia de edades entre los dos, éramos un hombre y mujer que habían disfrutado de sexo. Viendo la hora me vestí y salí de su casa raudamente sin ser visto.

Desde ese día nos veíamos en su casa para disfrutar del sexo, verla pasar por el barrio y como todos seguían deseándola me excitaba mucho y como me gustaría decir que era mi mujer pero debía callar.

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