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Mis amigas tramposas: Caro y el comisario

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Al día siguiente cuando desperté con mi esposo al costado tenía un gran remordimiento de lo que había pasado con el director, más allá de que lo había hecho para que mi sobrino no vaya preso.

Mientras me ponía mi blusa y mi traje sastre para irme a trabajar, y miraba a mi esposo dormido, no podía evitar que regresaran a mí las imágenes del sexo que había tenido con ese viejo asqueroso, pero lo peor era que regresaban a mi cuerpo esas sensaciones que nunca antes había sentido, ese deseo de ser penetrada a la fuerza y de ser tratada como una puta, como una perra, y disfrutar y tener orgasmos con eso. Me daba pena de mi esposo, él nunca me había tratado así, traté de pensar en otra cosa, le di un beso sin despertarlo y salí a mi trabajo.

Al menos con todo el trabajo mi mente se ocupaba de otras cosas, cuando sonó mi celular, al ver el número me puse pálida, era el director, y lo que me dijo me dejo paralizada:

D: Caro Caro, es terrible lo que ha pasado estamos perdidos, perdidos. (Su voz sonaba desesperada)

C: Pero director tranquilo, que ha pasado, después de lo de ayer u prometió que iba a solucionar todo...

D: Caro, tú no sabes nada, el alumno que denuncio a tu sobrino, se lo contó a su padre, y este conoce al comisario y se lo ha dicho todo, el comisario ha venido hoy en la mañana al colegio y ha querido detener a tu sobrino y también a mí por encubridor y dijo que te iba a detener a ti también por cómplice...

C: Pero director, que le ha contado Ud. para que también me comprometa...

D: Caro, yo solo le dije que tu habías venido ayer y que me habías convencido de que no denunciara a tu sobrino, y que me dio pena por ti y tu sobrino y acepte no hacerlo, nada más. Pero él dice que tanto mi obligación como la tuya era dar parte a la policía, que lo sentía mucho pero tenía que detenernos.

C: Director y ahora que vamos a hacer, que hacemos...

D: Mira, yo le rogué al comisario, me dijo que te conoce, le rogué que nos permitiera que tratáramos de arreglar esto, sabiendo que todo lo habíamos hecho por salvar a un niño de 15 años de ir a un reformatorio, le agarre por ese lado, que en último caso tanto tu como yo teníamos culpa, pero el que más iba a sufrir era tu sobrino, al final parece que se compadeció y aceptó...

C: Como que aceptó, que vamos a hacer ahora, que le dijo:

D: Escúchame bien Carito, que es nuestra única oportunidad de salvarnos de la cárcel, me dijo que podemos tratar esto como "adultos”, y que nos debemos reunirnos hoy, el quería que fuera en ese momento, pero yo le dije que tú estabas trabajando, entonces me dijo que hoy de todas maneras a las 6 pm, me dio una dirección en barranco, yo sé que él vive en la molina, pero creo que tiene otra casa allí. De hecho va a querer plata, así que trata de llevar lo más que puedas, (me dio la dirección), entiende que de esto depende que vayamos a la cárcel, los tres, entiendes.

No le respondí nada, corté, no tenía palabras, trataba de ordenar mi cabeza, lo primero era buscar plata, me fui al banco y saque mis ahorros, no sabía que pensar, sería suficiente, bueno el director también tenía que poner de su parte, todos estábamos involucrados, trate de pasar el resto de la tarde en el trabajo lo más natural posible.

Cuando terminé los encargos que tenía ya eran las 5 pm, salí volando, tome un taxi, con dirección a Barranco, en el camino pensaba en el gran lio que me había metido por mi sobrino, el comisario se conformaría con lo que teníamos, el comisario era un moreno alto y calvo de porte atlético, debía andar por los 50 igual que el director, el me conocía por la joyita de mi sobrino, había tenido que ir un par de veces a la comisaria para sacarlo una vez por una pelea callejera y la segunda vez lo encontraron en un parque con un amigo fumando marihuana, esas veces lo había visto como un hombre rudo y justo, después de llamarnos la atención, había dejado ir a mi sobrino, la verdad es que yo sabía que él no podía hacer otra cosa pues era menor de edad.

