Nuevos relatos publicados: 18

Las nalgas de su hija

  • 8
  • 42.963
  • 9,22 (18 Val.)
  • 5

Me llamo Lorena, tengo 18 años y les contaré como empezó mi prohibida relación. Soy hija única, vivo con mis padres, ambos son personas trabajadoras u ordinarias, mi mama tiene 50 años y mi papa tiene 41. Como soy hija única siempre he tenido lo que pido, soy buena estudiante y por eso me consienten mucho, a mí me gusta usar ropa muy sexy, simplemente me gusta, uso falditas pegadas u holgadas cortitas.

Mi papa toma mucho y ya hace tiempo siento que cuando está tomado me acaricia más de la cuenta, siempre busca cualquier pretexto para que yo esté cerca de él o que me siente en sus piernas, según para platicar conmigo de la escuela y cosas así, al principio cuando empezó esto el me sentaba en sus rodillas y como en ese tiempo empezó a tomar mucho cada día el me sentaba en sus piernas y últimamente me jalaba más arriba hasta quedar mis nalgas en su entrepierna y como yo en mi casa siempre uso shorts cortos y pegados podía sentir que su verga quedaba exactamente en medio de mis nalgas, al principio si me incomodaba mucho porque obvio era mi padre y yo buscaba zafarme pero él no me dejaba y no quería decir nada para que no se hiciera un problema, mi papa siempre me sentaba en sus piernas cuando mi mama no estaba presente y cuando regresaba él me decía que me fuera a mi cuarto que la plática ya había terminado, en mi cuarto me quedaba yo pensativa de como mi propio padre era capaz de tener esos deseos conmigo, como era capaz de ponerme su verga en mis nalgas, pienso que tal vez por el alcohol hace eso, porque un hombre cuando esta borracho se quiere coger a cualquier mujer que este a su alcance, se excitan con el primer culo que ven, pero el de su hija?, acaso no distingue el culo de una cualquiera con el culo de su hija? ¿O tal vez el alcohol hace aflorar sus deseos más oscuros y cuando está tomado agarra valor de hacerlo?

Creo que si porque días después cuando no está tomado (rara vez jejeje) paso cerca de él, lo abrazo y platico normal con él, cuando me despido de él siempre muevo mis nalgas un poco sexi para que me vea, pero ya vi que cuando está en su sano juicio es un padre normal, que se apena al ver las nalgas de su hija contoneándose con falditas y pantalones pegaditos, la situación me puso nerviosa y excitadísima que mi papa me quiera coger, pero el problema es que no intentara nada así si no está tomado, ahora cuando está tomado yo soy la que busca estar cerca de él pero lo más natural para no parecer una aventada, cuando mi mama se va al baño a bañarse yo me acerco a mi papa y me siento en su entrepierna, dejando mis nalgas en su verga que ya la tenía dura, y como yo llevaba una falda azul cortita holgada y una blusa grande porque hacía mucho calor, con mi faldita podía sentir su pene bien metido en mi rayita y tratando de acomodarme me subía más y le restregaba mis nalgas en su verga.

Cuando me pare, sentí que sus manos que las tenía casi en mis caderas las empieza a quitar, pero muy lento, una forma como queriendo acariciarme más, volteo para despedirme y veo lo dura que lo tenía, me voy de ahí caminando muy sexi para que mi papa vea lo que tenía encima de su verga, “las nalgas de su hija”.

Esta situación se repitió varias veces, pero no pasaba más, yo siempre esperando que mi papa me pida coger con el pero nunca pasaba, obvio no creo que fuera fácil pedirle a su hija que lo deje cogérsela y yo pues también tenía un poco de nervios y miedo porque lo que estaba haciendo, no estaba bien y dejar que mi papa me coja pues no es fácil aun que entre más lo pienso más ganas me daban.

