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Una noche diferente

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Viernes por la noche, me dirigía con mi auto a la casa de mis suegros para que mis hijos pasaran la noche con ellos.

Hacía poco había cumplido 40 años, estaba felizmente casado con mi esposa, teníamos 2 hijos pequeños. Mi vida sexual con mi esposa era excelente, sin dudas desde que la conocí, hacía ya 7 años había encontrado la mujer que quería desde todo punto de vista, definitivamente ella era la horma de mis zapatos.

Pero había algo que me faltaba, una experiencia que no había podido tener en mi juventud, y que de tanto en tanto me daba una sensación de estar incompleto. Nunca me había acostado con una prostituta, nunca se había dado la ocasión y parecía que esta asignatura pendiente había manifestado su presencia mas intensa luego de cumplir los 40.

Pero esa noche, luego de pensarlo y pensarlo mas de una vez, estaba decidido a cumplir mi sueño, esa noche iría por los barrios marginales de mi ciudad, elegiría a una prostituta de la calle, la llevaría a un hotel y cumpliría mi cometido.

Deje a los chicos, y mi dirigí a los suburbios de la ciudad, estaba muy nervioso, parecía un adolescente que estaba por tener su primera experiencia sexual. Hacía frío, las calles estaban mojadas por la lluvia de la tarde. Llegue a la primera esquina de prostitutas, estaban vestidas de manera llamativa, polleras cortas de cuero, botas por encima de las rodillas, camperas cortas desabrochadas, algunas mostraban sus pechos con exagerados escotes. Seguí con el auto muy lentamente por toda la cuadra, ya estaba comenzando a excitarme, crucé la calle y al comienzo de la segunda cuadra estaba ella.

Era muy diferente al resto, distinguida, fina, con una cabellera de un negro profundo, tenía un tapado negro hasta los tobillos, lo cerraba con las manos cruzadas sosteniendo las solapas, tenía también zapatos de gamuza negros clásicos.

Paré el auto enfrente de ella, y bajé la ventanilla, se acercó y abrió un poco su abrigo, tenía ropa interior azul, un azul intenso, tanga bien ajustada, sostén que insinuaba sus pechos blancos, medias del mismo color hasta los muslos sostenidas por un portaligas atado a su cintura.

Era una verdadera belleza, enormes ojos azules, una pulposa boca roja, la piel era blanca con una tonalidad rosa, los pechos del tamaño justo, piernas firmes y una cintura mínima.

Asoma un poco la cabeza por la ventanilla y con una radiante sonrisa me dice:

-Me buscabas a mi?

-Cr…, Creo que si, dije con voz temblorosa.

Realmente estaba aturdido, me transpiraban las manos, mi corazón estaba por estallar.

-Cuanto cobras?, me anime a decir

-Depende para que, me contesto con una dulce voz

-Para todo lo que se me ocurra, dije con voz un poco mas resuelta

-Bueno, la chupada $200, por el sexo normal $500, y si querés mi colita te va a costar $1.000

-Pero eso es mucho mas de lo que cobran las otras, dije en tono de protesta

-Pero yo no soy igual que las otras, contestó sonriendo.

-Es cierto, dije, subí, pero vas a tener que acompañarme a un cajero automático.

-De acuerdo, no hay problemas, dijo sentándose a mi lado.

Se sentó con las piernas derechas, abrió un poco su tapado y pude ver unas piernas bien torneadas, muslos firmes, y algunos pelitos que salían por los costados de su tanga.

Estaba realmente a mil, ya el nerviosismo estaba pasando, pero estaba siendo reemplazado por la ansiedad de llegar a estar en una cama con esa belleza.

Llegué a la puerta del cajero automático abrí la puerta del auto, ya antes de bajarme, me toma de un brazo y me dice:

-Saca todo lo que tengas en tu cuenta, yo te lo voy a compenzar.

Bajé pensando en sus palabras, a que se refería?, si ya me había dicho los precios. De todas formas como hipnotizado saque los $5.000 que tenía en la cuenta, pense que era mejor tener de mas antes que quedarme sin hacer algo que pudiera surgir.

