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Unas gratas visitas a mi hijo y a mi nuera

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Había nacido mi primer nieto, mi hijo Andrés y mi nuera Karen intentaron por mucho tiempo y al fin se les dio. Todo transcurría de lo más normal, de vez en cuando iba a visitarlos y me pasaba el fin de semana en casa de ellos. Karen es una mujer muy guapa, unos pechos enormes y unas caderas de infarto, más de una vez había fantaseado con el cuerpo de ella.

Un día de visita normal llegué a la casa de ellos, mi hijo estaba atendiendo unos negocios por video llamada, lo salude y me dijo que Karen estaba dándole un baño al bebé. Subí al segundo piso donde y fui directo al baño principal. Al entrar cual era mi sorpresa: Karen estaba dentro de la tina junto al bebe tal como dios la trajo al mundo.

Quise salir del baño, pero ella con toda naturalidad me pidió que pasara adelante y que le ayudara con el baño del bebé, no dudé en aceptar su invitación, y pasar hasta el borde de la tina, y allí estaba ella desnuda, una fina capa de espuma era lo único que la cubrió, los pechos los tenia enormes por la leche acumulada y unos pezones obscuros que apuntaban hacia el techo y desde primera vista se miraban que estaban duros por amamantar, el vientre aun lo tenía flácido y una gran mata de pelo cubría su sexo, sin duda después de dar a luz ya no se había cuidado esa vulva.

No podía creer que estaba apreciando la desnudez de Karen, rápidamente tuve una erección que se me salía del pantalón, tomé una pequeña silla para poder ayudar a Karen mientras ella le daba el baño al bebé. Todo era un espectáculo desde uno escasos 50 centímetros de distancia hasta el cuerpo de Karen, me pidió que le ayudara así que tuve que meter las manos al agua y en varias ocasiones toqué sus pechos y noté que los tenia duros, me di un gran gusto verla de esa forma de una forma despreocupada y sin ningún tapujo.

Se repitió esa escena varias veces, mi hijo atendiendo clientes por medio de video llamadas, y yo ayudando a Karen. Pasadas varias semanas, un día de esos al fin pude ver su vagina, la llevaba totalmente depilada sus grandes y carnudos labios salían casi a flote mientras sus pechos cada vez eran más flácidos pero que ofrecían un gran espectáculo ver como esos pezones adornaban tremendos melones.

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