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Ayudando a mi cuñada (Parte 4)

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A los días al regresar del trabajo me encuentro a mi cuñada sentada en el sofá de la sala leyendo una revista, al pasar me doy cuenta que no estamos solos, mi esposa Julia está en la cocina preparando la cena y a su lado esta Adrián, también preparando algo de comer, ¡qué mala suerte! Con las ganas que tenia de quedar a solas con mi cuñadita y ver qué nuevo rumbo tomaba nuestra nueva relación de complicidad y juegos lujuriosos.

Saludo a Carla desde lejos como si nada, paso a la cocina saludo a Julia con un besote y le doy un fuerte abrazo, saludo a Adrián y estrecho su mano, al fin de cuentas con el no tengo confianza y según yo no nos caemos muy bien que digamos, pero siempre hemos tratado de llevar la fiesta en paz.

Voy por una cerveza a la nevera y paso a la sala donde esta Carlita, volteo y Adrián y Julia están muy ocupados en sus cosas y ajenos a lo que pasa a su alrededor, me dirijo al sofá donde está sentada Carla y la saludo nuevamente esta vez me inclino para saludarla con un beso, a último momento giro la cara y le doy un pequeño beso en los labios, a lo que ella sorprendida retira la cara y voltea a ver asegurarse que nadie nos haya visto, al darse cuenta que no nos veían, se pone más tranquila, y me dice diablillo tenemos que tener cuidado, sonríe y me guiñe un ojo.

Me siento al lado de ella, ella deja la revista en la mesita al lado del sofá, la misma donde en aquella ocasión paso a dejar las esposas que tenían a su marido sometido a nuestro perverso juego. Esta vestida con su uniforme de trabajo todavía, blusa blanca muy formal y un pantalón de vestir negro muy ceñido al cuerpo que al moverse deja mostrar el esplendor de su perfecto y exquisito culo, siempre usa ropa interior tipo hilo con lo que ese par de hermosas nalgas se dejan ver perfectamente. Saca algo de su bolcillo y me dice:

Carla: Cuñadito ve lo que compre antes de venir al apartamento.

Me muestra algo pequeño enrollado.

Yo: Que es?

Carla: Ay mi amor mira, es una cinta métrica de costura, con esto si poder medir perfectamente esa hermosa verga que tienes y así matar mi curiosidad.

Yo: Wow ya estas preparada jajaja

Carla: Pues sí, te la quiero medir hoy mismo. Mira esta noche después de la media noche que todos duerman, nos vemos en el baño, el que llegue primero se encierra en él y si el otro llega tocara la puerta 5 veces esa será la señal, estamos?

Yo: Mira pero si ya tienes hasta todo planeado, me sorprendes cuñadita, pues claro que si nos vemos esta noche.

Me levante y fui hasta donde estaba Julia para ayudarla a terminar la cena, y ella hizo lo mismo y se dirigió hasta su habitación diciendo en voz alta que iba a tomar un baño.

Esa noche al acostarme estaba ansioso porque llegara la media noche, la pobre Julia estaba muy agotada enseguida cayo rendida del sueño. Miraba el reloj a cada minuto que pasaba, hasta que por fin las 12:15 bueno creo que ya es hora, me levanto tratando de hacer menor ruido posible, Julia ni se mueve, me dirijo al baño, está abierto paso y cierro la puerta con seguro, a los 5 minutos escucho en la puerta Tuc! Tuc! Tuc! la señal, mi corazón se acelera un poco de la emoción de la situación, abro la puerta y efectivamente era Carla vestida con un pijama de seda rojo como los que acostumbra siempre, está nerviosa y a la vez ansiosa lo noto en su mirada, me dice rápido déjame pasar, la dejo pasar y cierro la puerta de inmediato y coloco el seguro.

Carla: Por fin, te aseguraste que mi hermana estuviera dormida?

Yo: Si la pobre esta rendida del sueño, y tu marido?

Carla: Si también cayó como piedra. Bueno a lo que vinimos mi amor.

Yo: Cuñadita, pero eso no es así como estoy ahorita no está ni a la mitad de lo que puede llegar, a pesar de excitante de la situación, necesito un estímulo, anda ayúdame no seas mala Carlita.

Carla: Eres un diablillo, pero te entiendo, y en realidad yo quiero verga a su máxima expresión para poder medirla bien, cuéntame como te ayudo?

Yo: Muero por verte desnuda otra vez, compláceme sí.

Carla: Claro mi cuñadito bello estoy aquí para complacerte.

La verdad a estas alturas ya estaba algo empalmado por la situación pero quería ponerle algo de picante a la cosa. Carla se quita la bata de seda, quedando vestida solo con un micro hilo rojo que hacia juego con la otra prenda. Se da una vuelta para que la vea bien y me sonríe.

Carla: Y?? Qué tal?

Yo: No me lo preguntes a mí, pregúntaselo a él.

Tomo su mano y la dirijo a mi bulto, ella pone cara de sorprendida y me lanza una sonrisa lasciva, se muerde el labio inferior y dirigiendo su mirada haca mi bóxer me dice:

Carla: Wooaw tan rápido, que bueno que tu si no necesitas mucha ayuda con esto mi amor. Ni estimulantes ni viagra jaja

Yo: Que mejor estimulante que este par de hermosas nalgas, mira son perfectas, y esas piernas ufff estas demasiado rica.