Cuando llegamos a la dirección, me baje del taxi, era una de esas casonas antiguas de barranco, con un verja de madera, estaba un poco descuidada, toque el timbre, y me abrió el comisario, estaba con un buzo, para mi sorpresa me sonrió y me invito a pasar, en la sala ya estaba el director sentado en una silla, con una cara de tristeza, yo lo mire con cólera, el me hizo un gesto de saludo y bajó la cabeza.

Co: Siéntate Carito, la puedo llamar Carito no?, bueno nos hemos reunido para tratar de solucionar un gran problema como adultos donde todos tenemos que ser generosos para que un joven no malogre su futuro (el caminaba alrededor de nosotros que estábamos sentados como acusados en un tribunal), yo ya hable con el director y ya acordamos su parte, no es así director y está de acuerdo no?

D: Si gracias comisario, gracias, gracias.

C: Comisario lo siento mucho, yo sé que mi sobrino hizo mal, yo solo tengo unos ahorros y se los daré todos.

Co: Pero Carito tranquila, Ud. no va a usar sus ahorros, no es cuestión de dinero, (diciendo esto se colocó a mi espalda de donde estaba sentada y puso sus dos manotas en mis hombros). Mira Carito soy un de carne y hueso como cualquier hombre, y te voy a decir que desde las dos veces que nos vimos en la comisaria por el bandido de tu sobrino, me impresionaste, tu cabello castaño, lacio caído sobre tus hombros, (mientras comenzaba a acariciar mis hombros como quien me daba un masaje), Carito escúchame, y si no estás de acuerdo con lo que te voy a pedir te puedes ir, yo no te lo voy a impedir, entonces yo haré lo que debo hacer. Caro te lo digo de frente, siempre te he deseado desde que te conocí, quiero que esta tarde te dejes querer por mí, soy un caballero y tu esposo nunca lo sabrá, además por supuesto te daré el paquete de tu sobrino para que tú mismo lo desaparezcas, piénsalo unos segundos, como te dije te puedes ir, si no lo haces entenderé que estas aceptando.

Yo tenía la mente en blanco, pero podía sentir las manos que daban ahora un buen masaje a mis brazos por encima de mi saco. Por detrás de mí sentí su aliento en mi oído y su voz que me decía.

Co: Carito levántate y entra a por esta puerta, donde encontraras una ropa más adecuada para la ocasión, además podrás guardar tu ropa del trabajo para que no se arrugue, cámbiate que yo entrare en unos minutos, vamos.

Mientras me hablaba, me había ayudado a levantar y me llevo del brazo a una puerta que abrió, y me hizo pasar, cerrando y dejándome sola en ese cuarto. Cuando escuche la puerta cerrarse detrás del como que desperté de un sueño, me di cuenta que era un gran dormitorio, con una gran cama, encima de esta había una bolsa de una tienda con su logo comercial, la abrí como una autómata, no, pude evitar sorprenderme y hacerme regresar a mi realidad y saber lo que me iba a pasar, en la bolsa había un babi doy negro transparente y una trusa fucsia, al tenerla en mis manos me di cuenta que no era una trusa, era una de esas prendas que llaman "hilo dental", esas que mi esposo me había dicho alguna vez que le gustaría que use una, yo me había negado pues decía que debía fastidiar mucho esa tira entre las nalgas, y pensar ahora tenía que lucirla para un desgraciado aprovechador, no podía dejar de ver esa prenda en mis manos cuando escuche que golpeaban la puerta.

Co: Carito apúrate quiero encontrarte cambiadita, entro en tres minutos, mientras más rápido lo hagamos mejor, así todos se pueden ir a su casa.

