Nuevos relatos publicados: 17

¿Solo es un entrenamiento?

  • 15
  • 5.616
  • 9,00 (3 Val.)
  • 1

En una isla de las costas de España, en una playa desierta a la noche se lleva a cabo un encuentro formidable.

La imparable Chun Li Syan, una experta en numerosas técnicas de artes marciales se mide ante la letal Cammy White, una asesina profesional que trabaja para el M-16, la inteligencia británica.

Las patadas y golpes son de una fuerza casi mortal, no obstante la lucha es solo entrenamiento. Eso era suave comparado con los combates en las arenas de los Street Fighters.

La Srta. White llevaba puesto su habitual leotardo púrpura, boina, guantes y botas escarlatas, sin obviar las características transitas en su cabello rubio. Chun Li tampoco variaba su look, su camisola oriental y debajo sus mayas rosa y no podemos olvidar sus chonguitos.

El despliegue de técnicas era fabuloso, la fuerza y habilidad de estas feminas era casi sobrenatural, pero aún nuestras guerreras tienen limites. Ambas caen sobre la arena presas del cansancio.

Chun Li se quita su camisola y respira hondo para decir:

- Cammy, es suficiente por hoy.-

- Anda, tengo una choza de madera cerca, ven hay que reponer energías.-

La rubia se sonríe y en tono irónico dice:

- Si tu ya no puedes mas, entonces vamos.-

- Quiero darme un baño. ¿Tienes ducha allá?-

Chun Li le responde la sonrisa y le dice:

La ducha es algo rústica, |pero sale agua de ella.-

Las dos peleadoras habían empezado a tener un laso profundo de amistad femenina, lo que hacía posible estos juegos de ironías.

Las palabras de Chun Li no eran bromas; la choza era casi un parapeto con un techo ruinoso, un piso de maderas viejas, pero las tuberías de agua eran evidentes y el separado que hacía de cuarto de baño tenía la "ducha" que solo era un tubo elevado del cual debía salir agua.

Para nuestras luchadoras esto no representaba mayor dificultad, recordemos el duro entrenamiento de Chun Li y Cammy es un agente secreto acostumbrado a estas carencias.

Cammy se adelanta a la mencionada ducha, se va quitando su atuendo. Las botas, boina y guantes ya quedaron atrás. Lo que separa la ducha del resto de la choza es un remedo de pared de madera, la separación es casi simbólica.

Chun Li enciende y cuelga al techo una lampara de gas, su tenue luz revela a la sudorosa Cammy despojándose de su leotardo, naturalmente esta no es una piensa difícil de quitar. Solo un estirón aquí y un halón allá y Cammy está con los senos al aire, la luz del fanal de gas muestran unos pechos redondos, ligeramente bronceados rematados en unos pezones carmesí no mas grandes que una cereza.

La escultural inglesa se inclina para terminar de desnudarse. Su esbelto cuerpo resalta con la luz de la lámpara a gas.

El agua que sale de la ducha está tibia, empieza a mojar el cuerpo de Cammy quien no puede evitar relajarse con el correr del agua cálida por su anatomía. El agua va recorriendo todos sus rincones, bañando sus senos, su espalda, entra en la división de sus perfectas nalgas, acaricia sus piernas, pero antes pasa por su entrepierna.

Cammy se llena de la sensación de placer por la relajación que le provoca el baño. Sus manos enjuagan su tersa piel, casi sin notarlo Cammy mas que lavarse se regala caricias que hacen que sus pezones cereza se erecten y su entrepierna lata.

Cammy reacciona y se da cuenta adonde está. Lamenta no poder seguir con su muy estimulante auto-masaje, hecha mano de una toallita que a penas le cubre. Chun Li aparece en sostén deportivo y unas pantaletas blancas, casi transparentes, de hecho dejaban ver una sombra oscura en la pelvis de la luchadora. El sostén tampoco era la gran cosa, los senos abundantes de Chun Li casi los rebasaban, el ligero atuendo le dejaba ver su poderosa, pero sutil figura, su espalda y glúteos eran como esculpidas en la mas fina y dura madera, las piernas de Chun Li hacían alarde de su fuerza con cada zancada.

- Ahora es mi turno, Cammy, allá hay una colcha gruesa, por favor tómala y extiéndela en aquél rincón.-

Le dijo Chun Li a la semidesnuda Cammy.