Un día mis papas organizaron una fiesta en mi casa, invitaron a unos tíos y tías, como siempre pasa en esas fiestas la cerveza nunca falta y todos empezaron a tomar, yo no estaba ahí porque no me gustan esas fiestas y porque no me gusta tomar, ya noche fui a ver como estaban, vi que ya todos estaba bien tomados y que lo de querer cogerse a una niña ya era de familia porque mis tíos también me quedaban mirando con unos ojos de… y pues también yo como iba a llegar donde estaba con mi short para dormir y una blusa corta, como ya era noche mi papa les dijo que se podían quedar a dormir ahí. Se quedarían en mi cuarto y yo en el de ellos.

La idea de dormir con ellos me excito, pues tener a mi papa muy tomado a lado mío era muy tentador, además mi mama también estaba tomada y cuando toma duerme sin que nada la despierte, nos fuimos a la cama, mi papa quedo en medio y mi mama y yo una en cada lado, la noche transcurrió como si nada, mi papa abrazaba a mi mama y así se quedaron, yo voltee dando la espalda tratando de dormir pero la excitación no me dejaba, no sé en qué momento quede dormida pero algo me despertó en la madrugada, sentí un brazo pesado en mi cuerpo, sentía algo duro que tocaba mi culito, al principio me espante pero ya después reaccione y supe que era mi papa el que me estaba abrazando y restregaba su verga en mis nalgas, yo me quede así porque la sensación era muy rica, pero creo que mi papa despertó y empezó a bajar su mano hasta llegar abajito de mi ombligo, mientras tanto empezaba a besarme mi cuello, mi brazo, poco a poco fue bajando, y yo me iba girando de tal manera que quede boca abajo y me empezaba a besar la espalda, la cintura hasta llegar a mis nalguitas, hasta ahí estaba yo tranquila…

Pero de repente empezó a bajar mi short y se empezó a subir en mí, yo me empecé a poner nerviosa porque mi papa quería cogerme, y era algo que quería pero no podía estando mi mama a menos de un metro dormida, que pasaría si se le pasara la borrachera y despertaba y me veía ahí siendo cogida por mi propio padre, mi mente se imaginaba todo eso, olvidando que mi papa seguía arriba y en un momento siento que mi abre las nalgas y saz me la mete toda de un golpe, grite un poco al sentir como mi culo se abría para permitir el paso a mi papa, pero alcance a morder la almohada para ahogar los gritos, yo sentía una sensación de placer, miedo entre otras cosas, yo paraba más las nalgas para sentir mejor las embestidas pero la fuerza era tanta que en cada embestida me bajaba otras vez, yo miraba hacia donde estaba mi mama para que no fuera a despertar, creo que si estaba muy tomada porque era imposible no sentir el movimiento de la cama, el rechinido y luego mi papa que no hablaba pero si pujaba y jadeaba, yo quería gemir y gritar pero no podía, no podía porque en el cuarto de al lado estaban mis tíos y tal vez si me podrían escuchar, no sé cuánto tiempo estuve con el pedazo de verga metido en mi culo que sin decirme nada sentí los chorros calientes de semen, cuando termino se bajó y se volvió a dormir como si nada, durante toda la cogida no me dijo ni una sola palabra, no sé si por la culpa de haber cogido a su hija por el culo o porque no quiera arruinarlo diciendo una tontería, yo no pude dormir, a cada rato se venía la imagen de mi papa borracho arriba de mi metiéndomela por el culo, al día siguiente nerviosa le hable como si nada hubiera pasado. ¿Por qué? porque mi papa cuando toma mucho nunca recuerda lo que hiso un día antes.

Después de esa noche, como siempre él toma y sigue con los toqueteos y por las noches cuando ya todos duermen, él se va a mi cuarto y se mete en mi cama, yo me hago la muy dormida y siento como me va acariciando, lo cual me excita demasiado y me baja el calzón, para terminar dándome una cogida tan fuerte como la primera, cuando termina me deja el culo lleno de semen y se va sin decir nada. Y al día siguiente nadie dice nada de nada.

Pero ahora yo quiero ser más activa y que también me folle por la vagina y la próxima que venga le voy a ser frente y decirle que también quiero me folle mi conchita. No sé hasta cuando prosiga esto pero mientras tanto quiero seguir gozándolo. Nunca pensé que el incesto fuera tan delicioso.

(9,22)