Tenía que aceptar que tenía razón, a mi esposo le había dicho que había ido a ver a una amiga a una clínica que estaba enferma y que me iba a demorar a llegar a casa, así que respire hondo, cuando más rápido terminara este suplicio mas rápido estaría en mi casa y que acabe esta pesadilla. Me saque rápidamente mi vestido sastre, lo colgué en una silla, y luego me quite mi brasier blanco y mi trusa, mi esposo la llamaba rompe pasiones, pero a mí me gustaban pues eran muy cómodas. Me puse el babi doy que fácilmente dejaba ver mis grandes senos, y entonces me puse el hilo dental, cuando lo tuve puesto contra lo que pensé me sentí muy cómoda al sentirme con una pieza tan pequeña y sentir como ese hilo era devorado por mis grandes nalgas, vi que había un espejo en una esquina de la habitación, era uno de esos de cuerpo entero, me acerque con curiosidad, cuando vi mi figura reflejada en el no pude sino quedarme sin palabras, era otra persona, no podía evitar ver en el reflejo de ese espejo esas mujeres A, que salen con gente famosa, no podía creer como unas prendas podían cambiar tanto a una persona, no podía creerlo a pesar de la situación me sentía diferente otra persona y sin pensarlo comenzó a posar mirándome al espejo, incluso me voltio lo más que pude para para ver cómo se veía mi colita, la verdad estaba media loca pero lo único que se me ocurrió, eran que mis nalgas eran como un gran pan francés, estaba en esos pensamientos cuando, se abrió la puerta, lo que vi me dejo muda, el comisario estaba solo con un bóxer, pero su pene estaba afuera, no podía evitar verlo, era tan grande como la del director, pero llamaba la atención su cabeza que parecía una manzana roja, lo único que atine fue a taparme mis pechos con mis manos y decirle como una niña.

C: No me haga daño por favor, lo hago por mi sobrino.

Co: Carajo Carito que tales tetas que tal culo, la verdad es que esa uniforme de trabajo te tapa todo lo bueno que tienes, como te voy hacer daño, yo solo quiero quererte.

No pude evitar sorprenderme verlo casi desnudo, tenía todos los músculos marcados en el abdomen a pesar de los 50 años que debía tener, se abalanzo donde yo estaba y arrodillándose me abrazo por la cintura y comenzó a comerme los pezones, si porque eso no era chuparlos, era succionarlos como un loco, como queriendo sacarlos, no pude evitar comenzar a sentir un calorcito que invadía todo mi cuerpo.

Co: Un un um, que ricas tetas Carito, ah ah, te voy a comer todita, todita, um um

C: No no siga, no, me duele, ay ay...

El en ese momento me levanto como una muñeca con sus brazotes, y me echo suavemente en la cama, ya echada lo vi ya desnudo y con una tremenda erección, se recostó a mi costado y mientras seguía comiéndose mis senos, sentí como dos dedos ingresaban violentamente en mi conchita, mi hilo dental no le había dado ningún trabajo, salte del dolor, pero inmediatamente comenzó a moverlos dentro de mi circularmente, mi cuerpo y mente se llenaron de sensaciones parecidas a las que había descubierto ayer, pero más fuerte, el dolor quedo atrás, los dedos seguían moviéndose en círculos y sentía que ahora se movían dentro de mí con gran facilidad, me estaba mojando abajo, no lo podía controlar mi cuerpo, era terrible se estaba repitiendo, mi corazón latía a 100.

Co: Ah ah ah, que rica conchita, ah ah, estas mojadita, ah ah, se ve que tus huecos ya quieren mi verga, ah ah ah, era verdad eso de que para que arranques te gusta el dedeo, ah ah espera que hoy dia te la ah ah ah te la vas a comer todita, ah ah...

No entendí bien lo que decía, pero si me daba cuenta que el sentir esos dedos dentro de mi vagina, eran como un gatillo que disparaba un torrente de sensaciones en mi cuerpo y en mi mente desconocidas para mí, que nunca mi esposo había explorado.

¡Y estos dedos eran más grandes que los de ayer!

