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Mi tía Marcela y yo tenemos una relación muy íntima (2)
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Tiempo de lectura: 3 minutos

El día de hoy estuvimos todos haciendo mercado, mi tía, el esposo, las dos niñas y yo, todos quedamos de encontrarnos en el supermercado, yo llegué primero del trabajo en mi carro, luego mi tía con las niñas, que estaban en la casa, en el carro de ellos y por último el esposo llegó en trasporte público del trabajo. Hicimos el mercado rápido, cenamos en el centro comercial que queda justo enfrente del supermercado, los acompañé al carro de ellos a subir el mercado y justo cuando ya iban a arrancar, mi tía Marce se acordó que había olvidado comprar unas cosas, así que me preguntó que si yo la podía acompañar a comprar lo que faltaba y la llevaba en mi carro, yo acepté sin problema, así que el esposo se adelantó con las niñas.

Hacía ya varios días que no habíamos tenido sexo juntos, desde el ultimo relato que les conté, así que fuimos, compramos unas cosas pequeñas y nos fuimos para mi carro. Ella tenía puesta una chaqueta negra larga, con una blusa de tiras debajo y un jean que como todos resalta su delicioso trasero. Yo sabía que tenía que aprovechar esa oportunidad que tenía para poder comerme a mi tía por primera vez en mi carro, así que recordé que, por el camino, hay un gran parque donde existe un camino muy poco transitado, además ya era bastante tarde. Sin decirle nada me desvié hacia ese parque y detuve el carro justo en la parte más oscura.

Ella entendió que hacíamos ahí, inmediatamente abrió mi pantalón y saco mi pene para empezar a mamarlo, en lo cual es toda una experta, yo cogía su cabeza y la empujaba fuerte contra mi pene, pronto ella se quitó la chaqueta y la blusa, quedando solo en un brasier negro con encajes muy sexy, el cual yo le quite rápidamente para empezar a chupar sus lindo y rosados pezones, ella gemía suavemente y los vidrios del carro ya se empezaban a empañar.

Fue un poco incómodo y algo difícil pero nos desvestimos y nos pasamos para la parte de atrás del carro, donde Marce se puso encima mío mirándome de frente, mientras se metía mi pene y empezaba a saltar, diciendo -Si… ohhh… si como te extrañaba ummm… que rico sentirte dentro de mi, el volumen de mi tía empezó a subir rápidamente al igual que la velocidad de sus movimientos, el carro se movía de arriba abajo, porque mi tía estaba como poseída, subía y se dejaba caer sobre mi pene fuertemente y algunas veces paraba y empezaba a mover sus caderas en círculos.

Por los innumerables gritos te placer de Marce supuse que ya estaba cerca de terminar, la igual que yo, así que la puse contra una de las puertas, levantando su enorme trasero, cogiéndola del cabello y metiéndole mi verga hasta el fondo de un solo golpe desde atrás, ella puso su cara contra el vidrio de la puerta y comenzó a gemir -Ohhhh!!… Siiii… Dame más por favor más, ahí si ahí dame duro dame duro…

Al oír todas esas cosas que decía comencé a darle nalgadas, una tras otra hasta dejarle ese culito rojito, mientras le decía que era una zorra muy caliente a la que le encantaba comerse a su sobrino.

Pocos minutos pasaron hasta que mi tía terminó con un grito que creo que escucharon hasta un par de cuadras a la redonda, a los pocos segundos yo le llene esa chochita de mi semen hasta que se salió por los lados. Nos vestimos rápidamente y arrancamos para la casa, ya que nos estábamos tardando muchísimo más de lo planeado. Por el camino Marce saco nuevamente mi pene del pantalón y comenzó a masturbarme, fue increíble, pero justo cuando me puso duro de nuevo llegamos a la casa.

Al entrar nos dimos cuenta que el esposo ya estaba en el cuarto de las niñas durmiéndolas, así que Marce dijo que se iba a empijamar y se entró al cuarto de ella, específicamente al armario (que básicamente es un cuarto adjunto al de ella) yo le dije

-Marce no me puedes dejar así, tú me pusiste duro en el carro de nuevo -ella me respondió

-No como se te ocurre mi esposo está en el cuarto de las niñas -y continua hacia el armario.

Yo no me iba a quedar con esas ganas, así que un par de minutos después entre al armario, donde Marce se encontraba únicamente en tanga buscando que pijama se iba a poner, inmediatamente la vi, me abalance sobre ella, la puse de espaldas, corrí la tanga, le metí mi pene hasta el fondo y empecé a follármela nuevamente, cabe resaltar que ella no puso mucha resistencia, aparte de un par de palabras

– No, no no… podemos… hacer… esto… ummm!!

Ella solo trataba de ahogar cada uno de sus gemidos, hasta se puso una camisa en la boca para no gritar, ya que yo se lo estaba metiendo a toda velocidad, mientras con una mano le cogía las tetas y con la otra la agarraba fuerte del cabello, jalándola ligeramente hacia atrás, no duramos más de 5 minutos, pero los dos terminamos casi sincronizados, además nuevamente me vine dentro de ella. Al terminar ella solo se sentó en el piso exhausta y me dijo:

-Ya sobrino vete para tu cuarto antes de que mi esposo venga -y me beso.

La imagen de mi tía tirada en el suelo, con cara de orgasmo, únicamente en tanga y todo mi semen dentro fue increíble. Una gran noche sin lugar a dudas.

 

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