Nuevos relatos publicados: 13

Un día más especial para Ice y para mi

  • 2
  • 5.272
  • 8,00 (3 Val.)
  • 1

En esta oportunidad el cliente quería festejar sus 50 años, llamé a mi Ice y le dije ‘voy a una cita, cuando llego te aviso el lugar para que sepas donde estoy’.

Entramos al hotel, debo confesar que cuando lo vi salió mi potencial de Judith al 100%, sabía que iba a intimarlo, no sé porque pero me paso siempre.

Una vez en la habitación el señor decide ir a bañarse, en ese mismo momento saque una foto de la habitación y el lugar donde estaba para enviarle a mi chico. Al salir de ducharse, me pago y me dijo que quería estén claras nuestras cuentas, perfecto.

Yo seguía cambiada, el tiempo pasaba y lo tenía que aprovechar, me abrazo y me dijo que era demasiado, que era hermosa porque hacia esto, sin darle explicación empecé a tocarlo y a lamerlo entero, Ice estaba en ese costado de la habitación disfrutando conmigo, lo sentía ahí si no hubiese sido así nunca podría escribir esto.

Yo estaba conectado a mi Ice y mientras le chupaba y lamia la pija como una perro sin darle opción a que pueda hacer otra cosa que no sea disfrutar, él pensaba que el solo disfrutaba, y yo lo único que quería era irme en busca de mi Ice.

Lo mire y le dije ‘Feliz cumpleaños’ entonces él agarro mi cabeza y no quería dejar que deje de chupársela entera, era tanto lo excitado que estaba este hombre que cuando quiso ponerse el forro acabo.

Yo estaba potenciada a morir quería irme ya de ese lugar, sabía que lo que me esperaba iba a ser loco pero nunca tan loco, se entró a bañar e ice me escribe estoy en la puerta, no podía dejar de disimular el apuro y la excitación que me provoco eso por dios que hombre disparatador de demonios.

Me metí en la ducha lave fuertemente mi boca nos cambiamos y salimos. al salir él estaba ahí, no puedo explicarlo lo único que quería era que lleguemos a casa para que me coja como solo él sabe hacerlo estaba súper empapada.

Prendí el aire lo senté en el sillón y empecé a comerlo con un deseo con una locura una excitación, cuando me agarro el para cogerme, dios que vendería el alma al diablo en ese preciso momento, el placer único que me da que locura no quería que deje de penetrarme más y más y mas no quería que acabe nunca esa locura que estaba viviendo.

Cuando terminamos era una necesidad de que me siga cogiendo fuerte bruto duro como castigo me encanta que haga eso, me lleva a un terreno totalmente de plenitud, lujuria, placer donde todos nuestros demonios son los invitados.

 

(8,00)