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Mi tío millonario y mi esposa (II)

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Anteriormente. Vamos al cumple de mi tío millonario a una casa quinta en la zona norte de Buenos Aires. Mi esposa de 22 años logra relacionarse muy bien con él a tal punto de conseguir trabajo. Un vestido rojo corto con vuelo le permite a mi tío apreciar las piernas y curvas de mi joven esposa. Al concluir la fiesta a pocos km se me rompe el auto, mientras espero a la grúa, mi tío se ofrece para hospedarnos en su mansión.

Mi esposa no viajaría en una grúa, llena de aceite y grasa de motor. Yo debería esperar a que la grúa pueda arreglar el auto o remolcarlo. Mi tío cincuentón llega al rescate y se la lleva en mis narices.

Los veo alejarse en el Audi 0 km, impecables ambos, yo transpirado sin camisa, con grasa en mis manos, el auto con el capot abierto en medio de una ruta poco transitada.

Espero como 3 horas hasta que llega la grúa, un gordo con pocas luces empieza a teorizar acerca de la falla del auto, por lo general no saben nada, si lo único que saben es remolcar y cargar baterías. Hacemos pruebas, y nada.

Yo tenía la esperanza de que arrancara, así vuelvo a buscar a mi esposa y la llevaba de nuevo a donde debería estar, en mi cama, en nuestro departamento.

La grúa comienza a cargar el automóvil, yo llamo a mi esposa, le digo que se tome un remis, ella de repente parece haberse olvidado de lo que gasto para ir a la fiesta, dice que no estamos económicamente para pagar un remis por tantos kilómetros. Dice que se quiere quedar a dormir en la quinta de mi tío, que la busque al otro día o que mi tío la llevaría a buenos aires.

Ya es la madrugada, voy con el gordo de la grúa camino a buenos aires, me cuenta anécdotas pelotudas de su trabajo, me cuenta historias falsas de cómo se cogió a mujeres casadas porque él las escuchaba mientras le arreglaba el auto.

Llegamos hasta mi departamento en el amanecer del domingo, el auto quedaría ahí parado en la vereda, no habría mecánico hasta el lunes. Como mi seguro es el más barato la grúa solo cubre en la ciudad, tengo que desembolsar mucho dinero en efectivo. Sin duda esta fiesta nos fundió.

Trato de dormir pero no puedo, ya a las 8 de la mañana le escribo, no responde, seguiría durmiendo. Le escribo a las 10, tampoco responde. A las 12 la llamo por teléfono, responde dormida, me cuestiona haberla despertado. Le pregunto cuándo va a volver, ella consulta con mi tío que se ve que estaban en el mismo espacio. Tardan bastante, ella tapo el micrófono, se escuchan solo ruidos sordos. Luego de un minuto bastante largo me dice que a la tarde noche mi tío la dejara personalmente en mi casa para que este descansada para el primer día de trabajo del día lunes.

No almuerzo, no tengo ganas de cocinar, no tengo hambre, pasan las horas, trato de ver televisión, hasta intento frustradamente arreglar el automóvil. Llega la noche, son las 20 horas, y veo por la camarita del edificio que estaciona el Audi de mi tío en la entrada.

Tardan unos largos minutos en bajar. Tengo ganas de bajar para ver qué sucede. Pasan más minutos, finalmente ella abre su puerta.

Baja con otra ropa, un mini short blanco, y una remerita al cuerpo, y unas zapatillas nuevas. En su mano bolsas y su cartera.

Sube hasta el departamento, la veo sonriente, me saluda con un beso, la veo pasar en ese mini short que no dejaba lugar a la imaginación, en su andar se podían ver sus nalgas paraditas.

Me cuenta que el tío la llevo de compras para que no esté todo el día con el vestido de fiesta, y que además compro ropa para el trabajo.

Cocino algo para cenar, mientras ella me cuenta de su nuevo trabajo con mi tío millonario. Cenamos, nos lavamos los dientes. Vamos a dormir. Cuando ella se saca el mini short veo que su tanga es blanca de algodón. No es la roja carísima que uso para la fiesta.

No quiero preguntar nada, pero como es posible que además de ropa, le haya comprado la ropa interior?

Dormimos, al otro día ella se levanta temprano, se ducha, y se viste para su nuevo trabajo, una camisa blanca que transparentaba, una falda azul al cuerpo que llegaba hasta 15 cm arriba de sus rodillas. Unos zapatos de taco que estilizaban su figura.

Desayuna rápido, yo tendría que hacer mi recorrida de trabajo en transporte público. Ella solo espera que mi tío la pase a buscar.

Cuando le avisa por whatsapp que esta abajo, me saluda emocionada y baja rápidamente. La veo subir al Audi, se van.

Yo reviso desesperadamente las bolsas donde estaba su vestido de fiesta, al sacar el vestido veo que cae como un bollito la tanga roja. Al desplegarla veo con horror que estaba una tirita rota, cuando me detengo a examinarla, veo que tiene restos secos de ese fluido que emanan las mujeres al excitarse, trataba de pensar de que era orina, de que era transpiración, pero por más esfuerzo que hiciera en pensar era obvio que era esa mancha blanca propio de los jugos vaginales de una mujer cuyo cuerpo se prepara lubricando para ser penetrada.

En ese momento me empiezan a caer whatsapp de un amigo, me dice que su esposa recibió audios de la mía contando cosas que hizo el fin de semana.