A medida que el seguía estimulando arriba y abajo, sentía dentro de mi dos mujeres, una la buena esposa ama de casa fiel a su esposito, pero poco a medida que esos dedos se movían aparecía otra mujer que se excitaba con eso, una mujer que le gustaba ese sexo violento, a la fuerza, chantajeada, todo eso me estimulaba y quería más, ya tenía que morderme los labios para no gemir y que el comisario no se diera cuenta que mi cuerpo estaba a punto de explotar

C: No no no mas, uuuuhhh, ah ah ah, no mas déjeme, no, ah ah ah uuuuhh...

Mi cuerpo ya se arqueaba de placer, me sentía empapada, entonces el saco los dedos y comenzó a besarme el ombligo, no me dio mucho tiempo pues inmediatamente su boca y su lengua se apoderaron de mi conchita, mi cuerpo sudaba de excitación, e increíblemente mi conchita seguía botando más fluido.

Co: Um um ah ah, ya ves puta, ya ves que a ti te gusta la verga como loca, grita grita, disfruta, ah ah, disfruta lo que no te hace el cojudo de tu marido, que rica sopita dulce um um.

Ya no pude más y explote en un orgasmo, todo era fuego en mi cuerpo, mi cuerpo quería mas, ya no podía detenerme ni controlarme, instintivamente abrace su cabeza, para que su lengua no dejara mi conchita, pero en eso el me levanto, y entonces me vi montada encima de el pero al revés, así el seguía comiéndose mi conchita, y yo hambrienta de más me vi frente a tremenda verga que me miraba.

Co: Chupalo puta, chúpalo, yo yo sé que tu tu tu quieres, chúpalo, es tuyo, mi putita... ah ah ah, que rica lengüita, ah ah más mas mi putita, que rica boquita y calientita, ah ah... sabía que eras una mamona ah ah...

No podía creer lo que hacía, había agarrado esa hermosa verga y yo estaba tratando de meter esa cabeza roja caliente y palpitante en mi boca, cuando conseguía meterla toda en mi boca me venía un ahogo, por lo que me dedique a lamerla en toda su extensión, de arriba abajo, era riquísimo el sabor salado, era hermosa ahora el tenerla en mis narices, podía ver las venas que reventaban, yo comencé a recorrerla con mis manos, trataba de masturbarlo.

Co: No no, mi putita, no hagas eso que me voy a venir y eso es mas tarde.

Entonces me hizo bajar de él, y me echo en la cama y me puso en posición de perrita y se puso detrás de mí sujetándome, pasándome los brazos por la cintura, mi cuerpo me gritaba que la quería adentro.

Co: Anda puta, pídeme que te meta la verga pídeme, anda puta habla...

Mi control había desaparecido, yo era una perra que quería mas, que quería esa verga adentro y estaba perdiendo el control.

C: Si papi, métemela, métemela todita, rómpeme ah ah, hazme lo que quieras, ¡Pero hazlo ya cabron ya ya!

Ese cilindro de carne comenzó a entrar en mí, primero como que esa cabeza del pene se obstruía en la entrada pero el negro dio un empujón y sentí como entro, cabeza y todita esa verga ensanchando las paredes de mi conchita, pensaba que si no fuera que estaba empapadita fácil esa cosa me rasgaba, grite como una perra al sentirla totalmente adentro, entonces comenzó el mete y saca, esa verga salía y entraba en mi como el pistón de un carro, bien aceitado, me volvía loca cada vez que rozaba mi vagina en toda su extensión, entraba y salía, el negro golpeaba mis nalgas en cada embestida, podía sentir como rebotaban sus huevos, me desesperaba, quería jalarme los pelos de desesperación, el seguía metiéndola y sacándola, una vez y otra vez, no pude más y me vine en el orgasmo más grande que había tenido en mi vida, me sentía que flotaba, y el seguía metiéndola, yo seguía su ritmo como buena perra, el seguía y los orgasmos continuaban.

Co: Ah ah que rica ah ah yegua, cuando arrancas eres mejor que una puta, como ah ah decía mi compadre, ah ah muévete mas puta, pídeme que no te la saque, que esto es verga, no como el cachudo de tu marido ah ah, habla habla puta.

C: Si papi sigue, sigue ah ah, no no no la saques, mas mas, la tuya si es verga, no como la del maricon de mi marido, mas mas maaaa.