Entré al auto y en silencio llegamos al hotel. Pedí un cuarto, llegamos a la habitación.

Mi calentura era descomunal, temía llegar a un orgasmo antes de sacarme la ropa. Ella me dio la espalda, se sacó el tapado y pude ver una cola espectacular, bien redonda y parada, con la tanga bien metida adentro de las nalgas. La espalda tambien era de escultura.

La abracé por detrás, y la besé en el cuello, ella lanzó un cálido suspiro. La di vuelta y le dí un profundo beso en la boca. Ella respondió a mi beso chupándome la lengua. Así estuvimos un rato besándonos hasta que se arrodilla, me afloja el cinturón del pantalón, baja el cierre, me toma el pene y se lo pone en la boca.

Yo estaba en el paraíso, le puse las manos a los costados de la cabeza y ella me miró. Era increíble ver esa boca roja y carnosa chupándome, mientras esos ojos azules me miraban.

Luego de un rato de hacerme una mamada espectacular, la aparte de mi, la llevé a la cama, me quité rápidamente la ropa, corrí un poco la tanga hacia un costado y comencé a chupársela.

Ella arqueó su espalda hacia atrás y comenzó a gemir de placer.

-Ayyy siiii, chupame, ayyyy, si chupame.

-Ayyy dios mio, como me chupas, me estoy mojando toda.

Luego de un rato, me toma la cabeza, apartándome de sus genitales y me dice:

-Metémelo que no puedo mas.

Ahí, me incorporé, abrí sus piernas con mis manos y acostándome encima de ella comencé a penetrarla.

-Ayyyy dios mío que duro lo tenes

-Siii, vos me lo pones asi, de duro, estoy muy caliente

-Ayyy, siiiii, cogeme, cogeme mas.

-Ayyy, dios mio, no puedo mas de la calentura

-Ayyy, estoy por acabar, ayyy estoy por acabar,

-Siii, yo tambien estoy por acabar, ayyy siii, no puedo mas

En ese momento le tomo las manos por sobre su cabeza y le doy un beso en la boca. Ella me aprieta las manos bien fuerte y comenzamos justos un increíble orgasmo

-Ayyyy ayyyy ayyyy, siiiii, ayyyy, siiii, siiiii, siiii

-Ohhhh, Ohhhhh, Ohhhhh

Quedamos en esa posición tendidos, respirando muy fuerte. Sin duda era uno de los mejores polvos que me había echado.

Luego nos pusimos de costado y nos abrazamos un rato largo.

Después de unos minutos, comienzo a tener otra erección. En ese momento ella se aparta de mi, se pone de pie y me dice:

-Aun no me has pagado por el primer polvo y te queres echar otro?

-Tenes razón, digo.

Y buscando mi billetera tomé $1.000 y le digo:

-Creo que esto cubre la chupada y el sexo normal mas un plus por lo bueno que estuvo.

-Exacto, contestó secamente tomando el dinero

-Bueno, vas a querer seguir, o terminamos aquí, agregó en un tono frío

-Me falta probar la colita, dije en tono socarrón

-Bien, dijo ella, mostrame cuanto te queda en la billetera, mientras me la arrebataba de la mano.

-Que te pasa?, dije, la cola son $1.000 mas.

-Ahora cambio el precio, te quedan $4.000, bueno te dejo $200 para que pagues el hotel y no te quedes seco, me contesto sonriendo pícaramente y poniendo el dinero en su cartera.

-Estas loca?, cambiaste el precio?, eso es mucho!!

En eso se pone de costado, se agacha sobre una mesa, y corriéndose la tanguita me muestra el agujero de su culito, y me dice:

-Si $3.800 te parece poco por este culito, entonces me voy y terminamos aquí.

Me quedé boquiabierto por su reacción, realmente su culito era una exquisitez, redondito, parado, el agujerito bien chiquito, de un tono rosadito que daban ganas de comerlo.

No había mucho para pensar por lo que acepté de inmediato.

Ella tomó de su cartera un gel lubricante y me lo dio.

Se acostó boca abajo en la cama y yo me arrodille detrás de ella para lubricara.

Tomé abundante gel con mis manos y lo pasé por su entrada, luego de acariciarla un rato, comencé la penetración con un dedo.