La rubia hizo lo propio y se tumbó cual larga es sobre la mencionada colcha; trataba de mantener la sensación erotizante que halló en la ducha, pero sin sus manitas amasándola era difícil.

Chun Li ya estaba en cueros, lo que dejaba ver su calzón no era irreal, la entrepierna de Chun Li era una mancha oscura, pequeña y densa que hacía contraste con su cuerpo blanco, las únicas oscuridades eran su ombligo y dos pezones pequeños, redondisimos, los que eran la punta de dos senos erectos, blancos y con la redondez de una toronja.

Ver a semejante mujer desnuda, brillosa y mojada era un espectáculo soberbio, el cual no pasó desapercibido para la rubia Cammy, por alguna razón no podía dejar de ver las nalgas y piernas de su compañera de entrenamiento. Pensaba en todas las veces que las había tocado, agarrado, pero no percibía la belleza del cuerpo de esa mujer.

La rubia sintió algo de pudor por la lujuria extraña que le provocaban las tetas, culo y piernas de la absorta Chun Li, quien lavaba su cuerpo con la suavidad de una bailarina exótica, frotaba sus manos sobre sus senos y rítmicamente seguía con su cintura, piernas, haciendo de la escena algo de gran erotismo.

Cammy no quiso seguir mirando directamente, pero siendo una agente entrenada ella era capaz de seguir con detalle todo lo que transcurría en la ducha solo mirando de soslayo. Su curiosidad fue premiada cuando Chun Li quiso profundizar en su aseo; la peleadora hizo gala de su gran flexibilidad y levantó la pierna hasta la altura de su cabeza, la apoyó en la pared y procedió a lavar su entrepierna. Cammy solo miró como Chun Li cerraba sus ojos mientras el agua tibia y sus manos daban caricias a su sexo oscurecido por la noche y los pelos.
Cammy White se dio cuenta que no podía quitar los ojos de Chun Li, se extrañó, pensó:

- El cuerpo de Chun Li es bello.-

Cammy se sonrojo ligeramente al pensar que le atraía el cuerpo de otra mujer, sin embargo recordaba los jugueteos en las duchas de la división femenil de la M-16; toqueteos y manoseos entre las reclutas, eso no era mas que jueguillos eróticos, pero eróticos al fin.

Tal vez fue la ducha caliente o el cansancio o ambos, pero Cammy casi sin darse cuenta percibió unos dedos que rozaban su húmeda vulva. Eran los suyos propios, mientras Cammy se resistía a su excitación, sus manos la abrazaron y se dieron rienda suelta en su sexo.

El placer y la autosatisfación volvieron a llenar a Cammy, su espalda tendida sobre la colcha se arqueaba al toque de sus dedos, al igual que Chun Li, la rubia guerrera cerró sus azules ojos para gozar de el estímulo en su cálida rajita.

Los pezones de Cammy empezaron a sobresalir de la intima toalla que mas o menos la cubrían, poco le faltó para abrirse toda de piernas para poder masturbarse mejor, mas, entre una cosa y otra, Cammy, aún con los ojos cerrados, derrepente sintió el roce suave y cálido sobre su boca, algo, ¿Tal vez unos labios? se posaron sobre los suyos.

Cammy reaccionó de inmediato, abrió los ojos de golpe para darse cuenta que no era otra cosa que la mismísima Chun Li, mojada, caliente y desnuda.

Cammy no supo exactamente que pensar, hacer o sentir, a los segundos rehuyó a Chun Li, quien se sonrió y dijo:

- El agua tibia me excita mucho, y creo que a ti también.-

- Te veía mientras me mirabas y te masturbabas. Verte así me puso caliente.-

La confundida, pero excitada rubia decidió dejarse llevar por los latidos de su sexo y su boca dejó de huir de la de la imponente Chun Li.

Ambas mujeres se obsequiaron un beso profundo, húmedo y explosivo.

Usaban sus lenguas como falos mojados y se buscaban el alma la una a la otra.

Como si hubieran dado la señal para iniciar la pelea,

FIGHT!!!
Chun Li tomó la iniciativa. se levantó un poco, casi arrancó la toalla de Cammy y se tomó unos segundos para mirar tal belleza.

