Cuando supe que viajariamos senti una emocion diferente. Llevo meses en que verla llegar en sus jeans apretaditos me tenia loca. No puedo parar de verle ese redondo culito que tiene. Ya habiamos salido antes ya que siempre debo acompañarla a sus fiestas y reuniones por mi trabajo. Nos hemos emborrachado juntas pero nunca como ahora.
Viajamos a la charla que nos esperaba y luego de que acabo todo, pasamos a la fiesta. Yo estaba con una falda pequeña y unos tacos altos, notaba como las miradas se dirigían a mi culo, pero nada me importaba. Ella bajó con un vestido que marcaba muy bien sus caderas, su culito redondo y el escote en su pecho me tenía distraída.
Bebimos y bailamos cada quien con pareja. Esa noche la vi pasar de un tipo a otro entre tragos y baile. Yo también. En otras ocasiones he aceptado subir a la habitación y aprovechar un buen revolcón pero no entendía porque esta vez quería experimentar algo diferente. Nunca he estado con una mujer y deseaba tanto que fuese la primera.
Nos tocó compartir habitación y ambas estábamos algo mareadas ya. Decidimos subir una botella y continuar bebiendo mientras conversábamos como siempre. Como tenemos mucha confianza, ella empezó a cambiarse delante mio. Muchas veces la había visto ya, pero esta vez me excité demasiado. Me senté en la cama con la botella mientras la veía, ella se detuvo y se acercó para preguntarme si había notado que tenía unas manchitas en la piel por el sol. Le rocé los muslos y le dije que no notaba nada...ella me dijo que mire bien y me acerque un poco. Me acerqué y ella buscó mi rostro acercándose mucho y me dijo: Se como me miras y se lo que estás deseando, si esta noche pasa algo me prometes que lo mantendremos en secreto? Me quedé muda. Solo dije que si con la cabeza y ella se quitó el brassiere.
Esos senos...verlos me excitó demasiado. Me acosté en la cama y ella se subió sobre mí, poniendo sus senos en mi boca. Sentí esos pezones duros pasando por mis labios y empecé a lamerlos como loca. Estaba nerviosa pero muy excitada. Sentía mi concha caliente y húmeda, la tenía ya toda mojada. Ella empezó a bajar por mi cuello hasta llegar a mis senos y lamió y mordió mis pezones como quiso. Intentaba no gritar pero sentí que iba a acabar. Continuo así hasta llegar a mi pelvis y con sus dedos empezó a sobar mi concha. Que rico. La tenía tan mojada que sus dedos resbalaban. No sé que en momento ya tenía sus dos dedos metidos en mi concha, no paraba de gemir, solo le pedía más.
Su lengua no paraba de moverse en mi clítoris que ya lo tenía a reventar...sus dedos entraban y salían y yo estaba en el cielo. Su boca entera se comía toda mi concha y entre gritos y gemidos no pude evitar correrme toda en su boca, verla lamer mis jugos me hizo sentir ganas de mas.
Me dijo que me siente en la cama y que abra las piernas. Yo obedecí. Ella abrió sus piernas y juntamos nuestras conchas. Sentir el roce de su conchita rosadita y depilada me tenía a mil. No se cuanto tiempo estuvimos frotándonos y corriendo y no paraba de decirle: ¡¡siiiiii esoooo, dale y frótame así que me corro!! ¡Metí mis dedos en su concha caliente y se metían con que facilidad! Me quite y me baje a lamérsela...mmmm que rico sabor que tenia!!! Se corrió en mi boca y lamí todos sus jugos...
Pasamos a hacer un rico 69. Estuvimos como media hora lamiéndonos y metiendo nuestros dedos hasta el cansancio...cuando se canso me dijo que me acueste boca abajo. Se montó encima mio y con su vagina me frotaba el culito. Ohhh que delicia!!! Yo me seguía masturbando, ella se bajo y me empezó a lamer nuevamente. Esta vez me metió 3 dedos y yo no paraba de correrme!!! Una vez que me corrí hasta gritar ella se agacho a lamerme toda...me introdujo su lengua en la concha y me dejo toda limpia. Que rico que lo lame.
Luego de terminar esa buena sesión, entramos a bañarnos y allá empezó otra historia...