En ese momento soltó un suspiro de placer. Eso me indicó que la cosa funcionaba.

Moví el dedo en círculos para que se dilatara, luego comencé a meter 2 dedos con el mismo proceso, bien lubricado y girándolo, separándolos.

De tanto en tanto ella dejaba escapar algún suspiro.

Finalmente introduje 3 dedos que metía y sacaba bien lubricados, pasando mas y mas gel sobre la superficie e interior para que dilatara mas fácilmente.

Una vez que estaba bien dilatado, ella me retiró la mano, y me dijo:

-Dale, veni

Me apoye detrás de ella y comencé una lenta penetración.

En un momento ella puso su mano entre mi vientre y su nalga y me dijo:

-Despacio, despacio

Ahí me detuve por completo, sentí como ella se aflojaba y daba lugar a la entrada de la cabeza de mi pene.

-ahhhh, siiiii, ahhhhh, entro la cabeza, dijo

-Ayyy, dios mio, como me gusta, dije yo

Me detuve un momento para permitir que se aflojara otra vez. Finalmente lo logró y entro el tronco hasta la mitad.

-Ahhhh, si, ahhhh, dios mio, que pedazo tan duro.

-Te duele?, pregunte

-Siii, me duele, pero lo puedo soportar, quedate un poco quieto.

Yo permanecí inmóvil, me calentaba muchísimo que en la penetración anal existiera un poco de dolor.

Luego de un momento, veo que arquea su cintura hacia atrás levantando la cola, y tomando sus glúteos, separándolos con sus manos, me dice:

-Dale, ponelo todo de una vez

No dudé en meterlo todo los mas que pude. La sensación de placer era única.

-Ayyyy, como me gusta tu pedazo

-Ayyyy, siiiii, que apretadito tenes el culito

-Siiiii, me gusta que me lo metas todo, que caliente, que caliente

-Ayyy, si putita, me gusta cogerte por el culo

-Ayyy siiii, cogeme mas, cogeme mas, que no aguanto la calentura

-Siii, putita, te gusta mi pedazo, te gusta comerte mi pito

-Ahhhh, no puedo mas, ya estoy, ya estoy, ahhhhh, ahhhh, ahhhhh

Sentí como tenía un orgasmo increíblemente intenso, mientras yo seguia penetrandola y gozando.

-Dale, dame tu leche, llename el culito de leche, me dijo casi en tono de súplica.

En ese momento, saqué lentamente mi pene de su culo, me senté en la cama, le pedí que se arrodillara en el piso, y comencé a masturbarme apuntando a su boca.

-Quiero que te tomes toda mi leche, putita, le dije

-Siii, dame tu leche rica, que me la quiero tragar toda, me dijo tomándome el tronco de mi pene y apoyando suavemente sus labios en el glande.

-Ayyy, ayyyy, siiii, ya acabo, siiii, ahhhh, siiii

En eso se mete dos dedos en su boca y bien mojados me los pone en la puerta de mi ano. Los empuja con fuerza, y logra que entren hasta la mitad.

-Dale, que tu putita te va a ayudar a acabar, vamos dame toda tu lechita, vamos.

-Ayyy, si putita ya estoy, ya estoy, ohhhhh, ohhhhhh, ohhhhh

Acabé sobre su boca y sobre sus mejillas, la leche comenzó a caer por sobre sus pechos y vientre. Se pasó la lengua por sus labios para quitar el resto de leche que quedaba. El ver a esta impresionante morocha con su cara, boca y cuerpos llenos de mi semen mi hizo sentir en el cielo.

Se limpió el semen con una toalla sonriéndome.

Finalmente dijo:

-Te gustó, mi amor?

-Si, estuvo increíble, contesté

-Por fin cumpliste con tu sueño.

-Y, como, realmente superó mis expectativas

-Dejaste a los chicos en lo de mamá

-Si por supuesto, se quedaron jugando con tu padre, quedé que mañana a la mañana pasaba a buscarlos

-Bueno, vamos a casa que ya es tarde, si te animás a hacer el tercero, no te lo cobro.

(10,00)