Es una pareja amiga, ella muy amiga de mi esposa, él, amigo mío. Parece que a la esposa de mi amigo le agarro culpa y decidió contarle algo que era preciso que supiese.

Comienzan a caerme audios reenviados de mi esposa hacia su amiga:

"Hola Flor, ay no sabes, te tengo que contar lo que me paso porque si no lo cuento exploto. Este sábado conocí al tío de Héctor (yo), no sabes, es un multimillonario tiene como 50 años pero esta súper cuidado y es re caballero. El auto de mierda que tenemos se rompió así que el tío me invito a quedarme en su mansión hasta el otro día, pero ojo yo sola me quede, porque Héctor se tuvo que quedar con el auto e irse a casa."

"Apenas subo al Audi precioso que tiene, el re caballero me pone el cinturón de seguridad, y medio que me toca una pierna mientras lo hace. Después me lleva a su quinta, estaban todo su personal limpiando y ordenando lo de la fiesta. El me muestra el cuarto donde dormiría, hermoso, enorme, una cama kingsize de sábanas blancas."

"Le digo, que si este era el cuarto para huéspedes que no me imaginaba como sería el suyo, y él entonces me pregunta si quería conocerlo. Dude unos segundos pero acepto ir, solo para conocerlo."

"Mientras recorremos pasillos y subo escaleras, como todo un caballero me deja siempre pasar primera. Mi vestido rojo corto con vuelo no era problema para los que quieran ver por debajo, pero supongo que él lo hacía de caballero nomas, no para mirar que tanga llevaba"

"Cuando llegamos finalmente a su cuarto veo que era enorme, todo amueblado y equipado de primer nivel, él me dice que me quede en su cuarto hasta que los empleados terminen de ordenar y limpiar la casa y se vayan. Mientras dice que quiere darse una ducha. Yo espero sentadita en la cama hasta que el termine"

"Sale en pocos minutos, con una toalla chica tapando sus partes, esta impecable amiga, con abdominales marcados, brazos fuertes, dorado, piernas marcadas. Era un dios"

"Tipo me quede con la boca abierta, Héctor esta gordo, no hace ejercicio, no se depila y es blanco teta, solo quemado en los brazos. En cambio su tío estaba diez puntos. Me pregunta si me molesta que este así, y obvio le digo que no."

"Me pregunta si puedo hacerle un favor, si puedo pasarle una crema que usa para la piel, se cuida más que yo. Como una tonta le digo que sí. Me dice que no en la cama para no mancharla, me alcanza la crema"

"Comienzo a ponerle crema desde el cuello, bajando por sus hombros, me costaba un poco porque era más alto que yo, estaba muy cerca, sentía su calor. Bajo por sus hombros, puedo sentir esos músculos, esos bíceps y tríceps. Creo que no me doy cuenta y muerdo mis labios."

"Sigo por sus pectorales, firmes también, trato de no mirarlo a los ojos, pero cada tanto se me va la mirada. Trato de concentrarme en mi tarea. Llego hasta los abdominales, uno por uno con dedicación, mis uñas esculpidas tratan de arañarlo dulcemente. Juego con su ombligo, mucho, comienzo a ver que algo empieza a abultarse en su toalla"

"Es tiempo de dar la vuelta, yo soy la que orbito, voy por la espalda, ancha, enorme para mis manos, pero cubro toda su zona con la crema, llego hasta abajo, hasta sus caderas, ya es el límite."

"Me arrodillo, desde atrás comienzo con sus pies, siempre desde atrás, no quiero pasar al frente (por ahora). Sus tobillos le siguen, luego sus pantorrillas, esos gemelos duros me pueden. Desde esa posición me tiento y levanto la vista"

"Puedo ver algo en la oscuridad, puedo ver el comienzo de unas nalgas de macho, un culo duro de ejercicio a pesar de su edad veterana, vuelvo a morder mis labios, que ganas de agarrarlas, clavarle las uñas y morder"

"Sigo por sus rodillas, mis manos están entre sus piernas, no quiero pasar al frente, sigo por sus muslos, levanto la vista, y puedo ver sus bolas, enormes, todo un semental. Trato de no pensar y seguir con la tarea"

"Nuevamente al límite de la toalla, mis manos están entre sus piernas, encureñándolo. Incluso voy un poco por dentro, un poco más arriba, allí donde ya no se ve, allí donde el límite de la toalla ya termino."

"Él me pide delicadamente que pase al frente, obedezco, nunca me levanto, de rodillas gateo hasta ponerme delante de él, por el movimiento se me cae un bretel del vestido, dejando una de mis tetas casi al descubierto, mi corto vestido con vuelo se levantó caprichoso casi hasta mis nalgas. Todo es excitante."

"Refuerzo adelante y ahora ya estoy mirándolo a los ojos, sigo subiendo en sus muslos, levanto la toalla más allá del límite, sigo subiendo, casi sin mirar donde toco, hasta que llega lo inevitable, llego hasta tan arriba que tengo contacto con sus pelotas, me quedo unos segundos interminables allí sin saber qué hacer, como seguir"

"En ese momento el pelotudo de Héctor me llama desesperado diciendo de que no pudo arreglar el auto y de que me tome un remis hasta buenos aires, obvio que casi lo mando a la mierda, después te cuento como siguió la noche".

(Continuará)

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