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Mi vida cambió luego de ver eso

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Para comenzar les cuento que mi nombre es Marcela, tengo 35 años, soy una mujer casada y tengo 2 hijos. Trabajo de supervisora en una tienda de ropa desde hace unos meses.

Todo comenzó cuando note que dos de mis empleados estaban tardando demasiado de acomodar unas cosas en el depósito. Baje a buscarlos y me los encontré teniendo sexo, Paula le estaba practicando sexo oral a Matías. Al verlos me di vuelta y dije "pero que hacen" y ellos dejaron de hacer eso y me pidieron disculpas. Esa imagen hizo que tuviera un clic en mi cabeza, estar teniendo sexo a escondidas me genero cierta curiosidad y excitación.

Un día sucedió que mi marido pasó a buscarme por el trabajo y yo tuve la fantástica idea de llevármelo al depósito mediante una excusa.

El: que es lo que quería mostrarme?

Yo me le acerco y empiezo a besarlo en la boca, ya me encontraba sobreexcitada porque sabía lo que iba a ocurrir. Luego me arrodille en el piso y empecé a tocarle el bulto.

El: que te pasa?

Yo levanté la vista y le hice una sonrisa, luego le baje la cremallera del pantalón y metí mi mano dentro de él.

El: estamos en tu trabajo (con voz bajita).

Yo: y?

Yo saqué su pija y empecé a chupársela con las ganas que nunca tuve, quería chupársela y que terminara rápido. Mi marido no quería acabar así que lo tuve que pajear para que acabe y cuando se vino yo tenía la lengua afuera para que me la llene de leche. A partir de ese día perdí cierto respeto por parte de él, me hacía chupársela en cualquier momento y cuando me follaba me decía groserías. Comenzamos a tener una vida sexual bastante activa y eso me encantaba. Esta historia no termina acá.

Una mañana antes de abrir el local baje con dos empleados al depósito para buscar unas cosas, en un momento uno de los dos se tuvo que ir por un rato y yo me quedé sola con este joven. Al verme sola con el recordé todas las cosas que ocurrieron en el lugar y me agarró cierta excitación, recuerdo que me le acerque y le pregunté si quería que se la chupe.

El: qué?

Me arrodille en el suelo y empecé a tocarle el bulto tal cual como lo hice con mi marido y está vez yo no tuve que bajarle el pantalón sino que lo hizo el mismo. Así que empecé a chupársela y a satisfacer mi deseo. Me había olvidado por completo del otro empleado, estaba concentrada en la pija que me estaba comiendo. Hubo un momento en el cual sentí una mano en mi cabeza queriendo que me dé media vuelta y cuando lo hice vi otra pija erecta a mi lado, era la del otro empleado. Me introduje su pija en la boca y empecé a hacerle una paja a la de antes. Este empleado era más salvaje, me agarró de la cabeza y me hacía tragarme toda su pija. Luego regrese a la otra pija.

El empleado salvaje se puso detrás de mí, me agarró y me levanto del piso. Yo estaba con el cuerpo inclinado con una pija en la boca cuando sentí que me bajo la calza negra que tenía puesto. Sentí sus dedos recorrer mi concha y luego su pija perforando mi cuerpo. Lance un grito de placer cuando la sentí toda adentro, luego me agarró de la cintura y empezó a meterla y a sacarla con un buen ritmo. Mientras me penetraba por detrás, yo seguía chupando la pija del otro empleado. Luego de un rato el que tenía atrás me agarró de las tetas, levantó un poco mi cuerpo y se vino dentro de mí. Empezamos a besarnos con el detrás de mí y con sus manos sobre mis tetas, hasta que me soltó y se fue. El otro empleado se puso detrás de mí y empezó a follarme como el otro, pero no resultó lo mismo. El no acabo dentro de mí se vino sobre mi cola. Luego nos vestimos y regresamos al trabajo.

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