Nuevos relatos publicados: 7

Descarga de leche para Camila

  • 3
  • 11.285
  • 9,22 (18 Val.)
  • 0

Soy Daniel, tengo 28 años, este es mi primer relato, así que espero que les guste y se masturben mucho. Todo lo que contaré en mis relatos son historias reales aunque cambiaré los nombres por privacidad.

Llevo un par de años casado con Camila, ella tiene 31 años, es morena, 1,60 de estatura, talla 34b de brasier, un culo hermoso, yo tengo 28 años, mido 1,70, soy moreno, mi verga mide 16 cm, atlético ya que me encanta el deporte, sobre todo salir a correr.

Solemos tener sexo con poca frecuencia, ya que nos gusta aguantar como a modo de juego para salir de casillas al follar, aunque ella como es mujer aguanta más y yo me desespero de lo arrecho que soy.

Llevábamos mes y medio sin tener sexo, llegué del trabajo casi a medianoche y pensé que por el cansancio la noche pasaría normal.

Estábamos quedándonos dormidos mientras veíamos una película, Camila tenía calor y decidió quedarse solo con su camiseta de pijama y una tanga negra, tengo un grave placer al ver a una mujer con este tipo de ropa interior de color negra y eso me provocó una erección en medio de mi cansancio rutinario.

Camila me dio la espalda pero puso su mano atrás y empezó a tocar la cabeza de mi verga sutilmente con sus dedos para ir mojando todo mi trozo con el líquido pre seminal que yo estaba produciendo, empecé a besar su cuello y le dije te voy a coger tan duro, te tratare como una puta, me di cuenta que eso la excito porque al tocar su ropa interior estaba sintiendo su humedad.

Dio la vuelta y empezamos a besarnos salvajemente y después de varios minutos me arrodille, moví a Camila al borde de la cama, corrí su tanga hacia un lado empecé a saborear sus jugos y chupe su vagina por mucho tiempo, de hecho es lo que más le gusta a ella, confieso que hago un sexo oral delicioso, y lo disfruto mucho, con el paso del tiempo entre gemidos ella empujaba cada vez más mi cabeza hacia su vagina, cada vez se excitaba más hasta que me dijo, ‘métemelo todo, lo quiero ya mismo’.

Era el momento perfecto, yo tenía mi trozo de carne rígido y cuando empecé a clavarle mi verga, empezó a gemir con fuerza, lo que me hizo tener el control, le tapé la boca y la embestí con mi polla una y otra vez, no tardó mucho porque me empujó y me dijo: pon tu cara, que me vengo, Camila se vino a chorros, su squirt es una de las cosas que más disfruto de ella, y ella me ha dicho que le excita aún más verme tomándome su delicioso chorro, yo estaba muy arrecho así que puse de inmediato mi polla en su boca, la empecé a cachetear con mi verga, y por primera vez en nuestra relación la obligué a que bebiera todo mi semen, se veía tan inocente bebiéndose toda mi leche que me arreché más, después de mes y medio sin siquiera masturbarme expulsé una gran cantidad de leche, se ahogó un poco, pero me encantaba ver como se desbordaba el semen entre sus labios de tanta dosis que tenía guardada para ella.

Terminamos agotados, fue una descargada épica, ella se quedó dormida al rato y yo me masturbé un poco viendo su culo exquisito ante mis ojos.

En el próximo relato les contaré cómo Camila me dejó pagar por follarme una scort de alto nivel y por qué.

(9,22)