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Un paseo muy caliente

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Nos pusimos de acuerdo para ir a dar una vuelta, ella en falda cortita y sin ropa interior, por si pasaba algo, yo ya me había puesto de acuerdo con un amigo que es voyeur, para vernos ahí y que es lo que debía de hacer.

Así que pasé por Vero y nos fuimos a un lugar que se llama El Parnazo en La Paz (Baja California Sur). Buen ambiente para ir a echar chela, jajaja, ahí andaba ni cuate al acecho, pero oh sorpresa había mucha luz y no estaba tan lleno. Lo que habíamos planeado para ella era unos tallones solamente, que la calentara nada más, así que le dije ‘vámonos para atrás’ y a él le hice señas de síguenos.

Nos salimos por la puerta de atrás, me llevé a Vero a una parte oscura que por las ramas de los árboles no pegaba la luz de la calle, ahí nos recargamos en un carro, la abrace hacia mí, a modo de que no pudiera voltear si se sacaba de onda por algo, así abrazada la bese y comencé a acariciar y mi cuate se fue acercando poco a poco. Yo separe mis manos de ella y le dije a vero al oído ‘cierra tus ojos y disfrútalo’.

Él la comenzó a manosear por encima de la falda le tocaba las nalgas la espalda y los pechos y ella en todo momento recargada a mi cuerpo sólo comenzó a gemir, él le metió mano por debajo de la falda, y se dio cuenta que no traía ropa interior así que se fue directo a su vagina, la cual ya estaba húmeda así que no le batallo para que un par de dedos le entrarán con facilidad.

Vero sólo gimió y separo más sus piernas para permitir más las caricias, le tome una mano a Vero y la lleve hasta su pene de él y comenzó a acariciárselo por encima del pantalón, gemían ahora los dos, en eso pasó gente por ahí y él se separó un poco para disimular, se fueron de largo y él se acercó de nuevo, se agachó y le hizo oral a ella, le lamió las nalgas el ano y su puchita muy mojada, gemía y movía su trasero pidiendo verga, pero eso no estaba en nuestros planes esta vez él se levantó y se sacó su pene y solo le dio tallones en las nalgas y ella movía el trasero para engancharse con el cacho de carne caliente que le estaba coqueteando entre sus nalgas.

Le tome la mano y se la lleve hasta el pene de él ahora afuera del pantalón, lo comenzó a masturbar y ahora él se retorcía más, le dio unas muy buenas jaladas porque no aguanto mucho y se vino ahí sobre sus nalgas, se acomodó la ropa y se retiró.

Nosotros nos fuimos a la casa y ahí empezó lo nuestro, tuvimos una cesión de sexo muy muy placentera ella más caliente que nunca alcanzó los orgasmos muy rápido, fue muy placentera la experiencia.

Saludos!!!

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