- Eres muy bella Cammy, con razón Guille y los otros babean por ti.-

-¿Alguna vez una mujer te mamó las tetas?-

Dijo Chun Li, pero Cammy no rompió su silencio. Chun Li volvió a hablar.

- Yo tampoco soy lesbiana, jamás creí tenerte aquí así, lo que pasa querida es que despues de coger tanto con Ryu, Ken, Guille una quiere probar algo diferente. Tu sabes...-

Cammy por fin rompió su mutismo y dijo:

- Mira, nunca creí que me pondría tan cachonda mirando el culo y las tetas de otra mujer, por que de que estoy cachonda, lo estoy.-

Con esas palabras Chun Li procedió a la tarea de lamer y chupar el inglés cuello de Cammy.

Tal vez era la novedad de la experiencia, pero le parecía que jamás alguien la había chupeteado así.

La brillante lengua de Chun Li se paseaba por el cuello y torso de Cammy, la rubia sentía las cosquillas en la vagina, pero eso no la preparó para lo que seguía.

Chun Li acopló su boca al pezón del seno derecho de Cammy, lo besaba y lamía como si fuera un minúsculo pene, sin dudas estaba erecto y Cammy notó el afán de su ahora amante y dio un delicioso quejido seguido de jadeos.

Chun Li quiso cambiar de pezón y añadir ¿un nivel mas de placer; Cammy no estaba lista para ello, ella se estremeció al sentir los dedos de Chun Li sobre su hinchado clítoris, su boca se abrió un poco mas para dar una inspiración y aumentar la frecuencia de sus excitantes jadeos y dejar salir un entre cortado

-¡Ay!, ¡Ay! Chun LI.-

Pero las cosas no se quedaron en el exterior del sexo de Cammy, los dedos de Chun Li, cual expertos espeleólogos (exploradores de cavernas) se abrieron paso en la babeante vagina de la rubia británica.

Sería lógico pensar que una experta en artes marciales como Chun Li conoce todos los puntos de presión para causar dolor y también placer como el punto G o algo así o solo sería por el placer de meterle los dedos a Cammy, la cuestión es que le estaba dando dedo a ella y ambas mujeres gozaban en grande.

El dedo medio de Chun Li se escapó de la vagina y buscó la raja de las nalgas de Cammy con el fin de juguetear con su culito.

Podríamos decir que a Cammy le gustó y no le gustó, la verdad es que sintió algo de dolor en su rosita trasera, pero la lengua de Chun Li en sus tetas y sus dedos en su sexo transformaron la sensación en algo indescriptible, tanto así que Cammy comenzó a temblar y a medio que decir:

-¡Mas....! ¡Mas..! Dale, dale, Así, así!-

Chun Li decidió incrementar su ataque, lamió algo el vientre de Cammy y le pulió el ombligo para ir a parar en el loto dorado de la poderosa inglesa.

De la misma manera que momentos antes, Chun Li se tomó unos instantes para admirar la hermosa entrepierna de su rubia amiga.

Cammy siempre ha procurado mantener su sexo bien afeitado, le gusta mantener la suavidad de la piel de su sexo sin nada de vellos, pero el tiempo que lleva entrenando le ha impedido llevar a cabo su ritual de rasurada vaginal y púbica. Así pues toda la pelvis y entrepierna de la rubia se hallaban tachonadas de una delicada e incipiente alfombrilla de pelillos amarillos los que venían en forma de concha desde el pubis y convergían en el nacimiento de los labios mayores, los cuales daban forma a una delicada ranura de la cual sobresalía el delicioso sexo de Cammy.

La pelusa rubia dejaba ver la piel rosa del sexo ahora hinchado y mas rosado que de costumbre, del pliegue genital sobresalía un clítoris erecto de color rosado mas oscuro.

Chun Li ya había sacado sus dedos del coño y culo de Cammy, el sexo de la rubia seguía pidiendo mas batalla y la iba a recibir, Cammy ya sentía lo que su amante haría.
Chun Li tomó a Cammy por la cintura se acomoda entre sus piernas y entierra su cara en el sexo de la inglesa. Cammy pone los ojos de azul a blanco, muerde su labio inferior y toma la cabeza de su asiática amiga con sus manos. Los lengüetazos de Chun Li son firmes, pero con la suavidad que solo una mujer le daría a otra, recorría su raja de arriba a abajo como si el sexo de la rubia fuera un postre para comer sin cubiertos ni servilletas.