La toma por la mano que estaba agarrando mi verga y la hago girar mientras halago su hermoso cuerpo. La coloco de espaldas a mi coloco, mis manos en sus caderas, ella solo se recarga en la pared y se deja hacer, subo lentamente por su espalda, acaricio sus hombros, bajo por sus brazos, y la rodeo con los míos abrazándola y pegándola lo más que pueda hacia a mí, ella solo se deja hacer esta como en trance, le recuesto mi paquete en sus nalgas y ella me facilita la tarea haciendo movimientos con su culo de arriba a abajo, lo que me excita demasiado, ya mi verga esta que quiere explotar de lo excitado que estoy, subo mis manos por su abdomen hasta encontrarme con sus pequeños pero apetecibles pechos.

La empiezo a besar el cuello suavemente y a dar mordiditas en el hasta llegar a dar una mordidita en su oreja, lo que hace que lance un suave gemido, susurro en su oído, pero que putica más rica me resultaste cuñadita, toda una zorrita, no dice nada solo deja hacer, Carla baja una de sus manos hacia mi verga, y la aprieta suavemente.

Yo: Déjame mamarte las tetas, me encantan, quiero chupar y lamer tus pezones.

Carla: Amor pero si son pequeñas no entiendo que te gusta.

Yo: Serán todo lo pequeñas que quieras pero a mí me encantan.

Se volteó y me sonrió me dio un pequeño beso, coloco sus manos alrededor de mi cabeza acariciando mi cabello y me bajo suavemente como señal de autorización, me dispuse a besar sus senos primero suavemente, después mas apasionado, a lamer sus pezones, a chuparlos embriagándome con su exquisito sabor, daba pequeñas mordiditas en sus senos, cuando siento que vuelve agarrar mi verga esta vez debajo del bóxer y la aprieta suavemente, y me dice ya esta dura mi vida, muy dura, ya tendremos tiempo para más, por ahora a lo que vinimos, se dispone a bajar mi bóxer y a tomar la cinta métrica.

Carla: Mira esto de cerca hasta se ve más grande, es hermosa, una verga perfecta, justo lo que necesito jajaja. A ver cuánto mide esta hermosura, 18, 19... waoo cuñadito 20 cm que buena verga tienes y de ancho, 3, 4...  Casi 5 cm, ni en sueños imagine que tendrías una verga así, si imaginaba que tendrías una buena herramienta pero no así de rica. Es mucho más grande que la de Adrián, la más grande que he visto.

Yo: Vamos cuñadita no exageres sé que no está mal pero no es para tanto.

Carla: No es para tanto? claro que es y para mucho jajaja

Yo: como sabes que la tengo más grande que tu marido ya se la mediste?

Carla: Si en un momento de ocio de los 2, le mide 16 cm por 3,5 cm de ancho.

Yo: Ah pero ya vez tampoco esta tan mal.

Carla: No está mal pero la tuya esta mejor

Yo: Te gusta más mi verga que la de tu marido?

Carla: Por supuesto que si de eso no tengo dudas, la tuya no me gusta, me encanta, es más me fascina. Solo verla sacas la puta que llevo dentro

Yo: En serio? de verdad dime que te parece.

La verdad todo lo que me decía dejaba mi ego por las nubes y me excitaba más.

Carla: Se ve riquísima, deliciosas, siempre he querido probar una así.

Yo: Pues aquí la tienes a tu disposición que esperas?

Carla: Cuñado, cuñado ya hicimos lo que veníamos hacer.

Tome su mano y la lleve a mi verga y empecé a masturbarme con su mano muy lentamente.

Yo: Vamos Putica tú sabes que quieres, porque perder la oportunidad.

Carla: Por eso mismo porque ya más adelante tendremos más oportunidades te lo prometo mi amor.

La tome por la otra mano, la gire e hice que se sentara en el W.C. Apreté su hombro y dirigí mi mano hacia su cabeza y comencé a acariciar su cabello lentamente mientras me acercaba a ella con mi verga súper parada y dura como un mástil, que ahora se encontraba a la altura de su boca. Ella solo me veía a los ojos y sonreía.

Yo: Vamos Puta no me dijiste que te parecía deliciosa, que siempre moriste por probar una así? aquí la tienes es toda tuya, me vas a decir que no te provoca mamarla?

Ella veía mi verga y se relamía los labios como quien saborea un manjar. Seguía acariciando su cabello, tome su cabeza con mi mano y con la otra tome mii verga y apunte a su boca.

Yo: No dijiste que querías beber toda mi leche, pues anda vamos aquí tienes esta verga que tanto te gusta a tu disposición.

Carla lo dudo un momento, me vio a los ojos volvió a ver mi verga, que ahora palpitaba de lo excitado que estaba, mordió su labio inferior haciendo un gesto como de quien quiere y no quiere, volvió a relamer sus labios saboreando mi verga que ahora la tenía a escasos centímetros de su boca, Me miro y ahora era ella la que se acercaba poco a poco muy lentamente mirándome a los ojos con una cara de lujuria y una sonrisa lasciva como nunca había visto antes, finalmente estaba rendida, abrió sus labios y fue introduciendo mi glande en el interior de su boca como saboreando un rico helado.

CONTINUARÁ.

 

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