Se me vino otro orgasmo, pero la bestia del comisario seguía, con el mete y saca, resoplaba como un cerdo de contento, estaba así varios minutos, cuando de repente la saco, me recosté por unos segundos, sentí que se levantó de la cama y saco algo de un velador, no me importaba nada yo quería mas. En eso sentí un líquido que el aplicaba con su dedo en mi potito, la verdad el dedo en mi potito que entraba y salía me estaba comenzando a gustar, en eso algo dentro de mi cerebro se despertó y me iluminé, no era posible esta bestia quería reventarme por atrás, mi esposo lo había intentado algunas veces, pero cuando empezaba me dolía y tenía miedo, así él nunca me lo había hecho, trate de escapar.

C: No no papi, todo lo que quieras, pero no por atrás, nunca lo he hecho... (Decir eso fue un error).

Co: Que el maricon de marido nunca te ha roto el culo, ese lindo culito, uy ahora si vas a acordate de mi toda tu vida, porque voy a ser el primero que te va a reventar por atrás, (mientras se acomodaba por atrás y me sujetaba fuertemente por la cintura ) mira puta, colabora, si no te voy a romper y vas a terminar en el hospital y no sé cómo vas a explicarle a tu marido que te la han metido por atrás, te he echado cremita, al principio te va a doler, eso es verdad pero muerde la almohada, una vez que entre la cabeza el resto será placer...

Aprovechó ese momento no terminó de hablar y empujo de un solo golpe la cabeza, de no ser por la crema me hubiera rasgado, el dolor fue tan fuerte, que me quede sin habla, tome aire y grité.

C: Aaaayyy... carajo, cabron ay ay cabron de mierda duele ay ay duele, sácalo, sa sa...

Entonces el siguió metiéndola, ya no dolía tanto, pero la verdad es que me sentía como ensartada con una estaca, no me podía mover, creo que no la termino de meter toda, entonces comenzó a meterla y sacarla pero con mucha dificultad, pero parece que esto era lo que más le gustaba pues tenía todo su cuerpo caliente acoplado al mío mientras me besaba el cuello, las mejillas, ya no trataba de meterla más, solo la movía un poco...

Co: Que rico culito, ah ah ah, apretadito, mi amor, Carito, ah ah ah, soy el primero en tu vida, ah ah, muévete un poquito mi amor, te va a gustar ah ah...

Tenía miedo pero me sentía su perra, que había recibido tanto placer, y me comencé a mover lentamente, era verdad, el dolor continuaba pero ahora se mezclaba con otras sensaciones que sentía por primera vez, era dolor y placer a la vez, así estuvimos pegados cuando lo sentí temblar, y entonces en mis intestinos sentí un chorro de líquido caliente...

Co: Aaahh, que rico me vengo ah ah, mi putita linda, toma toma ah ah...

Sentí un segundo chorro dentro de mí, y me gusto. Después él se relajó y se despegó, y cayo echado en la cama, casi inmediatamente comenzó a roncar, al ver su verga chorreando semen y sangre, regresé a la realidad, entre al baño corriendo agarre una toalla y trate de limpiarme lo mejor que pude, me cambie en un minuto, encima de la mesa de noche estaba la bolsa de ketes, la tome la metí en mi cartera y salí, en la sala no había nadie, en la calle tome el primer taxi que pasaba. Llegué a mi casa eran las 11pm, escuche la voz de mi esposo, le dije que me iba a dar un duchazo.

Al día siguiente era sábado y fui en la mañana a buscar a mi sobrino a su casa en el Callao, le pregunte si el comisario lo había ido a buscar en su casa como ayer, él me dijo que el comisario nunca lo había buscado en el colegio, y además desde que ingreso hace un año al colegio, el comisario llega a conversar con el director, parece que se conocen de antes, pues los veía riéndose, es más por allí dicen que han sido exalumnos del mismo colegio además me juró por su madre que no sabía de ese paquete de ketes que apareció en su casillero. Que paso tía, te pidieron dinero?

El lunes cambié a mi sobrino a otro colegio.

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