Cammy pareció despertar cuando decide tomar parte activamente en la lucha carnal. Le pide a Chun Li que se detenga un momento, la poderosa guerrera se extraña de la petición de su rubia acompañante,

-¿Que pasa Cammy? ¿No te gusta?-

Cammy dice,

- Espera, por favor pon tu coño cerca de mi boca.-

La asiática comprendió de inmediato, se volteó poniendo su culo mirando hacia Cammy, Chun Li se recostó algo sobre el tronco de Cammy y de inmediato aterrizó su lengua sobre la intimidad húmeda y cálida de la Srta. White.

Cammy tenía ahora en frente el sexo de su amante, sentía el irrefrenable deseo de comérselo y así lo hizo. El coñito de Chun Li estaba tapizado por la densa pelusa negra formada por pelitos cortos, pero compactos los que hacían un solo camino desde el poblado pubis hasta perderse entre la raja de las nalgas, los labios y pliegues estaban cubiertos por ese terciopelo negro entre el que salía como una isla alargada la raja y la piel tersa y lampiña de la vulva de Chun Li, su clítoris y labios menores eran de un tono café brillante, seguramente debido a los fluidos que manaban de ella por lo excitada que estaba.

La lengua de Cammy se estiró para tocar la entrepierna de Chun Li, al primer roce la mujer mas fuerte del mundo dio un gemido profundo. Esto si era realmente nuevo para Cammy, el sentir el aroma y el sabor de una hembra, pero no hubo mayor dificultad. Ambas mujeres podían sentir el palpitar de sus sexos y se hallaban disfrutando de un 69 de lujo.

Cammy quiso retribuir a las travesuras que el dedo de Chun Li hizo en su culito, así que metió los dedos entre las duras nalgas de su contraparte, con el índice buscó la abertura del ano de Chun Li, no sin dejar de lamer y besar su coño; el dedo encontró su objetivo. Cammy recordó las veces que Guille, Bee Jay y otros hombres de grandes penes le han penetrado por el culo. Ellos le propinan un masajillo con el dedo para dilatar su ojete antes de empujarle la daga de carne. Cammy hizo lo propio con Chun Li, acarició las arrugas de su ano con la suavidad necesaria para relajar el culito de la asiática, así Cammy le metió un dedo en el culo a Chun Li, lo meneó, sacó y volvió a meter, pero la rubia no estaba conforme así que le encajó un segundo dedo y un tercero.

Chun Li respondía haciendo con mas fuerza a Cammy, sus uñas laceraban las nalgas y muslos de la rubia de trenzas.

Cammy sentía todo el peso del escultural cuerpo de Chun Li, podía sentir sus tetas en su vientre sin contar que podía saborear su femineidad con toda libertad.

Ambas mujeres empezaron a sentir los preludios orgásmicos una en la otra. Chun Li aceleró sus lamidas, besos y chupeteos en el sexo de Cammy, la rubia empezó a tener temblores y oleadas del mas salvaje placer que podía haber sentido, en una maniobra digna de un gran peleador, Cammy atrae con su lengua el clítoris de Chun Li hacia sus labios, y lo empieza a chupar como si fuera una rica aceituna a la que hay que sacarle el jugo.

Los dedos de Cammy en su culo y su clítoris inmerso en la boca de la rubia desataron la reacción en el cuerpo de Chun Li, desde su pelvis empezaron a irradiar ondas de placer hacia todo su ser. Cammy ya poseída por la fuerza orgásmica temblaba y abrasaba a Chun Li con una fuerza enajenada, por un momento metió toda la longitud de sus dedos en el culo de la bella asiática.

En el momento crítico ambas mujeres no pudieron mas, estiraron sus cuellos y de manera unísona dieron un gemido brutal, sus ojos se blanquearon y compartieron un potente orgasmo simultáneo que las consumió como una llamarada de placer y olor a hembras.

Chun Li se tumbó junto a Cammy y la tomó por el torso y la besó y así ambas gladiadoras culminaron su experiencia lésbica saboreando sus propios sexos a través de la boca de cada una.

Las guerreras aún tenían varios días de entrenamiento en la isla, ahora aprovecharían los días para luchar y perfeccionar sus técnicas y las noches para explorar y sentirse como mujeres, hembras de gran poder en el mundo de Street Fighter.

FIN

(9,00)